Magníficas patrullas y magníficos informes.
Gracias Lino.
La lata de hojalata - Diario de una campaña
Moderador: MODERACION
Partimos el día 8 de agosto del puerto de Cádiz rumbo al Atlántico. En principio mi propósito es quedarme unos días cerca de la ruta de los convoyes que se dirigen hacia Gibraltar y si no hay suerte poner rumbo al norte y esperar al oeste de Irlanda a que el BdU me proporcione información sobre algún convoy o mercante enemigo.
Así pues, nos dirigimos al sur del cabo San Vicente y esa misma noche avistamos un pequeño mercante dirigiéndose hacia el sur. Enseguida ordeno parar máquinas y esperar, ya que el rumbo del mercante lo llevará a pasar cerca de nuestra posición. Voy a atacarlo desde la superficie. Preparo los torpedos, hago los ajustes necesarios y cuando lo tengo a unos 2000 metros ordeno hacer lanzar los tubos 1 y 2. Mientras espero que los torpedos hagan su trabajo ordeno a la dotación del cañón de proa que ocupe su puesto. El mar está calmado y los hombres llegan a su puesto sin problemas. Mientras tanto, en la bodega ya se ha formado la cadena humana que se va a encargar de llevar los proyectiles hasta cubierta si se agotan los que hay en el depósito de cubierta (unos diez). El tiempo pasa y los dos torpedos no consiguen llegar a su objetivo. Uno estalla muy por detrás del mercante, el otro desaparece sin más. Cuando coja al ingeniero de las espoletas lo cuelgo.
Así las cosas y perdido el factor sorpresa ordeno actuar al cañón. Primero se marca la posición del asombrado mercante mediante una bengala y después se lo acribilla a bocajarro. Apenas está a 1000 metros.
Como el maldito no se hunde decido despacharlo con un torpedo de popa. Menudo éxito, tres torpedos para hundir un mercante de menos de 3000 toneladas. Será mejor no decir nada si llego a la cantina de la base.
Seguidamente ponemos proa hacia el sur por si el mercante ha lanzado algún SOS y por la mañana nos llega un aviso por radio. Un convoy ha sido detectado muy cerca de mi posición, al noreste de la misma. Pongo rumbo hacia allà a toda máquina.
El estado del mar, como siempre, resulta pésimo. Las olas golpean el puente y hace muy difícil mantenerse en pie.
Cuando un serviola avisa de que un mercante se encuentra por proa me doy cuenta de que he calculado mal el rumbo del convoy. Esperaba aparecer por delante de él y me he encontrado con las última unidades. Y encima hay dos DD's con aspecto amenazador que navegan a pocos cables de los mercantes. Mejor ni intentarlo. Pondré rumbo al norte y a toda máquina intentaré establecer otro rumbo que me permita ponerme en una posición ventajosa.
Todo eso me cuesta estar toda la noche navegando a 17 nudos con un mar terrible. Cuando amanece y me lanzo a por el convoy vuelvo a fallar. ¿Qué pasa aquí? Otra vez por detrás del convoy. Estoy seguro de que los cálculos los he hecho bien esta vez. No tengo tiempo de pensar más porque un destructor aparece entre la niebla y se lanza a por mí. ALARRRRRRRRRRRRRRMMMMMMMMMMM!!!! "Esta vez estoy jodido", esto es lo que pienso mientras el sonaruista chilla como un loco avisando de que el destructor viene a toda máquina, como si no lo supiera!! Paso de la navegación silenciosa y ordeno sumergir al submarino a toda velocidad. Hasta que no pase de los 100 metros no estaré tranquilo. Los primeros pings golpean el casco del U46 mientras todos aguantamos la respiración.
Las primeras cargas estallan por encima de nosotros pero una de ellas hace que nos movamos como un peluche. Las demás estallan más lejos. Ufff, esta vez ha estado cerca. No quiero más sustos y ordeno bajar a 180 metros.
Me preparo para aguantar y ahora sí ordeno navegar en modo silencioso.
El ataque es bestial. Me obligan a estar sumergido más de una hora de reloj. Al destructor de antes se le ha unido otro mientras el convoy se escapa. Si otro uboat lo pudiera atacar ahora ...!!!
Cuando salimos a superficie ya es de noche y el tiempo sigue tan malo como antes. Al principio pienso dejar en paz al convoy pero después pienso que esto no puede quedar así. Es increíble que las dos veces me hayan despistado. El BdU me va dando su posición, es posible que otro uboat lo esté siguiendo. Vamos allá otra vez, a la tercera va la vencida.
Esta vez parece que sí hay suerte. Nos encontramos con el convoy que se dirige claramente hacia Gibraltar el día 14 al atardecer. Me situo en posición y espero tranquilamente.
Nos sumergimos. Ordeno apuntar a un mercante que se encuentra a cabeza del convoy. Le lanzo dos torpedos y espero. Los dos estallan a menos de 1000 metros del U46. Jodeeeeer, esto ya es pasarse. Apunto otra vez y le lanzo los otros dos. Esta vez uno de ellos impacta, del otro ni rastro, y eso que los dos estaban ajustado a 5 metros. El mercante se estremece pero no se hunde.
De nuevo a sumergirme a 100 metros, los pings ya se oyen. Vuelta a empezar con toda la agonía de antes. Dos horas esta vez con las cargas estallando encima de mí y con los nervios destrozados. Esto no hay quien lo soporte.
Decido que si salimos de ésta nos iremos a casa a descansar unos días. Los hombres empiezan a acusar el cansancio.
Salimos a superficie dos horas más tarde de haber avistado el convoy y ordebo poner rumbo enseguida hacia casa. Cuando navegamos por la latitud de Lisboa el primer oficial avisa de que nos queda menos del 50% de fuel. ¡¡No pensaba que hubiésemos gastado tanto!! Ordeno entonces poner proa hacia Vigo y usar el Bessel para recargar torpedos y fuel. De momento lo de casa tendrá que esperar.
Menudo desastre, esta vez la escolta ha trabajado bien. Además el convoy ha seguido un rumbo errático que ha hecho imposible que lo localizara con una posición favorable. Me parece que los ingleses ya han aprendido cómo proteger los convoyes. A partir de ahora me parece que las cosas no serán tan fáciles.
Y eso es todo por el momento. Tiempo real de la misión = 8 horas. Me he quedado agotado.
Saludos
Así pues, nos dirigimos al sur del cabo San Vicente y esa misma noche avistamos un pequeño mercante dirigiéndose hacia el sur. Enseguida ordeno parar máquinas y esperar, ya que el rumbo del mercante lo llevará a pasar cerca de nuestra posición. Voy a atacarlo desde la superficie. Preparo los torpedos, hago los ajustes necesarios y cuando lo tengo a unos 2000 metros ordeno hacer lanzar los tubos 1 y 2. Mientras espero que los torpedos hagan su trabajo ordeno a la dotación del cañón de proa que ocupe su puesto. El mar está calmado y los hombres llegan a su puesto sin problemas. Mientras tanto, en la bodega ya se ha formado la cadena humana que se va a encargar de llevar los proyectiles hasta cubierta si se agotan los que hay en el depósito de cubierta (unos diez). El tiempo pasa y los dos torpedos no consiguen llegar a su objetivo. Uno estalla muy por detrás del mercante, el otro desaparece sin más. Cuando coja al ingeniero de las espoletas lo cuelgo.
Así las cosas y perdido el factor sorpresa ordeno actuar al cañón. Primero se marca la posición del asombrado mercante mediante una bengala y después se lo acribilla a bocajarro. Apenas está a 1000 metros.
Como el maldito no se hunde decido despacharlo con un torpedo de popa. Menudo éxito, tres torpedos para hundir un mercante de menos de 3000 toneladas. Será mejor no decir nada si llego a la cantina de la base.
Seguidamente ponemos proa hacia el sur por si el mercante ha lanzado algún SOS y por la mañana nos llega un aviso por radio. Un convoy ha sido detectado muy cerca de mi posición, al noreste de la misma. Pongo rumbo hacia allà a toda máquina.
El estado del mar, como siempre, resulta pésimo. Las olas golpean el puente y hace muy difícil mantenerse en pie.
Cuando un serviola avisa de que un mercante se encuentra por proa me doy cuenta de que he calculado mal el rumbo del convoy. Esperaba aparecer por delante de él y me he encontrado con las última unidades. Y encima hay dos DD's con aspecto amenazador que navegan a pocos cables de los mercantes. Mejor ni intentarlo. Pondré rumbo al norte y a toda máquina intentaré establecer otro rumbo que me permita ponerme en una posición ventajosa.
Todo eso me cuesta estar toda la noche navegando a 17 nudos con un mar terrible. Cuando amanece y me lanzo a por el convoy vuelvo a fallar. ¿Qué pasa aquí? Otra vez por detrás del convoy. Estoy seguro de que los cálculos los he hecho bien esta vez. No tengo tiempo de pensar más porque un destructor aparece entre la niebla y se lanza a por mí. ALARRRRRRRRRRRRRRMMMMMMMMMMM!!!! "Esta vez estoy jodido", esto es lo que pienso mientras el sonaruista chilla como un loco avisando de que el destructor viene a toda máquina, como si no lo supiera!! Paso de la navegación silenciosa y ordeno sumergir al submarino a toda velocidad. Hasta que no pase de los 100 metros no estaré tranquilo. Los primeros pings golpean el casco del U46 mientras todos aguantamos la respiración.
