En el mar dulce del beso:
Dos seres que se encuentran
y se sientan en el cielo.
Dos rostros que se miran:
caricia de sangre y fuego.
Dos manos que se tocan,
dos cuerpos que se unen,
dos bocas que se juntan,
dos almas que se funden...
Y el tiempo se detiene,
el momento se hace eterno,
y las piraguas navegan
en el mar dulce del beso.
Poesias
Moderador: MODERACION
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- Oberfähnrich zur See
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- Oberfähnrich zur See
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BESO
Poema de árbol,
de tierra y sendero;
de agua, de barcos,
de carne y de puerto...
Ah!, ¡beso!.
Dos rostros que buscan
el mismo lucero.
Camino sembrado
de voz y de verso.
Ah!. ¡beso!.
Nosotros de lirio
profundo y completo.
Dos almas, dos vidas
y un sólo proyecto.
Ah!. ¡beso!.
Dos ramas fundidas
en un dulce leño.
Dos astros que giran
con un mismo centro.
Ah!. ¡beso!.
Dos luces, dos alas...
para un solo sueño.
Dos labios, dos bocas,
y un cielo concreto.
Ah!. ¡beso!.
Amor revelado
de sangre y de cuerpo:
el fruto madura
y Dios se hace nuestro.
Ah!. ¡beso!.
Unión absoluta
de nunca y eterno.
Clavel infinito
de gozo. Misterio.
Ah!. ¡sí!. ¡sí!:
-¡¡ b e s o !!.
Poema de árbol,
de tierra y sendero;
de agua, de barcos,
de carne y de puerto...
Ah!, ¡beso!.
Dos rostros que buscan
el mismo lucero.
Camino sembrado
de voz y de verso.
Ah!. ¡beso!.
Nosotros de lirio
profundo y completo.
Dos almas, dos vidas
y un sólo proyecto.
Ah!. ¡beso!.
Dos ramas fundidas
en un dulce leño.
Dos astros que giran
con un mismo centro.
Ah!. ¡beso!.
Dos luces, dos alas...
para un solo sueño.
Dos labios, dos bocas,
y un cielo concreto.
Ah!. ¡beso!.
Amor revelado
de sangre y de cuerpo:
el fruto madura
y Dios se hace nuestro.
Ah!. ¡beso!.
Unión absoluta
de nunca y eterno.
Clavel infinito
de gozo. Misterio.
Ah!. ¡sí!. ¡sí!:
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"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.
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- Oberfähnrich zur See
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MIRADA:
"Podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada, absolutamente nada, sustituye la mirada del ser humano"
"Una mirada transparente muestra la luz del corazón"
"La mirada es la puerta del amor".
"Hay miradas que besan todos los rincones del alma"
"La raiz de la mirada está en el corazón"
"La mirada es un compendio de luz y alma"
"Si quieres que alguien te oiga con el corazón, háblale con los ojos"
"El mensaje más profundo viaja de corazón a corazón, por el sendero de los ojos, escrito en el lenguaje de la luz"
"La belleza está en los ojos que la miran, en los labios que la besan, y en el alma que la siente y que la vive"
"La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla".
"Lo que nos hace personas no es el tener dos ojos que ven, sino nuestra forma de mirar".
"La mirada es la puerta principal de la catedral de la comunicación"
"Es bueno empezar el día con una dosis de ternura y así perfumar el día"
"Cuando miro a una persona a los ojos y veo en ellos su corazón intuyo que somos algo más que materia"
"Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo"
"La mirada, el beso y la caricia son las llaves del corazón"
La mirada es un puente entre dos almas"
"Dos cosas definen a un hombre: su mirada y su corazón"
"Al observador atento, la vida cotidiana le ofrece una infinidad de encantos que pasan desapercibidos para los demás"
"Podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada, absolutamente nada, sustituye la mirada del ser humano"
"Una mirada transparente muestra la luz del corazón"
"La mirada es la puerta del amor".
"Hay miradas que besan todos los rincones del alma"
"La raiz de la mirada está en el corazón"
"La mirada es un compendio de luz y alma"
"Si quieres que alguien te oiga con el corazón, háblale con los ojos"
"El mensaje más profundo viaja de corazón a corazón, por el sendero de los ojos, escrito en el lenguaje de la luz"
"La belleza está en los ojos que la miran, en los labios que la besan, y en el alma que la siente y que la vive"
"La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla".
"Lo que nos hace personas no es el tener dos ojos que ven, sino nuestra forma de mirar".
"La mirada es la puerta principal de la catedral de la comunicación"
"Es bueno empezar el día con una dosis de ternura y así perfumar el día"
"Cuando miro a una persona a los ojos y veo en ellos su corazón intuyo que somos algo más que materia"
"Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo"
"La mirada, el beso y la caricia son las llaves del corazón"
La mirada es un puente entre dos almas"
"Dos cosas definen a un hombre: su mirada y su corazón"
"Al observador atento, la vida cotidiana le ofrece una infinidad de encantos que pasan desapercibidos para los demás"
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.
