2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

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2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

2ª Patrulla con una panda de locos 1ª PARTE

Saludos de nuevo Camaradas.

Tras la accidentada primera patrulla del U-2 ya relatada, http://www.24flotilla.com/foro/viewtopi ... 17&t=40712 era obvio que debíamos mejorar muchas cosas. En la actualidad, para hacer la guerra en el mar con eficacia lo primero se precisan de naves eficientes e idóneas, junto a un buen conglomerado de bases, diques y demás industria mecánico-naval que aseguren su buen funcionamiento, pues el desgaste que padecen las máquinas en el mar es grande.


LOS HOMBRES

Todo lo anterior no sirve de mucho si no se cuenta con un personal eficiente y adecuadamente entrenado en cada puesto, ya sea embarcado o en tierra. Por tanto, es vital la selección y formación del personal.

Yo soy o mejor dicho, era, oficial de intendencia -tras más de un año en la U-bootwaffe ya no sé lo que soy- es decir, me ocupaba de todo y de nada al mismo tiempo, digamos que me encargaba de prever que nada fallase; suministros ya fueren alimenticios, médicos, mecánicos, municiones etc, traslados, cursos de capacitación y todos esos detalles que aburren a los marinos más aguerridos, aquellos que sólo disfrutan disparando la artillería pero no caen en la cuenta de que si hay municiones suficientes y en el estado de conservación idóneo es porque alguien se ha ocupado con antelación de ello.

Una vez se ha enseñado al marinero a vestirse y las normas más básicas, conviene impartirles cursos de electricidad, mecánica, fontanería etc, que además de serles útil a bordo, les servirán después en la vida civil. Hay que inculcarles una educación basada en el esfuerzo, el honor, la decencia y la camaradería, todo ello apelando a su hombría. Un hombre ha de saber hacer por sí mismo cuantos más oficios mejor, no es menester tener carreras universitarias para ser útil a la sociedad y a tu familia, los vagos y maleantes no tienen cabida en Alemania y menos en la marina.

Lo peor que le puede pasar a la juventud es estar ociosa, hay que mantenerlos ocupados pero en actividades que les sean útiles. Para aquellos que no sepan escribir deben realizarse cursos de escritura, si son pueblerinos brutos basta con sugerirles que si aprenden a escribir podrán mandarles cartas a sus novias dedicándoles frases bonitas, así cuando regresen tras semanas o meses de singladura marina estas les estarán esperando en puerto agitando las bragas con la mano, ejem, disculpen la expresividad pero doy fe que esto motiva más a un joven pueblerino que aquello de "el saber no ocupa lugar".

Todo esto debe inculcarse desde el ejemplo, los oficiales deben ser justos y dar buen ejemplo a todos sus subordinados. Es natural que la formación de un oficial le capacita para efectuar las funciones más técnicas y para tomar las decisiones importantes, por ello debe tener ciertos privilegios en los horarios, en el espacio disponible a bordo y poco más, pero por ejemplo en el tema de la alimentación o la bebida, desde el último marinero al capitán del buque deben disponer de la misma comida y bebida tanto en calidad como en cantidad, un hombre analfabeto precisa de la misma energía y agua que uno con carrera, en eso somos y debemos ser iguales.

Poca gente medita sobre el hecho real que obligó al Kaiser Guillermo a claudicar ante las potencias aliadas en 1.918, el ejército de tierra podía aguantar el frente francés perfectamente, el frente del este lo teníamos asegurado desde el armisticio con Rusia de 1.917, pero la marinería de la flota se amotinó negándose a salir al mar. Esto no debe extrañar, aparte de las duras condiciones a bordo, mientras los oficiales degustaban buenos y caros licores, tabacos de calidad, carne de primera, la marinería en los sollados comía poco más que bazofia. Los olores de aquellos manjares llegaban a los sollados, y aquello enervó a las tripulaciones.

Con la flota amotinada, y con la amenaza de que aquella revolución se extendiese a los puertos, arsenales y ciudades como sucedió en Rusia, el gobierno no tuvo más remedio que claudicar.

En mi etapa de oficial intenté cumplir con estos preceptos, pero bastantes de mis superiores miraban con recelo eso de darles oportunidades a la marinería. La ascensión del nazismo por una parte vino bien al país y especialmente a las fuerzas armadas, más que nada porque los anteriores gobernantes de la República de Weimar fueron unos inútiles. Por contra, el nazismo fomentaba la diferencia de clases, algo con lo cual nunca he estado de acuerdo. Afortunadamente el almirante Raeder no dejó al partido nazi inmiscuirse en la marina, lo cual fue un alivio y un acierto. No obstante el auge de esta ideología oportunista siempre seducía a más de uno.

Tras mi paso por diversos buques de superficie -Crucero Emden, torpederos Mowe y un dragaminas- y después de de ser corrido a tiros por un Almirante, el que me destinasen al comandamiento del U-2 era una faena, pero enseguida vi en ello una oportunidad, era la primera vez que comandaba una nave, y por eso ahora podría poner en práctica aquellas ideas que mis anteriores superiores no me habían permitido probar.

En primer lugar, no quiero a bordo a nadie con menos de 20 años de edad, en el caso de reclutas de 17,18 ó 19 años se les destina en la base en tareas logísticas, de mantenimiento o reparación. Tripular un sumergible es una faena peligrosa y dura que requiere un mínimo de madurez. Además, no todo el mundo sirve como submarinista; evidentemente quien tenga claustrofobia o sea un "finolis" que se vaya a la Luffwaffe a lucir uniforme y a que le de el aire. Muchos marinos tras una primera patrulla deben ser trasladados a dragaminas o a destructores, hay que ser de una pasta especial para ser submarinista.

Se requiere asimismo decencia y un gran sentido de la camaradería, sentido del deber y capacidad de trabajo. Resumiendo : A bordo no quiero niñatos ni vagos ni mariconas. Esto es tarea para Hombres.

Una vez a bordo, sepan que en mi barco desde el último marinero hasta servidor, vamos a comer y beber lo mismo en cantidad y calidad, aquí ho hay menú para oficiales, para suboficiales y para la marinería, habrá un único menú para todo el mundo, pues todos trabajamos y precisamos reponer fuerzas en la misma medida. Si para comer somos todos iguales, a la hora de trabajar es obvio que los oficiales y suboficiales efectuarán las tareas más técnicas y serán los que tomen las decisiones, por ello se les debe respeto y obediencia en las tareas a realizar. Los ascensos se otorgarán en base a la experiencia y conocimientos acumulados. Sin embargo, para ser suboficial y aún más oficial, se exigirá un mejor comportamiento y conducta, que en el caso de los oficiales habrá de ser intachable.

En mi barco se cree en Dios. Da igual el credo católico, luterano o judío, pero aquí las cosas se hacen como Dios manda. Por supuesto prescindimos de los rituales y dogmas de cualquier iglesia. Al que sea ateo no hay problema, lo convertiremos rápidamente. No conozco a ningún individuo que tras ser pasado por la quilla no sea un creyente convencido al sacarlo del agua con la soga, debe ser que el agua salada es milagrosa y les hace ver la luz. :mrgreen:

En mi barco no se hace propaganda política. Por desgracia actualmente está en el poder el partido nacionalsocialista, y de aquí a unos años estará seguramente otro. Los líderes políticos serán muy buenos o no, pero llegará un día que morirán o se cambiarán. Sin embargo, Alemania permanecerá, eso es lo importante y a lo único que debemos fidelidad. Después de Alemania a lo único que guardamos fidelidad es a la madre que nos parió y a la Marina, en este orden. Consecuentemente, nuestra bandera real es la de la Kriegsmarine con la cruz alemana, la oficial de la esvástica sólo la utilizamos en puerto por imperativo legal, somos tradicionales pero no tontos. Por el mismo imperativo legal, obedecemos al actual gobierno pues no hay otro.

Aquí no nos importa la vida que haya llevado cada uno antes de entrar en el U-2, teniendo en cuenta los difíciles tiempos que corren entendemos que un hombre se haya dedicado a sustraer lo ajeno por necesidad, pero a partir de formar parte de esta tripulación tales conductas entre nosotros serán inadmisibles. Si alguien necesita algo que lo pida y se le dará si es posible. En el caso de encontrarnos con psicópatas, violadores o similares, se "caerán" por la borda.

Todos tendrán predisposición a aprender, un marino debe saber cocinar, coser, reparar cualquier tipo de máquina, atender heridos, aprender idiomas, no sólo para poder comunicarse con el enemigo u otros marinos, si no para poder llevarse al catre a todas las extranjeras que nos encontremos por esos puertos de Dios. ::chis:

Siguiendo estos preceptos, la banda de tripulantes que me asignaron comenzaron a laborar con renovado interés. Copié el concepto del General Heinz Guderian con sus tripulaciones de carros, el cual sugería que todos los tripulantes de un carro debían saber desempeñar todos los puestos de combate, pues ello aumentaba enormemente su eficacia en acción real. Esto no era del todo posible en un sumergible, pero dejé claro que un marinero como mínimo debía saber desempeñar dos puestos diferentes con eficacia si quería llegar a cabo, y hasta tres para llegar a cabo 1º.

Esto tenía además la ventaja de romper la rutina, pues el cambiar de posición de tanto en tanto estimula al marino y evita que caiga en negativa rutina. En principio todos los reclutas que acceden al arma submarina son voluntarios, los requisitos físicos son exigentes, además de estar exento de antecedentes penales ser de ascendencia aria y demás. Esto demuestra que mi tripulación se "torció" después de enrolarse, o bien que fueron lo suficientemente hábiles para no ser enganchados por la policía con anterioridad, o para falsificar los certificados de admisión, prefiero no hacer preguntas. :? Tras la primera exitosa patrulla, decidimos pintar en la torreta un emblema personal; hubo profusión de ideas, algunas bastante indecentes como podrán suponer, pero finalmente nos decidimos por un Drakkar vikingo de color negro. Simboliza el azote que iban a recibir las costas enemigas por nuestra parte.


LAS MÁQUINAS

Con la crisis económica que sobrevino después de 1.930, es normal que se alistasen muchos jóvenes sin empleo. De modo que hombres no faltaron, lo que faltó fue tiempo. Hasta 1.935 tras firmar un nuevo tratado naval con Inglaterra el cual nos permitía tener la misma fuerza submarina que ellos, no se construyeron los primeros sumergibles de la posguerra. Se alistaron un par del tipo I, de 860 tn y que no convencieron del todo al tener unos tiempos de inmersión superiores a lo esperado y otros problemas. La otra clase puesta en escena fueron los costeros del tipo II, de los cuales el U-2 fue el primero de todos. Eran naves de apenas 250 tn en superficie y 41 m de eslora. En la Kriegsmarine los llamábamos "piraguas". Eran robustos y maniobrables, aunque lentos y con escasa autonomía. La tripulación idónea era de unos 25 hombres, apiñados como sardinas, pues lo peor de tanto esta clase como las que siguieron, era su pésima habitabilidad.

Servidor, como ingeniero fustrado, entiendo el porqué de lo anterior; al Alto Mando le sobraban reclutas para escoger, pero le faltaban medios. Y además los ingenieros que los diseñaron obviamente no tenían después que ir dentro, de manera que con un reducido tamaño y presupuesto se lograron las prestaciones requeridas, y la sufrida marinería que aguante mecha y se sacrifique en nombre del Fürher. Lo de siempre.

Básicamente eran rediseños mejorados de los últimos modelos construidos al final de la Gran Guerra, cuando no existía prácticamente la aviación naval. Los tipos VII que vinieron después, eran de 750 tn y una mejora de los I, con una gran robustez y autonomía para su tamaño, pero con una habitabilidad bastante mala. Los tipos IX eran los mayores, de tamaño medio, con mejor habitabilidad y autonomía, pero aún más lentos bajo el agua.

La táctica que Doenitz quería llevar a cabo de la "manada de lobos" era muy sagaz y acertada, pero disponíamos de muy pocos sumergibles en servicio para llevarla a término. Las comunicaciones se habían mejorado mucho en los U-boote al respecto, el problema era que todavía no estábamos preparados.

En 1.938, antes de invadir los Sudetes, nos pusieron en alerta. Afortunada y extrañamente, las potencias aliadas no tomaron parte. Pero esto no iba a ser así eternamente. A finales de agosto del 39 nos volvían a poner en alerta, zarparon dos panzerchiff ligeros con antelación y todos los sumergibles de alta mar al objeto de tomar posiciones en el Atlántico. Pero el 3 de setiembre nos declaraban la guerra Inglaterra y Francia. Nos quedemos helados.

El Fürher sirvió en el ejército y no dudo que sea un experto en estrategia terrestre, pero de la marítima no tiene ni idea. Un tanque puede montarse en un día, las factorías de aviones sacan varios al día, pero un acorazado o un portaviones precisan de unos 4 años de intensos trabajos para completarse. Hasta las naves ligeras como los destructores, precisan de un año o más de construcción. No es lo mismo diseñar y montar una máquina de 30 tn como un carro de combate, que una de más de 30.000 como los Acorazados modernos. Es posible que la Luftwaffe y el Heer estén preparados, pero la Kriegsmarine decididamente no.

Sólo disponíamos de 2 Acorazados, 6 cruceros pesados, 6 ligeros, 22 destructores y 56 sumergibles -de estos últimos sólo 22 eran de alta mar, el resto costeros--. Inglaterra contaba con 15 acorazados, 15 cruceros pesados, 49 ligeros, un centenar de destructores modernos -y bastantes más antiguos destinados a tareas o teatros secundarios- y 57 sumergibles. Disponían además de 6 portaviones. Ciertamente, nuestras unidades eran más modernas, muchos de sus barcos eran modelos reconstruidos de la I GM, pero también estaba la escuadra Francesa con un portaviones, 7 Acorazados, 7 Cruceros pesados, 12 ligeros, 58 Destructores etc.

En la I GM la proporción entre la Royal Navy y nosotros era de 3 contra 2, y nos ganaron la guerra al imponernos un bloqueo que no pudimos romper. Actualmente esa proporción es de 5 contra 1. Además, el enemigo dispone de abundantes bases por todo el mundo, nosotros fuera de Alemania no contamos con ninguna. Es evidente que esta guerra no la podemos ganar en la mar. Sólo podemos dar "alfilerazos" de vez en cuando, pero nada más. Nuestra teórica aliada, Italia, se ha inhibido de momento en ponerse de nuestro lado, en parte es normal, teníamos un pacto de no-agresión con Polonia que hemos violado, también lo teníamos con Checoeslovaquia tras lo de los Sudetes y pocos meses después invadimos todo el país. Nos estamos convirtiendo en unos parias internacionales, así que mucho me temo que al final todos los países acabarán por declararnos la guerra, como nos pasó hace 25 años.


LA SITUACIÓN

Son tales los pensamientos que asaltan mi cabeza que he optado por no elucubrar más, que sea lo que Dios disponga. Intentaré cumplir con mi deber y regresar siempre con mi tripulación viva a casa. El día a día marcará la pauta. No pienso seguir las normas al pie de la letra, cuando ello suponga poner en peligro innecesariamente mi nave y a mi gente. Si tengo que falsificar informes, robar comida o lo que sea para hacerles la vida más fácil no dudaré en hacerlo. Me revienta pensar que los responsables de provocar esta guerra, están viviendo en la opulencia mientras miles de compatriotas van a morir miserablemente en su nombre. Así es la condición humana.

Por lo visto hasta hoy, Inglaterra tampoco se hallaba preparada para la guerra. En nuestra primera patrulla nos ordenaron patrullar el Skaguerrak, y el día 4 de setiembre nos topemos con un convoy de cuatro barcos mercantes británicos sin escolta y navegando en linea de fila, con destino a Oslo. Hacía 24 horas que se había declarado la guerra, lo cual indica que esto les pilló en el mar del Norte más cerca de su destino que del origen, así que no lo tenían previsto. El comodoro al mando decidió arriesgarse y proseguir el viaje, infravalorando la eficacia de nuestra armada.

Está claro que no volverán a cometer el mismo error dos veces, pues en la segunda patrulla nos ordenan de nuevo patrullar el Skaguerrak. Tras tres semanas de intenso entrenamiento principalmente en tierra, decido embarcar a la misma tripulación que ya llevé en la anterior patrulla. Seremos 25 hombres en total. He decidido sólo embarcar a otros dos oficiales, el Alférez Silberschatz, mi segundo, especialista en torpedos, máquinas y casi todo tipo de artilugios, y el Alférez "animal" Kruguer, un veterano de 34 años degradado, pero el mejor torpedista con el que me he topado nunca.

Silberschatz es un joven de 27 años, golfo, pero de buena familia y bastante más convencional como oficial. Inteligente, de buenas maneras y atractivo, tiene novia formal. En cambio "animal" Kruguer es la antítesis completa. Chaparro, más feo que un domingo lluvioso y vizco de un ojo. El tipo que si te lo encuentras de frente de noche te cambias de acera. A pesar de las apariencias, es un auténtico fenómeno calculando la trigonometría de tiro, en maniobras ha acertado con el periscopio a un barco situado hasta 5 km. Debido a ello, es el oficial de armas que se encarga de disparar los torpedos del U-2 ya sea con el periscopio o con el UZO. Teóricamente debería ocuparme yo de eso, pero aquí somos un equipo y siempre se hace lo mejor para todos, y lo mejor es que Kruguer se encargue de disparar los torpedos. Está divorciado, casado en segundas nupcias y con dos hijos reconocidos.

Debido a la escasa autonomía de nuestra piragua, no he considerado meter a un oficial navegante, no vamos a salir del Mar del Norte o del Báltico, y para eso no hace falta mucho cálculo. Aparte de los tres oficiales que ya habemos, el Subteniente Coburg con 38 años y el más veterano a bordo, se encargará de la función de navegante además de ser asimismo el Jefe de maniobra con los timones. Coburg ha pasado por todos los estamentos de la marina, fue boxeador aficionado, ha estado en la mercante, ha servido en Cruceros, Destructores, Dragaminas etc. Fue expedientado cuando lo descubrieron sustrayendo comida del comedor de oficiales al estar encargado de la intendencia de la cocina de la base de Kiel, y lo mandaron al U-2. Su experiencia y aplomo en todas las situaciones nos son de gran ayuda.

El otro suboficial con funciones de oficial, es "vizco" Mandel, en realidad no es vizco, ignoro de dónde le viene el apodo. Es tal vez el mejor vigía que tenemos, capaz de hasta ver en la oscuridad. En consecuencia, es el primer oficial de cubierta. Cuenta con 31 años, lleva 10 en la Kriegsmarine y no es precisamente muy diplomático; menuda lió en la esclusa de Brunsbuttle. A partir de ahora sólo lo voy a poner de vigía en alta mar, en las maniobras en puerto nos ocuparemos Silberschatz o yo mismo. Será lo mejor. :roll:

Hay otros 7 suboficiales, sargentos y sargentos 1º, dos de máquinas, dos de cubierta, uno de control de daños, un torpedista y uno electricista. En teoría los tipo II no tienen cocinero al ser sumergibles destinados a patrullas cortas de no más de una semana, pero tenemos al marinero Adenauer, un joven de 24 años que trabajó en un restaurante de Berlín antes de alistarse. Realmente no tiene pinta de cocinero, aunque en el U-2 nada es lo que parece; espigado y alto, es el típico individuo que no engorda por más que coma. Debido a la premura de tripulantes y a que tiene poca faena como cocinero, también lo tenemos asignado al servicio de vigía en la torreta, pues tiene buena vista el chaval. Entre sus habilidades está la de saber robar y conducir todo tipo de vehículos. De hecho lo mandaron al U-2 tras robar un coche para ir a ver a su novia en Berlín.

El resto de la tripulación la componen otros doce marineros y cabos, no tenemos a ningún cabo 1º ni cabo mayor, mayormente porque han sido degradados de estos empleos. :roll: De hecho ningún otro U-boote está comandado por un simple Alférez como yo, lo normal es que sea de un Leutnan para arriba el comisionado a tal fin; esto demuestra que no tenían depositadas muchas esperanzas en el U-2. Como pueden comprobar, se sigue la antigua costumbre de poner motes a cada tripulante, casi todos tienen uno. Yo tampoco me he librado, y me llaman según mi segundo apellido, "Rot" Smith o Smith "el rojo" si prefieren.

Como ya mencioné, el U-2 entró en servicio en 1.935, tiene por tanto cuatro años y podría considerarse un barco nuevo, pero fue el prototipo de su clase, y eso significa que numerosas y novatas manos han aprendido el oficio de submarinista con él, en consecuencia su maquinaria estaba en mal estado. Tuvimos que hacerle un repaso general, y rapiñar repuestos de forma legal e ilegal gracias a la sección especial de "aprovisionamiento de material" bajo mi mando y la ejecutiva del Sargento "Capone" Böhm y el marinero "Houdini" Wulff.