Las primeras cargas estallan por encima de nosotros pero una de ellas hace que nos movamos como un peluche. Las demás estallan más lejos. Ufff, esta vez ha estado cerca. No quiero más sustos y ordeno bajar a 180 metros.
Me preparo para aguantar y ahora sí ordeno navegar en modo silencioso.
El ataque es bestial. Me obligan a estar sumergido más de una hora de reloj. Al destructor de antes se le ha unido otro mientras el convoy se escapa. Si otro uboat lo pudiera atacar ahora ...!!!
Cuando salimos a superficie ya es de noche y el tiempo sigue tan malo como antes. Al principio pienso dejar en paz al convoy pero después pienso que esto no puede quedar así. Es increíble que las dos veces me hayan despistado. El BdU me va dando su posición, es posible que otro uboat lo esté siguiendo. Vamos allá otra vez, a la tercera va la vencida.
Esta vez parece que sí hay suerte. Nos encontramos con el convoy que se dirige claramente hacia Gibraltar el día 14 al atardecer. Me situo en posición y espero tranquilamente.
Nos sumergimos. Ordeno apuntar a un mercante que se encuentra a cabeza del convoy. Le lanzo dos torpedos y espero. Los dos estallan a menos de 1000 metros del U46. Jodeeeeer, esto ya es pasarse. Apunto otra vez y le lanzo los otros dos. Esta vez uno de ellos impacta, del otro ni rastro, y eso que los dos estaban ajustado a 5 metros. El mercante se estremece pero no se hunde.
De nuevo a sumergirme a 100 metros, los pings ya se oyen. Vuelta a empezar con toda la agonía de antes. Dos horas esta vez con las cargas estallando encima de mí y con los nervios destrozados. Esto no hay quien lo soporte.
Decido que si salimos de ésta nos iremos a casa a descansar unos días. Los hombres empiezan a acusar el cansancio.
Salimos a superficie dos horas más tarde de haber avistado el convoy y ordebo poner rumbo enseguida hacia casa. Cuando navegamos por la latitud de Lisboa el primer oficial avisa de que nos queda menos del 50% de fuel. ¡¡No pensaba que hubiésemos gastado tanto!! Ordeno entonces poner proa hacia Vigo y usar el Bessel para recargar torpedos y fuel. De momento lo de casa tendrá que esperar.
Menudo desastre, esta vez la escolta ha trabajado bien. Además el convoy ha seguido un rumbo errático que ha hecho imposible que lo localizara con una posición favorable. Me parece que los ingleses ya han aprendido cómo proteger los convoyes. A partir de ahora me parece que las cosas no serán tan fáciles.
Y eso es todo por el momento. Tiempo real de la misión = 8 horas. Me he quedado agotado.
Saludos
Bueno, pues aquí estoy otra vez. Antes que nada he de deciros que si hasta ahora estaba posteando cada dos días más o menos me parece que estos plazos se van a alargar un poco. Como veréis en la próxima patrulla, pese a estar todavía en el 40 los ingleses han reforzado de manera considerable la escolta de los convoyes ... y también su mala leche 
Los ataques con cargas de profundidad son cada vez más largos y te obligan a navegar a más de 100 metros. Cuando estás bajo ataque no uso la compresión de tiempo (no se puede) así que todo transcurre a tiempo real. En el primer ataque dejé el PC encendido y me fui a ver el mundial de baloncesto 
cuando estás a 150 metros no puedes pretender hacer otra cosa que aguantar y esperar que se cansen.
Pues empezamos:
Partimos de Vigo el día 16. Aunque las instrucciones cuando respostamos en paises "amigos" es abandonar el puerto en plena noche las prisas hacen que salgamos de allí a las 13 horas. Tenemos ganas de volver a casa. Aquí tenéis una foto del Bessel tomada desde el puente justo antes de partir y el informe de la marcha de la guerra que puntualmente nos envía el BdU.
Mi intención es quedarme frente a la costa occidental de Irlanda con el fin de avistar algún convoy y partir luego rumbo a casa por el norte de las Shetland. Por las órdenes que nos llegan nos damos cuenta de que la guerra es total, sin contemplaciones.
El tiempo del Atlántico, haciendo honor a su fama, se vuelve pésimo, el peor de todos los que hayamos tenido hasta ahora. La visibilidad se ve reducida a menos de 500 metros, lo que nos obliga a estar realizando constantes inmersiones para escuchar por el hidrófono.
Todo transcurre tranquilamente hasta que el día 20 recibimos un informe del BdU avisando de la presencia de un convoy relativamente cerca de nuestra posición. Ordeno ir hacia allá a media máquina, con esta niebla no se ve un carajo y las posibilidades de chocar contra un mercante no son pocas.
Mientras me dirigía a la zona indicada pensaba qué haría una vez estuviese allí. Si conseguía detectar al convoy con el hidrófono, ¿lo seguiría hasta que el tiempo despejase o intentaría atacarlo a corta distancia? ¿Estaría muy protegido o, por el contrario, habría partido sin escolta aprovechando el mal tiempo? Me sacó de mis pensamientos el grito de un serviola: "Barco a estribor, a corta distancia!!!". "Inmersión, inmersión!!!""
Subo el periscopio para averiguar qué clase de buque es y esto es lo que veo.
Sólo mar y lluvia golpeando la óptica del periscopio. Justo en ese momento ... BUMMM, BUMMM ... ALARRRRMMMM ... "a 150 metros, máquinas a toda potencia!!!! Rápido, rápido..."
No se qué nos ha dado pero nos ha dañado gravemente la zona central del U46. Enseguida la brigada de guardia se apresta a reparar los desperfectos. Al cabo de unos minutos la inundación se controla y todos los sitemas vuelven a funcionar normalmente. Aún así, el casco se ha quedado bastante tocado. El sonarista avisa de la presencia de al menos 3 barcos de guerra en nuestra vertical. Las cargas de profundidad y los pings que golpean el barco se confunden en un estruendo increíble. Seguimos bajando hasta los 140 metros, no quiero arriesgarme a bajar más por los daños sufridos por el casco.
Pues sí que estamos buenos, aún no he visto un solo mercante y ya me han zurrado. El ping desaparece una vez alcanzamos los 100 metros y de momento parece que nos hemos salvado. Ahora a esperar ... El sonarista avisa de la presencia de mercantes, sin duda es el convoy. Tendré que esperar una mejor ocasión, lástima! Los DD's (no me cabe la menor duda de que son destructores) siguen cerca de nosotros durante... 2 HORAS!!! Cuando ya es de noche los jodidos se alejan a toda velocidad. A superfície, las baterías están muy desgastadas y el nivel de CO2 empieza a ser elevado.
Decido poner un rumbo que me acerque al convoy y bordeándolo por babor, esperarlo en una posición favorable. Si está en esta zona seguro que se dirige a Liverpool y es fácil prever por dónde va a pasar. Así que me pongo en ruta.
Esta vez mis cálculos no fallan. Doce horas después de emerger me encuentro justo en la derrota del convoy. Y hace una hora que estoy sumergido y con el sonarista en alerta. Esta vez no me pasará como antes. Poco a poco van desfilando por el periscopio los buques de escolta.
Más tarde, entre la niebla, van apareciendo los mercantes navegando lentamente. Apunto al único que veo, un mercante medio. Preparo los torpedos y los ajusto a 6 metros. No creo que pueda volver a disparar otra vez con esta niebla, así que decido asegurar el hundimiento disparando los 4 tubos.
Mi oficial de armamento me comunica que la posición es idónea, así que ordeno hacer fuego. "Tubo 1, tubo 2, tubo 3, tubo 4 ... FUEGO!!!" Los torpedo salen disparados y el submarino experimenta un suave retroceso. Y pasa lo de siempre ... :rezar: un torpedo estalla tan solo activarse su espoleta a 300 metros (usaban espoletas de impacto) y otro un poco más allá. Maldita sea!!! Siempre sucede lo mismo. Para colmo un pequeño mercante que aparece de la nada (literalmente) se cruza en la trayectoria de uno de ellos y salta por los aires.
El otro torpedo impacta finalmente en el objetivo inicial pero no lo hunde. O al menos eso creo, porque en ese momento nos sumergíamos a toda pastilla después de que el sonarista avisara de la presencia de barcos de guerra que se dirigían hacia aquí a toda velocidad. Y vuelta a empezar. Dos horas más de navegar silenciosamente a 140 metros y dando continuas bordadas para despistar a los malditos destructores. (en este intervalo he hecho la colada y me he ido a comprar el diario, y no es coña )
Cuando consigo salir a superficie ya estoy hasta las narices del mal tiempo, así que decido poner proa a casa. Entramos en Wilhelmshaven el día 28 al anochecer. Nos hemos ganado unas vacaciones.
