Ya, Reivaj, pero en la frontera no estaban todas las unidades soviéticas que había que destruir, sino sólo una parte.
"A partir de la batalla de Minsk [29 de junio-7 de julio de 1941], el comportamiento de los soldados rusos ante la derrota ofrece un contraste sobrecogedor con el de los polacos y aliados occidentales. Y ocurre que estos soldados rusos se multiplican en una medida que creíamos impensable. Divisiones soviéticas de las que nuestros servicios de información ni siquiera sospechaban su existencia, completamente frescas, bien equipadas, son lanzadas una y otra vez a la batalla." (Extracto de un artículo escrito por el general Blumentritt en The Fatal Decisions, editado por Seymour Freidin y William Richardson, p. 57 Nueva York, 1956.) Es decir, ya en los primeros días de lucha, este general alemán manifiesta cierta sorpresa.
Con fecha de 10 de agosto de 1941, el general Franz Halder, Jefe del Estado Mayor General de las fuerzas terrestres, escribió en su diario: "Hoy me doy cuenta de que hemos subestimado peligrosamente el potencial del coloso ruso en el terreno económico y, por encima de todo, en el militar."
Seguiré tu recomendación, Kami. ¡Pa la saca!
Un saludo