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- Kommodore
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Que hermosura...
Y la novia del mar, ya sabes que La Novia del Mar es una de mis preferidas.
Os aseguro que todo lo que escribe viene de su puño y letra, ella es así, tiene un don.
Buena proa!!
Y la novia del mar, ya sabes que La Novia del Mar es una de mis preferidas.
Os aseguro que todo lo que escribe viene de su puño y letra, ella es así, tiene un don.
Buena proa!!
http://clubnauticoaragones.rcymodelismo.es/
"La guerra es desatar con los dientes un nudo político que no se puede deshacer con la lengua"
[URL=http://imageshack.us]
"La guerra es desatar con los dientes un nudo político que no se puede deshacer con la lengua"
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¡Coño, Pedro! ¡Dichosos son los ojos...! ¿Que tal andas, majete? Se te echa en falta por aquí...Silencioso escribió:Que hermosura...
Y la novia del mar, ya sabes que La Novia del Mar es una de mis preferidas.
Os aseguro que todo lo que escribe viene de su puño y letra, ella es así, tiene un don.
Buena proa!!
BACKMAN, OAW, 24ª FLOTILLA
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- Oberfähnrich zur See
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Abandona tu cuerpo para hacerte más fuerte por el sonido de las olas, suave se desliza tu mirada por el Mar, dulce y solitaria se encuentra tu alma , aproximándose a la luna e intentando ver el color que ella desprende y verla resurgir de los ojos de tu amada..... déjate llevar por el sonido de las palabras que anuncian TU AMOR."
Buscando mi inspiración... te encontré a ti, buscando la alegría... llegaste a mi, buscando el ánimo... me imaginé contigo, buscando mi vida... me rendí ante ti.
Recuerdo tus manos en mi cuerpo, tus besos en mi boca, tu aliento en mi nuca, tus caricias impregnando mi cuerpo. Susúrrame a lo oído palabras de amor... Ve en mis ojos la pasión que se desborda, contempla este amanecer... que tú y yo un día buscamos en alguna ocasión.
Buscando mi inspiración... te encontré a ti, buscando la alegría... llegaste a mi, buscando el ánimo... me imaginé contigo, buscando mi vida... me rendí ante ti.
Recuerdo tus manos en mi cuerpo, tus besos en mi boca, tu aliento en mi nuca, tus caricias impregnando mi cuerpo. Susúrrame a lo oído palabras de amor... Ve en mis ojos la pasión que se desborda, contempla este amanecer... que tú y yo un día buscamos en alguna ocasión.
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.
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- Oberfähnrich zur See
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El silencio se puede recorrer de muchas maneras. Una de ellas es intentar que tus ojos se pierdan con los míos, intentar que mis caricias llenen tu vacío, que mis labios se confundan con los tuyos, que los besos te hagan sentir que eres libre... apasionado y que vuelvas a sentir mis palabras en tu oído.
Por qué no me regalas una sonrisa que haga brillar mis ojos? Por qué no me lanzas tus manos para que pueda refugiarme en ella? Por qué no me dices esas palabras que tanto anhelo de tu boca? Por qué todo es tan complicado , que no sé como expresar lo que siento?
Renuncio a lo que un día quise ser... por ti, renuncio a una vida de comodidad, por estar a tu lado, renuncio a mi vida, sin con ella...y sin con eso ...te tengo a ti
Por qué no me regalas una sonrisa que haga brillar mis ojos? Por qué no me lanzas tus manos para que pueda refugiarme en ella? Por qué no me dices esas palabras que tanto anhelo de tu boca? Por qué todo es tan complicado , que no sé como expresar lo que siento?
Renuncio a lo que un día quise ser... por ti, renuncio a una vida de comodidad, por estar a tu lado, renuncio a mi vida, sin con ella...y sin con eso ...te tengo a ti
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
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- Kommodore
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El mar es como la vida. A veces todo es calma, luz, paz, parece un lago. Otras está revuelto, oscuro, amenazador, parece un infierno. Cuando estás en medio de la tempestad hay que hacer el muerto, luchar contra las olas te agota, reflexionar y prepararte para la nueva calma que seguro va a venir. Cuando menos lo esperas te das cuenta de que ya puedes volver a nadar. A lo lejos divisas la playa en la que está tu verdadero ser esperándote con la sonrisa que creías haber perdido para siempre. Te recibe con toallas suaves que secan tus lágrimas. Con un gran vaso de agua dulce y fresca que te resucita. Con un espejo mágico en el que te vuelves a reconocer.
Todo vuelve a ser calma, luz, paz...
Todo vuelve a ser calma, luz, paz...