Bueno, pues eso es todo por el momento. Me da la sensación de que si la cosa sigue así no duraré mucho. Esta vez ha estado muy cerca, la verdad. Es terrible saber que sólo es cuestión de tiempo que te hundan.
Los ataques con cargas de profundidad son cada vez más largos y te obligan a navegar a más de 100 metros. Cuando estás bajo ataque no uso la compresión de tiempo (no se puede) así que todo transcurre a tiempo real. En el primer ataque dejé el PC encendido y me fui a ver el mundial de baloncesto cuando estás a 150 metros no puedes pretender hacer otra cosa que aguantar y esperar que se cansen.Pues empezamos:
Partimos de Vigo el día 16. Aunque las instrucciones cuando respostamos en paises "amigos" es abandonar el puerto en plena noche las prisas hacen que salgamos de allí a las 13 horas. Tenemos ganas de volver a casa. Aquí tenéis una foto del Bessel tomada desde el puente justo antes de partir y el informe de la marcha de la guerra que puntualmente nos envía el BdU.
Mi intención es quedarme frente a la costa occidental de Irlanda con el fin de avistar algún convoy y partir luego rumbo a casa por el norte de las Shetland. Por las órdenes que nos llegan nos damos cuenta de que la guerra es total, sin contemplaciones.
El tiempo del Atlántico, haciendo honor a su fama, se vuelve pésimo, el peor de todos los que hayamos tenido hasta ahora. La visibilidad se ve reducida a menos de 500 metros, lo que nos obliga a estar realizando constantes inmersiones para escuchar por el hidrófono.
Todo transcurre tranquilamente hasta que el día 20 recibimos un informe del BdU avisando de la presencia de un convoy relativamente cerca de nuestra posición. Ordeno ir hacia allá a media máquina, con esta niebla no se ve un carajo y las posibilidades de chocar contra un mercante no son pocas.
Mientras me dirigía a la zona indicada pensaba qué haría una vez estuviese allí. Si conseguía detectar al convoy con el hidrófono, ¿lo seguiría hasta que el tiempo despejase o intentaría atacarlo a corta distancia? ¿Estaría muy protegido o, por el contrario, habría partido sin escolta aprovechando el mal tiempo? Me sacó de mis pensamientos el grito de un serviola: "Barco a estribor, a corta distancia!!!". "Inmersión, inmersión!!!""
Subo el periscopio para averiguar qué clase de buque es y esto es lo que veo.
Sólo mar y lluvia golpeando la óptica del periscopio. Justo en ese momento ... BUMMM, BUMMM ... ALARRRRMMMM ... "a 150 metros, máquinas a toda potencia!!!! Rápido, rápido..."
No se qué nos ha dado pero nos ha dañado gravemente la zona central del U46. Enseguida la brigada de guardia se apresta a reparar los desperfectos. Al cabo de unos minutos la inundación se controla y todos los sitemas vuelven a funcionar normalmente. Aún así, el casco se ha quedado bastante tocado. El sonarista avisa de la presencia de al menos 3 barcos de guerra en nuestra vertical. Las cargas de profundidad y los pings que golpean el barco se confunden en un estruendo increíble. Seguimos bajando hasta los 140 metros, no quiero arriesgarme a bajar más por los daños sufridos por el casco.
Pues sí que estamos buenos, aún no he visto un solo mercante y ya me han zurrado. El ping desaparece una vez alcanzamos los 100 metros y de momento parece que nos hemos salvado. Ahora a esperar ... El sonarista avisa de la presencia de mercantes, sin duda es el convoy. Tendré que esperar una mejor ocasión, lástima! Los DD's (no me cabe la menor duda de que son destructores) siguen cerca de nosotros durante... 2 HORAS!!! Cuando ya es de noche los jodidos se alejan a toda velocidad. A superfície, las baterías están muy desgastadas y el nivel de CO2 empieza a ser elevado.
Decido poner un rumbo que me acerque al convoy y bordeándolo por babor, esperarlo en una posición favorable. Si está en esta zona seguro que se dirige a Liverpool y es fácil prever por dónde va a pasar. Así que me pongo en ruta.
Esta vez mis cálculos no fallan. Doce horas después de emerger me encuentro justo en la derrota del convoy. Y hace una hora que estoy sumergido y con el sonarista en alerta. Esta vez no me pasará como antes. Poco a poco van desfilando por el periscopio los buques de escolta.
Más tarde, entre la niebla, van apareciendo los mercantes navegando lentamente. Apunto al único que veo, un mercante medio. Preparo los torpedos y los ajusto a 6 metros. No creo que pueda volver a disparar otra vez con esta niebla, así que decido asegurar el hundimiento disparando los 4 tubos.
Mi oficial de armamento me comunica que la posición es idónea, así que ordeno hacer fuego. "Tubo 1, tubo 2, tubo 3, tubo 4 ... FUEGO!!!" Los torpedo salen disparados y el submarino experimenta un suave retroceso. Y pasa lo de siempre ... :rezar: un torpedo estalla tan solo activarse su espoleta a 300 metros (usaban espoletas de impacto) y otro un poco más allá. Maldita sea!!! Siempre sucede lo mismo. Para colmo un pequeño mercante que aparece de la nada (literalmente) se cruza en la trayectoria de uno de ellos y salta por los aires.
El otro torpedo impacta finalmente en el objetivo inicial pero no lo hunde. O al menos eso creo, porque en ese momento nos sumergíamos a toda pastilla después de que el sonarista avisara de la presencia de barcos de guerra que se dirigían hacia aquí a toda velocidad. Y vuelta a empezar. Dos horas más de navegar silenciosamente a 140 metros y dando continuas bordadas para despistar a los malditos destructores. (en este intervalo he hecho la colada y me he ido a comprar el diario, y no es coña
)Cuando consigo salir a superficie ya estoy hasta las narices del mal tiempo, así que decido poner proa a casa. Entramos en Wilhelmshaven el día 28 al anochecer. Nos hemos ganado unas vacaciones.
Bueno, pues eso es todo por el momento. Me da la sensación de que si la cosa sigue así no duraré mucho. Esta vez ha estado muy cerca, la verdad. Es terrible saber que sólo es cuestión de tiempo que te hundan.
Hola lino , Sigue asin tio que lo estas haciendo mu bien jiji.Na tio panciencia ya llegara la wuena suerte,hay patrullas que hundiras mucho tonelage y otras que con mucha suerte hundiras un solo barco.Dices que en un ataque usastes la espoleta por impacto, yo te recomendaria la magnetica,es la que uso siempre ya que proporciona mayores daños a los barcos.Y sobre tus reportes sigue asin que me encantan leerlas 
Buena caza u-46
Buena caza u-46
Gracias por los comentarios
Seguimos, esto cada vez está más interesante.
El día siguiente de nuestra llegada a la base se nos ordena dirigirnos inmediatamente a Lorient, en la costa occidental francesa. Parece ser que los de arriba tienen prisa por que nos hagamos a la mar desde las nuevas bases francesas y de ahí que no tengamos ni 24 horas de descanso. Algunos, como el pobre Gunther, el maquinista, no pueden soportar la tensión y deciden entregarse a los placeres de Dionisos
Salimos de la que hasta ahora ha sido nuestra base a las 15 horas. En el puerto vemos uboats que se encuentran en reparación. Algunos lo han pasado muy mal en la última patrulla.
Bordeamos las Shetland y nos dirigimos hacia el oeste, quiero ver si pesco algo cerca de Islandia. Después de un patrulla de varios días al oeste de las Faroe decido poner rumbo al sur. No ha habido suerte. Como siempre, el BdU nos envía los últimos informes de la situación.
El tiempo empeora (ya estamos acostumbrados a la lluvia y al oleaje, pero ahora le da a la niebla por aparecer todos los días). Pronto nos llegan noticias de la presencia de un convoy en el cuadrante AM52. Allá vamos. La nula visibilidad me obliga a sumergirme cuando llego a la zona donde en teoría se halla el convoy y a usar el hidrófono. Enseguida aparecen los primeros contactos. Para que veais que no exagero cuando hablo de la nula visibilidad, os dejo estas dos imágenes.
(En la segunda tuve que pausar el juego para tener tiempo de hacer la foto)
Estoy a un tris de dejarlo estar y sumergirme, pero en ese momento aparece un mercante ante mí. Parece un espectro, surge de entre la niebla muy lentamente. Si llego a tener puesta una música de peli de miedo en el gramófono me acojono . Esta oportunidad no se puede dejar pasar. Cargo los cuatro tubos y los lanzo.
Creo que sólo uno alcanza al mercante. Y digo "creo" porque casi que no se ve nada. En menos de un minuto el mercante ha desaparecido de mi vista.