Cuando elevé mi informe de operatividad al korvetten Kapitan de la flotilla, no se creía que hubiésemos puesto en orden de combate al U-2, parece ser que tenían pensado utilizarlo en tareas de adiestramiento o como reservorio de repuestos para los otros sumergibles.

Entre los posibles tripulantes tuve que descartar a una docena, no obstante los conservé adscritos al servicio de la base. Algunos podían sernos de mucha utilidad. Me explico; una unidad como la nuestra precisa de elementos externos que nos ayuden, pues tenemos demasiados detractores en la marina. Dichos "elementos" son especialmente útiles en tareas de información/espionaje/inteligencia o como se le quiera llamar. En el U-2 impuse la norma de aceptar a los nuevos tripulantes que fuesen aptos, mediante un preceptivo ritual marino en que se le tomaba juramento de fidelidad a Alemania y a la tripulación del U-2. Para ser aceptado se precisaba como mínimo el voto favorable de las 3/4 partes de los ya integrantes, y después se cerraba la ceremonia con el preceptivo ritual cerveceril.

Esto era muy necesario, pues todos teníamos el descrédito oficial de la Kriegsmarine, y sin estar unidos no llegaríamos muy lejos. Hubo algunos que por diversas razones no embarcaron a bordo, pero al poseer las adecuadas cualidades como hermanos de armas, pasaron el preceptivo ritual de iniciación. Aunque estuviesen en tierra, estaban al servicio preferente del U-2. Un claro ejemplo de esto era Otto "La pulga" Podolswky, un chaval enclenque que no pasó las pruebas físicas. Como había sido escribiente en Frankfurt conseguimos meterlo en la oficina central de la U-bootwaffe, siendo actualmente uno de los administrativos de la oficina del mismísimo Kommodore Karl Doenitz.

Podolswky nos quedó muy agradecido tras librarle de una paliza que le iban a propinar unos idiotas del curso de capacitación, y por ayudarle a "enchufarlo" en la oficina de Doenitz. Nos hace las funciones de espía, y sus informaciones nos resultan valiosísimas. Sólo los tres oficiales del U-2 sabemos que está a nuestro servicio, y su función es simplemente fisgar e informarnos de lo que se cuece, si hay que robar algo -como la cámara Zenith de Doenitz- ya se encarga de ello el trozo de "aprovisionamiento" del Sargento "Capone" Böhm.

Otro "agente" que tenemos por ahí es el marinero Brennecke, sólo tiene 20 años pero está liado con la joven sirvienta del hogar del FragattenKapitan Otto Thedsen, ingeniero en jefe del BdU. Siempre puede venir bien alguna información de esta fuente.


LA 2ª PATRULLA

El 27 de setiembre comuniqué al KorvetteKapitan Eckermann, comandante de nuestra flotilla, la disponibilidad del U-2 para zarpar. Vino personalmente a inspeccionar la nave, nos dio el visto nuevo y el día siguiente zarpábamos con las órdenes selladas en un sobre. Lo abrí nada más salir de Kiel y nos mandaban otra vez a patrullar el Skagerrak. Que poca imaginación.

De manera que salimos por el pequeño Belt al Kattegat, y de allí rumbo al Norte hasta doblar Jutlandia y torcer al Oeste por el Skagerrak. A 6 nudos en superficie tardemos dos días en llegar. Buenas noticias por la radio, Polonia se había rendido tras sólo un mes de lucha. Nadie esperaba que aguantase tan poco, realmente la posición estratégica de Polonia era muy mala, y Alemania contaba con una superioridad de 3 contra 2 en efectivos de tierra, pero estando a la defensiva y aprovechando los ríos, se preveía que pudiesen aguantar nuestro ataque hasta seis meses. La Blitzkrieg había sido fulminante, y los rusos los habían rematado invadiéndolos por el Este, Polonia había dejado de existir.

Era un alivio haber finiquitado tan rápido la campaña, pero ahora el problema vendría por el Oeste. Con un poco de suerte podría lograrse un acuerdo diplomático con los aliados, era difícil, pero más difícil era el pacto de no-agresión con la URSS y se había dado. Convenía darle algún "aguijonazo" a la Royal Navy para disuadirla de continuar la guerra. Ese era nuestro papel ahora.

Afortunadamente, el pasado 17 de setiembre el U-29 de Otto Schuhard había hundido al portaviones Courageos de 22.500 tm. Fue un duro golpe para la Navy y era el primer portaviones en ser hundido en acción de combate. La cosa iba bien de momento.

El 1 de octubre por la mañana, estaba yo en la torreta patrullando el Skagerrak, cuando me comunican que acabamos de recibir un mensaje del BdU. Bajo a la sala de radio y el cabo Baum se afaña en descifrarlo. decía así:

-- A U-2 : Diríjanse a cuadrícula AN16, informes de inteligencia reportan que en el paso de Kirk Sound entre Holm lamp y Mainland hay un hueco que permite el paso de un sumergible - Compruébenlo y en caso afirmativo informen al BdU - Accedan a la bahía de Scapa Flow - Observen movimiento de buques del enemigo y ataquen - Informen de todos los movimientos remarcables del enemigo - Esperen más órdenes y permanezcan en la zona vigilando - Glück auf --(buena suerte)

Aquello no estaba muy claro; veamos, aparte de que una misión de tal calibre supongo yo que debería planearse concienzudamente en la base; igual no se fiaban de que servidor supiese mantener la discreción apropiada. Debía ser eso. Sin embargo, si al llegar al paso de Kirk sound y comprobar el hueco ése, ¿para qué informar al BdU antes de entrar? La transmisión podía ser fácilmente interceptada por el enemigo, arruinando la operación. Lo lógico era entrar, atacar, salir zumbando y una vez fuera transmitir la información, no antes. ::que:

-Estás seguro del mensaje Baum? --le inquirí al operador-- Jabowl Herr Kaleun! Desea que pida confirmación?
-No de momento, aguarda órdenes --Le contesté.

Nos reunimos de urgencia los tres oficiales. la cosa era sospechosamente clara; nos mandaban a una misión suicida, nos ordenaban que descubriésemos nuestra localizazión al enemigo y que después penetrásemos en la más y mejor vigilada base naval del enemigo. Lo de esperar más órdenes de acuerdo, pero eso de que permaneciesemos en la zona vigilando...¿Qué había previsto un desembarco en las islas? Imposible. Los preparativos necesarios para tomar esa base no se estaban llevando a cabo en la Kriegsmarine. Si ya hemos entrado y atacado la base, ¿Qué hay que vigilar después?

Querían perdernos de vista. Pero era tan descarado, que a mi no me cuadraba. Si no nos querían en la marina, podían mandarnos a trabajos forzados y reclutar otra tripulación para el U-2. Igual Raeder, que seguramente no nos tragaba, quería inmolarnos como mártires. Yo que sé. No veía a Doenitz prestándose a ello, pero allí estaban las órdenes. No me atrevía a demanar confirmación, seguro que en el BdU se lo tomarían a mal. ¿Tiene algún problema Kaleun? ¿Qué parte del mensaje no entiende? etc. Bien, ¿Scapa Flow? Sin problemas, iríamos para allá inmediatamente, pero haríamos las cosas a mi manera.

Informé a la tripulación por megafonía de nuestro destino. --"Las órdenes son extrañas; a mi no me han informado para nada previamente de atacar Scapa Flow. De forma que haremos las cosas al estilo U-2. Si comprobamos que hay hueco en las obstrucciones de Kirk Sound, nos colaremos dentro sin avisar por la radio al BdU. Atacaremos lo que se tercie e intentaremos salir por donde entremos, y una vez fuera ya informaremos al BdU. Después ya apañaré yo el informe, con la excusa de que se averió la radio y no pudimos informar antes o algo parecido. Si la cosa se pone fea allí dentro, estad preparados para abandonar la nave, por suerte sólo hay unos 17 m de sonda en la base, no será difícil abandonar el sumergible con los equipos de buceo. Tened presente que una de mis premisas es regresar sanos y salvos a casa, si la situación la veo mal nos volvemos. Si nos enteramos de que nos espera un consejo de guerra al regreso, los que deseen podrán abandonar el U-2 mientras atravesemos el canal de Kiel, y huir a Dinamarca que está cerca. Yo no podré impedirlo al estar indispuesto en mi litera debido a un ataque de jaqueca por ejemplo. Viva Alemania y la madre que nos parió!"

Se oyeron estruendosos vítores en toda la nave. En los ojos de todos se podía ver un brillo especial, en esa maldita base tuvo que autohundirse la escuadra alemana de la Kaiserliche Marine en 1.919 para evitar la deshonra de entregarles nuestros valiosos buques al enemigo. Habían pasado veinte largos años...Y ahora teniamos una oportunidad de humillar al enemigo y salvar aunque parcialmente, aquella vieja herida.

Un problema iba a ser la falta de combustible, teniamos más de 1.400 km de derrota hasta Scapa Flow, y de allí hasta Kiel unos 1.600; aún marchando a la velocidad de crucero de 6 nudos, nos alcanzaba muy justo; como se origine una tempestad posiblemente nos quedasemos sin combustible antes de llegar. ¿No habían calculado esto en el BdU? Buah.

Tardemos más de 5 días en arribar al destino, sin incidencias; nos informaron sobre algún avistamiento de mercantes por la exploración de la Luftwaffe, pero no desviemos el rumbo en busca de presas secundarias. El dia 5 nos informa el cocinero Adenauer que se nos ha acabado la leche. Bueno, beberemos agua.

Poco después de las 04:00 del día 7, estábamos en la bocana entre la Isla de Burray al sur, y la de Mainland, la isla principal de las Orcadas. Era tarde, no faltaban muchas horas para amanecer, pero teníamos fuerte niebla y no más de 400 m de visibilidad. Esto era normal en esta zona, lo más normal es que la niebla persistiese. La Luna estaba en cuarto menguante, pero con la niebla no influía demasiado. Si todo iba bien saldríamos con el día amanecido, pero decidimos arriesgarnos confiando en la persistencia neblinosa, no era conveniente esperar hasta la noche, tendriamos que acabar racionando los víveres.

Dejando por babor la Isla de Burray, nos dirigimos hacia el islote de lambHolm, entre éste y Mainland, la Isla principal, habría poco más de 600 m, el paso de Kirk Sound, los ingleses habían hundido un par de viejos barcos allí para obstruirlo, pero según el BdU había un hueco por algún lado, lo que necesitábamos. Avanzábamos a 6 nudos con los diesel, y al acercarnos a la playa de Mainland ordené cambiar a propulsión eléctrica para no hacer ruido. Observemos curiosos los oscuros contornos de la mayor Isla de Las Orcadas; no contaban apenas con arbolado ni elevaciones remarcables, tal vez por los fuertes vientos que las azotaban continuamente. El marinero Harnisch, granjero de la Baja Sajonia, comentó que aquellos pastos eran muy buenos para el ganado, y que seguramente había más de un rebaño de ovejas por el lugar. La raza de pura lana virgen escocesa era una de las mejores del mundo según dijo, y propuso que estaría bien hacer una batida para capturar uno de estos animales, pues dan mucha leche y a nosotros se nos había terminado a bordo. Le mandé callarse.

Poco después de las 5:00 pasábamos rozando el casco semi-hundido de un viejo velero, pero no vimos una gran cadena que lo sujetaba a un pilón en tierra. Embestimos la cadena la cual rechinó por toda la cubierta, escorando al U-2, pero una rápida orden de avante toda con los diesel, y nos zafemos de su mortal abrazo y a tomar por saco el silencio. El costado de estribor quedó un poco abollado y la pintura desgarrada en su mayor parte. Desde abajo, en la cámara de mando, llegaron algunos lejanos reniegos de Kruguer, sólo llegué a entender algo referente a que nos habían dado el título de piloto en una tómbola. Ya habíamos pasado, pero, ¿nos habrían oido? El pequeño pueblo de pescadores de St Mary's quedaba a un km, aunque podría haber algún lugareño por la playa o por la carretera de la costa.

¿Qué hacemos Herr Kaleun? -me preguntó Silberschatz. Miré hacia atrás. Si reculábamos debíamos pasar por donde la cadena otra vez, ni hablar. Hicimos un pequeño cónclave entre los oficiales y los subtenientes Coburg y Mandel. --Si ya la hemos cagado no tiene remedio -les dije- pero por si acaso vamos a seguir adelante, sólo estamos a unos 16 km de la base de Scapa, no vamos a regresar después de estar tan cerca -mis cuatro lugartenientes asintieron- pero, dadas las circunstancias y ante lo peligroso de la situación, quiero arriesgar el menor número posible de vidas. De modo que, Silberschatz, tú y siete hombres más formaréis un escuadrón de asalto terrestre, llevad principalmente los nuevos subfusiles MP-38, eres el que mejor sabe hablar inglés y con el grueso traje de faena y la pinta que llevamos podréis pasar por pescadores. Llévate a Harnisch el granjero, a "capone" Böhm, a Wulff, a Müller y elige otros tres entre los que chapurreen el inglés. Intentad agenciaros en nombre del U-2 alguna oveja gorda que de leche, que la elija Harnisch; fisgar lo que podáis en el pueblo de St Mary's, confiscad toda la comida que podáis pues vamos escasos para el viaje de vuelta, si os topáis con mujeres intentad por lo fino seducirlas, se trata de expandir nuestra semilla aria en nombre de Alemania, haceos pasad por pescadores polacos por lo del acento, igual cuela. Y yo que sé, si os topáis con el banco del pueblo y lo ves oportuno, lo asaltáis y os agenciais el dinero en nombre de la Kriegsmarine y como compensación del Tratado de Versalles, divide a tu comando en dos escuadras de cuatro si lo crees conveniente. Utilizad el sentido común y no hagáis daño a civiles, huid de ellos antes que tener que dispararles. ¿Entendido?

--Jabowl Herr Kaleun! -respondió-. Tened en cuenta -proseguí yo- que si todo va bien, estaremos como muy pronto de vuelta aquí en tres horas, ya será de día, esperemos que no levante la niebla. Estad aquí a las 8:00 con todo lo que hayáis podido agenciaros, si no estamos esperad lo que podáis, quizás oigáis explosiones de cargas de profundidad, seguro que van dirigidas contra nosotros; como mucho estaos el resto del día aquí escondidos entre las rocas, evidentemente si no hemos regresado en 24 horas, querrá decir que estamos muertos. No hay otro paso para salir. Si sucede lo peor, buscaos la vida, dirigios al interior y escondeos lo que podáis. Con un poco de suerte intentad tomar el control de un pesquero o un pequeño mercante, tenéis armamento suficiente para hacerlo sin grandes problemas, y de este modo Dios mediante tendréis posibilidades de regresar a Alemania. Audaces, sed siempre audaces, no dejéis que el enemigo os tome la iniciativa, id siempre por delante de él. Si todo falla, rendios pero destruid antes las MP-38 y las Luger, al enemigo ni agua. Seréis prisioneros el resto de la guerra, pero al menos estaréis vivos y procurad permanecer siempre juntos. Escuchadme atentamente: Es tan descabellado e insólito todo el plan, que hasta igual sale bien, pues nunca el enemigo podrá imaginarse algo tan absurdo, así que seguro que nadie se espera ni por asomo algo parecido. No desfallezcáis y cumplid la misión. Gott mit uns!

El Alférez Silberschaft marchó presto a cumplir las órdenes. En menos de cinco minutos los ocho hombres del comando de asalto estaban listos. Lucían todos indumentria de faena, gorra y bufandas. Podían pasar por pescadores. En el U-2 no seguimos la reglamentación de uniformes, cada uno viste según su comodidad. Con un bote de goma se dirigieron a la playa que estaba a menos de 100 m. Los que nos quedemos a bordo sentimos un vacio cuando los vimos marchar. Pero era lo mejor y había que continuar la misión.

(Continuará...)
Última edición por silverman el 01 Oct 2011 21:51, editado 1 vez en total.
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

::plas: ::plas: ::plas:

Espero con ansias la próxima entrega!!!

Que mal que Dios no me dio el don de la narracion, pero doy gracias por estas oportunidades para leer estos relatos jejeje.

Que ya no tengo uñas de la angustia!!!
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Buen relato, a ver si hay suerte y conseguis la ansiada oveja ;-) ... por cierto en el tema del diesel, se puede ahorrar bastante navegando a una velocidad de 9 nudos, pídele un informe de autonomía a tu oficial de derrota y comparalo con el de navegar a 6 nudos.
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Kommodore CapSea
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http://www.24flotilla.com/ODG/historial ... capsea.jpg
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Gracias a todos por vuestro interés en las andanzas del Alférez Smith y su tripulación es Scapa Flow. ::kaleun:

Kamarada Capsea, resulta que el referido Alférez comanda un U-Boote tipo IIa conocidos en la Kriegsmarine como "piraguas" o "canoas", ignoro cuál es la transcripción exacta. El caso es que estos sumergibles tenían una velocidad máxima de unos 13 nudos con los diesel y con buen tiempo, y la autonomía máxima, según el oficial navegante, es de unos 4.400 Km a 6 nudos.

Los tipos VII, con velocidad máxima de unos 17 nudos, deben obtener su máxima autonomía a unos 8 o quizás 9 nudos, como tu bien indicas, en este caso superior a los 12.000 Km.

Esto es uno de los aspectos mejor contemplados en el juego, pues en la realidad, los barcos de esta época propulsados por diesels o turbinas de vapor, obtenían su mayor autonomía aproximadamente a la mitad de su velocidad máxima. A doble velicidad, igual se consumía 8 veces más combustible, lo que representaba tener 4 veces menos de autonomía. En ocasiones se consumía 6 veces más, entonces la autonomía se reducía a 1/3. Esto es así por razones de la termodinámica, bastantes complicadas de pormenorizar y que tampoco es menester, pues todos entendemos esto, en nuestros automóviles particulares sucede lo mismo, el consumo se dispara exponencialmente a partir de la cifra de máximo par que ofrece el motor.

En los barcos mercantes esta proporción no era la misma, pues por razones de coste y/o economía, se les disponía de aparatos motores de bajo coste, con poca potencia específica y facilidad de mantenimiento. Es decir, no montaban turbinas, y a menudo máquinas de carbón de triple expansión. En consecuencia, si un mercante tenía una velocidad máxima de 14 nudos por ejemplo, su mayor autonomía la obtenía a 10-11 nudos, dependiendo de lo cargado que fuese.

Esto último era lógico, pues en los mercantes no se buscaban altas prestaciones motrices, sino una economía de empleo y una buena autonomía. Por ello se les montaban plantas motrices que cumpliesen estas dos cualidades.

Continuaré con la patrulla cuando tenga tiempo, pues tengo otras ocupaciones que atender, pero tranquilos que ya la tengo completada en mi cabeza, todo es cuestión de tener los momentos necesarios para transcribirla.

Siento no poder emplastar imágenes, pues no sé capturar pantallazos dentro de una patrulla y tele-transportarlos luego al foro. ::que: Cuando pueda bucearé por los hilos a ver si hay un tutorial por ahí; si alguno puede enlazarme a algún hilo que lo explique, le estaré muy agradecido pues me ahorrará un tiempo del cual no voy sobrado. Estoy seguro que en el foro de la 24 habrá más de un mensaje explicando el proceso de "tele-transportación" de imágenes.

De nuevo, gracias por vuestro interés Kamaradas. ::cap: Saludos cordiales y buena proa.
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Kamenz
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Amos a ver si te puedo ayudar.

Es lioso, pero no complicado.
Capturar: Control+F11
Los captura en formato BMP asi que luego lo tienes que pasar a JPG que ocupan menos espacio.
(Lo del tamaño es por el paso siguiente.)
Los subes a un sitio de almacenamiento de imagenes. (El que más te guste.)

Y ya está listo para ponerlo en el foro.


Saludops.
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Gracias Kamaraden Kamenz, así que Ctrl + F11; el Kaleun Vilthomsen me ha indicado que las dichas capturas se guardan en la carpeta del SH III, y como es normal no me encuentro el culo ni con las dos manos informáticamente hablando, ¿sabes en cuál maldita carpeta dentro de la general del SH III se meten las instantáneas? Pues tengo toda una constelación de carpetas, amarillas, blancas etc...Las blancas no me las deja abrir.

Gracias anticipidas Kaleun. ::kaleun:
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Busca en documentos o en mis imagenes...
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

A mi me las guarda en el raiz de SH-III, osea algo asi como C:\archivos de programa\JUEGOS\SH-III\estaestucaptura.bmp
Aunque hay gente del foro que dice que se las guarda en el directorio donde estan los juegos guardados.