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
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- Oberfähnrich zur See
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Por qué si no creyéramos en el amor, estaríamos muertos?? el amor vive en una sonrisa, en una caricia , en una pasada de mano contra mano, es algo que ni los que están locos de amor, saben como pueden llegar a esa locura, pero es rica cuando se alimenta con cariño y compresión ... por ello, por esta locura, hoy puedo decir, que mi alma está completa por tu caricias y por tu sonrisa , que es igual a la mia.
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
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- Oberfähnrich zur See
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Ella era una chica diferente, más hermosa por dentro que por fuera. Tenía una voz muy agradable, una mirada fija penetrante y era muy discreta, siempre al margen de los cotilleos ajenos. Nunca hablaba de su vida privada ni se metía en la vida de los demás, ésa era la gran duda de Rubén, ya que no podía averiguar si se trataba de una chica comprometida.
Impresionado por las cualidades de la muchacha, no dejaba de pensar en ella. No le importaba que apenas la conociera, ni tan si-quiera la propia convicción de que ella no se había fijado en él, debido a la distancia que existe entre sus puestos de trabajo dentro de la empresa. Sólo la veía en tres o cuatro ocasiones al día, que durante un mes parecía ser muy poco tiempo para enamorarse, pero suficiente para él, cansado de conocer chicas de cuerpos espectaculares y mentes vacías, por lo que enseguida supo que ella era especial.
No había encontrado antes una mirada tan segura y una voz tan sensual. Iluso, él, se sentía observado incluso cuando ella removía su café, inmersa en una conversación que no le interesaba y, sin embargo, se enteraba de todo. Nunca se atrevió a mirarla a los ojos durante más de un segundo, se tuvo que conformar con robarle miradas perdidas y tratar de llamar su atención, algo que nunca ocurrió.
Un lunes por la mañana, y después de un mes de incertidumbre, Rubén decidió que era el momento de afrontar sus miedos; iba a confesar su amor a la chica que le quitaba el sueño desde la primera vez que la vio, aunque el lunes nunca fue un buen día para ir a trabajar, y el trabajo nunca fue el mejor lugar para encontrar el amor.
Su corazón se aceleró nada más verla, pero estaba rodeada de gente y esa no era la situación que había imaginado la noche anterior. Rubén pasó los peores cinco minutos del último mes, sin apenas decir nada y midiendo el tono de las escasas palabras que dijo. Ella también permaneció callada, no parecía tener un buen día, pero seguía tan hermosa como siempre.
Al terminar la jornada laboral, los dos se encontraron a la salida, esta vez estaban solos. Era el momento soñado por Rubén y sólo acertó a decir un tímido “Hola”. Ella le devolvió el saludo mientras él trataba de ordenar todas las palabras que tenía en la cabeza, pero no fue posible. En un abrir y cerrar de ojos ella se marchó, regalándole un tímido “adiós” y otra sonrisa enigmática, la última.
Al día siguiente, no apareció, ni durante el resto de la semana. Estaba inquieto y no sabía que ocurría, hasta que un cotilleo le sacó de dudas; la habían despedido, tenía un contrato temporal y la empresa lo rescindió.
Rubén no se lo podía creer, estaba angustiado. Volvía a la cruda realidad de afrontar su jornada laboral sin la alegría que ella le proporcionaba sólo con poder compartir unos minutos. Estaba muy triste.
El amor a primera vista existe, lo pudo comprobar tras años de escepticismo, pero ya no pudo volver atrás. No había modo de contactar con ella y decirle todo lo que no se atrevió aquella última tarde, cuando una mujer fue capaz de vendarle los ojos sin usar las manos, tan sólo con la mirada, la última sonrisa y el sonido de su voz al despedirse; entre tímida e indecisa, entre la eternidad y su prisa.
Comprendió que la vida avanza de forma implacable y no se detiene por nadie. Fueron pocos los instantes en que la pudo ver de color rosa, pero no hizo nada por conservar ese color y se le escapó. Así, decidió que en la siguiente ocasión que conociera a una mujer similar no iba a desaprovechar de nuevo la ocasión de intentar ser feliz. Al menos, había aprendido algo.
Impresionado por las cualidades de la muchacha, no dejaba de pensar en ella. No le importaba que apenas la conociera, ni tan si-quiera la propia convicción de que ella no se había fijado en él, debido a la distancia que existe entre sus puestos de trabajo dentro de la empresa. Sólo la veía en tres o cuatro ocasiones al día, que durante un mes parecía ser muy poco tiempo para enamorarse, pero suficiente para él, cansado de conocer chicas de cuerpos espectaculares y mentes vacías, por lo que enseguida supo que ella era especial.