Las hélices de los destructores se oyen viniendo hacia aquí. Ordenos sumergirme con las máquinas a media potencia, sin hacer excesivo ruido. Es imposible que nos hayan visto y el estado del mar hace que el asdic no tenga mucha utilidad. Aún así, me obligan a sumergirme hasta el límite del aguante del submarino. Las cargas de profundidad han cáido muy cerca cuando ya habíamos superado los 100 metros.
Salimos a superficie mucho rato después. Aún se oyen en el hidrófono las hélices de los DD's, pero muy lejanas. La niebla nos protege esta vez. Ordeno seguir al convoy hasta que despeje. Durante la noche el tiempo empeora aún más (lluvia) y ordeno poner rumbo al sur a toda máquina para cortarle el paso. Y así sucede.
Diez horas después me hallo en una posición inmejorable.
El convoy se acerca hacia mí lentamente. Apunto al primer mercante que aparece. Cargo los tubos 1 y 3 los lanzo a una profundidad de 6 metros. El mar está picado y no quiero arriesgarme a que pasen por debajo del buque. Enseguida apunto al mercante que está en su popa y le lanzo los torpedos 2 y 4 ajustado igual que los anteriores.
Sólo el primer mercante es alcanzado, el otro no. Los dos torpedos explotan antes de alcanzarlo (estoy hasta las narices de estos ***** torpedos, ¿no se pueden diseñar mejor?). De todas maneras el primer buque parece que no quiere hundirse. Perp ya no hay nada que hacer, los DD's se dirigen hacia aquí ... y son cuatro.
Otra vez la misma rutina. Hacia abajo ...
Es sólo cuestión de suerte que no me alcancen. Cada vez esto está poniéndose más difícil. Si sigue así pediré que me destinen al Mediterráneo, ahora que nuestros amigos los espaghettis se han decidido a hacer algo.
Llegamos a la base de Lorient la mañana del día 14 de septiembre. Necesitamos echar mano del mapa que nos ha proporcionado el BdU de los campos de minas de este puerto. Finalmente atracamos sin mayor novedad.
Las buenas noticias son:
- El mercante atacado en el último convoy se hundió finalmente.
- Me han proporcionado un nuevo sub, un IXB, el U103
Hasta la próxima
Seguimos, esto cada vez está más interesante.
El día siguiente de nuestra llegada a la base se nos ordena dirigirnos inmediatamente a Lorient, en la costa occidental francesa. Parece ser que los de arriba tienen prisa por que nos hagamos a la mar desde las nuevas bases francesas y de ahí que no tengamos ni 24 horas de descanso. Algunos, como el pobre Gunther, el maquinista, no pueden soportar la tensión y deciden entregarse a los placeres de Dionisos
Salimos de la que hasta ahora ha sido nuestra base a las 15 horas. En el puerto vemos uboats que se encuentran en reparación. Algunos lo han pasado muy mal en la última patrulla.
Bordeamos las Shetland y nos dirigimos hacia el oeste, quiero ver si pesco algo cerca de Islandia. Después de un patrulla de varios días al oeste de las Faroe decido poner rumbo al sur. No ha habido suerte. Como siempre, el BdU nos envía los últimos informes de la situación.
El tiempo empeora (ya estamos acostumbrados a la lluvia y al oleaje, pero ahora le da a la niebla por aparecer todos los días). Pronto nos llegan noticias de la presencia de un convoy en el cuadrante AM52. Allá vamos. La nula visibilidad me obliga a sumergirme cuando llego a la zona donde en teoría se halla el convoy y a usar el hidrófono. Enseguida aparecen los primeros contactos. Para que veais que no exagero cuando hablo de la nula visibilidad, os dejo estas dos imágenes.
(En la segunda tuve que pausar el juego para tener tiempo de hacer la foto)
Estoy a un tris de dejarlo estar y sumergirme, pero en ese momento aparece un mercante ante mí. Parece un espectro, surge de entre la niebla muy lentamente. Si llego a tener puesta una música de peli de miedo en el gramófono me acojono
. Esta oportunidad no se puede dejar pasar. Cargo los cuatro tubos y los lanzo. Creo que sólo uno alcanza al mercante. Y digo "creo" porque casi que no se ve nada. En menos de un minuto el mercante ha desaparecido de mi vista.
Las hélices de los destructores se oyen viniendo hacia aquí. Ordenos sumergirme con las máquinas a media potencia, sin hacer excesivo ruido. Es imposible que nos hayan visto y el estado del mar hace que el asdic no tenga mucha utilidad. Aún así, me obligan a sumergirme hasta el límite del aguante del submarino. Las cargas de profundidad han cáido muy cerca cuando ya habíamos superado los 100 metros.
Salimos a superficie mucho rato después. Aún se oyen en el hidrófono las hélices de los DD's, pero muy lejanas. La niebla nos protege esta vez. Ordeno seguir al convoy hasta que despeje. Durante la noche el tiempo empeora aún más (lluvia) y ordeno poner rumbo al sur a toda máquina para cortarle el paso. Y así sucede.
Diez horas después me hallo en una posición inmejorable.
El convoy se acerca hacia mí lentamente. Apunto al primer mercante que aparece. Cargo los tubos 1 y 3 los lanzo a una profundidad de 6 metros. El mar está picado y no quiero arriesgarme a que pasen por debajo del buque. Enseguida apunto al mercante que está en su popa y le lanzo los torpedos 2 y 4 ajustado igual que los anteriores.
Sólo el primer mercante es alcanzado, el otro no. Los dos torpedos explotan antes de alcanzarlo (estoy hasta las narices de estos ***** torpedos, ¿no se pueden diseñar mejor?). De todas maneras el primer buque parece que no quiere hundirse. Perp ya no hay nada que hacer, los DD's se dirigen hacia aquí ... y son cuatro.
Otra vez la misma rutina. Hacia abajo ...
Es sólo cuestión de suerte que no me alcancen. Cada vez esto está poniéndose más difícil. Si sigue así pediré que me destinen al Mediterráneo, ahora que nuestros amigos los espaghettis se han decidido a hacer algo.
Llegamos a la base de Lorient la mañana del día 14 de septiembre. Necesitamos echar mano del mapa que nos ha proporcionado el BdU de los campos de minas de este puerto. Finalmente atracamos sin mayor novedad.
Las buenas noticias son:
- El mercante atacado en el último convoy se hundió finalmente.
- Me han proporcionado un nuevo sub, un IXB, el U103
Hasta la próxima
muy buena pratulla camarada,ahora que te han dao un ixb no te recomiendo que pidas un translado al mediterraneo ya que ese sub estaban diseñados para largas distancias como atacar las costas de estados unidos o sudamerica o africa.Una preguna,yo tengo tb el sh comander y no me sale eso de Captains log donde te pone los barcos que has hundido y sus nombres etc.Como haces para que salga?
saludos
Cuando acabes la patrulla abre el Commander y verás que en color azul hay una opción que pone "click for available actions". Le das ahí y verás que la primera pone "update your personal file" o algo así (hablo de memoria, ahora estoy con el portátil). Si le das ahí se te abrirá el navegador que tengas por defecto con un informe de toda tu campaña.Una preguna,yo tengo tb el sh comander y no me sale eso de Captains log donde te pone los barcos que has hundido y sus nombres etc.
Como haces para que salga?
Saludos
cuando le doy para abrir me lo abre con el blog de notas y sale todo en codigo, vamos que no se puede leer. 
Seguimos con la campaña. Me estoy acercando a lo que ha sido mi máximo tiempo de supervivencia en alguna campaña que haya jugado antes. No quiero ser gafe, pero ...
Salimos de Lorient el día 4 de Octubre. Cómo ha pasado el tiempo, ya hace más de un año que comenzó el "conflito". Nuestra salida se ha demorado más de la cuenta porque hemos estado probando el nuevo sub, el U103, del tipo IXB. Algunos denuestros antiguos tripulantes han sido destinados a otros uboats y otros nuevos han llegado. Así que hay bastantes caras nuevas. Lo primero, el informe mensual correspondiente al mes de Octubre.
Aprovecho las maniobras de desatraque para hacer unas fotos de nuestra nueva "casa".
Uno de los marineros aficionados a la pintura hace esta acuarela del puente desde la cubierta delantera.
Lo que más llama la atención de los tipos IX es su tamaño comparado con lo de tipo VII. Son mucho más grandes. Además pueden cargar muchos más torpedos y víveres y el espacio para la tripulación es más confortable. Su autonomía también se ha mejorado mucho respecto de los de clase VII. Por contra a los de tipo IX se les nota más pesados en su respuesta. Maniobran peor y se sumergen más lentamente que los de clase VII. Todo eso deberemos tenerlo en cuenta. Para comparar tamaños le hice una foto a un clase VII que entraba en la base.
Ponemos rumbo al cuadrante asignado, el BE 61, en la misma latitud de Brest. A media travesía nos llega un mensaje de radio curioso. Parece ser que uno de nuestros uboats ha sido atacado por otro submarino británico. Desde el hundimiento del C3 republicano en la guerra de España es la primera vez que oigo algo parecido.