Es lo más que te puedo decir.


Saludops
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Johann Vilthomsen
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Benvolgut Silverman, es una errada meva. :oops:

He visto en tu primer post de las aventuras que nos relatas que juegas con el SH5 (Esta mierda de sim a los de UBI por el culo se los hinco), y yo pensé que lo hacías con el SH3 (Magnifico sim malparido por los de UBI y elevado a los altares de la simulación submarina por los usuarios del mismo). Por lo cual no puedo ayudarte, pues a pesar de que desde que lo comercializaron en Francia ya compre el SH5, lo hice con la intención de instalarlo cuando los chicos que desarrollaron el GWX o el Live SH le echen mano y lo conviertan en algo decente. Cosa que por el momento y a pesar de los mods que han aparecido no veo cercana.

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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

Decididamente la informática acabará matándome de un infarto fruto de un berrinche. :twisted:

Kaleun Vilthomsen, utilizo el mejor simulador naval del mundo, el Silent Hunter 3 pero con el mega-mod Living Silent Hunter3 5.1, que no tiene nada que ver con el Silent Hunter 5. De la manera que lo escribí se presta a confusión, le demano disculpas.

Ayer, fruto de los consejos de los Kamaraden aquí concurrentes, me estuve un buen rato inspeccionando las carpetas de documentos, misdocumentos, misimagenes y las de la carpeta amarilla del SH3, y encontré lo mismo que el Clavijo del chiste. No atisbé ningún archivo con la extensión BMP, y la de JoDeTé menos.

Después caí en la cuenta que patrulleando por los mares de Ubisoft le daba yo a la tecla rectangular de Impr.pant, en lugar de a la F11 o Ctrl + F11, y esto debe ser como si quieres tener un hijo sodomizando a tu mujer, vamos, que si no sigues el conducto/tecla reglamentaria tu gozo en un pozo. ::bah:

En fin, a la próxima patrulla ya le daré a la tecla reglamentaria y a ver que me aparece. ::oohh:

Saluten y buena proa. Voy a ver si trinco algo en la nevera. ::hips:

P.D. Por cierto Kaleun Vilthomsen, ése emoticoño tan atractivo con la gorra gris reglamentaria ¿de dónde lo ha sacado? Yo no lo tengo por ninguna parte.
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Johann Vilthomsen
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

http://img.photobucket.com/albums/v402/ ... /p0204.gif puedes usarlo poniendo esta URL entre [img]aqui[/img]
Tambien estaria bien que lo pusieran como otro emoticono más de la 24.
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

(...Continúa)
2ª PARTE DE LA SEGUNDA PATRULLA

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(Bueno, esto son Las Orcadas; llevo más de una hora intentando emplastar algunas capturas que hice del guguel maps, he usado el Skydrive pero me sale muy pequeña la imagen. Como no tengo ni idea para hacerla más grande y atendiendo la hora que es, de momento desisto y no las pongo. Disculpen mi minusvalía informática. Paso pues al mero relato escrito de la patrulla)
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... Continuemos a 6 nudos hacia el Oeste, y al doblar el cabo de St Mary's, cambiemos a rumbo 330º. La visibilidad era mala, de modo que decidí marchar directamente a la base de Scapa, si habían buques debíamos toparnos con ellos en el camino. Ordené a Coburg y al Sargento Haderstein que montasen las cargas de dinamita para volar la nave en caso de que el enemigo amenazase con capturarla, Coburg se encargaría de la carga de proa en la cámara de torpedos, y Haderstein de la carga de la sala de los diesels. Serían los últimos en abandonar el barco y antes de ello deberían accionar los respectivos mecanismos de relojería.

"Bizco" Mandel estaba en la torreta alternando entre el UZO y los prismáticos, si él no veía nada los demás tampoco lo veríamos. Ya estábamos navegando dentro de la gigantesca rada. 16 x 24 km aproximadamente; era emocionante imaginar que allí estuviesen fondeados la mayor parte de los buques pesados de la Royal Navy, aunque podría no estar ninguno.

Durante la I GM, hubo un par de intentos serios de expugnarla. En una ocasión el sumergible pereció en un campo de minas antes de entrar. En otra ocasión el U-boote la encontró vacía, la flota había salido a realizar unas maniobras. Por ello era vital la exploración. Ahora teníamos a la aviación de reconocimiento, y se supone que cuando nos han mandado aquí es porque hay barcos pesados fondeados, aunque en los casi 6 días que hemos tardado en llegar podrían haber salido perfectamente. De haberse enterado el Alto Mando de la Kriegsmarine, se supone que nos habrían avisado por radio.
Todos los hombres están en tensión, conscientes de lo que nos jugamos. Nos dirigimos directos al Golfo del pueblo de Scapa, si hay buques debemos toparnos con ellos, y no hay tiempo para efectuar un patrón de búsqueda circular o rectangular por toda la rada. Visibilidad 600 m y aumentando. Ligera brisa de 10 km/hora. Aprovechamos la corriente de entrada para ir más deprisa.


5:05 en la costa de St Mary's

El comando del Alférez Silberschaft escondía el bote de goma entre las rocas de la playa. Seguidamente avanzaron hasta la carretera paralela a la costa sur de Mainland, la cual llevaba a la pequeña aldea de pescadores de St. Mary's. Portaban una carabina Mauser Kar 98, siete subfusiles Erma P-38 y tres pistolas Luger de 9 mm. Müller llevaba encima una cámara fotográfica, también en total contaban con cuatro granadas de mano y una carga de dinamita.

Los nuevos subfusiles MP-38 eran lo más moderno del inventario de la Wermacht. Eran enteramente metálicos con la empuñadura de plástico. Medían 83 cm de longitud, pero una vez plegado su metálico culatín, sólo hacían poco más de 60 cm, por lo cual podían esconderse debajo de un abrigo y eran muy manejables usados desde la cadera. Disparaban balas de 9 mm Parabelum hasta un alcance efectivo de unos 200 m y a razón de 8 disparos por segundo en modo ráfaga. Su retroceso en modo tiro a tiro era minúsculo, y era un arma maniobrable y fácil de utilizar. Vacía pesaba 4 kg, y era ideal para el tipo de misión a la que se enfrentaban. El kaleun "Rot" Smith había estado muy hábil en conseguir aquellas armas.

Hacía frio pero se aguantaba bien. Eran jóvenes y la emoción del momento les embargaba por completo. Avanzaron unos 300 m por la carretera hacia el Oeste en línea de fila. Ahora agradecían la instrucción de infantería que habían recibido. El Kaleun había insistido en hacer ejercicios de marcha nocturna, de orientación y de disparo. "Un marino debe saber hacer de todo" decía. Qué razón tenía.

Se escondieron en la cuneta cuando vieron a un ciclista de frente en dirección hacia el este.

-"Ya ha pasado" -anunció el marinero Nurberger que cerraba la comitiva-
-"¡Adelante! -ordenó seguidamente el Alférez Silberschaft.

En breve alcanzaron la primera casa de la Aldea. Se escuchaban los lejanos ladridos de algunos perros. Las casas eran de una o dos plantas a lo sumo, con tejados inclinados y las cercas que las separaban eran de escasa altura. Les llamó la atención la cantina, que aunque cerrada, seguro que dentro había Wisky escocés.
Silberschaft los reunió y expuso el plan :


"Primero, atendiendo a lo pequeño del pueblo, lo mejor será reconocerlo de cabo a rabo, ya tenemos localizada la cantina. Ahora debemos hallar un establo dónde tengan ovejas, y ver si hay un banco y también un puesto de gendarmes o algo así. El coger una oveja y asaltar la cantina para confiscar alguna caja de wisky mejor lo dejamos para lo último, pues en diez minutos nos plantamos en la playa dónde nos deben recoger, y no es plan de ir con el wisky y una oveja a cuestas de aquí hasta las 8 de la mañana" -asintieron todos los hombres- "Sargento Löwe, Usted llévese a Harnish, Nurberger y Wulff, nos dirigiremos a la segunda calle paralela a la costa, ustedes inspeccionen las viviendas de la acera derecha, yo con el resto Inspeccionaremos las de la acera izquierda. Se trata de fisgar por fuera, nada de acceder dentro de momento. El pueblo sólo tiene un par de calles paralelas a la costa, pero avanzando por la segunda de ellas lo haremos al unísono y nos veremos frente a frente, de modo que si un grupo tiene problemas el otro podrá ayudarle. Después decidiremos si vale la pena reconocer el campo de más atrás". -¡Jabowl Fänrich! -contestó Löwe e inmediatamente se puso en marcha con sus tres hombres asignados.

En poco más de 15 minutos llegaron al final del pueblo, justo en la carretera que conducía a Kirkwall hacia el Norte. Regresaron por la parte trasera de las casas de la segunda calle. Dieron con un establo gracias a los mugidos de los animales. Harnish vio un excelente ejemplar de oveja el cual quedó perfectamente localizado. Bien, ya tenían la oveja y el whisky. No se habían topado con ningún banco, ni gendarmería ni ayuntamiento ni nada parecido. Dentro de las casas se oían ruidos. Los pescadores madrugan, posiblemente algunos de ellos ya estarían faenando en la mar. Habían tenido que ocultarse varias veces al toparse con gente que salía de alguna vivienda. Harold "el loco" se había caído en un montón de estiércol, y Nurberger metido la pierna dentro de un cubo metálico, hubieron de ayudarle para sacar el pie de dentro.
Eran las 5:45 de la madrugada cuando se reunían los 8 hombres detrás de la cantina.
-Bien -dijo Silberschaft- Ahora miremos de robar comida por las casas, mejor si están vacías de gente. En el caso de encontrarnos con mujeres, ya sabéis, somos polacos despistados e ir a saco, no tenemos tiempo de ir en plan romántico. Si una mujer quiere tema, se averigua pronto. Si no traga, retirada y a otra cosa. Nada de niñas, de 18 años para arriba.

--¿Valen abuelas? -preguntó el sargento Udo Böhm ante el carcajeo general- Sí, las abuelas valen si tenéis estómago y se dejan -contestó el Alférez. A las 7:30 horas nos reunimos todos en aquella casa marrón con las ventanas blancas y la cerca roja, que más o menos está en la mitad del pueblo. ¡Suerte!

Seguidamente la habitual paz de St Mary comenzó a romperse. Empezaron a sentirse chillidos de mujer por aquí y por allá. En la hacienda de la familia Mahorn, la Señora Mahorn se disponía a ventear unas alfombras con la ayuda de un utensilio de esos para golpear alfombras colgadas de una cuerda horizontal, el cual tuvo que utilizar profusamente para golpear a un desconocido que decía ser polaco el cual le había palmeado el trasero. --¡Vámonos de aquí Harnish, que esta no traga! -Gritó Nurberger saliendo despavorido.

A las 5:55, el matrimonio Mc Callister se disponía a tomar el desayuno. La señora Mc Callister iba del comedor a la cocina preparando la mesa. Mantequilla, mermelada, café, bacon y unos panecillos yacían sobre ella. El Señor Mc Callister, recién levantado en camiseta de tirantes, tras echar un vistazo a las apetitosas viandas, fue al lavabo a asearse. Al salir y dirigirse al comedor, vio como había desaparecido todo el alimento de la mesa, y la espalda y el trasero de alguien saltando por la ventana abierta al patio trasero.

-¡"Meccagüen"! -exclamó cabreadísimo- será posible que se ha llevado hasta el coffee?
-¿Qué ocurre darling? -preguntó su mujer desde la cocina.
-Que un jodido ladrón se me acaba de llevar todo el "launch" por la window, la mother que lo parió!
-¿Qué ha sido el child de los Cameron? -replicó su mujer tranquilizadora.
-No! No creo haberlo visto antes, but se va a enterar -seguidamente corrió a la habitación, se puso un abrigo encima y cogió la escopeta de encima de la chimenea.
-¿No estarás confused darling? Igual es un child o quizás Miss Mingate que está vieja y loca...
-Yes claro! -la interrumpió bruscamente el marido- Y mi abuela en bicyclet ha entrado en mi salón y se me ha llevado el launch por la window. Tienes cada cosa woman...Close con llave y no abras a nobody. - Salió raudamente a la calle con la escopeta cargada y en la cadera lista para disparar. "Va a desear ése no haber nacido -murmuraba calle abajo- to rob me el launch a me...se va a enterar cómo las gastamos los Mc Callister".

En la casa de enfrente, la viuda Mingate se encontraba con dos simpáticos marineros polacos los cuales la ayudaron a cortar leña y a llevar unos baldes de agua. La señora complacida, los invitó a desayunar. Muy a su pesar, pues estaba sola y necesitaba hablar con quien fuese, sus jóvenes invitados parecían tener prisa y se fueron enseguida despidiéndose cortésmente.

El señor Mc Callister se topó con Phil O'Dogherty y su hijo Vian de 14 años. El atuendo de O'Doguerty era incompleto, pues encima de los calzoncillos largos llevaba un gabán y su hijo tampoco estaba vestido del todo. El padre llevaba una escopeta, y el hijo una tubería de plomo con una bayoneta reglamentaria soldada en un extremo. Un arma de circunstancias proporcionada por el ministerio de defensa, la situación de Inglaterra no era muy buena en este aspecto.

-Qué pasa O'Doguerty -saludó Mc Callister- tomando el fresh matutino?
-¡Bésame el culo Mc Callister! -contestó el interpelado- ¿A you qué te parece?
-I think que no vais muy conjuntados para cazar -inquirió.
-Pues tú tampoco vas como para presentarte en el salón de la Queen, no te jode. ¿Tengo face de ir de cacería? Un par de tipos very raros han entrado en home, mal rayo les parta. Se han llevado foods de la despensa y no sé si something more. ¿Has visto something tú?
Mc Callister les contó su incidente con el desayuno. - Surely serán los mismos tipos -terció O'Doguerty- Vayamos juntos a ver si los cojemos.

El cuarteto comandado por Silberschaft fisgaba por el jardín de la vivienda de la familia Applegate, cuando el matrimonio Applegate desde el interior se dieron cuenta que tenían intrusos fuera. El sesentón Señor Alfred Applegate ya tenía la escopeta cargada al tiempo que se cubría en una ventana.
-¡Alfred! -le suplicó su mujer- ¿No sería better que llamásemos a la police?
-¿You are a fool? -le contestó el marido- ¿Sabes la cantidad de wisky de contrabando que tenemos almacenado? Cómo nos pillen we are listos. La pesca no da suficiente para comer Alice, lo sabes perfectly.
-¿Qué doing entonces Alfred? -preguntó alarmada la señora.
-¡Lo que always hemos hecho! Solventarnos nosotros solos los problems. Humm, no los conozco, they have una pinta rara, desde luego no son de por here. One carries un fusil; que me aspen si no parece un mauser alemán. I go a coger my fusil del sótano.

A las 6:05 horas se sentía la primera perdigonada del día. -¡Nos disparan, nos disparan! -avisaba Löwe a Wulff. Harnish corrió hacia ellos calle abajo cubriéndose en el bajo muro en que se resguardaban sus dos compañeros.
-¡Será la tipa desgraciada! -informaba Harnish- Lo menos tiene 35 años y si me hace la estrecha y encima me dispara con una escopeta, querrá que la corteje Error Flyn la muy petarda! -Löwe yWulff se desternillaban de risa.

Poco a poco el pueblo se iba animando. Los perros no paraban de ladrar, se sintió algún escopetazo más. El único componente del comando alemán que consiguió seducir a una mujer fue Nurberger, el cual lo intentó más que nadie. Le llamó la atención una pequeña casita bellamente decorada. Penetró dentro rompiendo el cristal de una ventana trasera. El Sargento Löwe y Wulff le cubrían desde afuera. El interior estaba en penumbra, pero se veía lo suficiente para ver que todo estaba en orden y limpio. "Aquí hay un toque femenino" se dijo para sí.

Accedió cuidadosamente a una habitación cuya puerta estaba entreabierta. En su interior yacía una mujer durmiendo beatíficamente en su cama. Se acercó sigilosamente. Era joven, con una rítmica respiración cuyo sonido enamoró al instante al marino alemán. Se sentó despacito a su lado, una suave fragancia femenina, mezcla de lavanda y agua de colonia obnubiló por completo al joven, por un momento la guerra no existía. Le pareció la criatura más hermosa que había visto en su vida.

No pudo resistirse a acariciarle aquellos cabellos negros, con atractivas ondulaciones que caían naturalmente sobre la almohada. La joven abrió los ojos ronroneando como un gatito, mientras la curtida mano del granjero metido a marino le acariciaba los cabellos y una mejilla. Cuando vio a Nurberger se llevó el susto de su vida. Este le tapó la boca con su mano derecha ahogando el grito que lanzó la joven, al tiempo que miraba de tranquilizarla susurrándole en un aceptable inglés.
-No tenga miedo miss, soy un marinero polaco perdido -le dijo. Le aseguró que no deseaba hacerle daño, y le contó una historia de que había estaba enamorado pero su novia la habían matado los alemanes. Le dijo que era la mujer más bella que había visto, y todos los piropos que sabía en inglés. Cuando la joven se tranquilizó, le quitó la mano de la boca.


-¡Crazy, you are crazy! -le soltó la joven.
-Yes, I am crazy for you -le contestó Otto Nurberger- Wait one moment please, I must tell my colleagues from aboard- Se acercó a la ventana de la habitación y subió la persiana, indicándoles a Löwe y Wulff por gestos que había "tema" sentimental entre manos y que le esperasen fuera.

-How is possible? -reaccionó la joven dentro- ¿What diablos you do?
-Son mis compañeros del pesquero en el que he venido Darling -le dijo tranquilizadoramente Nurberger- llevamos comida al barco, pero Dios ha querido que nos conozcamos.
-¡Don't met a God en this! -le replicó la joven- y haga el favor de exit of my house ahora mismo! -señalándole firmemente con el índice extendido.

La joven vestía un hermoso camisón rosa que le sentaba de maravilla. Entre la femenina fragancia, la turgencia de aquellos hermosos senos que el camisón no podía tapar, y el femenino timbre de su voz, Nurberger estaba a punto de enloquecer. A continuación el joven desplegó todos los recursos románticos que sabía; le preguntó su nombre; Anne, que maravilla. Fue tal el discurso retórico-amoroso que le soltó, que la joven se quedó perpleja. Él la abrazó tiernamente y la naturaleza hizo el resto.

Siguió los consejos de Coburg y del Kaleun Rot, de cómo había de tratarse a una mujer en la intimidad. Sin prisas, empezó a besarla de arriba abajo, hasta comérsela entera. Tenía la piel más suave que nunca había tocado el alemán. La pasión fue in crescendo y a los pocos minutos Anne estaba rendida ante su virilidad.

Mientras tanto Löwe y Wulff afuera, se enfilaban a la ventana. -¡Sargento! -suplicó Wulff- páseme la cámara por caridad, esto es para inmortalizarlo- Löwe le dejó la cámara fotográfica a Wulff y éste comenzó a sacar instantáneas del acto. Los dos jóvenes de dentro ni se enteraron. El mundo se les detuvo durante una hora.


6:10' de la madrugada.

Mc Callister, O'Doguerty y el hijo de éste último se acercaban por la calle en dirección a la carretera de Kirkwall. Los dos adultos iban delante con las escopetas en ristre. En una intersección se toparon con Jeremias Campbell. También llevaba la escopeta en ristre, vestido del todo aunque algunos botones sin abrochar, y su rostro reflejaba que ni se había peinado ni afeitado ni lavado la cara.

-Alguien ha matado a mi dog y se ha pissing en mis geranios -les soltó al verlos- ¿Habéis visto something sospechoso?
Mc Callister y O'Doguerty lo pusieron al corriente de todo. Decidieron unirse siguiendo la calle. Al pasar junto a la vivienda de la viuda McIntosh, ésta estaba gritando. -God confunda al desgraciado¡ ¿Pues no me han robbery todas las bragas del tenderete?
O'Doguerty no pudo contenerse : ¿Ha perdido something Miss McIntosh?
La viuda lo miró con soberbia y le soltó toda ufana : ¡Si no fuera porque a you te han quitado los pantalones Phil O'Doguerty, juraría que habías sido you el que me ha robbery las bragas!

Todos los presentes no pudieron evitar reírse estruendosamente. -No sabes que never hay que salir de home sin los pantalones Phil -le susurró McCallister burlón. - Ya is un poco tarde for eso no te parece? -le contestó O'Doguerty- Así que haz el please de no tocarme more los webos. Seguidamente le pegó un manotazo en la nuca a su hijo por reírse. -Don't worry Miss McIntosh -vociferó O'Doguerty- intentaremos recovery sus bragas, lo que no podremos recuperar será su honra!
-¡Go a la mierda! -le contestó la mujer con un despectivo gesto de su mano.