No había encontrado antes una mirada tan segura y una voz tan sensual. Iluso, él, se sentía observado incluso cuando ella removía su café, inmersa en una conversación que no le interesaba y, sin embargo, se enteraba de todo. Nunca se atrevió a mirarla a los ojos durante más de un segundo, se tuvo que conformar con robarle miradas perdidas y tratar de llamar su atención, algo que nunca ocurrió.
Un lunes por la mañana, y después de un mes de incertidumbre, Rubén decidió que era el momento de afrontar sus miedos; iba a confesar su amor a la chica que le quitaba el sueño desde la primera vez que la vio, aunque el lunes nunca fue un buen día para ir a trabajar, y el trabajo nunca fue el mejor lugar para encontrar el amor.
Su corazón se aceleró nada más verla, pero estaba rodeada de gente y esa no era la situación que había imaginado la noche anterior. Rubén pasó los peores cinco minutos del último mes, sin apenas decir nada y midiendo el tono de las escasas palabras que dijo. Ella también permaneció callada, no parecía tener un buen día, pero seguía tan hermosa como siempre.
Al terminar la jornada laboral, los dos se encontraron a la salida, esta vez estaban solos. Era el momento soñado por Rubén y sólo acertó a decir un tímido “Hola”. Ella le devolvió el saludo mientras él trataba de ordenar todas las palabras que tenía en la cabeza, pero no fue posible. En un abrir y cerrar de ojos ella se marchó, regalándole un tímido “adiós” y otra sonrisa enigmática, la última.
Al día siguiente, no apareció, ni durante el resto de la semana. Estaba inquieto y no sabía que ocurría, hasta que un cotilleo le sacó de dudas; la habían despedido, tenía un contrato temporal y la empresa lo rescindió.
Rubén no se lo podía creer, estaba angustiado. Volvía a la cruda realidad de afrontar su jornada laboral sin la alegría que ella le proporcionaba sólo con poder compartir unos minutos. Estaba muy triste.
El amor a primera vista existe, lo pudo comprobar tras años de escepticismo, pero ya no pudo volver atrás. No había modo de contactar con ella y decirle todo lo que no se atrevió aquella última tarde, cuando una mujer fue capaz de vendarle los ojos sin usar las manos, tan sólo con la mirada, la última sonrisa y el sonido de su voz al despedirse; entre tímida e indecisa, entre la eternidad y su prisa.
Comprendió que la vida avanza de forma implacable y no se detiene por nadie. Fueron pocos los instantes en que la pudo ver de color rosa, pero no hizo nada por conservar ese color y se le escapó. Así, decidió que en la siguiente ocasión que conociera a una mujer similar no iba a desaprovechar de nuevo la ocasión de intentar ser feliz. Al menos, había aprendido algo.
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
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- Oberfähnrich zur See
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- Registrado: 07 Ene 2006 01:00
- Ubicación: Zaragoza
Mi sueño... eres tu:
En mis sueños
aparecía un ser
inteligente, hermoso,
sensible, talentoso,
creativo, divertido,
fuerte y sabio,
que me conquistaba
totalmente
con su amor . . .
Pero los sueños
no son más
que el reflejo de los deseos.
Nunca esperé
encontrar a alguien
con todas
esas maravillosas cualidades.
Y entonces
te conocí . . .
y no solamente
me devolviste
la fe en los sueños,
sino que
eres un ser aún más maravilloso
que el de mis
sueños.
En mis sueños
aparecía un ser
inteligente, hermoso,
sensible, talentoso,
creativo, divertido,
fuerte y sabio,
que me conquistaba
totalmente
con su amor . . .
Pero los sueños
no son más
que el reflejo de los deseos.
Nunca esperé
encontrar a alguien
con todas
esas maravillosas cualidades.
Y entonces
te conocí . . .
y no solamente
me devolviste
la fe en los sueños,
sino que
eres un ser aún más maravilloso
que el de mis
sueños.
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.
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- Oberfähnrich zur See
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- Registrado: 07 Ene 2006 01:00
- Ubicación: Zaragoza
La flor que lloro:
En un jardin hermoso y sonriente entre las rosas más bellas que
ahi se daban,en un triste rincón anidaba una florecilla muy rara
de pétalos rosados,algo encorvada,casi transparente,bajo las sombras
de las mas altas y sonrojadas.
Erase un jardinero que las cuidaba,entre mas bella la rosa,mas la
atesoraba y sucedio que un dia,entre las templanzas de la incoherente
naturaleza,el con cierto recelo la mirase,mas aun asi le presto atención,puede que por curiosidad mas que por pasión.
Fue el tiempo cómplice de la naturaleza y entre más pasaba,la rara florecilla más le sonreia y el jardinero cauto y con experiencia en tanta vida,extrañado quedaba.
Tal pareciera que flor más rara jamás hubiera admirado...es entonces que poco a poco un amor tan limpio como el mismo aire y transparente como el agua más clara,del jardinero a aquella florecilla brotase.