El tiempo en su línea, como siempre. Los primeros días los usamos en familiarizarnos con todos los sistemas. En nuestro cuadrante no hay suerte y pongo proa al norte, al oeste de las Faroe. Tampoco allí hay suerte.
La visibilidad es muy mala y sólo podemos esperar que el BdU nos señale algún contacto. Eso sucede el día 22 de octubre. Ya era hora, hace ya más de dos semanas que salimos de Lorient y no hemos avistado ni un atunero. Nos dirigimos a su encuentro.
Nuestra posición respecto al convoy es muy mala. Estamos lejos y para llegar a avistarlo nos deberemos acercar mucho a Gran Bretaña. En esas aguas la profundidad no suele pasar de los 100 metros y eso no me gusta nada. Además el fuel empieza a ser un problema, ya llevamos muchos días de navegación. De todas maneras, decido seguir.
Cuando el serviola avisa de la presencia de un buque por estribor ya es demasiado tarde. Un destructor nos lanza una andanada con su torre de proa a 3000 metros. La torre es alcanzada, aunque no hay heridos. "Inmersión de emergencia!! A toda máquina!! Todos a sus puestos ... Zafarrancho de combateeeeee!!!!!!!!" Ordeno dirigir el submarino hacia el fondo a toda velocidad. Me preocupa mucho que el destructor nos haya visto antes que nostros a él. Además me parece que ya sabía que estábamos allí porque venía hacia nosotros a toda máquina. Por si las moscas ordenaré silencio de radio si salimos de esta.
Después de más de una hora de resistir a 130 metros (la profundidad era de 140) el enemigo parece que se aleja. Los tímpanos están destrozados, no ha parado de soltar cargas todo el tiempo. Ordeno cota periscópica a 1 nudo y navegación silenciosa. Quiero echar una ojeada. Arriba la visibilidad ha empeorado mucho. No se ve absolutamente nada. Decido que no vale la pena continuar. En la patrulla anterior lo único que hice fue desperdiciar torpedos disparando al tun tun. Así no se puede hacer otra cosa que retirarse. La frustación y la rabia se notan en los rostros de toda la tripulación.
Ordeno emeger y dirigirnos a Lorient a baja velocidad (el fuel me preocupa). El día 1 de noviembre avistamos un buque. Es de noche y el mar está picado, el buque viaja totalmente oscurecido. Ha sido una suerte no colisionar porque nos hemos dado cuenta de su presencia cuando se hallaba a menos de 1000 metros de nosotros. No hay tiempo para hacer cálculos, prepar los 4 torpedos y los lanzo.
El primero de ellos impacta y lo parte en dos. Al menos nos llevaremos unas cuantas toneladas en esta misión. Arribamos a Lorient el 1 de noviembre con los tanques casi vacios de fuel. No podemos decir que la patrulla haya sido un éxito, pero al menos estamos vivos.
Hasta el próximo capítulo
Salimos de Lorient el día 4 de Octubre. Cómo ha pasado el tiempo, ya hace más de un año que comenzó el "conflito". Nuestra salida se ha demorado más de la cuenta porque hemos estado probando el nuevo sub, el U103, del tipo IXB. Algunos denuestros antiguos tripulantes han sido destinados a otros uboats y otros nuevos han llegado. Así que hay bastantes caras nuevas. Lo primero, el informe mensual correspondiente al mes de Octubre.
Aprovecho las maniobras de desatraque para hacer unas fotos de nuestra nueva "casa".
Uno de los marineros aficionados a la pintura hace esta acuarela del puente desde la cubierta delantera.
Lo que más llama la atención de los tipos IX es su tamaño comparado con lo de tipo VII. Son mucho más grandes. Además pueden cargar muchos más torpedos y víveres y el espacio para la tripulación es más confortable. Su autonomía también se ha mejorado mucho respecto de los de clase VII. Por contra a los de tipo IX se les nota más pesados en su respuesta. Maniobran peor y se sumergen más lentamente que los de clase VII. Todo eso deberemos tenerlo en cuenta. Para comparar tamaños le hice una foto a un clase VII que entraba en la base.
Ponemos rumbo al cuadrante asignado, el BE 61, en la misma latitud de Brest. A media travesía nos llega un mensaje de radio curioso. Parece ser que uno de nuestros uboats ha sido atacado por otro submarino británico. Desde el hundimiento del C3 republicano en la guerra de España es la primera vez que oigo algo parecido.
El tiempo en su línea, como siempre. Los primeros días los usamos en familiarizarnos con todos los sistemas. En nuestro cuadrante no hay suerte y pongo proa al norte, al oeste de las Faroe. Tampoco allí hay suerte.
La visibilidad es muy mala y sólo podemos esperar que el BdU nos señale algún contacto. Eso sucede el día 22 de octubre. Ya era hora, hace ya más de dos semanas que salimos de Lorient y no hemos avistado ni un atunero. Nos dirigimos a su encuentro.
Nuestra posición respecto al convoy es muy mala. Estamos lejos y para llegar a avistarlo nos deberemos acercar mucho a Gran Bretaña. En esas aguas la profundidad no suele pasar de los 100 metros y eso no me gusta nada. Además el fuel empieza a ser un problema, ya llevamos muchos días de navegación. De todas maneras, decido seguir.
Cuando el serviola avisa de la presencia de un buque por estribor ya es demasiado tarde. Un destructor nos lanza una andanada con su torre de proa a 3000 metros. La torre es alcanzada, aunque no hay heridos. "Inmersión de emergencia!! A toda máquina!! Todos a sus puestos ... Zafarrancho de combateeeeee!!!!!!!!" Ordeno dirigir el submarino hacia el fondo a toda velocidad. Me preocupa mucho que el destructor nos haya visto antes que nostros a él. Además me parece que ya sabía que estábamos allí porque venía hacia nosotros a toda máquina. Por si las moscas ordenaré silencio de radio si salimos de esta.
Después de más de una hora de resistir a 130 metros (la profundidad era de 140) el enemigo parece que se aleja. Los tímpanos están destrozados, no ha parado de soltar cargas todo el tiempo. Ordeno cota periscópica a 1 nudo y navegación silenciosa. Quiero echar una ojeada. Arriba la visibilidad ha empeorado mucho. No se ve absolutamente nada. Decido que no vale la pena continuar. En la patrulla anterior lo único que hice fue desperdiciar torpedos disparando al tun tun. Así no se puede hacer otra cosa que retirarse. La frustación y la rabia se notan en los rostros de toda la tripulación.
Ordeno emeger y dirigirnos a Lorient a baja velocidad (el fuel me preocupa). El día 1 de noviembre avistamos un buque. Es de noche y el mar está picado, el buque viaja totalmente oscurecido. Ha sido una suerte no colisionar porque nos hemos dado cuenta de su presencia cuando se hallaba a menos de 1000 metros de nosotros. No hay tiempo para hacer cálculos, prepar los 4 torpedos y los lanzo.
El primero de ellos impacta y lo parte en dos. Al menos nos llevaremos unas cuantas toneladas en esta misión. Arribamos a Lorient el 1 de noviembre con los tanques casi vacios de fuel. No podemos decir que la patrulla haya sido un éxito, pero al menos estamos vivos.
Hasta el próximo capítulo
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escipionmlg
- Seekadett
- Mensajes: 4
- Registrado: 30 Jul 2006 02:00
Sigo con el "culebrón".
Aparejamos de Lorient el día 21 de noviembre para dirigirnos al cuadrante que se nos ha asignado, el BE94. El tiempo de momento es muy bueno, la mar está muy calmada y apenas sopla el viento. Por los mensajes que nos llegan nos damos cuenta de que en otros lugares la situación no resulta tan pacífica.
Parece que Gunther ha pescado algo. Nos alegramos por él mientras seguimos patrullando nuestra zona. Cuando cumplimos con el tiempo establecido no hemos avistado todavía ningún buque. Decido poner rumbo al sur buscando más horas de luz. En las latitudes altas, con la llegada del invierno, a las 5 de la tarde ya cae la noche. Así pues llegamos hasta las latitudes del sur de Portugal sin avistar ni un pesquero. Parece que el mar esté desierto.
Decido volver hacia el norte y a unas doscientas milla de la costa gallega, el día 8 de diciembre, avistamos a dos solitarios mercantes que navegan plácidamente.
Ordeno inmersión. Me resulta extraño que dos buques navegen juntos sin ninguna escolta. Me acerco a ellos sin ser detectado y puedo ver claramente el pabellón de las barras y estrellas en su mástil. Son norteamericanos. Pero nuestras instrucciones son la de hundir cualquier buque que se encuentre cerca de las aguas británicas y sea susceptible de ser usado para apovisionar la isla. Así que decido atacar.
Hago los ajustes necesarios y disparo dos torpedos de propulsión eléctrica a cada uno de ellos. Quiero que se hundan rápidamente.
El que navega en cabeza recibe los dos impactos y se queda sin propulsión en medio de un gran incendio. El otro buque sólo recibe un impacto y sigue navegando aunque a muy poca velocidad. Así que ordeno emerger a toda máquina y rematarlo al cañón.