Mientras tanto en el U-2...

Retomemos el informe del Alférez Rot Smith.

La potencia imprimida a los diesels nos permitía en teoría los 6 nudos, pero aprovechando la fuerte corriente de entrada navegábamos a más de 10. Aunque poco a poco, la fuerza de la dicha corriente se fue diluyendo. Quedábamos 17 hombres a bordo, suficientes para manejar el sumergible. El problema vendría al tener que recargar los tubos de proa.
No divisemos nada en la rada. Ni Bizco Mendel pudo localizar ningún barco. Decidí por tanto, avanzar hasta el mismo malecón de Scapa Flow. Sobre las 6:00 estábamos a poco más de 1 km de los muelles, y empecemos a divisar algo. Mandé parar máquinas.

Distinguimos un par de mercantes medianos los cuales seguramente estaban descargados por la excesiva altura de sus bordas. Distinguimos también un destructor del tipo W seguramente. Se mecía suavemente atracado silencioso en uno de los muelles exteriores. A unos 30º a estribor distinguimos la silueta de un buque mayor, tres chimeneas en el combés. Era un crucero pesado de la clase County, 190 m de eslora, 19 de manga, +-10.500 tm estándar, unas 13.000 a media carga. Era una buena presa, pero debían haber naves más pesadas. O igual no, ¿habrían salido todas de maniobras? O igual estaban desperdigadas allende la rada, con una visibilidad forzada de 1 km, no tendríamos tiempo de encontrarlas.

Yo empecé a maldecir la niebla, a Escocia y a los ingleses. De pronto Mandel me cogió del brazo y me acercó al UZO. -Mire Herr Kaleun, justo a 0º nuestros- Dirigí mis ojos a los 0º de nuestro sector, al principio no distinguía bien, pero conforme los ojos se acostumbraban a la escasa visibilidad, empecé a distinguir una mole mayor. Era de remarcar la aguda visión que poseía Bizco Mandel. Aquello era una nave de al menos 9 m de puntal y un mástil de unos 25 m como mínimo. No podía definir más, y así se lo hice saber a Mandel. -Ordene virar 90º a estribor hasta que lo tengamos a unos 350º -me susurró- entonces verá Herr kaleun de que se trata -Una sonrisita maliciosa le surcaba el rostro.

Ordené rumbo 90º a 6 nudos, hasta que el blanco se perfiló por su costado de babor sobre los 350º del UZO. ¡Mein Gott! Aquello era un acorazado de la clase "R" o de la clase "Queen Elisabeth". Tras un minuto de observación, pude observar detenidamente su puente de mando, era de tipo "torre cuadrada", parecido a los de la clase "Nelson". Ello indicaba que era el Warspite, el Valiant o el cabeza de clase Queen Elisabeth, pues los tres habían sido profusamente modernizados durante la última década, añadiéndoles bulges anti-torpedo, mejorando su coraza, aumentando su artillería DCA y emplazándoles aquél característico puente de mando. Desplazaban entre 32 y 33.000 tm estándar, unas 35-36.000 de desplazamiento medio.

No era menester buscar más, ya teníamos lo que necesitábamos. Atendiendo a que sólo contábamos con 5 torpedos, 3 de ellos de empleo inmediato, la mejor opción era la siguiente :

1- Disparar los tres torpedos de los tubos contra el acorazado donde más daño le pudiesen hacer.
2-Cargar los dos torpedos de reserva. Ello podía llevar 20' como mínimo.
3-Si en ese lapso de tiempo el acorazado no se había hundido, rematarlo con uno o dos torpedos más, en el caso de sobrar un torpedo, lanzarlo contra el destructor tipo W.
3b-Si el Acorazado resultaba hundido en la primera salva, lanzar la segunda de dos torpedos contra el Crucero Pesado County de más de 10.000 tm.

No era seguro poder realizar desde el paso 2 en adelante, pues ello dependería de la reacción de los buques y del personal de la base. Si nos localizaban estábamos listos, sólo habían 17 m de sonda en nuestra posición. Había que engañarlos.

-¿Cómo engañarlos Herr Kaleun? -preguntaron Kruger y Mandel al exponerles el plan.

La noche del 9 de Julio de 1.917, se hallaba la Grand Fleet en pleno fondeada en Scapa. Sorpresivamente, el Acorazado Vanguard de 19.000 tm y armado con 10 cañones de 305 mm saltó por los aires de tal manera que una de sus torres dobles de 305 mm aterrizó en una isla cercana. Tras la oportuna investigación se llegó a la conclusión que había estallado su santabárbara por una negligencia interna. No era la primera vez que el polvorín de un barco estallaba involuntariamente estando en puerto. A los italianos les pasó algo semejante con su Acorazado Leonardo de Vinci de 22.500 tm en 1.916, aunque en este caso parece ser que se trató de un sabotaje interno.

Bien, la cuestión es la siguiente -les expliqué a mis dos subordinados sobre la silueta del Acorazado del libro de identificación- Seguro que todos los oficiales de la Royal Navy saben del suceso del Vanguard en 1.917, si logramos encajarle los tres torpedos bajo su quilla con espoletas magnéticas, y dirigidos entre la segunda torre doble pesada y el centro del buque, es probable que estallen o como mínimo se inunden, los pañoles de municiones de proa. Todos los Acorazados, excepto los Nelson y los Dunkerque franceses que concentran toda su artillería pesada en proa, montan dos pañoles o santabárbaras principales, una a proa y otra a popa, lo más cercanas posibles a los cañones pesados que han de amunicionar. Si logramos los tres impactos subacuáticos sobre la zona proel-central debajo de la segunda torre, no podrán discernir con claridad si se ha tratado de una explosión interna o de impactos subacuáticos externos; tengamos en cuenta que el buque está fondeado confiadamente en la que suponen una base segura, la mayor parte de su dotación ahora mismo duerme y por consiguiente, todas las compuertas, portillos y accesos se hallan abiertos, de manera que en poco más de un minuto todos los compartimentos más bajos de esta zona se inundarán rápidamente, de forma que los oficiales de daños no podrán inspeccionarlos para descubrir qué ha pasado, en principio no podrán saber si todo se debe a una explosión interna o no. Se limitarán a cerrar todas las compuertas de los espacios y cubiertas superiores para evitar más inundaciones que hunden la nave, pero no podrán acceder a las zonas más profundas. Desde el exterior tampoco podrán afirmar con exactitud si las explosiones han sido externas, pues el barco se alzará dos o tres metros verticalmente para a continuación "caer" de nuevo a su posición original. Al no impactar los torpedos contra un lateral del casco, no podrán visualizar las típicas columnas de agua que levanta el impacto de un torpedo o una mina.

Si el pañol de proa estalla, la nave estará condenada en el acto, si sólo se inunda dependerá de la rapidez de los equipos de control de daños el que se hunda o no, pero nuestro cometido es encajarle los tres impactos en la zona precisa y esperar que no fallen los torpedos. Las espoletas han sido desmontadas, revisadas concienzudamente y vueltas a montar. Teóricamente, no pueden fallar. ¿Alguna sugerencia oficiales? -Tanto Kruger como Mandel convinieron en que era un buen plan y no precisaba de ningún retoque más-

Subimos los tres a la torreta exterior. -Bien, el blanco está totalmente parado y es por tanto un blanco fácil, lo tenemos a 1.150 m a 350º, con unos 15º de orientación a babor, ideal para que la trayectoria de los torpedos corten su línea de crujía en diagonal, aumentando con ello la posibilidad de accionamiento de las espoletas magnéticas. Además, esta posición es la más inverosímil para un lanzamiento de torpedos, lo más lógico sería disparar desde los 90º de su costado de babor, y no desde los 15º. Si deducen que ha sido el ataque de un sumergible, en principio deberían dirigirse a un punto equidistante 1.100 m a los 35º a partir de nuestra posición. Eso nos daría una razonable posibilidad de escape atendiendo a la escasa visibilidad reinante.

-Mandel -ordené al suboficial- al estar parado no se precisan cálculos trigonométricos de ninguna clase, la clave es ver el blanco lo más claro posible. Como es Usted el que mejor vista tiene, le ordeno que a través del UZO dirija usted la solución de tiro. Ya sabe, tres impactos bajo la flotación entre la segunda torre artillera pesada y el puente de mando; mire a ver si consigue llegar a leer su nombre, pero esto no es prioritario. -¡Jabolw Herr Kaleun! se cuadró Mandel- Usted Kruger, baje y tome el mando de la sala de control -¡Jabolw Herr Kaleun! No había acabado de decir la frase cuando Kruger ya estaba introducido en la sala de control. Nunca he visto a nadie subir y bajar más deprisa las escaleras de la torreta de un submarino. No sé cómo se las ingenia el hombre.

A través del tubo acústico Mandel dictó los datos a los encargados de la sala de torpedos de proa. Dos de los torpedos eran eléctricos, y el otro a vapor. Los primeros con sus 30 nudos tardarían 73 segundos en alcanzar el blanco, el de vapor a 40 nudos tardaría 55 segundos en efectuar el mismo recorrido, así que primero se lanzarían los dos eléctricos y 18 segundos después el de vapor. La velocidad máxima de los torpedos de vapor era teóricamente de 44 nudos, pero habíamos comprobado que a esa velocidad el motor acostumbraba a fallarles, y como arreglar esta anomalía era algo muy complicado, hasta que no mejoren esto de fábrica hemos resuelto seleccionar siempre su velocidad en 40 nudos.
-Abran las escotillas de los tubos 1 y 3 -ordenó Mandel- blanco fijado. Giróscopos a 15º a babor. profundidad 9'5 m. Velocidad 30 nudos. En salva con ángulo de 1º -desde la cámara de torpedos repetían los datos rutinariamente- ¡FUEGO! Atentos número 2. Giróscopo a 10º a babor. Profundidad 9'5 m. Velocidad 40 nudos -Y 18 exactos segundos después- ¡FUEGO el 2!

Inmediatamente Mandel, Bauer, Adenauer y servidor, los cuatro que estábamos de vigías en la torreta, nos zambullimos escotilla abajo. ¡Inmersión! ¡Arriba periscopio de observación! en un minuto el U-2 ya estaba sumergido en las por poco tiempo tranquilas aguas de Scapa Flow.

Fijé el blanco a través de la retícula del visor del periscopio de observación, y a los 73 segundos exactos del lanzamiento una enorme fuerza levantó tres metros arriba al acorazado, como si un enorme cachalote lo hubiese corneado desde abajo, para seguidamente volver a caer a su posición original. Enormes borbotones de agua y espuma salpicábanlo a su alrededor, e inmediatamente comenzó a hundirse mientras una sucia columna de humo surgía de sus entrañas. Parecía que habían llamas alrededor de la segunda torre artillera. 17 gargantas celebraron los impactos al unísono. Eran las 6:15 de la madrugada. Dejé que Mandel atisbase también por el periscopio.

-El blanco no ha llegado a partirse en dos Herr Kaleun -me informó Mandel- pero por lo rápido que se hunde diría que está parcialmente desfondado. Hay un feo incendio alrededor de la segunda torre artillera, seguramente el pañol estaba casi vacío de explosivos, pero algunas de sus cargas deben de haber estallado. Como Usted dijo, ahora todo depende de la eficacia de los equipos de daños. ..y de que los mamparos resistan el empuje del agua embarcada.

-Bien, señor Kruger, inmersión total. Tenemos 17 m de sonda, póngalo sobre el fondo cuidadosamente. Todo el mundo franco de servicio que acuda a la cámara de torpedos de proa a ayudar a recargar los tubos. Aparte de los trabajos en la recarga, no quiero ni un estornudo a bordo. ¿Entendido? Pasen la orden de viva voz- La tripulación cumplió escrupulosamente las órdenes dadas.

Me dirigí al hidrófono relevando al cabo Fenstermarcher, al cual mandé a la cámara de torpedos. Estuve escuchando durante veinte minutos. El Acorazado se hundió hasta tocar el fondo de la rada. Se escucharon algunas pequeñas explosiones en su interior. Se oían los motores de dos patrulleros tipo trawler, uno de ellos se aproximó hasta unos 1.000m de nuestra posición, aproximadamente desde el punto que vaticiné antes como el más probable para torpedear al Acorazado, a 1.000 m a 35º de nuestra posición. No lanzaron cargas de profundidad, ni usaron Asdics. Se sentían las bocinas de algunas sirenas, y en el puerto parecía haber bastante movimiento. Todo parecía indicar que se habían tragado el anzuelo de una explosión interna como causa de la voladura, pero era posible que no tardasen mucho tiempo en averiguar la verdad, por ejemplo, si aparecían muchos peces muertos por la zona; ello era indicativo de explosiones externas al navío, y entonces declararían la alerta total anti-submarina. Habíamos de apresurarnos en volver a lanzar los torpedos que nos quedaban y salir zumbando de allí.

No podía seguir sentado mientras los doce hombres de la cámara de torpedos sudaban como en una sauna para cargar los torpedos. Llamé a Fenstermarcher para que me relevase en el hidrófono, y me dirigí a la cámara de torpedos a terminar de ayudar en las labores de recarga. Era más dura la espera que el trabajo físico de acarrear las anguilas.


Pueblo de St Mary 06:15 horas

El sonido de la detonación de los tres torpedos lanzados contra el Acorazado británico por parte del U-2 llegó nítidamente al Pueblo de St Mary. El grupo de agraviados pescadores formado por McCallister, Jeremias Campbell y O'Doguerty con su hijo, se detuvo en seco.

-¿Habéis escuchado this? -exclamó el último- Viene del Noroeste, de Scapa.
-Cierto, ha sido una great explosión -terció McCallister- no parece que nos esté attacking aviación alguna, igual es la marina haciendo pruebas.
-Sí, esperemos que no haya sido el alambique de Carpenter el cojo -añadió O'Doguerty provocando un carcajeo general- Well, nosotros a lo nuestro, la marina ya hará su faena.

La lejana explosión no pasó desapercibida a los marinos alemanes en St Mary. Excelente, parece ser que el U-2 estaba haciendo bien su trabajo.

Harnish, siguiendo las órdenes del Sargento Löwe, localizó a la escuadra del Alférez Silberschaft. Tras cuadrarse militarmente, le informó al Alférez de su encuentro junto con Wulff con la anciana viuda Mingate. Esta les había invitado a un rápido almuerzo, que aprovecharon merced a la confianza recién ganada, para preguntarle sobre el pueblo. Resulta que en St Mary no había sucursal bancaria ni ningún edificio gubernamental. El banco más cercano era una sucursal del Bank of Scotland situada en Kirkwall, la capital de Mainland. Con la excusa de que debían hacer una gestión bancaria, preguntaron por la dirección exacta del banco, y según la mujer estaba siguiendo la misma carretera de St Mary a Kirkwall hasta el interior de la ciudad, después había que girar a la izquierda en la calle de la Catedral de Magnuss, y una vez rebasada laCatedral girar de nuevo a la derecha y esta nueva calle les llevaba al banco.

-Desde luego aquí no hay ningún banco -aseguró Siberschaft- pero debemos contrastar esa información. -Echándole valor, Silberschaft se acercó en solitario mientas el resto permanecían ocultos, a un hombre que vieron bajar por una intersección en una bicicleta. Con la mejor educación y en el mejor inglés que pudo, le soltó el rollo de que era un marinero polaco que se había extraviado y que debía ir al banco de Kirkwall a encontrarse con su patrón. El ciclista le vino a decir más o menos lo mismo que la señora Mingate a Harnish. Se despidió educadamente y regresó junto al resto.

Información contrastada -les informó- Kirkwall sólo está a 10 km y el banco abren a las 7 en punto, si nos agenciamos un coche en un cuarto de hora estamos allí, 15 minutos más para atracarlo y otros 15 de vuelta, es decir, en una hora podemos estar en la playa de embarque, con que vayamos cuatro es suficiente, los otros cuatro podéis seguir por aquí, y a la media hora agenciaros la oveja del establo aquél, acceder a la cantina y robar un par de cajas de wisky y después raudos a la playa de embarque. Llévanos junto a Löwe -le ordenó a Harnish.

Harnish los llevó al patio trasero de la casita de Anne, la jovencita que Nurberger estaba llevando al cielo. Escucha Löwe -le ordenó el Alférez contándole la información de la sucursal bancaria de Kirkwall- Yo junto a "Capone" Böhm, Wulff y Harold el loco formaremos una nueva escuadra, así que intercambiamos a Wulff por Müller. Hemos localizado un automóvil que parece en buen estado y tiene suficiente gasolina, lo cogeremos prestado y marcharemos por la carretera que va al Norte hacia Kirkwall; localizaremos el banco, lo atracaremos y regresaremos zumbando hacia la playa de embarque. Vosotros agenciaros la oveja, robad las cajas de wisky que podáis de la cantina, y acarrear con toda la comida que nos hemos agenciado. Calcúlalo todo para estar a las 8:00 en la playa de embarque, allí nos veremos. ¡Joder que pasa aquí! -exclamó Siberschaft tras escuchar los notorios gemidos de amor de Anne.

-Ya ve usted Alférez -le contestó Löwe- aquí el marinero Nurberger cumpliendo con su deber germano de expandir nuestra semilla allende los mares.
-¿Llevan mucho rato? -Preguntó Siberschaft.
-Pues ya van por el segundo asalto mi Alférez, como una media hora. Pero por lo que se oye, yo diría que va a haber un tercer asalto Herr. -Yo he sacado unas cuantas fotos- añadió Wulff mostrando orgulloso la cámara de fotos y con una maliciosa sonrisa. Por momentos, los gritos de la joven aumentaban en volumen, hasta alcanzar el grado de aullidos.

-¡Mein Gott! -exclamó el Alférez- van a despertar a todo el pueblo, ¡qué barbaridad!
-Ya sabe mi Alférez, estos pueblerinos son la polla -añadió Löwe- Por cierto, su escuadra es la mejor de la Kriegsmarine para atracar un banco, pero las órdenes de Herr Rot Smith no incluían ir a Kirkwall para nada...
-Así es -respondió Silberschaft- pero él no sabía que el banco está precisamente allí, y calibrando la situación es muy factible de hacerlo; esto son pueblachos pequeños, con pocos y gordos policías, siguiendo la audacia que él nos infundió está al alcance de la mano. Joder como grita la condenada, nos vamos de aquí pues me estoy poniendo cachondo. Ya sabe Löwe, ¡Gott Mit Uns! -ambos se estrecharon las manos con los codos flexionados. -Nos veremos en la playa Alférez- se despidió Löwe-

Silberschaft y sus tres hombres se dirigieron a una casa situada a sólo 50 m de la carretera de Kirkwall. Allí estaba el vehículo del que le hablase a Löwe, una berlina de cuatro puertas. Harold el loco para no perder la costumbre, ya había forzado su cerradura y comprobado que tenía medio depósito de gasolina.

Los cuatro se introdujeron rápidamente dentro, cerrando al unísono las cuatro puertas en una clara muestra de la precisión germánica. En veinte segundos Harold ya le había hecho el puente y lo arrancaba. Silberschaft iba delante y Udo Böhm y Wulff detrás. Resultaba extraño conducir un coche con el volante dispuesto a la derecha. -Estos malditos ingleses tienen que hacerlo todo al revés -masculló Harold mientras el vehículo saltaba el desnivel de la calle.
-Ya puedes decirlo -añadió Böhm desde atrás- por cierto, queréis unos puritos? Gentileza de aquella casa con la verja verde -al tiempo que ofrecía una cajetilla abierta a sus camaradas.

-Trae para acá, de algo hay que morir -contestó Silberschaft al tiempo que cogía uno. Los otros dos cogieron también otro. Embocaron la carretera de Kirkwall y tomaron la dirección Norte. Sólo habían recorrido un km, cuando una camioneta se les venía encima en contra dirección. Harold comenzó a accionarle el claxon y finalmente el conductor de la camioneta pegó un volantazo a su derecha y por esa misma cuneta se salió de la carretera rompiendo el parachoques frontal y la transmisión de su vehículo. Mientras, el aturdido conductor salió de la destrozada camioneta blasfemando hasta en hebreo dirigiéndoles impotente el puño hacia ellos.

-Habéis visto cómo iba el loco? -gritó Harold- estos escoceses lo único que deberían conducir sería una mula.
-Cierto -intervino Siberschaft- a esta gente les quitas el arado y ya no saben qué hacer.

A mitad de camino se topaban con un coche pequeño que también circulaba en contra-dirección. Nuevos golpes de claxon, gritos e insultos por las cuatro ventanas en inglés y alemán y finalmente el otro auto acabó en la cuneta de la derecha.