Con dulce afán la tonta florecilla imaginandose rosa altiva,cual rosa más hermosa y de pétalos suaves que como recompensa,de la tierra donde nacen son llevadas a la gloria infinita a la mano donde yacen los amores mas instintivos.
No era tanto la dicha de encontrarse en la gloria,la pequeña florecilla de pétalos rosados,casi transparente,como un sueño anhelado,en cada noche bajo el cielo estrellado contemplaba la mano del jardinero cauto rozando sus pétalos pálidos.
Cuantas lunas transcurrian en donde la rara florecilla sus pétalos abria,sintiendo el sereno noche a noche,en una verdad casi entrañable.
Al llegar el alba la florecilla despertaba cada amanecer con menos timidez y mas erguida,parecida a una excentrica rosa poco conocida.
Y sucedió que un dia el jardinero sugirio que de la tierra donde vivia la rara florecilla,a su mano ávida pasara,decidido pues se encontraba y sin manifiesto alguno,con sus dedos rozó los dulces pétalos de amor,que parecieran recibir el calor del sol mas brillante,el agua mas pura y el aire mas embriagante.
Extendiendo su corola la rara florecilla,dibujaba en sus adentros una de tantas lunas,alli cuando soñó con ese magico momento...mas basto ese breve instante para que el jardinero de la dicha a la meditacion pasara,y esque no se sintio merecedor de una inocencia tan cautivante.
Fue asi como penso que en el lugar aquel donde la contemplo por primera vez,la linda florecilla permaneciera y fue asi como paso.
La rara florecilla triste quedo observando como el jardinero se alejo,dejandole ahi y fue cuando comprendio que jamas sería una rosa,y poco a poco la rara florecilla de melancolía a marchitarse empezó.
Nuevamente de pétalos rosados,algo encorvada y casi transparente,bajo el cielo iluminado con millares de cuerpos celestes en el sereno de la noche dos gotitas de agua relucientes,sus lágrimas se mezclaron,para asi al alba disfrazarlas de rocio.
Cual fue la sorpresa para el cauto jardinero,que en una mañana tan bella,enriquecida con el trino de los pajarillos y en un resplandeciente sol,en los pétalos de la rara florecilla las dos gotitas de agua encontro,la vio tan marchita y decaida que con sus manos las lágrimitas le limpio y al tocarlas,el supo que esa agua cristalina era de dolor,mas al acariciarla,la rara florecilla nuevamente su calor sintio y en esa agua cristalina le agradecio por hacerla sentir alguna vez la rosa mas bella y codiciada de tu eterno jardin...
En un jardin hermoso y sonriente entre las rosas más bellas que
ahi se daban,en un triste rincón anidaba una florecilla muy rara
de pétalos rosados,algo encorvada,casi transparente,bajo las sombras
de las mas altas y sonrojadas.
Erase un jardinero que las cuidaba,entre mas bella la rosa,mas la
atesoraba y sucedio que un dia,entre las templanzas de la incoherente
naturaleza,el con cierto recelo la mirase,mas aun asi le presto atención,puede que por curiosidad mas que por pasión.
Fue el tiempo cómplice de la naturaleza y entre más pasaba,la rara florecilla más le sonreia y el jardinero cauto y con experiencia en tanta vida,extrañado quedaba.
Tal pareciera que flor más rara jamás hubiera admirado...es entonces que poco a poco un amor tan limpio como el mismo aire y transparente como el agua más clara,del jardinero a aquella florecilla brotase.
Con dulce afán la tonta florecilla imaginandose rosa altiva,cual rosa más hermosa y de pétalos suaves que como recompensa,de la tierra donde nacen son llevadas a la gloria infinita a la mano donde yacen los amores mas instintivos.
No era tanto la dicha de encontrarse en la gloria,la pequeña florecilla de pétalos rosados,casi transparente,como un sueño anhelado,en cada noche bajo el cielo estrellado contemplaba la mano del jardinero cauto rozando sus pétalos pálidos.
Cuantas lunas transcurrian en donde la rara florecilla sus pétalos abria,sintiendo el sereno noche a noche,en una verdad casi entrañable.
Al llegar el alba la florecilla despertaba cada amanecer con menos timidez y mas erguida,parecida a una excentrica rosa poco conocida.
Y sucedió que un dia el jardinero sugirio que de la tierra donde vivia la rara florecilla,a su mano ávida pasara,decidido pues se encontraba y sin manifiesto alguno,con sus dedos rozó los dulces pétalos de amor,que parecieran recibir el calor del sol mas brillante,el agua mas pura y el aire mas embriagante.
Extendiendo su corola la rara florecilla,dibujaba en sus adentros una de tantas lunas,alli cuando soñó con ese magico momento...mas basto ese breve instante para que el jardinero de la dicha a la meditacion pasara,y esque no se sintio merecedor de una inocencia tan cautivante.