En esta imagen se puede apreciar delante del submarino el mercante incendiado que se hundiría pocos minutos después. El otro mercante trata de huir pero pronto será alcanzado y hundido con la ayuda del cañón de 105 mm.
Ordeno salir de la zona a toda velocidad y dirigirnos al norte bordeando la costa oeste irlandesa. La navegación por esta zona no es fácil, ya que los destuctores ingleses vigilan constantemente.
Seguimos rumbo al norte y el día 15 se nos avisa de la presencia de un convoy. Me dirijo hacia allá y cuando llego a la zona me encuentro con un solitario mercante. Ni rastro del convoy. Es de noche y puedo acercarme al mercante sin ser avistado. Dos torpedos disparados prácticamente a bocajarro lo llevan al fondo del océano.
Quiero avistar al convoy y me quedo patrullando por la zona, realizando constantes inmersiones para escuchar por el hidrófono, pero sin éxito. Estoy seguro de que el convoy no puede estar lejos y sigo patrullando la zona siempre en dirección este, hacia Gran Bretaña.
El día 17 un serviola avista lo que parece ser un destructor a nuestra popa dirigiéndose hacia nosotros. Caigo a estribor ya que estoy seguro de que no me ha visto y ordeno sumergir el U103.
En unos minutos se puede ver perfectamente al destructor y una serie de columnas de humo detrás de él. ¡¡Es el convoy!! Ordeno parar motores y espero.
A medida que el convoy se acerca ordeno maniobrar el submarino para encontrar una buena posición, pero casi no debemos hacer nada ya que el rumbo de los mercantes los lleva a desfilar por delante de mí.
Cargo los cuatro tubos de proa con torpedos eléctricos y apunto a dos mercantes pesados que se encuentran a la cola de la formación. Lanzo los torpedos y espero con la oreja pegada al hidrófono. ¡¡Tres impactos!! En el mismo instante se empiezan a oír los pings del asdic de algún destructor. Ordeno poner las máquina a bajas revoluciones y ganar profundidad. No nos han podido ver y los pings se oyen lejanos. Todavía no sé si alguno de los mercantes se ha hundido. Por los sonidos del hidrófono parece que no. En ese momento un aviso del sonarista me avisa de que un barco de guerra se acerca hacia aquí a toda máquina. Temiéndome que me hayan detectado ordeno sumergirnos a máxima velocidad. Pero ya es tarde ... una andanada de cargas de profundidad nos alcanzan a popa y a proa dejándonos algunas inundaciones.
La brigada de guardia pronto controla las fugas y el U103 vuelve a responder. Ordeno sumergirnos todo lo posible.
Pronto más destructores se acercan a la zona y una lluvia de cargas de profundidad caen sobre nosotros dejándonos destrozado el cañón y severamente dañado el puente. Aún así aguantamos. Antes de sumegirme me ha dado tiempo de marcar en el mapa la posición de los buques alcanzados y el rumbo del convoy. De esta manera siempre puedo localizarlo al emerger.
Una hora más tarde los destructores se van y puedo asomar el periscopio. Por el hidrófono hemos podido comprobar que al menos un mercante se ha ido quedando rezagado respecto del convoy y que se encuentra prácticamente detenido. En efecto, por el periscopio podemos ver cómo uno de los mercantes torpedeados se encuentra en llamas y muy hundido de proa. A su lado un destructor lo vigila y lo escolta mientras el dañado buque intenta seguir navegando.
Decido dejarlo por el momento y salir en busca del convoy. Pronto cae la noche y no soy capaz de encontrarlo. Además me he acercado ya demasiado a la costa inglesa y el riesgo de ser detectado por aviones de la RAF al amanecer es muy elevado. Así que vuelvo al lugar en el que he dejado al malherido mercante. Cuando regreso al lugar el mercante sigue en llamas y el destructor aún está a su lado. Parece increíble, pero no han abandonado el barco y están intentando llegar a puerto. Pues lo siento por ellos ...
Me sumerjo y me acerco sin ser detectado. El ruido de las hélices del mercante que se encuentran completamente desalineadas me protegen. Me aproximo a unos 2000 metros de ellos. Apunto al destructor y le lanzo dos torpedos.
Unos segundos después el HMS Encounter se hunde. Emerjo y remato con otro torpedo de popa al mercante. No quiero estar mucho tiempo en la zona.
Me dirijo ahora hacia el oeste navegando a medias revoluciones y el día 20, al suroeste de Irlanda me encuentro con una sorpresa.
Avistamos un cucero ligero inglés navegando veloz hacia el norte. Enseguida informo al BdU y me sumerjo. Si soy localizado en superficie por esa artillería no duraría ni un minuto. Apunto una salva de 4 torpedos. Sólo me quedan eléctricos y el crucero se encuentra al límite de su alcance. Pero hay que intentarlo. Ajusto la salva con un ángulo de dispersión de sólo 1 grado y los lanzo.
Un torpedo impacta en la proa del crucero que se estremece unos segundos y enseguida cambia el rumbo. Ahora se aleja rápidamente de mi posición. Los otros torpedos no han estallado. Seguramente han agotado sus baterías antes de llegar al crucero. Lástima, ha sido una oportunidad desperdiciada.
Después de este encuentro y con pocos torpedos a bordo ordeno dirigirnos a base, a donde llegamos el día 22 sin más novedad. El submarino entra en los astilleros para reparar la torre y el cañón.
Saludos
Aparejamos de Lorient el día 21 de noviembre para dirigirnos al cuadrante que se nos ha asignado, el BE94. El tiempo de momento es muy bueno, la mar está muy calmada y apenas sopla el viento. Por los mensajes que nos llegan nos damos cuenta de que en otros lugares la situación no resulta tan pacífica.
Parece que Gunther ha pescado algo. Nos alegramos por él mientras seguimos patrullando nuestra zona. Cuando cumplimos con el tiempo establecido no hemos avistado todavía ningún buque. Decido poner rumbo al sur buscando más horas de luz. En las latitudes altas, con la llegada del invierno, a las 5 de la tarde ya cae la noche. Así pues llegamos hasta las latitudes del sur de Portugal sin avistar ni un pesquero. Parece que el mar esté desierto.
Decido volver hacia el norte y a unas doscientas milla de la costa gallega, el día 8 de diciembre, avistamos a dos solitarios mercantes que navegan plácidamente.
Ordeno inmersión. Me resulta extraño que dos buques navegen juntos sin ninguna escolta. Me acerco a ellos sin ser detectado y puedo ver claramente el pabellón de las barras y estrellas en su mástil. Son norteamericanos. Pero nuestras instrucciones son la de hundir cualquier buque que se encuentre cerca de las aguas británicas y sea susceptible de ser usado para apovisionar la isla. Así que decido atacar.
Hago los ajustes necesarios y disparo dos torpedos de propulsión eléctrica a cada uno de ellos. Quiero que se hundan rápidamente.
El que navega en cabeza recibe los dos impactos y se queda sin propulsión en medio de un gran incendio. El otro buque sólo recibe un impacto y sigue navegando aunque a muy poca velocidad. Así que ordeno emerger a toda máquina y rematarlo al cañón.
En esta imagen se puede apreciar delante del submarino el mercante incendiado que se hundiría pocos minutos después. El otro mercante trata de huir pero pronto será alcanzado y hundido con la ayuda del cañón de 105 mm.
Ordeno salir de la zona a toda velocidad y dirigirnos al norte bordeando la costa oeste irlandesa. La navegación por esta zona no es fácil, ya que los destuctores ingleses vigilan constantemente.
Seguimos rumbo al norte y el día 15 se nos avisa de la presencia de un convoy. Me dirijo hacia allá y cuando llego a la zona me encuentro con un solitario mercante. Ni rastro del convoy. Es de noche y puedo acercarme al mercante sin ser avistado. Dos torpedos disparados prácticamente a bocajarro lo llevan al fondo del océano.
Quiero avistar al convoy y me quedo patrullando por la zona, realizando constantes inmersiones para escuchar por el hidrófono, pero sin éxito. Estoy seguro de que el convoy no puede estar lejos y sigo patrullando la zona siempre en dirección este, hacia Gran Bretaña.
El día 17 un serviola avista lo que parece ser un destructor a nuestra popa dirigiéndose hacia nosotros. Caigo a estribor ya que estoy seguro de que no me ha visto y ordeno sumergir el U103.
En unos minutos se puede ver perfectamente al destructor y una serie de columnas de humo detrás de él. ¡¡Es el convoy!! Ordeno parar motores y espero.
A medida que el convoy se acerca ordeno maniobrar el submarino para encontrar una buena posición, pero casi no debemos hacer nada ya que el rumbo de los mercantes los lleva a desfilar por delante de mí.