-Menuda gentuza -masculló el Sargento Böhm- esta gente hace lo que le sale de la punta del nabo, no entiendo como consiguieron forjar un imperio con lo palurdos que son.
-¡OSTIAS PIETRIN! -estalló Silberschaft como si hubiera descubierto algo muy importante- ¡Que está gente monta el volante a la derecha porque conducen por la izquierda! Rápido Harold! -al tiempo que con su diestra forzaba el volante para que el auto embocase el carril izquierdo.

Harold se dejó llevar el volante a la izquierda -¡Tiene razón mi Alférez! ¿Cómo no habemos caído antes en ello!
Wulff suspiró y exclamó al mismo tiempo : "Para habernos matado".


6:40 de la madrugada. Interior del U-2

Habla el Kaleun Smith Rot

Tardemos 25 minutos en cargar los dos torpedos en los tubos. Acabemos sudorosos y exhaustos, pero había valido la pena. Dos minutos antes ya había ordenado a Kruguer que nos llevase a cota periscópica. Alcé el periscopio de ataque y fijé el nuevo blanco. Allí estaba el crucero pesado. A 15º por estribor nuestro, con una angulación de 165º a babor. Ideal también para lanzarle las dos anguilas con espoleta magnética por debajo de su quilla. Aquí dirigiríamos las anguilas al centro de la nave, entre la 1ª y la 3ª chimeneas. Salían ligeras columnas de humo de las mencionadas chimeneas, ello significaba que habían levantado presión en las calderas con el objeto de moverlo de allí. Realmente a 400 m de su costado de babor, yacía el Acorazado hundido en el fondo. Pero un buque de esas características, precisa de unas dos horas para que sus calderas alcancen la presión necesaria para mover los ejes de las hélices, y no íbamos a darle tanto tiempo.

Le ordené a Mandel que dirigiese el proceso de disparo desde el periscopio de ataque. Esta vez no nos íbamos a complicar tanto la vida, uno de los torpedos era eléctrico y el otro a vapor, así que ordené que ambos se programasen a 30 nudos de velocidad. Daría igual que viesen la estela de burbujas del torpedo a vapor, pues el Crucero no podía moverse todavía. Y era conveniente que ambos impactos fuesen al unísono.

Mandel confirmaba el hundimiento del Acorazado tipo Warspite. En cuanto al Crucero, le pareció leer Norffolk o Suffolk en la popa. Que vista tiene el tío. A continuación empezó a dictar las órdenes de tiro. Giróscopos 15º a estribor. 2º de angulación de salva. Profundidad 7 m (el calado real de los cruceros County era de poco más de 6 m) Velocidad 30 nudos. Abran compuertas 1 y 2. ¡FUEGO!

Inmediatamente ordené avante toda y nuevo rumbo en inmersión hacia el 150º. Poco más de un minuto después ambos torpedos explotaban bajo las salas de máquinas del Crucero produciéndole gravísimas averías. Nuevo estallido de júbilo en el interior. Ahora empezaría el baile de verdad. Eran las 6:43 de la madrugada...

(Continuará...)
Última edición por silverman el 11 Oct 2011 20:05, editado 1 vez en total.
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

...Continúa)

Uff, debo pediros disculpas camaradas :oops: , al repasar todo el relato me acabo de apercibir que omití por error el capítulo del atraco al banco, lo acabo de subir y como el total excede el máximo de caracteres permitidos, he tenido que dividirlo todo en dos mensajes.

Siento la omisión, pues sin esa parte el total no tenía mucho sentido; ahí va en primer lugar y reitero mis disculpas.

2ª PATRULLA - TERCERA PARTE

6:43 de la Madrugada. Carretera de Kirkwall

El estallido del Crucero Pesado cogió a la escuadra anti-banco del Alférez Siberschaft casi a punto de entrar en el término municipal de Kirkwall. Los cuatro marinos sintieron perfectamente el estruendo celebrándolo jubilosamente.
-¡Han podido lanzar la segunda salva! -exclamó Silberschaft- ¿Cómo se las habrán ingeniado para que no les ataquen después de la primera?
Udo Böhm añadió : "En parte nos beneficia la niebla, pero es una lástima, pues sin ella igual desde aquí podríamos ver los impactos, sólo deben haber unos pocos kilómetros de distancia".

Pocos minutos después accedían al municipio de Kirkwall. Comenzaba a clarear el día, y a despertarse el pueblo, podían verse transeúntes y ciclistas por sus calles. Harold aminoró la marcha para no levantar sospechas, aún así todas las personas con que se cruzaron, no pudieron evitar girar la cabeza al ver a cuatro tipos con gorras de marinero y un puro en la boca dentro de un mismo auto. Avanzaron por aquella calle que era la principal, giraron al llegar a la catedral de St Magnuss y tomaron la calle del banco hasta llegar a una plaza rectangular. Allí vieron claramente un edificio de dos plantas con el letrero "Bank of Scotland". Aparcaron en batería disimuladamente en la esquina opuesta de la plaza.

Habló Silberschaft : -Bien, todavía no son las 7. Nos quedaremos aquí vigilando hasta las 7:10 por ejemplo, para darles tiempo a los empleados a que abran bien y todo eso. -Tragó saliva- Después tú Udo y tú Wulff conmigo, salimos del coche ocultando las MP-38 debajo del abrigo. Yo llevo además una Luger, tú Udo también llevas una ¿no? -Sí mi Alférez respondió rápidamente Udo Böhm- Bien -prosiguió Silberschaft- tú Wulff supongo que llevas la carga de dinamita y las granadas...-¡Efectivamente Herr, cuatro granadas de palo concretamente! contestó el interpelado- No grites leche, bien, pues los tres tranquilamente nos vamos para el banco y una vez dentro primero echamos un vistazo disimuladamente, no sea que haya algo raro, y cuando lo vea adecuado, sacaré la MP-38 y gritaré que es un atraco, entonces vosotros me secundáis. Tú Harold, te quedarás aquí con el coche vigilando.

Harold contestó : -¿Porqué no puedo ir con Uds? Yo quiero entrar dentro.
-Eeee, no sé, -le contestó Silberschaft- pero en las películas el conductor siempre se queda en el coche, será por algo.
-Ah bien, entonces me quedo en el coche vigilando.
-O.K. Harold, pues una vez estemos ya con las armas apuntando, tú Udo vigilas el exterior, mientras Wulff nuestro experto en cerraduras, se encargará de reconocer y abrir la caja fuerte y yo rapiñaré todo el dinero que haya por allí encima y vigilaré a los empleados y demás clientela.
-Sin problemas mi Alférez -contestó con sonrisa burlona Wulff- seguro que será pan comido.

A las 7 en punto los empleados que ya estaban dentro abrían la sucursal. Todo estaba tranquilo, aunque el volumen de gente por la calle iba aumentando. Algunos se giraban al pasar junto al vehículo.
-¿Qué coño les pasa a estos pueblerinos? ¿Nunca han visto a nadie con gorra? -criticó Harold.
-Si no llevases la cara tiznada de estiércol igual no se fijarían tanto -le soltó Wulff provocando el carcajeo general.

A las 7:10 salían Silbreschaft, Böhm y Wulff del auto. Al segundo casi se le cae el subfusil al cerrar la puerta. Disimulando lo mejor que podían, saludando cortésmente a las señoras que se cruzaban, se dirigieron con paso lento y firme a la sucursal. Accedieron a ella con el alférez delante. Sólo habían dos clientes en el establecimiento. El alférez preguntó educadamente por el último de la cola. Como suponían, era el típico pueblo dónde nunca ocurre nada especial, con lo cual sus habitantes son gente confiada. El dinero estaba despreocupadamente dispuesto en los mostradores, no habían rejas ni nada parecido y la caja fuerte estaba al fondo y bien visible.

Por más que lo intentasen, la presencia de los tres marinos allí no dejaba de resultar peculiar. Böhm no paraba de mirar indisimuladamente al exterior, Wulff no le quitaba ojo a los mostradores y la caja fuerte del interior, y Silberschaft no cejaba de mirar a todas partes. El que silbasen como el que no quiere la cosa le añadía a la escena un extraño toque cómico. La anciana que les dio el turno, se los miraba mosqueada, nunca los había visto por allí y tenían una pinta de no saber donde estaban.

Cuando lo creyó oportuno, Siberschaft exclamó a pleno pulmón: -HANDS UP! THIS IS A ROBBERY! - Al instante los tres hombres sacaron los amenazantes subfusiles y encañonaron a todos los presentes. La anciana gritó pero al mismo tiempo le metió un bolsazo en la cara a Silberschaft volándole la gorra. Éste la empujó con el cañón del subfusil ante el azoramiento de ella y después disparó una ráfaga de un segundo al techo para intimidar a los allí presentes. Las ocho balas de 9 mm impactaron en el techo esparciendo por la estancia restos de yeso y cemento. Griterío general y una palabra que retumbó en el interior ¡GANGSTERS! ¡GANGSTERS!

Wulff saltó ágilmente el mostrador y empezó a requisar el dinero dentro de su macuto, Silberchaft obligó a tirarse a la anciana y al otro cliente al suelo en un rincón, recogió su gorra del suelo y seguidamente fue a ayudar a Wulff. Böhm de mientras se escondió detrás de la puerta de entrada vigilando el exterior. Los empleados no prestaron la mínima resistencia, y no bajaron las manos ni para rascarse. En 30 segundos todo el dinero de los mostradores ya estaba a buen recaudo. Vieron una pequeña caja fuerte detrás del mostrador, en poco más de un minuto Wulff logró abrirla ante la incredulidad de los empleados. Desafortunadamente apenas habían unos pocos billetes dentro, y muchos otros papeles y libretas de cobros que no les interesaban para nada.

-¡A por la grande Wulff -le ordenó Silberschaft-
-Jabowl -contestó raudamente. Se dirigió al fondo y comenzó a inspeccionarla. -Mi Alférez, es un modelo antiguo parecido a alguno que ya conozco, yo diría que podría abrirla en unos diez minutos por lo fino.
-Ya hemos perdido demasiado tiempo y hecho demasiado ruido, ¿Cuánto tardaríamos abriéndola a lo basto?
-Con la dinamita un minuto Herr. -¡Adelante! Le ordenó Silberschaft

En 30 segundos colocó los cartuchos de dinamita estratégicamente enganchándolos con chicle. Encendió la mecha y todos a esconderse detrás del sólido mostrador. La explosión fue de órdago, todo el mobiliario saltó por los aires, el tabique contiguo reventó y se desplomó hacia el inmueble anexo. También se desplomó una parte del techo. Las cristaleras y la puerta de entrada reventaron proyectándose al exterior en miles de pedazos. Dos empleados resultaron heridos de cierta consideración, y los clientes salieron despavoridos corriendo y gritando al exterior; la señora que le atizó el bolsazo a Silberschaft había visto volatizado su sombrerito y el moño lo tenía chamuscado y humeante.

Los tres marinos reacionaron rápidamente, el humo y el polvo dificultaban la visión y la respiración, pero los submarinistas estaban acostumbrados a estas difíciles condiciones. mientras Böhm continuaba vigilando, los otros dos se abalanzaron sobre la reventada caja fuerte y la desvalijaron. Sólo dejaron algunas monedas sueltas por aquí y allá.

-¡VAMOS! ¡TODOS AL COCHE YA! - Al mirar hacia el tabique derribado, pudieron ver que el inmueble de al lado era un simple comedor de una casa particular, en el cual en una mesa con el almuerzo preparado, se sentaban los cinco miembros de una misma familia; la matriarca estaba de pie con la tetera sujetada ridículamente en alto y todos los presentes y la mesa con sus viandas, estaban ampliamente rociados con una blancuzca capa de yeso y en estado catatónico.
Ante la surrealista escena, Silberschaft no pudo más que quitarse la gorra respetuosamente y exclamar : -Excuse the interruption, you may continue.
Salieron despavoridos en dirección al vehículo cuyo motor ya había puesto en marcha Harold el loco.

William Combs era el Sheriff de Kirkwall. No muy lejos del banco tenía su domicilio, contaba con 44 años, estaba casado y con tres hijos. Aquella mañana antes de las 7 le había despertado el teléfono. Resulta que un repartidor denunciaba que cuatro locos en un auto en contra-dirección, lo habían echado de la carretera a un kilómetro de St Mary's, quedando su camioneta inservible, por lo cual el alterado hombre suplicaba que le enviasen una grúa.

Nada más colgar, nueva llamada. Esta vez era de la base de Scapa, ¡Submarinos estaban atacando la flota! Ya habían hundido al Acorazado Warspite y al Crucero Norffolk, ¡Increíble! ¿No decían en la Navy que era la base más segura del mundo? De hecho hacía unas tres semanas que el mismísimo Sir Winston Churchill había inspeccionado las defensas con una nutrida comitiva. No entendía nada, vaya comienzo de día se le venía encima.

Combs llamó a Manning, uno de sus ayudantes, informándole del suceso de la carretera y ordenándole que se dispusiese a partir al lugar. Se vistió y aseó deprisa y tras despedirse de su mujer, salió a tomar un café y algunos bollos en la taberna de Logan. Se encontraba de mal humor debido a las molestias de una recurrente almorrana, y aquellas repentinas llamadas lo empeoró aún más. Entró en la taberna saludando al dueño. Comenzó a almorzar pausadamente. Tenía a su cargo a un total de 29 hombres, toda la policía incluyendo oficinistas, que había en la Isla de Mainland. Era un cargo de responsabilidad el suyo, y la casi única actividad que tenían era vigilar a los contrabandistas. La crisis económica todavía no se había superado, y como en las Orcadas no se producía Whisky (al menos de calidad, siempre había algún tarado con un alambique casero en el sótano) el trasiego de la apreciada bebida desde Escocia hasta las Orcadas en pequeñas y furtivas embarcaciones era algo habitual. Esto evidentemente, perjudicaba notoriamente a los empresarios bodegueros, los cuales no paraban de presionarle para que pusiera coto a aquella delictiva actividad.

Combs estaba harto. Tenía asumido que era imposible terminar con el contrabando. No al menos con los escasos medios que contaba. El presupuesto policial era escaso, sólo disponían de inadecuados revólveres Webley del 38 y viejas escopetas, a menudo los delincuentes iban mejor pertrechados. El Police Departament sólo disponía de dos pequeñas embarcaciones de 10 m de eslora para vigilar una isla de más de 500 km2, y de siete vehículos incluyendo la grúa. Y por supuesto, muchas bicicletas.

El pueblo de pescadores de St Mary's en concreto, era un nido de contrabandistas y traficantes. Era gente ruda y curtida la de allí, del tipo que si mirabas descaradamente a su mujer o a alguna de sus hijas, no dudaban en pegarte un escopetazo. Su antecesor en el cargo de Sheriff, se envalentonó e intentó por la brava acabar con el trapicheo de St Mary's. Ejecutó una redada masiva nocturna, y el resultado fue de 4 agentes muertos, 13 heridos graves (tres de ellos quedaron inválidos) y otros 3 pescadores muertos y más de una quincena de heridos graves, algunos de ellos niños. Aparte de dos casas incendiadas, tres vehículos policiales para el desguace etc, etc.

Como entre esta gente impera la ley del silencio y siempre se cubren entre ellos, sólo se consiguieron pruebas para mandar a presidio a dos de ellos por asesinato. Le echaron la culpa de los agentes asesinados a los tres pescadores muertos, normal. Dos meses después de la masacre, los niveles de contrabando volvían a ser los mismos de antes.
Combs pensaba que lo mejor era dejarles hacer mientras los niveles de su ilícito negocio no alcanzase lo escandaloso. Son frecuentes las malas temporadas de pesca, y gracias al contrabando podían salir adelante. Y si salían adelante no daban problemas.

Con el estallido de la guerra estaban llamando a filas a la mayoría de hombres jóvenes, por tanto, la generalidad de la población era de mujeres, niños y hombres mayores de 40 años. Por eso le extrañaba el suceso de la carretera, esta gente no se emborrachaba y cogía el volante para hacer el gamberro.

Levantó la vista al observar cierto revuelo en la calle, cuando una joven abrió bruscamente la puerta de la taberna para exclamar : -¡Sheriff, Sheriff! ¡Han disparado en el banco!
Se le derramó el café sobre la camisa y levantose torpe y alarmadamente. -¡Put in en la cuenta Logan! -Tranquilo jefe, no problem- le contestó el dueño.
-Me cagoenRRoss! -maldijo Combs al tiempo que acaparaba con las manos los bollos y se ajustaba el correaje saliendo de estampida a la calle. Entre el dolor de la almorrana y su obesidad no podía correr mucho, así que se dirigió al vehículo oficial que tenía aparcado cerca de su domicilio. Todavía no lo sabía, pero estaba a punto de tener uno de los peores días de su vida. Abrió la portezuela del auto y asió el comunicador de la radio. -¡Ian! ¿estás ahí? -Yes Sheriff- carraspeó el aparato.
-Tú y tus boys go inmediately al bank, se han escuchado tiros, yo voy for allá.
-¿Y Manning Sheriff? -contestó Ian por la radio.
-Manning y los suyos tienen trabajo en la road con la grúa -contestó- Dirigíos al bank, repeat, yo voy for allá. -O.K. Sheriff- contestó el auricular.

Combs condujo hacia la plaza, no accionó todavía la sirena, igual era una broma o váyase a saber, lo menos hacía 40 años que no se atracaba el banco. Cuando sólo se hallaba a dos manzanas de la plaza , se escuchó una enorme explosión. Combs frenó en seco el vehículo y escupió al unísono el medio bollo que tenía en la boca. Sacó medio corpachón por la ventanilla derecha tirando afuera el resto de bollos. Por encima del techo del coche pudo ver una alta y grisácea columna de humo elevándose sobre la manzana donde estaba la entidad bancaria.

-LA PUTA DE GOLDS! -exclamó atónito- No puede To be! -tardó unos segundos en reaccionar, abrió la guantera y puso a mano dos cajas con cartuchos del calibre 38, se le cayó el revólver al suelo, lo recogió y lo enfundó, etc. Finalmente arrancó y se dirigió nerviosamente a la zona mientras no cejaba en pronunciar la misma palabra -No, no ,no,no!

Cuando llegó a la plaza vio a tres individuos con atuendo y gorras de marino corriendo e introducirse en una berlina. El espectáculo era insólito. La puerta del banco se encontraba tirada en la acera opuesta, todo estaba salpicado de cristales, cascotes, humo, caos. Varios empleados deambulaban como idos, recubiertos de sangre y con la ropa deshecha. Todo el mundo corría y gritaba, especialmente Miss Melva McKenzie, a la cual en histérico estado, le salía humo de su peinado.
Combs salió del auto desenfundando el revólver, no se atrevió a disparar a aquellos tipos al haber tantos ciudadanos inocentes por el medio, se acercó al banco comprobando que estaba destrozado. medio pueblo se precipitaba hacia la plaza. Se encontró con dos de sus ayudantes, a los cuales ordenó introducirse con él al automóvil. Warren Fogg se puso al volante y arrancaron en el acto. No habían recorrido ni 50 metros, cuando se toparon con Colin, otro de sus agentes el cual se zambulló de cabeza por la ventanilla trasera izquierda al parar el vehículo para volver a arrancarlo quemando neumáticos.

Combs agarraba frenético el intercomunicador -Cuatro marinos hijos de perra acaban de robbery el bank -repitió esto tres veces- Warren, McCanna, Colin y yo los perseguimos con el car 1 girando over la Catedral de St Magnuss for Palace Road, probably los very hijos de perra cogerán la Dundas Street para salir a la Road de Holm, en dirección a St Mary's mal rayo los parta! Ian y los tres de tu turno coged el car 3 y go inmediately a la Road Holm, van en una berlina colour beige. ¡Manning! Ya deberiais estar en la Road de St Mary's, if me escuchas preparaos porque probably pasarán for your lado! Central, mandad a los restantes francos de servicio a la plaza del bank, avisad a los services sanitaries y a los bomberos, We have much heridos.

Tanto Manning como la central de la comisaria respondieron confirmando el recibo de las órdenes. En el cruce de Dundas Street con St George Street, estuvieron a punto de embestir al car 3 del turno de Ian. Ambos coches frenaron en seco. Combs sacó su corpachón por la ventanilla del copiloto -¡TIRA, TIRA, GO! ¡DON'T STOP! - al tiempo que señalaba con todo el brazo izquierdo hacia adelante. El coche de Ian frenó delante del de Combs, de manera que se puso por delante en la persecución. Las sirenas azules bramaban y lucían a toda potencia, los ciudadanos se asomaban estupefactos a las ventanas no acostumbrados a un espectáculo como aquél.

