El dia que les dimos "pal pelo" a los Ingleses EDI

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

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Siurell
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El dia que les dimos "pal pelo" a los Ingleses EDI

:D
Mas conocida como la guerra de la oreja de Jenkins:
Última edición por Siurell el 29 Jun 2007 15:24, editado 1 vez en total.
Kamikaze Joe
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Eso dijo Nelson aquel día.
"Ninguna gilipollez es respetable. Lo unico respetable es el derecho de cada cual a expresar cualquier gilipollez. Tan respetable como, acto seguido, el derecho de los otros a llamarlo gilipollas."
Arturo Pérez-Reverte.
juanchez
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Joder, me he quedado sin enterarme de lo de la oreja de jenkins
Backman
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juanchez escribió:Joder, me he quedado sin enterarme de lo de la oreja de jenkins
Juanchez, nos hemos quedado todos. Siu está intentando pegar aqui la historia, pero debe tener problemillas.
BACKMAN, OAW, 24ª FLOTILLA
Siurell
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La derrota de la Armada Inglesa en Cartagena de Indias en el siglo XVIII es un acontecimiento silenciado en la historia inglesa y desconcocido para la gran mayoría de españoles. La Historia está hecha de muchas mentiras, silencios y exageraciones y ésta página gloriosa de la época colonial está injustamente olvidada por el saber popular español y merece la pena contribuir a su difusión.


En Octubre de 1739 Inglaterra declara a España la guerra de la oreja de Jenkins y planea tomar la ciudad donde confluyen las riquezas de las colonias españolas, Cartagena de Indias (Colombia), dominar el comercio en el Caribe y, en una operación combinada con las fuerzas del Comodoro Anson que con el navio Septrentión y dos buques menores acosaba las colonias del Pacifico Sur, aniquilar el imperio español en América.


Aunque el origen de la guerra fue la rivalidad comercial entre las dos potencias, la causa inmediata de la conflagración fue un incidente cerca de la costa de Florida cuando el capitán de un guardacostas español, Juan León Fandiño, interceptó el Rebbeca al mando de Robert Jenkins y le hizo cortar a éste una oreja; después de lo cual le liberó con este insolente mensaje: "Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve". Este suceso enardeció a la opinión pública inglesa y dió lugar a que su Gobierno, presidido por su Primer Ministro Mr. Walpole, declarara la guerra a España presionado por comerciantes de la City que apetecían la conquista de nuevos mercados.


El 13 de Marzo de 1741 apareció por "Punta Canoa", poniendo en vilo la ciudad de Cartagena, la mayor flota de guerra que jamás surcara los mares hasta el desembarco de Normandía: 2000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, brulotes y buques de transporte. La flota, muy superior a la Invencible de Felipe II que sólo disponía de 126 navíos, está dirigida por el almirante Sir Edward Vernon y transporta 23.600 combatientes entre marinos, soldados y esclavos negros macheteros de Jamaica. En la expedición vienen 4.000 reclutas de Virginia bajo las órdenes de Lawrence Washington, medio hermano del futuro libertador George.

Las defensas de Cartagena no pasaban, en cambio, de 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros traídos del interior más la marinería y tropa de desembarco de los seis únicos navíos de guerra de los que dispone la ciudad: el Galicia que era la nave Capitana, el San Felipe, el San Carlos, el Africa, el Dragón y el Conquistador.

Este pequeño contingente está dirigido por hombres decididos a defenderse hasta morir: el Virrey Sebastián de Eslava, Teniente General de los Reales Ejercitos con larga experiencia militar, y bajo su mando, pero en el mar, el celebre General de la Armada D. Blas de Lezo, lobo de mar que ya ha participado en 22 batallas y expediciones navales perdiendo la pierna y el ojo izquierdo en Málaga y Toulon y quedándole lisiada la mano derecha en Barcelona. Seguían en la jerarquía el Mariscal de Campo D. Melchor de Navarrete, Gobernador de la ciudad, a cuyo cargo quedó la parte administrativa y el abastecimiento de víveres, y el Coronel D. Carlos Des Naux, Ingeniero militar y Director de obras de fortificación, quien actuó primero como Castellano del Castillo de San Luis de Bocachica y luego como Castellano de San Felipe de Barajas. Aunque con algunas discrepancias de criterio en materia estratégica entre Blas de Lezo y el Virrey los cuatro hombres lograron por fin unificar su acción baja la dirección de Eslava y resistir a pie firme el embate inglés.