Cargo los cuatro tubos de proa con torpedos eléctricos y apunto a dos mercantes pesados que se encuentran a la cola de la formación. Lanzo los torpedos y espero con la oreja pegada al hidrófono. ¡¡Tres impactos!! En el mismo instante se empiezan a oír los pings del asdic de algún destructor. Ordeno poner las máquina a bajas revoluciones y ganar profundidad. No nos han podido ver y los pings se oyen lejanos. Todavía no sé si alguno de los mercantes se ha hundido. Por los sonidos del hidrófono parece que no. En ese momento un aviso del sonarista me avisa de que un barco de guerra se acerca hacia aquí a toda máquina. Temiéndome que me hayan detectado ordeno sumergirnos a máxima velocidad. Pero ya es tarde ... una andanada de cargas de profundidad nos alcanzan a popa y a proa dejándonos algunas inundaciones.
La brigada de guardia pronto controla las fugas y el U103 vuelve a responder. Ordeno sumergirnos todo lo posible.
Pronto más destructores se acercan a la zona y una lluvia de cargas de profundidad caen sobre nosotros dejándonos destrozado el cañón y severamente dañado el puente. Aún así aguantamos. Antes de sumegirme me ha dado tiempo de marcar en el mapa la posición de los buques alcanzados y el rumbo del convoy. De esta manera siempre puedo localizarlo al emerger.
Una hora más tarde los destructores se van y puedo asomar el periscopio. Por el hidrófono hemos podido comprobar que al menos un mercante se ha ido quedando rezagado respecto del convoy y que se encuentra prácticamente detenido. En efecto, por el periscopio podemos ver cómo uno de los mercantes torpedeados se encuentra en llamas y muy hundido de proa. A su lado un destructor lo vigila y lo escolta mientras el dañado buque intenta seguir navegando.
Decido dejarlo por el momento y salir en busca del convoy. Pronto cae la noche y no soy capaz de encontrarlo. Además me he acercado ya demasiado a la costa inglesa y el riesgo de ser detectado por aviones de la RAF al amanecer es muy elevado. Así que vuelvo al lugar en el que he dejado al malherido mercante. Cuando regreso al lugar el mercante sigue en llamas y el destructor aún está a su lado. Parece increíble, pero no han abandonado el barco y están intentando llegar a puerto. Pues lo siento por ellos ...
Me sumerjo y me acerco sin ser detectado. El ruido de las hélices del mercante que se encuentran completamente desalineadas me protegen. Me aproximo a unos 2000 metros de ellos. Apunto al destructor y le lanzo dos torpedos.
Unos segundos después el HMS Encounter se hunde. Emerjo y remato con otro torpedo de popa al mercante. No quiero estar mucho tiempo en la zona.
Me dirijo ahora hacia el oeste navegando a medias revoluciones y el día 20, al suroeste de Irlanda me encuentro con una sorpresa.
Avistamos un cucero ligero inglés navegando veloz hacia el norte. Enseguida informo al BdU y me sumerjo. Si soy localizado en superficie por esa artillería no duraría ni un minuto. Apunto una salva de 4 torpedos. Sólo me quedan eléctricos y el crucero se encuentra al límite de su alcance. Pero hay que intentarlo. Ajusto la salva con un ángulo de dispersión de sólo 1 grado y los lanzo.
Un torpedo impacta en la proa del crucero que se estremece unos segundos y enseguida cambia el rumbo. Ahora se aleja rápidamente de mi posición. Los otros torpedos no han estallado. Seguramente han agotado sus baterías antes de llegar al crucero. Lástima, ha sido una oportunidad desperdiciada.
Después de este encuentro y con pocos torpedos a bordo ordeno dirigirnos a base, a donde llegamos el día 22 sin más novedad. El submarino entra en los astilleros para reparar la torre y el cañón.
Saludos
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CHARLY1989
- Oberleutnant zur See
- Mensajes: 4535
- Registrado: 30 Sep 2000 02:00
- Ubicación: madrid
- Contactar:
Bueno, aquí estamos otra vez. Perdonad por el retraso, pero esos malditos ingleses no quieren que llegue a casa
Pues eso, sigamos:
Partimos de Lorient el día 19 de enero a las 12 del mediodía. El día es magnífico, una de esas jornadas hivernales llenas de luz. La bocana del puerto de Lorient hierve de actividad.
Por radio nos llegan informes de la campaña. Parece que nuestros buques de superficie empiezan a moverse otra vez
Ponemos rumbo al cuadrante DH56, al norte de las Canarias. En estas islas tenemos otro barco nodriza que estará disponible en caso de necesidad. Todo transcurre sin novedad. El tiempo esta vez es magnífico y la visibilidad máxima. A la altura de Lisboa se nos avisa de la presencia de un convoy que navega rumbo al sur. Lo tenemos por nuestra popa. Ordeno invertir el rumbo y navegar a tres nudos esperando que el convoy me alcance. Esto sucede un par de horas más tarde.
Mientras estudio la situación y radiamos el avistamiento del convoy al BdU e intento establecer un rumbo que me sitúe en una posición favorable escucho una explosión próxima. Un penacho de agua emerge por nuestra aleta de estribor. Un barco de la escolta se acerca hacia nosotros a toda máquina. Nos han cogido con los pantalones bajados, nadie había dado la voz de alarma.
Inicialmente pienso en salir navegando a toda máquina en supercicie, pero en pocos instantes me doy cuenta de que la escolta me gana terreno, así que ordeno inmersión de emergencia. Hay que esperar una lluvia de cargas, las próximas horas serán duras ... Nos sumergimos hasta los 100 metros y pasamos a navegación silenciosa. Las cargas empiezan a caer. Decido contarlas.
Cuando voy por la 54 una carga nos alcanza en la proa. Los daños son muy leves y se reparan enseguida. De todas maneras me ha preocupado que a esta profundidad nos hayan alcanzado, así que decido llegar todo lo abajo que dé de sí el submarino. Ahora se han unido más elementos al primero que nos vio y podemos distinguir al menos tres escoltas en nuestra vertical (al menos un destructor por el sonido de sus hélices).
El ataque dura casi dos horas y nos deja extenuados. Cuando emergemos no hay ni rastro de la escolta. La intuición me dice que el convoy va directo hacia Gibraltar, así que fuerzo las máquinas y me dirijo a toda máquina hacia allí. Efectivamente, me encuentro con el convoy otra vez en el cuadrante CG97. La escolta se ha desorganizado después de haberme atacado y algunos elementos aún no se encuentran en su posición. No quiero sorpresas esta vez. A toda máquina dejo por estribor el convoy y me sitúo a unas millas por delante de él donde me dedico a esperarlo a profundidad de periscopio y con las máquinas paradas.
Aún no he disparado ni un solo torpedo y ya tengo ganas. Me decido por un mercante pesado que se encuentra en la mitad del convoy, en la fila más cercana a mi posición. En principio sólo lanzaría dos torpedos, que en este caso son suficientes, pero la experiencia me dice que muchos fallan. Así que decido asegurar el hundimiento y lanzo tres. Me dejo uno en la recámara por si es necesario para rematar el marcante. Si no hace falta siempre puedo dañar a otro buque y rematarlo con los de popa.
Los tres torpedos impactan en el través del mercante y lo parten en dos. El siguiente lo lanzo al mercante que navega a su popa pero ya es tarde. El convoy se deshace en un minuto, cada barco navega en una dirección diferente y zigzagueando, lo que hace muy difícil ajustar el tiro. Por si fuera poco, los destructores hacen acto de presencia. Me sumerjo hasta los 120 metros a recargar los tubos.
Estoy tranquilo porque estoy seguro de que no me han visto, pero ... aquí no te puedes fiar nunca. El sonarista me avisa de que el DD se acerca a toda máquina y que está soltando cargas. Dos de ellas nos alcanzan de lleno en la proa.
Las averías son graves. En la zona de proa existen inundaciones y las baterías de esa zona están gravemente dañadas. Ordeno dejar de recargar los tubos y que todo el mundo se dedique a contener el agua que entra a mucha velocidad. Mientras tanto el submarino se hunde poco a poco ...
Los hombres trabajan sin descanso y al final todas las vías de agua son taponadas. Aún así, todos los hombres se encuentran exhaustos y las baterías están casi agotadas. No se repiten nuevos ataques. ¿Habría sido aquello pura chiripa por parte del DD o realmente me habían localizado?
Emergemos mucho después y nos lamemos las heridas. Decido tomarnos un respiro y poner rumbo al sur, hacia la costa occidental de África. Nos acercaremos hasta Freetown a ver qué se cuece por allá.
Después de cinco días de navegación que nos cuesta la travesía lo único que encontramos fue un barco brasileño, que, naturalmente, ignoramos.
Regresamos a la zona de las Canarias un poco decepcionados. No vamos muy sobrados de fuel y decido poner proa hacia aguas marroquíes, frente a la ciudad de Casablanca. Y otra vez, tenemos suerte. El BdU nos avisa de un convoy que acaba de salir de Gibraltar y se dirige hacia Gran Bretaña. Forzando las máquinas otra vez me dirijo hacia su posición. El tiempo no es tan bueno como antes, existe una neblina molesta que limita la visibilidad a unos 5000 metros y un poco de marejada. Aún así, el convoy se encuentra en la ruta indicada.