Fue asi como penso que en el lugar aquel donde la contemplo por primera vez,la linda florecilla permaneciera y fue asi como paso.
La rara florecilla triste quedo observando como el jardinero se alejo,dejandole ahi y fue cuando comprendio que jamas sería una rosa,y poco a poco la rara florecilla de melancolía a marchitarse empezó.
Nuevamente de pétalos rosados,algo encorvada y casi transparente,bajo el cielo iluminado con millares de cuerpos celestes en el sereno de la noche dos gotitas de agua relucientes,sus lágrimas se mezclaron,para asi al alba disfrazarlas de rocio.
Cual fue la sorpresa para el cauto jardinero,que en una mañana tan bella,enriquecida con el trino de los pajarillos y en un resplandeciente sol,en los pétalos de la rara florecilla las dos gotitas de agua encontro,la vio tan marchita y decaida que con sus manos las lágrimitas le limpio y al tocarlas,el supo que esa agua cristalina era de dolor,mas al acariciarla,la rara florecilla nuevamente su calor sintio y en esa agua cristalina le agradecio por hacerla sentir alguna vez la rosa mas bella y codiciada de tu eterno jardin...
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
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"Esta es la historia de un hermoso amor...
El... un hombre solo, aventurero y lleno de ganas... de simplemente vivir...
Ella... una mujer preciosa, procesando un cambio en su vida... sola, y sin haberse dado cuenta de las inmensas ganas que tenía de simplemente ser feliz...
Ellos, se encontraron un día, el sol iluminaba aquel atardecer, fue un verano... una tarde como cualquiera...
El la atrajo con su encanto, y ella la cautivo con su simpatía...
Así comenzó la más hermosa historia de amor, pasaron los días, se buscaban...
El cada noche con una desesperación que no lograba comprender...
Ella, lo esperaba con ansias, sabía que llegaría a su encuentro, como cada día, como cada noche, empezaron a nacer frases hermosas... empezó fluir el amor, puro, sincero, y por sobre todo verdadero, por que aquí no habían rostros, no habían cuerpos, solo habían palabras y sentimientos, y eso bastaba para sentir que sus vidas tenían un mismo destino.
Ellos empezaron a enamorarse, de la forma más tierna y dulce, como aquella mujer...
Ella lo fue enamorando poco a poco, con su simpleza, con su ternura, con con su cariño,
El siguió el camino de la conquista... la protegía, la acompañaba, la hacía sentir aquellas lindas cosas que ella desconocía...
Ella empezó a amarlo... sintió que el era el hombre de su vida, que lo quería a su lado, para continuar su vida...
El, sentía que ella, su linda María, era la mujer con quien deseaba compartir su mundo, que entre líos y dientes, ella sería la mejor compañía...
Ellos se dieron cuenta que se necesitaban, eran el uno para el otro, se estaban enamorando, y poco a poco lo mas tierno...se estaban deseando...así llegó el amor a sus vidas...
Hoy aun están juntos, se están amando intensamente, se necesitan, se adoran , se profesan un amor inmenso, los sueños acompañan sus vidas, un futuro les aguarda, una casa...unos niños... que esperan por ellos, para que fundidos en aquella pasión sin limites...los engendren con el mas puro sentimiento de amor…
Ellos... María y Andres viven sumidos en la alegría y la felicidad, bendecidos por la vida, por haberle ganado a la adversidad.
En esta historia... ganó EL AMOR...”
El... un hombre solo, aventurero y lleno de ganas... de simplemente vivir...
Ella... una mujer preciosa, procesando un cambio en su vida... sola, y sin haberse dado cuenta de las inmensas ganas que tenía de simplemente ser feliz...
Ellos, se encontraron un día, el sol iluminaba aquel atardecer, fue un verano... una tarde como cualquiera...
El la atrajo con su encanto, y ella la cautivo con su simpatía...
Así comenzó la más hermosa historia de amor, pasaron los días, se buscaban...
El cada noche con una desesperación que no lograba comprender...
Ella, lo esperaba con ansias, sabía que llegaría a su encuentro, como cada día, como cada noche, empezaron a nacer frases hermosas... empezó fluir el amor, puro, sincero, y por sobre todo verdadero, por que aquí no habían rostros, no habían cuerpos, solo habían palabras y sentimientos, y eso bastaba para sentir que sus vidas tenían un mismo destino.
Ellos empezaron a enamorarse, de la forma más tierna y dulce, como aquella mujer...
Ella lo fue enamorando poco a poco, con su simpleza, con su ternura, con con su cariño,
El siguió el camino de la conquista... la protegía, la acompañaba, la hacía sentir aquellas lindas cosas que ella desconocía...
Ella empezó a amarlo... sintió que el era el hombre de su vida, que lo quería a su lado, para continuar su vida...