Tras salir por piernas del banco, los tres marinos germanos accedieron de golpe a la berlina cerrando con sendos sincronizados portazos. Precisión alemana. -Dale cacho Harold -ordenó Silberschaft al conductor-
-Jabowl Herr Fänrich! -contestó Harold el loco al tiempo de arrancar chirriando neumáticos en el asfalto.
Habló Udo Böhm : Menos mal que Wulff nos avisó de la potencia del explosivo y nos tapamos los oídos dejando la boca abierta, aún así me pitan grossen.
-No había más remedio si queríamos abrirla rápido -continuó Wulff- seguro que más de uno se ha quedado sordo. Tenemos un buen botín no kamaraden?
-Id ordenándolo y contándolo si podéis -ordenó Silberschaft- Los tres comenzaron a poner orden en sus macutos.
- Scheisse! -exclamó Harold- Ya se oyen sirenas, nos persiguen kamaraden. Si es que ya es pleno día, que asco de misión. -Los otros tres afirmaron al mismo tiempo que ellos no oían nada.
-Si no me extraña con el bombazo que habéis metido, menos mal que no estaba Müller el hidrofonista, hubiera quedado inútil para su especialidad. Todavía no se ven, agárrese la tripulación que vienen curvas y vamos ahead flank.


Pueblo de St Mary's 6:43 de la madrugada.

El grupo de agraviados habitantes con escopeta al ristre, se toparon con Jhon McLauling y su primo. El primero llevaba una escopeta y el segundo una azada.

-A vosotros también os han robbery el launch? -les preguntó McCallister.
-Good morning -contestó Jhon McLauling- Comida I don't now, pero lo que sí me han birlado es un par de cajetillas de puros, y this ya es motivo de muerte.
-Of course -contestaron asintiendo McCallister, O'Doguerty y Campbell. Go por la izquierda, que nosotros ya iremos por la right.

Entonces se escuchó el estampido provocado por los dos torpedos al Crucero Pesado. Al poco, en la base de Scapa comenzaron a lanzarse bengalas iluminantes al aire y las sirenas bramaban anunciando muerte.
-Ouh Dear! -exclamó O'Doguerty- Qué la Navy está de party today?
-Humm, I don't now, pero está siendo un día very raro -remató Campbell.

A poco más de un kilómetro al Oeste de St Mary's, en la playa, Sean McElroy y su hijo Billy de 14 años descargaban whisky de contrabando. -Look apá -dijo el adolescente señalando al punto dónde se divisaban las bengalas- Fires artificials, beatiful navy party.
-You are tonto, a saber que pasa there, nosotros a lo nuestro -le contestó el padre.
-Yes apá, incoming -obedeció el hijo.

En St Mary's la improvisada escuadra escopetera cruzó delante de la casa del viejo Cass McNamara. Este se sentaba en su mecedora del porche delantero, con su RossMary (era el nombre que le daba a su escopetón) en el regazo como si fuera un bebé. El hombre contaba con 85 años y era el más viejo del lugar.
-Good morning Sir McNamara -le saludaron todos- How are you?
-Morning pollos, aquí tomando el fresh ha, ha, ha -se mofó el anciano- If esos espanta-viejas son polacos, yo soy la reina de África HA, HA, HA -se carcajeaba mostrando ostensiblemente su único diente.
-Los ha podido ver Mister McNamara? -le preguntó McLauling.
-Of course! a ver if te piensas que I am are un viejo chocho.
-Le han robbery something? -le preguntó Campbell.
-JÁ! Ni se han atrevido a acercarse, les meto un cañonazo with me RossMary aquí present que los avio -seguidamente se medio incorporó de la mecedora para lanzar una monstruosa ventosidad que habría espantado a cualquiera no avezado en estas situaciones.
-Ya vemos que sabe defenderse -le dijo O'Doguerty- but cómo sabe que no are polacos? No desvaría usted ya?
-Phil, O'Doguerty, Bannister, si no fuera porque igual eres my hijo, te metía una good perdigonation, esos no son polacos, ni ingleses de Inglaterra, son boches camuflados.
-Ya estamos con esa manía! Usted no es my father y point final. No juegue con ciertos temas! -se exaltó O'Doguerty
-Con la que jugué hace más de 40 years fue con tu mother palurdo, así que vete a saber, pollo ha, ha, ha. -se desternillaba el viejo.
-te vas a enterar you...-comenzó a amenazar O'Doguerty con su escopeta. El viejo McNamara inmediatamente se puso serio.
-Qué te pasa pollo, acaso quieres pelea? -viendo que O'Doguerty insistía en su pose, el anciano se levantó sin pensárselo más y disparó una perdigonada que pasó 30 cm por encima de las cabezas de todo el grupo. Inmediatamente todos salieron corriendo a rastras dispersándose.
-De nada vecinos, vuelvan cuando quieran -vociferó el anciano- y a tomar por culo! Y la próxima vez acaben de vestirse!
-Que pasa apá? -se sintió una voz femenina desde dentro de la vivienda.
-Nothing hija, he tenido que espantar a unos mosquitos con la RossMary. Ha, ha, ha.

El sesentón Alfred Applegate con su fusil Lee Enfield reglamentario y el cincuentón Tom McLeod con su escopeta se unían al grupo. -Han pasado por mi house, eran cuatro pero no se han atrevido a entrar -les informó Applegate.
-Y a ti Tom, ¿what te han hecho? -preguntó Campbell a McLeod.
-A mi nothing, but he sentido jaleo y yo me apunt si hay que pegar tiros!
McLauling se dirigió a Applegate señalando el Lee Enfield : -Si te ven ese fusil te lo confiscan, this es un arma de guerra.
-Me van a confiscar los webos -respondió Applegate- yo defenderé mi house y my familiy con todo lo que tenga a mano, aunque sea un tanque.
-Bien dicho Alfred -secundó McCallister- pongámonos en marcha, ya is de día y no podrán esconderse much time.

Eran ya las 7 de la mañana y Nurberger continuaba copulando con Anne para impaciencia de sus compañeros. Müller fue el primero que avistó al grupo de lugareños armados acercándose. Avisó al Sargento Löwe y a Harnish, cubriéndose todos en posiciones defensivas. Los lugareños detectaron actividad en la casa de la joven, de manera que consensuaron un acercamiento discreto separándose en dos grupos de cuatro, Avanzaban con sigilo cubriéndose mutuamente aprovechando los obstáculos del terreno y edificaciones.
-Maldita sea -masculló Löwe- estos viejos saben lo que se hacen, seguro que estuvieron combatiendo en la Gran Guerra, como no nos espabilemos las vamos a pasar putas. Se están acercando demasiado, ¡Müller, Harnish! disparadles a la que tengáis un buen blanco.

Harnish, que tenía el Kar 98 fue el primero que disparó al grupo que se estaba situando en la casa de enfrente, a unos 25 metros, falló el tiro por poco. Los cuatro hombres reaccionaron cubriéndose y comenzaron a disparar en el acto. Una lluvia de perdigones cayó sobre el patio y la casa. Un segundo grupo de cuatro se apostó a la derecha del primer grupo, tras unos árboles y unos montículos situados a unos 50 metros de la casa de Anne. Entre éstos estaba Alfred Applegate con su fusil Lee Enfield. Poco después comenzaron a disparar sobre los tres alemanes también.

Afortunadamente para estos, la mayoría iban armados con escopetas de perdigones, Campbell era el único que portaba cartuchos con bala maciza, McCallister disponía de cartuchos con 4 ó 5 postas, y el resto con perdigones adecuados para la caza de aves. Amén que dos de ellos iban armados con una azada y una lanza improvisada. En el grupo "Norte" Alfred Applegate le prestó su excelente pistola Browing de 9 mm al primo de McLauling que llevaba la azada, pero desde 50 metros la pistola era poco efectiva.

-Aguantad, aguantad, dejad que gasten munición -les decía Löwe a sus hombres- disparad seleccionando el tiro.
Los germanos disparaban tiro a tiro o ráfagas cortas, sólo llevaban 3 ó 4 cargadores por hombre, la munición no era abundante. Aquello no era una película, los proyectiles silbaban traidoramente a su alrededor, rompían maderas, piedra, cubos y cualquier cosa con la que topaban, el polvo que levantaban unido al humo de sus propios disparos dificultaban la visión, no se podía apuntar bien. Las MP-38 eran excelentes, podían apoyarse cómodamente sobre cualquier superficie y apuntar, exponiendo el mínimo de superficie corporal. Su accionamiento era suave y el arma tenía casi nulo retroceso en tiro simple, la única pega era la relativa poco potencia del proyectil de tipo pistola. En cambio las escopetas imprimían un salvaje retroceso sobre el hombro del tirador, y los perdigones eran poco efectivos más allá de los 25 metros.
-Dita sea! -mascullaba O'Doguerty dirigiéndose a McCallister- debí haber cogido la munition de postas como you, ahora es tarde.
-Dispara con lo que tengas Phil -le contestó McCallister sin dejar de disparar su arma- al menos los acojonas y not asoman la face!
Harnish con la carabina K 98 le acertó con un disparo en la clavícula derecha a Jeremias Campbell; el proyectil entró y salió limpiamente rozando el hueso. Pegó un berrido y continuó accionando su arma, aunque más despacio. -Malditos bastardos hijos de perra! -maldijo- estáis muertos!
O'Doguerty le prestó un momento su escopeta a su hijo y fue a atender a Campbell. Le hechó whisky de su petaca en la herida, y con un trozo de tela se la taponó lo mejor que pudo.
-Dita sea! -vociferó Campbel- igual han violado a la maestra, hay una window open, seguro que se han metido dentro. Gracias Phil.
-Esperemos que no le hayan hecho nothing -replicaba McCallister- no nos pongamos en lo peor.

El grupo de detrás de los setos, avanzó unos metros con el cubrimiento de Applegate con su Lee Enfield. El primo McLauling le sugirió antes que le dejase utilizar a él el fusil tras comprobar la escasa visión del sesentón Applegate, pero éste le repuso : "El fusil es como la mujer friend, no se le puede dejar a nadie" Como la pistola Browning y las escopetas de perdigones de los otros dos no eran eficaces a aquella distancia, resolvieron avanzar hacia un bajo montículo que estaría unos 20 metros delante, a unos 30 de la casa. Al hacerlo, un proyectil de 9 mm parabellum disparado por Müller atravesó la mano derecha de Jhon McLaulingy incidiéndole después en el pectoral derecho, aunque con poca fuerza. Jhon pudo aún correr lo justo para tirarse al suelo detrás del montículo.

Otro proyectil de Müller alcanzó en el vientre a Tom McLeod, el cual quedó tirado en el suelo hecho un ovillo. Los restantes lugareños intensificaron el fuego sobre los germanos y jalearon a Tom, el cual penosamente comenzó a reptar hacia adelante, finalmente el primo de McLauling salió de cubierto y lo arrastró por las axilas hasta el montículo.

Alfred Applegate salió de detrás del árbol que le escudaba disparando el fusil desde la cadera y a toda carrera gritando como un poseso. Llegó al montículo sin novedad. Tenían dos hombres heridos, pero ahora estaban más cerca.
-Qué huevos tienen estos viejos -exclamó Harnish- ¿Y si les decimos algo sargento?
A continuación gritó Löwe: -¡Hey ustedes! no queremos herir a nobody more, tenemos abundante munition y mejores armas, only queremos marcharnos de aquí! We are pescadores polacos en la miseria, only queremos algo de comida y bebida, no vamos a rendirnos, así que to be mejor que nos dejen marchar antes de que les matemos a todos!
-IF NOT QUEREMOS QUE OS RINDAIS IDIOTS! -replicaba Applegate- come on mataros a todos como a perros, así que dar la face como hombres!
-You pensais que vamos a hacer like vosotros? -remató McCallister- que rendisteis vuestro pais en dos semanas a los boches, cobardes! ¡THIS, IS, SCOTLAND!!! Y HABEIS BEBIDO MIERDA AL VENIR HERE! -Seguidamente los lugareños arreciaron con sus disparos sobre las posiciones de los tres submarinistas.

-Jodeeeer -masculló Harnish cubriéndose apurado, espalda contra un muro bajo- menos mal que no saben que somos alemanes.

A continuación tuvo lugar un suceso singular. Paulatinamente, los jadeos de Anne desde el interior de la casa llegaban al exterior con mayor intensidad, creciendo en volumen y longitud. Todos los hombres dejaron de disparar poco a poco y se pusieron a escuchar. la respiración de la joven fue haciéndose más pausada y profunda, transmitiendo un placer indescriptible; los gemidos llegaron a ser estridentes y finalmente se convirtieron en auténticos aullidos.
Los lugareños comenzaron a mirarse unos a otros atónitos sin articular palabra. O'Doguerty le tapó los oídos a su hijo con ambas manos ante el desagrado del joven. Finalmente llegó el estallido final con un sonorísimo "OOOOOOhhhh" entremezclado con expresiones del tipo "more, more" "Give me, Give me" y "FucK me" que se extendieron durante un minuto.


Finalmente McCallister habló: "Well, violación lo que se dice violación no lo parece..."
-¡Saints and Sinners for God! -exclamó Applegate agazapado detrás del montículo- menudo meneo le han metido a ésa! -Yo me he puesto cachondo -añadió John McLauling herido en el suelo. -Y parecía una mosquita muerta.
-Pues le acaban de quitar todas las tonterías de golpe -sentenció su primo.

En el otro bando Löwe se dirigió a Harnish: "¿Cómo va el tanteo?"
-Creo que éste es el tercer asalto de Nurberger y el cuarto de la chica -contestó-
-Cagaden Grossen! -reventó Löwe- Harnish! da un rodeo a la casa con cuidado y métete dentro por la puerta principal, ¡sácalo de ahí aunque sea a rastras! Te cubrimos!

Harnish cumplió la orden. Afortunadamente Wulff antes de irse con Silberschaft, había abierto la cerradura de la puerta principal de modo que pudo entrar fácilmente. ¡Mein Gott! En el interior de la casa se acumulaban los desperfectos causados por los proyectiles. Los dos tortolitos no parecía que se hubiesen percatado de nada. Entró en la habitación y allá estaban los dos inmóviles, ella boca-abajo y Nurberguer encima y babeándole la espalda. Lo sacudió y levantó a la fuerza, ayudándole a vestirse. A Nurberger le costó activarse, finalmente a medio vestir la abrazó y se despidió de la joven. "I can back for you some day my love"
-Please don't go -le suplicó ella mirándole a los ojos.
-I can not baby, I must accomplish my duty wich my Kamaraden. When finish this war, I return for you. -La besó efusivamente, cogió su camisón y sus bragas del suelo guardándoselos en el macuto y allí la dejaron desnuda y espatarrada sobre la cama. Salieron agachados y corriendo de la casa hasta parapetarse detrás de la valla. Enfrente tenían al grupo de McCallister.

-Muy bien Romeo -le gritó Löwe- hay que flanquearlos por la derecha, primero cubridnos que vamos hacia donde vosotros, allí os cubriremos nosotros y vosotros cruzad la calle cagando ostias y penetrar en la parcela de enfrente, una vez allí vosotros rociad de plomo a los de enfrente y nosotros cruzaremos la calle siguiendo vuestros pasos. ¡Atended! lo vamos a hacer bien y no va a pasarnos nada, vamos a salir de aquí con valor y unidos. Adelante!

Los cuatro marinos cumplieron al pie de la letra aquel plan, los sorprendidos lugareños reaccionaron pero tarde, cuando Harnish y Nurberger cruzaron la calle y se posicionaron enfrente, McCallister y compañía quedaron expuestos. Campbell recibió de Nurberger dos disparos de 9 mm en el torso quedando tirado en el suelo. Aprovechando un momento en que tanto McCallister como O'Doguerty debían recargar sus escopetas, los dos submarinistas se lanzaron rapidísimamente al asalto cuerpo a cuerpo. Harnish fue el más rápido propinándole un puntapié a O'Doguerty en el estómago tirándole al suelo saliendo su escopeta despedida por los aires, nada más colocar la pierna en tierra, le soltó un manotazo de revés al hijo de 15 años que se abalanzaba con la lanza casera sobre él, la lanza salió despedida en una dirección y el chaval por otro.
Nurberger tiró al suelo a McCallister, pero este desde allí y en mala posición disparó su escopeta alcanzando a Harnish. Nurberger recogió del suelo a su compañero pasándose su brazo derecho por encima de sus hombros, y manejando la MP-38 con sólo la mano derecha; disparó una larga ráfaga sobre McCallister. Desafortunadamente, sólo con una mano no pudo sujetar bien el arma, de manera que todas las balas se perdieron. McCallister aprovechó para agachado, correr a refugiarse detrás de la casa.


Mientras tanto Löwe y Müller habían cruzado también la calle y se reunieron los cuatro. Arrastraron al herido Harnish hasta ponerlo a cubierto. -No es nada -intentó tranquilizarles desde el suelo- en un momento me repongo.

Löwe lo examinó. Hacía años había sido masajista en un equipo de fútbol, entendía de roturas, sabía hacer vendajes y curas de emergencia, pero una herida de bala era algo más serio. Comprobó que una de las postas le había alcanzado entre el intestino grueso y el codo inferior izquierdo del estómago, no sangraba demasiado, de modo que le hechó Whisky encima (habían rapiñado un par de botellas de aquí y de allá) y le practicó un fuerte vendaje alrededor del vientre. Harnish pudo incorporarse y andar por sus medios, pero no podía correr mucho. Müller se hizo cargo de su Kar98 y de su macuto.

Habló Löwe: "Nada de dormirse, hemos de movernos sin parar, nuestro error ha sido permanecer estáticos tanto rato en la casa de la...novia de Nurberger. Herr Kaleun nos lo dejó clarito: Sed audaces y no os paréis. Ahora mismo a la puta carrera hacia la casa de enfrente, tira de Harnish -dirigiéndose a Nurgerger- Müller y yo iremos detrás cubriéndoos. ¡Ya!"

Los cuatro marinos alcanzaron la siguiente casa en un santiamén. -Se llama Anne y es una de las maestras de Kirkwall -dijo Nurberger al volver a estar a cubierto. "por mi culpa hoy va a llegar tarde a la escuela.." añadía.
-Bueno, pero seguro que da la clase más contenta que nunca -masculló Harnish desde el suelo.

Sintieron ruido a sus espaldas; se giraron y vieron en el porche de la casa a la que seguramente sería la dueña, blandiendo una escopeta. Corrieron a cubrirse en la zona posterior de la casa, no sin que antes la mujer les disparase una perdigonada sin consecuencias.

-Malditos bastardos! -gritó la treintañera mujer- mira que attacking a una pobre e indefensa mujer!

Se situaron en una esquina posterior de la casa, pero sintieron como la dueña atravesó la vivienda para posicionarse en la ventana de la habitación posterior, bloqueándoles el paso desde allí. Cada vez más gente salía a los jardines, algunos de ellos con armas y empezaban a confluir organizadamente sobre los cuatro submarinistas.

Harnish, sentado y apoyado sobre la esquina de la vivienda se dirigió a Löwe: "Déjeme aquí mi Sargento, no quiero seguir; herido y sin armas igual se apiadan de mi; no puedo con mi alma y por mi culpa os retrasaré y estos bestias acabarán con todos nosotros. Sin mi y corriendo tendréis bastantes posibilidades de llegar a la playa. Despídame de todos los Kamaraden y hágame el favor de darle esto a mi madre -se sacó la cartera de un bolsillo.

-¡Ni lo sueñes maldito granjero! -le soltó a la cara Löwe agarrándolo por una solapa- ahora mismo te vas a poner en marcha o de lo contrario te corro a patadas de aquí hasta la puta playa! Herr Kaleun nos dijo que fuésemos audaces y que siempre permaneciésemos juntos, y las cosas se han torcido cuando no hemos seguido sus órdenes! Así que o salimos todos de aquí o no salimos ninguno, ¿No sabes el lema del U-2? ¡No se deja a nadie atrás! Así que deja de lloriquear y la cartera se la darás tú a tu madre! Os voy a sacar de aquí cueste lo que cueste.



Carretera de Kirkwall a St Mary's. 7:35 horas

Los cuatro atracadores del banco marchaban a más de 80 km/hora por el irregular asfalto. Detrás de ellos a no mucha distancia, iba en primer lugar el vehículo policial pilotado por el agente Ian, y unos 20 metros detrás iba el del Sheriff Combs el cual pilotaba el agente Warren Fogg. Los dos coches de policía eran algo más potentes que la vieja berlina de los alemanes, de forma que finalmente se fueron acercando.
-¡Ya los veo! -Gritó Harold el loco visionando por el espejo retrovisor- Voy a toda Shiesse mi Alferez, esto no da más de sí.

Había abundante niebla, la visibilidad máxima podía estar en unos 600 m, pero a los 100 ya se veía lo suficiente como para disparar con plena eficacia.