Años antes Vernon ya había merodeado dos veces Cartagena, y trazando círculos de buitre se había presentado frente a la bahía, pero Lezo lo había puesto en fuga con maestría de consumado marino. En la primera ocasión cerró el puerto con cadenas y situó sus buques en Bocachica para que los ingleses no pudieran entrar sin batirse con ellos e instaló en tierra un grueso cañón de 18 libras de su nave capitana lo que sorprendió al enemigo al contestar con artillería por un lado de la ciudad que consideraban desguarnecido. En la segunda dispuso sus naves de manera que con su fuego se encerrará a los navios ingleses dentro del campo de tiro largo y corto, los cuales de nuevo sorprendidos abandonaron la zona.


Ahora Vernon, envalentonado tras una acción de rapiña en la mal defendida ciudad de Portobelo (Pánama), vuelve con efectivos considerables y escribe a Lezo cartas desafiantes. Éste, como buen vasco, es tozudo y quisquilloso en cuestiones de honor: 'Hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera Usted insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía..."


Vernon despliega la flota bloqueando la entrada al puerto, y tras silenciar las baterías de "Chamba", "San Felipe" y "Santiago" desembarca tropas y artillería. Es tan impresionante el despliegue de barcos en el horizonte que algunos vecinos consideran la situación perdida y procuran ponerse a salvo. Vernon ordena un cañoneo incesante que durará 16 días y noches al castillo de San Luis de Bocachica con un promedio de "62 grandes disparos por hora". El castillo está defendido por 500 hombres al mando de Coronel Des Naux. Por su parte Lezo coloca cuatro de sus navíos, el Galicia, el San Felipe, el San Carlos y el Africa del lado interior de la bahía y en las proximidades del Castillo para apoyarlo con sus cañones. Aunque la defensa de Bocachica fue heroica con Lezo y Des Naux peleando en primera fila los defensores han de evacuarlo ante la abrumadora superioridad enemiga. Lezo hace barrenar e incendiar sus buques para obstruir el canal navegable de Bocachica, cosa que consigue parcialmente ya que el Galicia no coge fuego a tiempo. Sin embargo, se ha logrado retrasar el avance inglés de forma considerable y ello favorecerá el desarrollo de epidemias entre los asaltantes.


Los defensores optaron por replegarse totalmente a la Fortaleza de San Felipe de Barajas, motivo por el cual ni siquiera intentaron la resistencia en el Castillo de Bocagrande. Y muy contra la voluntad de Lezo, que trató de evitarlo hasta el fin pero se vió obligado por disciplina, se hundieron los dos únicos navíos que quedaban, el Dragón y el Conquistador, con el ilusorio objeto de impedir la navegación por el canal de Bocagrande. Pero al igual que en Bocachica, el sacrificio resultó en vano pues los ingleses remolcaron el casco de uno de ellos para restablecer el paso y desembarcaron en las islas de Manga y Gracia dejando a un lado el Fuerte de Manzanillo. Hecho lo cual, un regimiento de colonos norteamericanos al mando de Lawrence Washington tomaron la colina de la Popa próxima ya a San Felipe de Barajas y que había sido abandonada por los españoles.

Vernon entró entonces triunfante en la bahía con su buque Almirante con las banderas desplegadas y el estandarte de General en Jefe escoltado por dos fragatas y un paquebote, y dando la batalla por ganada despachó un correo a Jamaica e Inglaterra con tan fausta noticia. Tras ello ordena el desembarco masivo de artilleria y cañonear el Castillo de San Felipe desde mar y tierra con el fin de ablandar la resistencia final.
La defensa está formada por sólo 600 hombres bajo el mando de Lezo y Des Naux. Éste ya había resistido en Bocachica e iba a batirse de nuevo contra el empuje inglés hacia la fortaleza de San Felipe.

La defensa fue numantina y la batalla violenta. Al fin Vernon resuelve que la infantería tomará fácilmente la fortaleza pues se encuentra con daños considerables. La noche del 19 al 20 de abril se dan los hechos decisivos, los atacantes al mando del General Woork avanzan entre sombras en tres columnas de granaderos y varías compañías de soldados, además de los esclavos macheteros jamaicanos que van en vanguardía. Su progresión es lenta por el pesado equipo de guerra que transportan y por el fuego de fusilería desde las trincheras y lo alto de la fortaleza. El avance se frena ante las murallas ya que por imprevisión la longitud de las escalas para salvar el foso resultan cortas y los atacantes quedan aturdidos al no disponer de fajinas y materiales para facilitar la aproximación al fuerte. Los defensores arrecian en su fuego nutrido y certero desde lo alto, lo que origina una mortalidad espantosa.