El, sentía que ella, su linda María, era la mujer con quien deseaba compartir su mundo, que entre líos y dientes, ella sería la mejor compañía...
Ellos se dieron cuenta que se necesitaban, eran el uno para el otro, se estaban enamorando, y poco a poco lo mas tierno...se estaban deseando...así llegó el amor a sus vidas...
Hoy aun están juntos, se están amando intensamente, se necesitan, se adoran , se profesan un amor inmenso, los sueños acompañan sus vidas, un futuro les aguarda, una casa...unos niños... que esperan por ellos, para que fundidos en aquella pasión sin limites...los engendren con el mas puro sentimiento de amor…
Ellos... María y Andres viven sumidos en la alegría y la felicidad, bendecidos por la vida, por haberle ganado a la adversidad.
En esta historia... ganó EL AMOR...”
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.
Besos camaradas.
Buena proa.
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- Oberfähnrich zur See
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- Ubicación: Zaragoza
El Sapito:
Érase una vez un sapito, verrugoso y regordete. Vivía en una charca verde y fangosa, ideal para refugiarse en los días cálidos, estupenda para salir por las noches a cazar mosquitos y luciérnagas.
Como era el sapo más inteligente de la charca, el más simpático y el más valiente, tenía muchos amigos sapos. Como era fuerte y guapo, su croar varonil traía de cabeza a las sapas, no sólo de su charca, sino también de las charcas contiguas. Llevaba, pues, una vida social muy intensa, si por vida social se entienden los concursos de canto con otros machos y la fabricación de nuevas generaciones de sapitos.
Pero no vivía del todo feliz en su charca. Ninguna mosca era lo suficientemente gorda para saciarle, y ninguna sapa era lo suficientemente voluptuosa como para dejarle totalmente satisfecho. Aunque ya estaba acostumbrado a esta vida, en ocasiones sentía que el hastío y la pereza le invadían, y lloraba de impotencia, añorando oscuros tiempos mejores, o al menos hacía algo parecido a llorar, con hipidos cortitos y quedos.
Porque, aunque ahora vivía una existencia de sapo feliz, tiempo atrás, había sido humano. A pesar de que su cerebro de batracio no lo recordaba con exactitud, a ratos sentía la nostalgia de cosas que no comprendía, y añoraba aromas y sensaciones que no encontraba. Ya no podía recordar que una vez había sido un hombre guapo y apuesto, aunque ahora sus verrugas fueran las más varoniles de la charca, y ya no podía articular las palabras que antaño utilizaba para encandilar a las chicas. Sin embargo, todos alababan su canto, croaba alto y fuerte, melódicamente y con cadencia. No estaba mal, para ser un sapo. Pero, a pesar de su satisfecho ego animal, intuía que no era lo mismo.
Un atardecer, llegó a la charca una joven. O es posible que no fuera tan joven, pero el sapito tampoco habría notado la diferencia. Digamos que era una mujer. Sin hacer caso de la nube de mosquitos que le daba la bienvenida, la mujer de expresión cansada se detuvo, se sentó en el tocón de un roble partido, cerca de la charca, y se puso a cantar una canción muy triste.
Algo se encendió en el cerebro del sapo, o quizás le entraron unas súbitas ganas de dar un paseo, porque saltó de la charca y se plantó delante de la mujer. La observó, mientras ella le sonreía, divertida por el atrevimiento de aquel bichejo. Si él hubiera tenido aún su cerebro de humano, habría pensado en decirle: "hola, yo parezco un sapo, pero en realidad soy un hombre, guapo y apuesto, encantado por las malas artes de una bruja a la que negué mi amor. Dame un beso, y seremos felices para siempre". Por supuesto, la última frase habría sido mentira, se trataba de un recurso profundamente grabado, en algún recoveco de su pequeño cerebro masculino.
Pero, como era un sapo, se quedó inmóvil, hechizado por el sonido que hacía la mujer, hinchado como si estuviera presumiendo ante una hembra, y emitiendo ruiditos guturales apenas perceptibles.
La mujer lo miró, intrigada, se agachó y alargó la mano. El sapito subió a la mano con un salto que nadie se habría atrevido a calificar de grácil, y ella se quedó inmóvil, maravillada por aquel osado montón de verrugas con ojos saltones. Entonces ella comprendió. Comprendió con su mente de humana lo que debía ser pasarse la vida en una charca, viviendo como un sapo. Le miró a los ojos y sintió el repentino impulso de besarle, pero dudó un segundo. Izó al sapo hasta ponerlo a la altura de su mejilla y lo acercó a su cara. Entonces, el sapo, sin saber bien por qué, o tal vez obedeciendo las órdenes mudas de la mujer, proyectó su lengua hacia la pálida y suave mejilla.