-¡Mein Gott! -Gritó Silbreschaft- Chicos, corren más que nosotros, de modo que preparad vuestras armas, Harold! Pásanos tus cargadores de la MP-38. Tú sigue conduciendo ahead flank y con el timón a la vía; señores, cada uno de nosotros tres que se asome por su escotilla correspondiente, y procurando no caerse, que cada uno dispare sobre el primer coche perseguidor, tiro a tiro o ráfagas cortas, apuntad al motor o las ruedas. ¡Torpedo Loss!

De inmediato Wulff y Böhm desde las ventanillas traseras, y Silberschaft desde la del copiloto, asomaron el torso al exterior y apuntando con las MP-38 comenzaron a disparar sobre el coche del agente Ian. Los ocupantes reaccionaron de igual forma, así que los cuatro policías sacaron sus cabezas y brazos al exterior medio colgándose de las puertas, y comenzaron a disparar hacia los submarinistas. Incluso el piloto Ian, sacó con su diestra el revólver por la ventana y comenzó a disparar y conducir al mismo tiempo. -Very hijos of perra! -vociferaba Ian- Morid, tomad plumber!

Malhadadamente para los policías, utilizaban el revólver reglamentario Webley calibre 38, el cual era de duro accionamiento y no eficaz a más de 20 metros; uno de ellos disparaba con una escopeta, pero a más de 50 metros era totalmente ineficaz. Esto salvó seguramente a los alemanes de males mayores a pesar de la espectacularidad del tiro policial.

No era nada fácil apuntar bien en aquellas comprometidas posturas, recibiendo el vendaval correspondiente a más de 80 Km/hora y aguantando los continuos traqueteos y vaivenes de los baches de la carretera, de hecho era imposible apuntar bien. En esta fase de la persecución, los perseguidos no recibieron ningún impacto, por alguno de 9 mm en el coche del agente Ian. Sin embargo, cuando la distancia se redujo a 50 m, este último comenzó a recibir una lluvia de proyectiles. Los conductores empezaron a conducir en zigzag, intentando dificultar la puntería a los oponentes.

-Manning, Manning -gritó por el auricular de la radio Combs- We are pursuit a los very hijos de perra por la road de Homlslamb, llevan ametralladoras de mano y nos están disparando los very cerdos, acabamos de pasar la Granja Orkney Wine, coloca los vehículos y la grúa en medio de la road haciendo una barricada, y get ready para dispararles con todo lo que tengais, no estamos very lejos de your position! Cambio. -recibido Sheriff y procedure, cambio y cierro- contestó Manning por el auricular-

Aproximadamente a medio camino entre St Mary y Kirkwall, se ubica la granja de Shearer, lugar donde el contrabandista Sean McElroy junto a su hijo de Billy de 14 años, acababan de llegar con su camioneta después de desembarcar en la playa un cargamento de whisky. La granja de Shearer la utilizaban como punto de distribución en tierra. Al sentir los ruidos de sirenas y disparos, salieron a la carretera.

Harold el loco hacía honor a su apodo zigzagueando con el coche y gritando a pleno pulmón : "iiiiiiaaahaaaa!!! ¡Quién decía que la marina era aburrida? ¡Si lo llego a saber me alisto antes! ¿Puedo disparar un poco Mein Fänrich?"
-¡Nein! -le contestó tajante Silberschaft- tú conduce y no despegues la vista de la carretera!

Tras doblar una curva a los McElroy se les presentó en primer plano la insólita persecución. Los coches derrapando, los ocupantes asomados fuera de las ventanillas disparando como posesos; los policías del vehículo de Ian daban puñetazos hacia adelante al mismo tiempo que accionaban sus revólveres, en un vano intento de ampliarles su corto alcance balístico. En el último vehículo se ubicaba el Sheriff Combs, el cual al interceptarle su linea de tiro el conducido por Ian, se limitaba a sacar extendido el brazo izquierdo blandiendo amenazantemente el puño y con medio cuerpo por fuera de la ventanilla. Estaba fuera de sí y maldecía hasta en arameo.

-Guauuuu!!! has visto apá? -exclamó lleno de juvenil júbilo Billy- igual que en las movies, que diver!!
El padre le atizó un pescozón -te calles tonto-l'haba, no tiene Bloody gracia. Ese coche parece el de los Bannister, no se si esos serán sus primos de Glasgow que tenían que venir a no se qué, vaya familia. Coge los bártulos y entra en la camioneta, nos vamos detrás de ellos.
-Que los podemos to pursuit disparándoles con la 'copeta? -le preguntó el hijo entusiasmado.
-¡Tú estás fool, voy a tener que talk seriamente con tu madre, a ver que hizo cuando me ausenté unos meses el year antes de tu nacer, cada day doubt more que seas mi hijo!

Finalmente, el coche del agente Ian fue acumulando una serie de disparos hasta quedar acribillado. El propio Ian recibió dos disparos en el pecho , uno en el hombro y cuando recibió el cuarto en la mejilla izquierda no pudo soportar el dolor y el coche se precipitó a la cuneta derecha estampándose con un montículo. Su acompañante tenía asimismo tres balas de 9 mm en el cuerpo, y uno de los de atrás había recibido un impacto en la parte externa del pulmón izquierdo. El vehículo tenía el radiador reventado, todas las ventanillas rotas y numerosos proyectiles habían alcanzado el motor. El agente Mannon que era el otro ocupante posterior y el único indemne, avisó por la radio de su posición y pidió tres ambulancias a la central de Kirkwall, tenían a dos agentes muy graves y a otro moderado.

-Malditos hijos de perra! -vociferó el Sheriff Combs al ver salirse de la carretera al coche de Ian- ¡Warren por God! Aproximation lo que puedas a esos bastards! Disparadles all el plumber que tengáis!!

El coche del Sheriff tomó el relevo del de Ian, y todos los ocupantes, hasta Warren el conductor, sacaron sus extremidades por fuera y comenzaron a disparar a la berlina conducida por Harold.

-Voy a lanzarles las granadas Herr! -le gritó Wulff a Silbreschaft- ¡Buena idea! -le contestó aquél.
Wulff cogió una de las granadas de palo, tiró de la anilla y la lanzó al asfalto delante del coche perseguidor. La granada tenía un mecanismo de retardo de 8 segundos, y a la velocidad que se desarrollaba la acción, era mucho tiempo; el coche de Combs pasó por encima de la misma, y cuando ésta estalló era la camioneta de los McElroy, unos 120 m por detrás, la que estaba encima de ella; la detonación levantó la camioneta casi un metro y con la velocidad que llevaba voló unos cuantos más antes de estamparse en el firme y salirse volcada por la cuneta.

-Suputa Motheeeeeer! -gritó Sean McElroy mientras iba por los aires. Padre e hijo salieron pesadamente por la puerta derecha, el lado que había quedado arriba. Sean tardó un par de minutos en recobrar el pleno sentido. El hijo daba saltos de alegría "nunca habíamos hecho nothing similary apá, ha sido too much!" El minuto siguiente transcurrió con el padre persiguiendo al hijo por la carretera para darle una paliza. El casi cincuentón hombre al final tuvo que desistir para recobrar el aliento. "Ya te engancharé cuando tengas hambre y vuelvas a casa, 'esgraciao"-le amenazó. Ninguna de las botellas de la caja de whisky que habían dejado en la camioneta para "uso personal" se había salvado. -Esta me la pagan como que me llamo Sean McElroy Connery -juramentó besando su anillo familiar.

Ahora era el auto de Combs el que empezó a recibir el castigo de las MP-38 germanas. reventaron los faros, el parabrisas, se descolgó el parachoques y Collins recibió un balazo en el estómago. Combs fue alcanzado por una bala en el brazo derecho por debajo del hombro; el proyectil entró y salió sin casi tocar el húmero, de modo que aún dolorido continuó disparando.

Wulff lanzó la segunda granada; Warren la vio y dio un volantazo para esquivarla , estalló a unos seis metros sin afectarles mucho y a duras penas pudo después enderezar el coche siguiendo la carretera. -Esto no está pagado Sheriff! -le dijo asustado a su jefe agachando la cabeza sobre el volante.
-Calla y follow corriendo! -le contestó Combs. La tercera granada de Wulff estalló a unos cinco metros por detrás; nuevo volantazo y enderezamiento. Otro disparo alcanzó en el vientre a Collins, dejándolo definitivamente fuera de combate. El agujereado radiador perdía agua, una bala incidió en la sirena rompiéndola, aunque la señal acústica siguió funcionando más lenta y ridículamente.

-Nos estamos quedando sin agua Sheriff! -anunció Warren- se está calentando demasiado el motor!
-Más caliente estoy yo! Follow, follow, Don't stop! Dale hasta reventarrr!

La berlina "alemana" había asimismo encajado algunos impactos, principalmente en el maletero. La elipsoide ventanilla trasera estaba hecha añicos, pero los hombres se encontraban intactos aunque escasos de municiones. El piso del interior de la berlina estaba lleno de cartuchos vacíos de 9 mm Parabellum, debiendo estar atentos a no resbalar al apoyar los pies encima. Finalmente, la cuarta granada de Wulff estalló a un metro de la rueda delantera izquierda del vehículo perseguidor, reventándola y precipitando a Combs al interior cayendo de espaldas sobre Warren; éste irremediablemente, perdió el control del auto y se salieron de la calzada, recorriendo 20 metros hasta estrellarse con unas rocas y dar una vuelta de campana.

-Torpedo traffac! -exclamó jubilosamente Wulff. Los submarinistas metidos a atracadores celebraron aquel éxito. Parecían libres ahora, pero...nada más doblar una abierta curva y un pequeño cambio de rasante, vieron 100 metros delante a un coche-grúa y otro de policía como los que les acababan de perseguir, formando una barricada en la calzada.
-No hay problema Herr! -saltó Harold el loco- agárrense a lo que puedan que voy a embestir magistralmente al coche de policía! -No me funken Harold! -le espetó Silberschaft! -Estás seguro de lo que haces?

Los tres acompañantes sacaron medio tronco por las ventanillas disparando a los cuatro agentes que se parapetaban tras los dos vehículos bloqueantes. Muy hábilmente, Harold fue frenando a trompicones y derrapando a la vez, hasta embestir a 30 km/hora la rueda trasera-izquierda del coche de policía al límite de la cuneta con la calzada. Como había calculado, el bloqueante se apartó dando un salto, quedando paralelo al sentido de la marcha, pudiendo la berlina "alemana" proseguir la ruta. Un par de disparos ingleses destrozaron el parabrisas delantero, y Udo Böhm acertó a un policía de lleno con una ráfaga a corta distancia de su MP; cuatro balazos en el tronco lo dejaron muy malparado en el asfalto, aunque para su fortuna ninguno lo alcanzó en un punto vital. Otros dos agentes rodaron por tierra tras el choque con el vehículo, pero rápidamente se recobraron y se zambulleron dentro del mismo. Manning se puso en el asiento del copiloto y agarró el intercomunicador. Llamó a la central informando de lo sucedido y pidiendo una ambulancia. "No nos quedan ambulancias disponibles" le contestaron.

-Pues pidan ayuda al Hospital militar, esto es una debacle! -chilló por el auricular.
-El hospital militar está colapsado por los múltiples heridos de la marina, parece ser que ha penetrado como mínimo un submarino en la base y ha hundido a dos grandes buques -le respondían de la central.
-Joder, Joder! ¿Pero qué diablos pasa hoy aquí? -maldijo impotente y desesperado.
Dejaron al herido en el suelo, asistido por el civil dueño de la camioneta siniestrada que les había llamado pidiendo una grúa antes de las 7:00. El civil se puso como loco al volver a ver la berlina "asesina": "This, son this los hijos de perra! Machacadlos, destroid a todos! -señalando con el índice.

Ya estaban llegando a St Mary's. Harold tomó la cerrada curva a la izquierda, que conducía a la fachada marítima del pueblo al límite de adherencia neumática, a unos 80 metros por detrás venía el coche de Manning con los tres agentes que quedaban ilesos, disparándoles infructuosamente. Silberschaft ordenó a Harold que girase a la izquierda en la calle que transversal al pueblo, llevaba al establo donde habían localizado a la oveja que deseaban "agenciarse". El Alférez suponía que por allí debían estar los de la escuadra de Löwe, aparte que prefería despistar a los policías y en medio del pueblo era más fácil.

Harold pegó un oportuno golpe de volante y enfiló derrapando la referida calle. Al llegar a la primera travesía, ordenó el Alférez de nuevo a la izquierda y nuevo escandaloso giro. Algunos lugareños ya disparaban contra ambos coches. En realidad, cuando los ocupantes de las casas de la parte Oeste del pueblo vieron y escucharon al coche de los agentes, pusieron inmediatamente en marcha el plan "anti-redada". Tenían una campana específica para ello, que tocándola en una forma peculiarmente convenida, esparcía a los cuatro vientos la convenida señal de "policías de redada en el pueblo". Si ya ante los acontecimientos previos, el pueblo estaba en alerta, ahora aumentó aún más si cabe. Se cerraron puertas, ventanas y portillos en todas partes, se sacaron escopetas, pistolas y hasta minas y granadas de sus escondrijos, todo el mundo corría a sus puestos defensivos preestablecidos, a la vez que corría por todos los rincones las mismas palabras a grito pelado :"AGUA, AGUA, WATER, WATER, POLIZONTES EN LAS CALLES!!

Eran ya las 7:40', y a esta hora habían regresado de faenar o de contrabandear según el caso, bastantes de los hombres más jóvenes, algunos habíanse apresurado al escuchar los disparos desde la playa y el malecón de St Mary's.

La escuadra de Löwe mientras tanto, había progresado. Tras cantarle las cuarenta a Harnish, idearon un plan para salvar el obstáculo de aquella mujer con su escopeta. Müller lanzó una gran piedra sobre el cristal de la ventana donde se parapetaba, justo al doblar la esquina, y al instante Löwe dió un brinco y asió el largo cañón del arma por su extremo, forcejeó un segundo con la valiente mujer, y con un fuerte tirón se la arrebató de las manos. Siguiendo a la escopeta, vino el puño derecho de la mujer descargándole un intencionado puñetazo a Löwe en la cara. Este trastabilló hacia atrás conservando el equilibrio y el arma recién aprehendida.

-Maldita sea! -masculló apretándose el lugar del porrazo- You are a fool -le contestó.
-Fool? -le replicó la matrona- Cuando arrive my marido te vas a enterar quién es el fool cobarde!
Löwe inutilizó la escopeta golpeándola contra un muro y los cuatro salieron de allí por piernas. "Tirad al Norte, vamos hacia el establo" -Les ordenó- "es mejor no ir por el Este y pasar por la puerta de aquel viejo loco de la mecedora"

Dos manzanas más arriba y una a la derecha, se plantaron en el establo de las ovejas. Entraron Nurberger y Löwe; el primero era también granjero, aunque de vacas, y sabía perfectamente cuál era la oveja escogida. La cogió y se la puso encima de los hombros, con las patas colgando por encima de sus pectorales. Al girar por un lateral del establo, se toparon con el que parecía ser el dueño; era un hombre mayor con una muleta en un brazo y una escopeta en el otro, Löwe le quitó la escopeta, le propinó un puntapié en la espinilla de su pierna buena, y Nuerberger a continuación le partió por la mitad la muleta. Lo dejaron tirado de espaldas en el suelo, mientras se sujetaba con ambas manos el lugar del agudo puntapié y chillaba de dolor.

-Ése no llegará muy lejos hoy- comentó seriamente Nurberger.

El otro cuarteto de atracadores ya había aparecido en el pueblo perseguido por el coche de Manning, de manera que la atención de los lugareños dejó de concentrarse en el de Löwe. Descansaron parapetados entre unos arbustos, viendo atentos el trasiego de lugareños de allí para acá. Escucharon perfectamente la sirena del coche de policía, y los chirridos de los neumáticos. "Son ellos comentó Löwe, esperemos aquí a ver si los vemos pasar"

Harold a instigaciones del Alférez, se dispuso a aparcar el vehículo en un lugar discreto, ocurriéndosele entrar en un huerto-jardín delimitado por una débil valla de madera. Se llevó por delante una porción de la anterior, pero no vio que se acercaba a una pequeña hondonada rectangular dónde los dueños almacenaban estiércol, y allí fueron a parar casi de cabeza.


-Ostium puten Harold! -estalló Böhm- Lo tuyo es como el juego de la Oca, de estiércol a estiércol y tiro por que me toca.
-Basta! -ordenó Silberschaft- todos fuera y formación de escuadra dos a dos, atentos a todo. Al abrir las portezuelas numerosos casquillos de latón de 9 mm cayeron sobre el estiércol.
Entonces pasaron delante del dueño de la parcela. Llevaba una azada en la mano y mirada asesina.
-Look que meterme el car en medio del huerto -masculló- la mother que os pario, os vais a enterar- dicho esto lanzó la azada al suelo y se encaminó a la puerta de su casa.
-Corred, corred, que este ha ido a por su escopeta! -avisó Böhm.

Alcanzaron la casa de enfrente y se escondieron detrás de una cisterna. En el interín, el coche de policía al mando de Manning continuaba buscando a los alemanes. Cometió el grave error de ordenar a Prescott el conductor, girar a la derecha al llegar a la segunda calle longitudinal, con lo cual pasaron delante del hogar del viejo McNamara. Este continuaba en su mecedora del porche delantero, con la misma mirada de un león vigilando atentamente "su" sabana.
Al llegar el vehículo a su altura, saltó de la mecedora cubriéndose detrás de una gran maceta, y entonces su "RossMary" cobró vida. La carga especial de postas destrozó la aleta delantero-izquierda del auto, levantándose el capot. Medio segundo más tarde una segunda terrible perdigonada atravesaba la puerta del copiloto donde estaba Manning, hiriéndole y destrozando la ventanilla. Los dos vecinos de enfrente, la familia Mahorn, se animaron e hicieron lo propio. Las tres escopetas disparadas al unísono contra el vehículo tuvo efectos devastadores. Manning chilló a Prescott para que los sacase de allí en el acto, pero algunos impactos habían seccionado los cables del motor y se caló. Reventaron todas las ventanillas, las cuatro ruedas, el salpicadero y los tres ocupantes resultaron acribillados a perdigones y postas, escondiéndose vanamente en el suelo del vehículo. Tras veinte segundos de descargas continuas, cesó el fuego al quedarse sin municiones inmediatas. El auto quedó totalmente acribillado, humeante y para el desguace; unas incipientes llamas en la parte posterior indicaban que el depósito de combustible estaba prendiéndose fuego.

McNnamara comenzó a soltar su terrible carcajeo, ha, ha, ha. Los aterrorizados ocupantes abrieron las puertas sin incorporarse (una de ellas se cayó entera al suelo) y reptando miserablemente salieron fuera del vehículo. Estaban malheridos y medio-corriendo como pudieron, se alejaron hacia el Oeste en la dirección contraria a la que llevasen. Mostraban las manos levantadas en señal de rendición. -Vuelvan cuando deseen señores polizontes y thank you for su visita ha, ha, ha -gritó a los cuatro vientos MaNamara-
-¡APÁ! -se sintió una voz de mujer desde el interior de la casa de McNamara- ¿Ya la has vuelto a liar again?
-¡Calla cooinyo! Que estoy defendiendo la house! Ha, ha, ha.

Con lentitud, las llamas y el humo fueron arreciando en intensidad, hasta que el automóbil estalló moderadamente. El agente Dundee, el cual iba en el asiento posterior, tras recorrer como un robot unos 50 metros, cayó mortalmente herido al suelo. Manning y Prescott alcanzaban lastimosamente la carretera de Kirkwall ante las risotadas de todos los testigos de las viviendas laterales a la vía.

Algunos de los "supervivientes" de la carretera de Kirkwall a St Mary's siguieron por sus medios el camino. El contrabandista Sean McElroy continuó caminando hasta llegar al lugar donde estaba la grúa interceptando el paso. Antes vio el coche de Combs y sus ocupantes volcados en la cuneta derecha. Se encontró con Jonas, el primer conductor accidentado del día que estaba cuidando al agente McCounter, extendido supinamente en el firme. "Qué le ocurre a ése" preguntó Sean a Jonas "-le han pegado cuatro tiros los hijos de perra de la berlina beige
" -contestó.
-Hum, es evidente que hoy no es su día -ironizó Sean- cojo prestada la grúa, tengo una cuenta que saldar. -Jonas hizo un gesto de indiferencia y lo dejó partir.

