ElBichoDepende-Operación Rudeltak-Refuerzos

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Y ahora el relato, desde otro punto de vista.....

GUARDIA DESDE EL PUENTE DEL USS MONTEREY

El mar estaba en calma y el sol se encaminaba al ocaso para sumergirse en las aguas.
Se dirigían a Casablanca, protegiendo un importante convoy con tropas y carburante que reforzarían al ejército que se preparaba para asaltar Europa por el sur, quizá en Sicilia o directamente sobre la península italiana.

Una fuerte escolta de nueve destructores protegía siete buques de transporte de tropas, la 1ª y 4ª división de Infantería US. Chicos fuertes de Oklahoma y Arkansas dispuestos a enfrentarse a los alemanes.
Además tres tanker llevaban combustible para la 2ª Acorazada del General Patton.
La luz del atardecer lo inundaba todo y en el horizonte se empezaba a vislumbraba la silueta de la luna, esta noche llena.

La travesía había sido tranquila, no hubo sobresaltos ni la presencia de los temidos U-boots. Y esperaba que siguiera así pues era su último turno de guardia en el puente del destructor antes de llegar a puerto.
Esperaba de un momento a otro el grito de alarma de los vigías ante la presencia de algún periscopio, preludio de inminente ataque. Pero le habían dicho que era poco probable que a estas alturas de la guerra llegasen tan al sur. Estaban muy ocupados en el Atlántico Norte con los grandes convoyes que transportaban material a Inglaterra y la URRS.
Y de repente se de las aguas surgió el infierno.

Una primera explosión llegó desde el centro del convoy, surgía de uno de los transportes pequeños y algunas llamas se alzaban del centro del buque. Todas las miradas se dirigieron a ese punto. No se observaba nada en la superficie y la nave seguía surcando las aguas aunque más despacio. Podía haber sido una mina perdida. Pero de repente uno de los grandes transportes retumbo por su lado de babor elevando gran cantidad de agua al cielo. A continuación surgió el desastre. Otra segunda explosión inundo de llamas toda la popa y pareció desgajar las planchas de acero. No había duda, se trataba de un ataque con torpedos. El segundo impacto debió hacer blanco en las calderas pues provoco una gran brecha por donde el buque se hundía sin remedio.
¿Un submarino o tal vez varios?
Dos nuevas explosiones surgieron esta vez de otro gran transporte, pero esta vez por el lado de estribor. Estas fueron seguidas y el buque se partió por la mitad. No había duda, debía tratarse de una manada de “lobos grises”, los temibles grey wolfs del Almirante Doenitz.

Uno de los marineros grito de pronto…
- Periscopio por la armura de estribor, a media milla.

Dirigió sus prismáticos justo para ver como un cilindro negro se sumergía bajo las aguas, era uno de ellos. Todas las piezas abrieron fuego hacia esa posición, pero probablemente era inútil.
Solo quedaba intentar detectar a los U-boot antes que pudieran lanzar sus torpedos.
Dos escoltas se dirigieron a la última posición del sumergible y lanzaron sus temibles cargas.

El tiempo pasaba despacio, quizá habían abandonado el lugar. Dos transportes hundidos eran presa suficiente para cualquier Comandante. Pero se equivocó de nuevo. Dos surcos cruzaron la proa del escolta y se dirigieron hacia el tercer transporte. Pero antes de impactar otra terrible explosión llegó a sus espaldas, tan fuerte que hizo temblar su propia nave. Uno de los tanker acababa de reventar. Casi simultáneamente los dos torpedos anteriores impactaron en el transporte que comenzó a arder. Afortunadamente se mantuvo a flote, lo que dio tiempo a que empezase la evacuación de los ocupantes.

Dos escoltas habían abierto fuego a media milla de su posición. Ordenó todo el giro del timón y comenzaron a lanzar cargar. Si estaba por allí el sub alguna le alcanzaría.
Mientras los transportes pequeños, lanchas y todo tipo de botes se afanaban en recoger a los náufragos que llenaban las aguas.

El tanker y el transporte de tropas comenzaban a escorarse y se hundían poco a poco.
Mientras dos tanker rodeados de cuatro escoltas se alejaban del lugar a toda máquina.
Todos los sistemas de detección se afanaban en buscar a los sumergibles. Incluso dos Martin Mariner se habían unido a la caza desde el cielo, pero todos los esfuerzos eran inútiles

Comenzaba a caer la noche y la silueta de los buques que se alejaban se recortaba en el horizonte. Cuando los gritos de los marineros en el agua se quedaron ahogados por nuevas explosiones y dos grandes llamaradas iluminaron el crespúsculo. Parecía imposible, por la radio llegó el fatídico mensaje. Los dos tanker se iban a pique. No quisiera estar en el pellejo del Jefe de la Expedición, los gritos desde Washington se oirían hasta en Marrakech.

La luna llena se perfilaba en ese momento en todo su esplendor. Reflejaba con tonos rojizos las llamas de los incendios. Cuando se dirigían a toda máquina hacia los nuevos hundimientos creyó ver una silueta en el horizonte que parecía ser la imagen de una Bruja volando sobre las aguas.

[Kamille Rososvky]

Felicitaciones Comandante. Muy bueno su relato.

Sería muy interesante que en los pocos ratos libres que debe tener, nos hiciera otro relato, está muy bueno realmente

Un saludo Capitán. Kamille