Sigo la táctica empleada antes. Me adelanto, me sumerjo a cota periscópica, apago máquinas y espero. Los mercantes pasan por mi proa lentamente. Esta vez mis objetivos son dos mercante medios. Destino dos torpedos a cada uno esperando que se repita la suerte de antes y ninguno estalle antes de tiempo.
Me quedo observando a ver qué sucede, pero la aparición por mi través de una corbeta pone fin al espectáculo. Decido sumergir el U103 antes de que haya algún problema. De paso recargaremos los tubos. Cuando me encuntro a escaso 20 metros de profundidad dos explosiones sacuden el agua. Dos impactos directos!! Uno de los mercantes se hunde. Unos segundos más atrde otra explosión. Los hemos alcanzado a los dos!!! Perfecto. Ahora a recargar.
Puedo oír por el hidrófono el sonido espectral del hierro retorciéndose por la presión del agua cuando uno de los mercantes se va a pique. El otro parece que aguanta pero debe estar tocado porque poco a poco se va quedando atrás repecto del convoy. Además el hidrófono nos dice que sus hélices están completamente fuera de eje. Cuando he recargado dos tubos no aguanto más y decido subir a echar un vistazo.
En efecto, el segundo mercante se encuentra gravemente averiado y muy hundido por popa.
La escolta se queda por la zona patrullando, pero se encuentran justo al otro lado del mercante. A la izquierda de la foto, un poco borrosa, se adivina la presencia de un destructor.
Uso los torpedos de popa para rematar al desgraciado.
El convoy se aleja poco a poco, apenas alcanzo a ver sus últimos integrantes.
Decido poner rumbo a Cádiz y aprovisionarnos de fuel y torpedos en el Thalia. Mis hombres necesitan un descanso, están agotados. Entramos en la tacita de plata a finales de febrero.
Esta vez ha estado cerca. A partir de ahora cada ataque a un convoy es un juego con las cargas muy peligroso.
Saludos
Pues eso, sigamos:
Partimos de Lorient el día 19 de enero a las 12 del mediodía. El día es magnífico, una de esas jornadas hivernales llenas de luz. La bocana del puerto de Lorient hierve de actividad.
Por radio nos llegan informes de la campaña. Parece que nuestros buques de superficie empiezan a moverse otra vez
Ponemos rumbo al cuadrante DH56, al norte de las Canarias. En estas islas tenemos otro barco nodriza que estará disponible en caso de necesidad. Todo transcurre sin novedad. El tiempo esta vez es magnífico y la visibilidad máxima. A la altura de Lisboa se nos avisa de la presencia de un convoy que navega rumbo al sur. Lo tenemos por nuestra popa. Ordeno invertir el rumbo y navegar a tres nudos esperando que el convoy me alcance. Esto sucede un par de horas más tarde.
Mientras estudio la situación y radiamos el avistamiento del convoy al BdU e intento establecer un rumbo que me sitúe en una posición favorable escucho una explosión próxima. Un penacho de agua emerge por nuestra aleta de estribor. Un barco de la escolta se acerca hacia nosotros a toda máquina. Nos han cogido con los pantalones bajados, nadie había dado la voz de alarma.
Inicialmente pienso en salir navegando a toda máquina en supercicie, pero en pocos instantes me doy cuenta de que la escolta me gana terreno, así que ordeno inmersión de emergencia. Hay que esperar una lluvia de cargas, las próximas horas serán duras ... Nos sumergimos hasta los 100 metros y pasamos a navegación silenciosa. Las cargas empiezan a caer. Decido contarlas.
Cuando voy por la 54 una carga nos alcanza en la proa. Los daños son muy leves y se reparan enseguida. De todas maneras me ha preocupado que a esta profundidad nos hayan alcanzado, así que decido llegar todo lo abajo que dé de sí el submarino. Ahora se han unido más elementos al primero que nos vio y podemos distinguir al menos tres escoltas en nuestra vertical (al menos un destructor por el sonido de sus hélices).
El ataque dura casi dos horas y nos deja extenuados. Cuando emergemos no hay ni rastro de la escolta. La intuición me dice que el convoy va directo hacia Gibraltar, así que fuerzo las máquinas y me dirijo a toda máquina hacia allí. Efectivamente, me encuentro con el convoy otra vez en el cuadrante CG97. La escolta se ha desorganizado después de haberme atacado y algunos elementos aún no se encuentran en su posición. No quiero sorpresas esta vez. A toda máquina dejo por estribor el convoy y me sitúo a unas millas por delante de él donde me dedico a esperarlo a profundidad de periscopio y con las máquinas paradas.
Aún no he disparado ni un solo torpedo y ya tengo ganas. Me decido por un mercante pesado que se encuentra en la mitad del convoy, en la fila más cercana a mi posición. En principio sólo lanzaría dos torpedos, que en este caso son suficientes, pero la experiencia me dice que muchos fallan. Así que decido asegurar el hundimiento y lanzo tres. Me dejo uno en la recámara por si es necesario para rematar el marcante. Si no hace falta siempre puedo dañar a otro buque y rematarlo con los de popa.
Los tres torpedos impactan en el través del mercante y lo parten en dos. El siguiente lo lanzo al mercante que navega a su popa pero ya es tarde. El convoy se deshace en un minuto, cada barco navega en una dirección diferente y zigzagueando, lo que hace muy difícil ajustar el tiro. Por si fuera poco, los destructores hacen acto de presencia. Me sumerjo hasta los 120 metros a recargar los tubos.
Estoy tranquilo porque estoy seguro de que no me han visto, pero ... aquí no te puedes fiar nunca. El sonarista me avisa de que el DD se acerca a toda máquina y que está soltando cargas. Dos de ellas nos alcanzan de lleno en la proa.
Las averías son graves. En la zona de proa existen inundaciones y las baterías de esa zona están gravemente dañadas. Ordeno dejar de recargar los tubos y que todo el mundo se dedique a contener el agua que entra a mucha velocidad. Mientras tanto el submarino se hunde poco a poco ...
Los hombres trabajan sin descanso y al final todas las vías de agua son taponadas. Aún así, todos los hombres se encuentran exhaustos y las baterías están casi agotadas. No se repiten nuevos ataques. ¿Habría sido aquello pura chiripa por parte del DD o realmente me habían localizado?
Emergemos mucho después y nos lamemos las heridas. Decido tomarnos un respiro y poner rumbo al sur, hacia la costa occidental de África. Nos acercaremos hasta Freetown a ver qué se cuece por allá.
Después de cinco días de navegación que nos cuesta la travesía lo único que encontramos fue un barco brasileño, que, naturalmente, ignoramos.
Regresamos a la zona de las Canarias un poco decepcionados. No vamos muy sobrados de fuel y decido poner proa hacia aguas marroquíes, frente a la ciudad de Casablanca. Y otra vez, tenemos suerte. El BdU nos avisa de un convoy que acaba de salir de Gibraltar y se dirige hacia Gran Bretaña. Forzando las máquinas otra vez me dirijo hacia su posición. El tiempo no es tan bueno como antes, existe una neblina molesta que limita la visibilidad a unos 5000 metros y un poco de marejada. Aún así, el convoy se encuentra en la ruta indicada.
Sigo la táctica empleada antes. Me adelanto, me sumerjo a cota periscópica, apago máquinas y espero. Los mercantes pasan por mi proa lentamente. Esta vez mis objetivos son dos mercante medios. Destino dos torpedos a cada uno esperando que se repita la suerte de antes y ninguno estalle antes de tiempo.
Me quedo observando a ver qué sucede, pero la aparición por mi través de una corbeta pone fin al espectáculo. Decido sumergir el U103 antes de que haya algún problema. De paso recargaremos los tubos. Cuando me encuntro a escaso 20 metros de profundidad dos explosiones sacuden el agua. Dos impactos directos!! Uno de los mercantes se hunde. Unos segundos más atrde otra explosión. Los hemos alcanzado a los dos!!! Perfecto. Ahora a recargar.
Puedo oír por el hidrófono el sonido espectral del hierro retorciéndose por la presión del agua cuando uno de los mercantes se va a pique. El otro parece que aguanta pero debe estar tocado porque poco a poco se va quedando atrás repecto del convoy. Además el hidrófono nos dice que sus hélices están completamente fuera de eje. Cuando he recargado dos tubos no aguanto más y decido subir a echar un vistazo.
En efecto, el segundo mercante se encuentra gravemente averiado y muy hundido por popa.
La escolta se queda por la zona patrullando, pero se encuentran justo al otro lado del mercante. A la izquierda de la foto, un poco borrosa, se adivina la presencia de un destructor.
Uso los torpedos de popa para rematar al desgraciado.
El convoy se aleja poco a poco, apenas alcanzo a ver sus últimos integrantes.
Decido poner rumbo a Cádiz y aprovisionarnos de fuel y torpedos en el Thalia. Mis hombres necesitan un descanso, están agotados. Entramos en la tacita de plata a finales de febrero.
Esta vez ha estado cerca. A partir de ahora cada ataque a un convoy es un juego con las cargas muy peligroso.
Saludos