
Volver la primavera al alma,
con sólo perderme en tus brazos...
saberme segura y guardada,
teniendo tus ojos de techo...
Dormir bajo un manto de estrellas,
sintiendo tus manos palomas,
volando,surcando mi cielo...
Vivir entre nubes doradas
y arenas de olas y espuma,
gozando las horas despierta,
latiendo segundo a segundo
al ritmo que llevan las hojas...
Perder cual sutil enredadera
del tactil clamor de los labios,
tañendo campanas al vuelo
en relicario de voces y acentos...
danzar nuestras almas que cantan,
que guardan silencio pausado
al calor del amor callado
y sereno del rumor del agua
más clara,más límpida y pura...
del aroma de dulces palabras
que nacen al son de la aurora
y lloran sabiéndose amadas...
que llevan el rumbo ignorado;
el que sólo entienden y saben
los seres nacidos,creados
para sendas de luces y aromas
de púrpureos atardeceres y ocasos...
caminos de libélulas rojas
y estrellas que aún no han nacido...
y allí,en bahías y dunas...
un sonoro te quiero se alza
llamando a la vida,su fuerza
y retando a la mismisima muerte,
que al querer llegar ya se acaba...
cada vez que abre los ojos
el primer lucero del alba.
"Ámame cuando menos me lo merezca,porqué será cuando más lo necesite"...
Besos camaradas.
Buena proa.