Han pasado varios días. En la charca hay ahora una sapa nueva. Es una sapa voluptuosa y fértil, fuerte y ligeramente más lista que el resto de los sapos, todos excepto uno. Ese sapo que sigue sintiéndose raro a ratos, que hipa de vez en cuando y que no recuerda bien por qué cayó de golpe al suelo, ni de dónde salió aquella sapa nueva, tan atractiva.
Con su cerebro de sapo, ella tampoco recuerda su vida anterior. Sólo sabe que es muy feliz en su charca...
Érase una vez un sapito, verrugoso y regordete. Vivía en una charca verde y fangosa, ideal para refugiarse en los días cálidos, estupenda para salir por las noches a cazar mosquitos y luciérnagas.
Como era el sapo más inteligente de la charca, el más simpático y el más valiente, tenía muchos amigos sapos. Como era fuerte y guapo, su croar varonil traía de cabeza a las sapas, no sólo de su charca, sino también de las charcas contiguas. Llevaba, pues, una vida social muy intensa, si por vida social se entienden los concursos de canto con otros machos y la fabricación de nuevas generaciones de sapitos.
Pero no vivía del todo feliz en su charca. Ninguna mosca era lo suficientemente gorda para saciarle, y ninguna sapa era lo suficientemente voluptuosa como para dejarle totalmente satisfecho. Aunque ya estaba acostumbrado a esta vida, en ocasiones sentía que el hastío y la pereza le invadían, y lloraba de impotencia, añorando oscuros tiempos mejores, o al menos hacía algo parecido a llorar, con hipidos cortitos y quedos.
Porque, aunque ahora vivía una existencia de sapo feliz, tiempo atrás, había sido humano. A pesar de que su cerebro de batracio no lo recordaba con exactitud, a ratos sentía la nostalgia de cosas que no comprendía, y añoraba aromas y sensaciones que no encontraba. Ya no podía recordar que una vez había sido un hombre guapo y apuesto, aunque ahora sus verrugas fueran las más varoniles de la charca, y ya no podía articular las palabras que antaño utilizaba para encandilar a las chicas. Sin embargo, todos alababan su canto, croaba alto y fuerte, melódicamente y con cadencia. No estaba mal, para ser un sapo. Pero, a pesar de su satisfecho ego animal, intuía que no era lo mismo.
Un atardecer, llegó a la charca una joven. O es posible que no fuera tan joven, pero el sapito tampoco habría notado la diferencia. Digamos que era una mujer. Sin hacer caso de la nube de mosquitos que le daba la bienvenida, la mujer de expresión cansada se detuvo, se sentó en el tocón de un roble partido, cerca de la charca, y se puso a cantar una canción muy triste.
Algo se encendió en el cerebro del sapo, o quizás le entraron unas súbitas ganas de dar un paseo, porque saltó de la charca y se plantó delante de la mujer. La observó, mientras ella le sonreía, divertida por el atrevimiento de aquel bichejo. Si él hubiera tenido aún su cerebro de humano, habría pensado en decirle: "hola, yo parezco un sapo, pero en realidad soy un hombre, guapo y apuesto, encantado por las malas artes de una bruja a la que negué mi amor. Dame un beso, y seremos felices para siempre". Por supuesto, la última frase habría sido mentira, se trataba de un recurso profundamente grabado, en algún recoveco de su pequeño cerebro masculino.
Pero, como era un sapo, se quedó inmóvil, hechizado por el sonido que hacía la mujer, hinchado como si estuviera presumiendo ante una hembra, y emitiendo ruiditos guturales apenas perceptibles.
La mujer lo miró, intrigada, se agachó y alargó la mano. El sapito subió a la mano con un salto que nadie se habría atrevido a calificar de grácil, y ella se quedó inmóvil, maravillada por aquel osado montón de verrugas con ojos saltones. Entonces ella comprendió. Comprendió con su mente de humana lo que debía ser pasarse la vida en una charca, viviendo como un sapo. Le miró a los ojos y sintió el repentino impulso de besarle, pero dudó un segundo. Izó al sapo hasta ponerlo a la altura de su mejilla y lo acercó a su cara. Entonces, el sapo, sin saber bien por qué, o tal vez obedeciendo las órdenes mudas de la mujer, proyectó su lengua hacia la pálida y suave mejilla.
Han pasado varios días. En la charca hay ahora una sapa nueva. Es una sapa voluptuosa y fértil, fuerte y ligeramente más lista que el resto de los sapos, todos excepto uno. Ese sapo que sigue sintiéndose raro a ratos, que hipa de vez en cuando y que no recuerda bien por qué cayó de golpe al suelo, ni de dónde salió aquella sapa nueva, tan atractiva.
Con su cerebro de sapo, ella tampoco recuerda su vida anterior. Sólo sabe que es muy feliz en su charca...
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.
Besos camaradas.
Buena proa.