Entró en la camioneta-grúa y se dirigió a St Mary's. Prosiguió adelante y al llegar a la curva de St Mary's se detuvo. Salió del vehículo y avanzó con precaución hasta la primera casa del pueblo. Portaba su escopeta, la cual cogió de su destrozada camioneta. Habían allí media docena de lugareños parapetados y armados, los conocía a todos. Vio también en la calle superior a los agentes Manning y Prescott tirados por el suelo. Le informaron de lo sucedido, y se dirigió precavidamente a la casa contigua. De casa en casa preguntando llegó al centro del pueblo, justo en la zona donde más abajo en la playa, estaba el malecón. Aguardó allí de momento.

(Continuará...)
Última edición por silverman el 27 Nov 2011 20:08, editado 3 veces en total.
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Re: 2ª patrulla del U-2. Una banda de locos en Scapa Flow

(...Continúa)

Carretera de Kirkwall a St Mary's 7:40 horas[/i]

Combs tardó varios minutos en reaccionar. Se hallaba boca arriba cerca del volteado automóvil. Se giró de lado apoyándose en el codo izquierdo, y muy lentamente fue incorporándose. Collins estaba unos siete metros más allá, aparte de los dos balazos el coche en su volteo le había pasado por encima matándolo. McCanna había asimismo sido despedido del vehículo. Tenía una pierna rota, un hombro dislocado, golpes por todas partes y estaba paralizado de cintura para abajo. El único que había quedado dentro era Warren. Este se había roto la nariz, una ceja y los morros contra el volante. Gemía como una vieja. Combs agarró el auricular de la radio, pero no funcionaba. Genial se dijo.

Comenzó a caminar en dirección a St Mary's, debía estar a poco más de un kilómetro. Aparte del tiro en el brazo, otro proyectil de 9 mm le había alcanzado en la cadera izquierda. Era lo que más le dolía. La onda expansiva de la cuarta granada de Wulff le había provocado cortes y heridas por todo el rostro, y alguna esquirla pequeña se notaba por el pecho. Además, se había golpeado la cabeza y por todas partes al estrellarse con el coche. Dentro de su nefasto estado, al menos ahora no notaba para nada la almorrana.

Pasó donde estaba el civil Jonas cuidando del agente McCounter. Le había puesto una manta por encima y se hallaba semi-inconsciente. Continuó el camino tras responderle Jonas que no disponía de radio en su inutilizada camioneta y que un fulano se había llevado la grúa hacía poco. Se oía el tiroteo que tenía lugar en el maldito pueblo. Gentuza. Cuando llegó fatigosamente a la curva de St Mary's, se tendió en la hierba de la cuneta. Llegó a ver a unos 30 metros a Manning y Prescott tirados en el asfalto. No podía más y se desvaneció allí mismo.

El agente Mannon fue el único que salió relativamente ileso del primer coche accidentado al mando de Ian. esperó que llegasen las ambulancias, en una cargaron al propio Ian en gravísimo estado y en la otra a los otros dos menos graves. Llamó a la central describiendo la situación y comunicando que se disponía a seguir andando en dirección a St Mary's. Cogió la escopeta y su revólver y toda la munición que pudo. Un kilómetro más adelante se encontró con una granjera que salía a la carretera en una bicicleta. La paró y le confiscó la bicicleta en nombre del departamento de policía. -Acto oficial urgente señora -le dijo- debo ir a St Mary's, se le devolverá su vehículo tan pronto se pueda y haga el favor de dejar de golpearme con la bolsa, está agrediendo a un agente de la ley.

Dos kilómetros delante se encontró con Jonas y el agente herido por cuatro balazos. Como la bicicleta era de mujer, pintada de rosa y con su cestito delante del manillar y todo, Jonas se mofó: "Qué tal va la señorita hoy? Desea que la ayude en algo? Ja, ja, ja, ja.
-Maldito Jonas! ya te engancharé algún día, ahora tengo cosas más importantes que atender.
Siguió pedaleando hasta llegar a la curva de entrada a St Mary's, giró y se dirigió donde estaban Manning y Prescott tirados en el suelo. No vio al Sheriff Combs tirado en la cuneta de la derecha. Fue un gran error.

Uno de los lugareños recién llegado del mar, y parapetado tras un muro, exclamó al verlo sobre la ridícula montura: "Haaaay va un polizonte bujarrón, toma perdigón- y seguidamente le disparó un escopetazo de postas que le entró de lleno en el costado derecho del mismo pulmón, mandándolo un metro más allá para caer mortalmente herido. Aquella acción levantó numerosas carcajadas de los parapetados lugareños allí presentes. Manning y Prescott reaccionaron, se levantaron a duras penas y medio a rastras se acercaron a Mannon. No le encontraron el pulso y continuaron huyendo del pueblo; al llegar a la cuneta donde estaba inconsciente Combs se dejaron caer a su lado.

Mientras la escuadra de Silberschaft continuaba su periplo hacia el Este. Afortunadamente, desde el aviso de la campana la mayoría de lugareños se concentraban en la curva de la carretera de Kirkwall. No obstante se encontraron con algún escopetero emboscado en alguna ventana que les retrasaba el avance.

El cuarteto de Löwe, con la oveja a cuestas, salió del pueblo y se llegaron al terreno de la cantina. Ya estaba abierta pero aparte del cantinero, un tipo alto y gordo, no había nadie adentro. Aquel estaba delante de la puerta atisbando en lontananza hacia el Oeste, a plena luz del día era imposible acercarse sin que los viera llegar. habló Löwe : "Atención! Disimulemos y acerquémonos tranquila y alegremente, este no nos conoce y si vamos normalmente no creo que se alarme -sargento respondió Müller-[/i] Yo no puedo esconder la Kar98, y Nurbeger lleva una oveja encima, no creo que esto sea muy normal.
-Si esto fuese una taberna de Hamburgo sin duda -le respondió Löwe- pero viendo lo bestias que son en este pueblaco, no creo que eso le sorprenda. ¡Vamos!

Marcharon hacia la cantina descaradamente. El Cantinero se extrañó un tanto pues no los conocía, pero como suponía Löwe, lo que porteaban encima no era demasiado extraño en aquel lugar, y al ver a Harnish cabizbajo y recibiendo ayuda para avanzar, supuso que estaría borracho. Cuando llegaron a su altura, surgieron las MP-38 de debajo de los abrigos, y lo metieron adentro a la fuerza. Le ordenaron arrodillarse y lo ataron de pies y manos. Empezó a insultarlos y a gritar auxilio, de modo que le taparon la boca con un trapo de la cocina. Agarraron un par de cajas de whisky, una Löwe y la otra Müller y marcharon al Este en dirección a la playa de embarque.

Habla el Kaleun Smith Rot.

...tras acertar al Crucero y ordenar inversión de rumbo, nos mantuvimos a rumbo 150º hasta perder la visión de los muelles, así que confiando en la protección de la niebla ordené inmersión a toda máquina. Por los hidrófonos lleguemos a detectar hasta tres embarcaciones patrulleras diferentes, una era un potente destructor.
Ya en superficie ocupemos posición en la torreta Bizco Mandel, Adenauer, el cabo Axel Smith y servidor. En superficie el U-2 daba 13 nudos de velocidad, 24 km/hora, mi madre en bicicleta iba más rápido, pero en inmersión sólo contábamos con 7 irrisorios nudos. Ordené aproar a 120º para acercarnos más a la costa, y cuando estuvimos a 500 metros de ella volvimos al 150º. Nos topemos con un puesto de iluminación en la costa, inmediatamente nos sumergimos. Con el periscopio de observación fuera, avancemos media hora a 7 nudos sumergidos. Ahora los hidrófonos detectaban hasta cinco rápidas naves, dos de ellas eran destructores. Oímos cargas de profundidad en dos posiciones distintas, pero lejos de nosotros afortunadamente. Fenstermarcher le pareció oír también cómo el Crucero pesado se hundía en la rada. Ojalá sea cierto.
¡Volvemos a salir a superficie a toda pastilla! otra vez los mismos cuatro hombres a la torreta y a 13 nudos. Visibilidad 700 metros, la niebla se está espesando, mejor. No tenemos de momento a ningún buque antisubmarino cerca, así que adelante. es curioso, nos parece oir ruidos provenientes de la carretera que une St Mary's con la Capital Kirkwall, echamos un vistazo con los prismáticos. "Humm -comenta Bizco Mandel- estos pueblerinos conducen como locos, menudo escándalo están formando"
Seguimos. Ordeno parar los diesels para escuchar por el hidrófono; tenemos a un destructor tres km delante de nuestra ruta, nos desviamos a 180º para esquivarlo. El destructor se dirige ahora rumbo 270º, de seguir así lo esquivaremos.

Efectivamente, volvemos a rumbo 100º pues nos pasará el destructor a más de dos km por el Norte, deducimos que carece de radares pues ya nos habría detectado, así que ahora el paso por Kirk Sound lo tenemos libre. Rumbo 90º. Nos acercamos a la enorme cadena del casi hundido velero. Resulta ahora que la corriente se ha invertido, de modo que ahora la tenemos a favor, con lo cual nuestra velocidad real es de unos 18 nudos. Intento maniobrar bien para pasar entre la cadena y el velero, pero es difícil maniobrar con la fuerte corriente de popa, de forma que en el último momento nos la volvemos a pegar con la dichosa cadena, esta vez por el costado de babor, chirrido escalofriante y roce por todo el costado, pintura a hacer leches y escoramiento que recuperamos al rebasarla. se escucharon las imprecaciones de Animal Kruguer desde la sala de mando : " IIIIIIIAAAAAAHHHHH! ¡¡ SI ES QUE NO APREDENDEMOS!!
Bueno, disimulo y ordeno parar máquinas. Nos acercamos a unos 100 metros de la playa, estamos en el lugar de recogida convenido y son las 7:45 horas. Todavía no es la hora, ciertamente nos ha ido todo muy bien, apenas hemos perdido tiempo y a la vuelta casi todo el recorrido hemos podido singlar a toda máquina, con la adición de la corriente a favor. Pero lo que vemos y oímos sobre St Mary's nos intranquiliza.
Disparos, muchos disparos; algunos parecen ser de MP-38, pero la mayoría parecen de escopetas o de otra armas. Seguro que nuestros camaradas están en el fregado. Buscamos con los prismáticos. No hay nadie por la playa, ni bajando por los acantilados, ni en lo alto de la carretera. Eso significa que deben estar atrapados dentro del pueblo. No creo que hayan tropas establecidas en un pueblo tan pequeño, tal vez policías, pero quizás han avisado a Kirkwall y han venido tropas desde allí.
Las 7:50 horas. Maldita sea, no van a llegar a tiempo. No están ocultos en las rocas de la playa, están atrapados en una población hostil, con armas ligeras y poca munición. De hecho hemos cumplido la misión; teóricamente deberíamos marchar a casa y dejarlos a su suerte. Hundir casi 50.000 tm de buques de guerra en una sola acción, creo que nunca antes una sola nave ha conseguido esto en toda la historia. Pero...La culpa es mía, yo les ordené desembarcar en tierra para una misión de asalto no contemplada en las órdenes, no deberían estar allí afuera. Si llego a saber que la misión dentro de la rada llega a salir tan bien, jamás los habría mandado allí a por una simple oveja y whisky. No puedo irme. Me lo impide mi conciencia. No puedo.
Bajo inmediatamente a la sala de mando. ¡Señores Kruger y Coburg! Usted Coburg, el Sargento Ackerman el Cabo Klaus "El trípode" y yo mismo vamos a formar un grupo de asalto a la de ya, cogeremos las tres MP-38 que nos quedan, el KAR98 que nos queda, cuatro lugers y toda la munición que podamos acarrear. La escuadra de Silberschaft tiene problemas en St Mary's, la nuestra es una misión de rescate. ¡Prepárense!
-Herr kaleun! -intervino Kruger- yo quiero ir en ese grupo, sólo sirvo para lanzar torpedos y ya no nos queda ninguno, de modo que soy de nula utilidad en el sumergible, puedo ayudar mucho más en tierra.
Seguidamente estuvimos discutiendo sobre si Kruger venía o no, al final decidí que viniese en el puesto de Coburg. Éste me dijo: "No debe Usted arriesgarse Herr Kaleun, no creo que sólo cuatro hombres más sirvan de algo allí afuera" - "Al contrario Coburg, yo les mandé allí y soy el responsable. Los traeré de vuelta o moriré en el intento. Es lo que hay" - le contesté.
-Coburg y Mandel! -este último había bajado de arriba a requerimiento mío- finalmente Kruger, Ackerman, Klaus y yo formaremos el grupo de apoyo en tierra. Usted Mandel comandará el U-2 en nuestra ausencia. Si no regresamos, le ordenó que zarpe de aquí inmediatamente, o en el caso de que se acerque un navío enemigo zarpen de inmediato, regresen a Alemania y saboreen la victoria en nuestro nombre. Usted Coburg será el segundo de abordo, sigan los procedimientos que durante tanto tiempo han aprendido, sólo son 13 hombres de tripulación, pero sin tener que manejar torpedos serán suficientes para manejar la nave. Que Dios reparte suertes caballeros.
Salimos por la escotilla de máquinas, cogimos un bote hinchable, lo lancemos al agua y nos pusimos a remar. Llevábamos 10 cargadores de 32 balas de 9 mm cada uno, y más de 30 peines de 5 cartuchos mauser de 7'92 mm.
Alcancemos la playa. Escondimos el bote entre piedras y arena. Subimos corriendo a la carretera dirigiéndonos al Oeste. Al llegar cerca de la cantina, nos topemos de frente con Löwe, Nurberger, Müller y Harnish. Iban cargados hasta arriba de cajas de whisky y una oveja. No había tiempo de celebraciones. ¿Dónde diablos están los otros?
-Están por el medio del pueblo Herr Kaleun -me respondió Löwe.
-¿Quiénes son los que nos disparan? ¿De dónde han enviado tropas?
-¿Tropas? -contestó atónito Löwe- ¡No hay tropas Herr! Son los mismos pueblerinos los que intentan matarnos! Esta gente es más bruta que un arado cojo, aquí tienen armas hasta las viejas, y le doy fe que las saben utilizar!
-¡No fastidie Sargento! ¿Qué armas tienen?
-Afortunadamente Herr kaleun sólo disponen de escopetas de caza y algunas pistolas y revólveres, pero no se arredran ante el fuego, son más duros que los clavos de un ataúd! ¡Intentemos negociar con ellos, y nos dijeron que no aceptaban nuestra rendición, que querían matarnos como a perros!
-¡Laputa! -no pude reprimirme- ¿Qué le ha pasado en la cara Sargento?
-Una mujer me pegó un puñetazo Herr.
-¿Eso se lo ha hecho una mujer? ¡Hay que salir de aquí cuanto antes! ¡Sargento Ackerman! -Jabowl Herr Kaleun! -contestó el aludido- Usted acompáñelos hasta nuestro bote, carguen la mercancia y esperen allí, Usted Löwe, nos acompañará a nosotros tres. ¡Adelante!
Con la guía de Löwe avancemos agachados hasta el primer muro. Nos disponíamos a saltarlo cuando vimos a 40 metros a la escuadra de Siberschaft saltando otro muro en nuestra dirección. Les hicimos señas y nos dispusimos a cubrirles. Corrían y saltaban como gamos, especialmente Böhm, el cual iba en su retaguardia disparando de tanto en tanto a sus perseguidores. Finalmente los cuatro de Silberschaft llegaban a nuestro muro. Böhm se giró disparando su MP-38, alcanzando a uno en las piernas. Otro se arrodilló al lado del herido y empezó a perdigonearnos. Böhm volvió a disparar, le alcanzó de lleno y cayó seco. Ahora los cuatro saltaron el muro junto a nosotros. Olían a estiércol.
Una Jauría de hombres y mujeres con escopetas les iban detrás. Les disparemos. Increíblemente seguían avanzando, no salían corriendo. -Cagando leches a los botes -les ordené- nosotros os cubrimos. -¡Herr Kaleun! -me dijo Silberschaft- es inútil, lo mejor es que salgan también por piernas, no podrán contenerlos, ¡marica el último!- Obedecieron y nosotros nos quedemos allí disparando a los que venían de frente. Personalmente no le di a ninguno, no se estaban quietos. De repente dejaron de avanzar, algunos conservaron la posición cubierta y seguían disparando con menor intensidad. Bueno, la cosa parecía controlada. De repente Löwe me tiró de la manga derecha.
-¡Mire Herr Kaleun! nos están flanqueando por la derecha!
-¡Cagoen las gaitas y la pura lana de virgen escocesa! ¡Lamadrequelosparió! ¡Procedamos a efectuar una heroica y escalonada retirada! ¡Todos a los botes a la puta carrera! -Unos 60 metros a nuestra derecha, estaban saltando el muro de otra casa, y al no haber posibilidad de parapeto desde ese lado, estábamos listos si permanecíamos allí.
Así que salimos por piernas como alma que lleva el diablo. Por parejas, dos se tiraban al suelo y hacían algunos disparos a los perseguidores, echaban a correr y pasaban por encima de la otra pareja que ya estaba en el suelo cubriendo la retaguardia. Eso era la retirada escalonada, pero ante el arrojo de aquellas gentes y a que por suerte no corrían mucho (aquí se hacía patente que la mayoría tenían más de 40 años y algunos eran ancianos y mujeres) al final la maniobra se convirtió en una alocada huida. Nada heroica por cierto. Había casi un kilómetro hasta la playa, de manera que los dejemos atrás.
Finalmente lleguemos y desenterremos los botes, afortunadamente no tenían apenas nuestros perseguidores armas de largo alcance, de manera que no nos alcanzaron. Arrastremos los botes al agua y comencemos a remar, nos repartimos seis en cada uno, pero con las cajas de whisky y la oveja íbamos hasta los topes.
Los del U-boote entendieron la situación, y pusieron en acción el cañón Flak de 20 mm de proa. Se puso el sargento Bergman de artillero y Bizco Mandel dirigía desde la torreta: "dispárales tres o cuatro proyectiles al suelo de la playa para que se asusten" le ordenó.
Bergman lanzó tres, cuatro y hasta seis disparos a los pies del grupo de 20 exaltados civiles. -Mein fänrich -contestó Bergman- ¡no se asustan!
-¡Maldita sea! -clamó Mandel, agachándose dentro de torreta al sentir el choque de un proyectil de fusil en la misma- ¡Dispárales a saco Bergman!
Bergman empezó a lanzar ráfagas completas hasta agotar el cargador. Algunos resultaron heridos por las esquirlas que levantaron los proyectiles, pero los incólumes seguían disparando desde la posición tumbada en tierra. Y seguían viniendo más por la carretera ¡No se asustaron y siguieron avanzando! Ni siquiera las explosiones de las granadas explosivas de 120 gr les arredraron. Uno de los proyectiles explosivos estalló muy cerca de un lugareño, destrozándolo y elevándolo hasta dos metros de altura. Al menos otros diez sufrieron heridas de diversa consideración. Pero seguían disparando contra los de los botes.
Fue una angustia tremenda alcanzar el sumergible, se nos hizo una eternidad. Los botes fueron alcanzados por algunos perdigones y empezaron a perder flotabilidad. Con el corazón en un puño remábamos como posesos. Sentíamos a dos metros sobre nuestras cabezas los enormes proyectiles de 20 mm que disparaban los del U-2 contra la playa. Suerte de los ejercicios de remos que habíamos hecho. pero aquello no era un ejercicio, las balas silbaban de verdad. ¡Vamos, vamos, aún quedan 50 metros! -Ostium plenum -saltó Nurberger- hay va el gordo del cantinero, lo han debido de desatar!
¡Vamos, vamos, sólo 30 metros. Bergman continua disparando a tutiplén el cañón de 20mm. ¡Shiesse! Uno de los de atrás tiene un fusil de largo alcance, se oyen perfectamente los silbidos característicos de esos proyectiles. 20 metros, otro fusilazo cercano, una sola de esas potentes balas te avían. 10 metros, un esfuerzo final.
Por fin tocamos el casco. Los botes están a punto de hundimiento, nos hemos mojado el culo todos. Saltamos como locos encima de la cubierta, subimos todo el material, primero la oveja, la metemos al interior por la escotilla de máquinas, las dos cajas de whisky, se ha roto alguna botella, maldita sea, metemos a Harnish en volandas por la escotilla, hago bocina con las dos manos y le gritó a Mandel que está en la torreta: "¡Cagando leches de aquí!" Kruguer, Silberschaft, Löwe y servidor nos dirigimos a la torreta, accederemos desde allí al interior, hay atasco en la escotilla de popa. Los diesels se ponen en marcha y nos vamos de allí. Nunca olvidaré la frase que nos dirigió una potente voz desde la orilla antes de enchegar los motores : "¡Vuelvan cuando quieran señores! ¡les estaremos esperando!" .

(Continuará...)
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