Al alba un macabro espectáculo de muertos, mutilados y heridos vagando como espectros aparece alrededor de San Felipe haciendo evidente la hecatombe inglesa. La salida de los españoles que cargan a bayoneta calada provoca la huida desordenada de los asaltantes que pierden cientos de hombres y todos sus pertrechos.

El bombardeó inglés prosigue desde el mar 30 días más sin un objetivo claro, pero el cólera y el escorbuto comienzan a provocar decenas de muertos que flotan en la bahía lo que hace la situación desesperada.
Vernon, altivo y malgeniado, recrimina al parsimonioso General Wentworth, Jefe Supremo de las tropas de desembarco, por el ignominioso fracaso y las desavenencias llegan a un punto insostenible. Al fin el Alto Mando inglés ordena la retirada, lo que se realiza de forma lenta y sin cesar de cañonear la ciudad hasta que "no quedó ninguna vela inglesa". Los últimos veleros parten el 20 de Mayo, pero los ingleses han de incendiar cinco de ellos por falta de tripulación. En el regreso a Jamaica hunden otro y cada barco parece un hospital.


Mientras en Inglaterra se supone como cierta la victoria con arrogancia y orgullosa satisfacción. Aún se desconoce el infausto final y se acuñan medallas conmemorativas mostrando a Lezo arrodillado ante Vernon entregándole la espada con la inscripción "el orgullo español humillado por Vernon". En ellas el vencido aparece con dos piernas, dos ojos y dos brazos para obviar que es un hombre lisiado. En el reverso había seis navios y un puerto, y alrededor la inscripción: quien tomo Portobelo con solo seis naviós, Noviembre de 1939. Éstas medallas, de las que se conservan algunas todavía, fueron motivo de burla durante mucho tiempo por parte de los enemigos de Inglaterra, "debiendo ser en sus autores tanta mayor la vergüenza cuanto fue mayor su ligereza y arrogancia".


Semanas después Lezo malherido y extenuado por la batalla se hunde en las tinieblas del olvido. Sus últimos momentos se enmarcan dentro de la ingratitud y la amnesia de un camastro en algún hospital de Cartagena. Su cuerpo cercenado se deposita sin honores y se ignora donde esta enterrado.
Vernon, sabedor de la muerte de Lezo, rondó de nuevo Cartagena en 1742 con 56 navios, pero sus espías le informaron de la reparación de las defensas y de la presencia del Virrey Eslava en la ciudad por lo que no se decidió a atacar y partió a enfrentarse al juicio de la historia. Murió en 1757 repudiado y olvidado por su pueblo, y el rey Jorge II prohibió toda publicación sobre el asalto a Cartagena que quedó así sepultado en la historia. Inglaterra no volvió a amenazar seriamente al Imperio español que subsistió un siglo más. España, en cambio, contribuyó añós más tarde al desmoronamiento de las colonias inglesas en Ámerica, hecho que también ha tratado de silenciarse.
Siurell
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La primera acción fue protagonizada por el almirante Edward Vernon, quien al mando de seis naves capturó y destruyó Puerto Bello (actual Portobelo, en Panamá), un centro de exportación de plata en el Virreinato de Nueva Granada en noviembre de 1739. El éxito fue enormemente magnificado por la naciente prensa inglesa, la cual publicó toda clase de sátiras sobre las fuerzas españolas al tiempo que lanzaba vítores a Vernon. Durante una cena en honor a éste a la que asistió el rey Jorge II de Inglaterra, en 1740, se presentó un nuevo himno creado para conmemorar la victoria, que no es otro que el actual himno nacional británico God Save the King. Un vestigio de estas celebraciones puede aún encontrarse en el mapa de la ciudad de Londres: la conocida calle de Portobello Road, aunque urbanizada en la segunda mitad del siglo XIX, deriva su nombre de una granja situada anteriormente en el lugar, y denominada Portobello Farm en conmemoración de esta batalla.


La inesperada victoria en Puerto Bello (que no recuperaría su importancia portuaria hasta la construcción del Canal de Panamá) condujo a un cambio en los planes británicos. En lugar de concentrar su siguiente ataque sobre La Habana con la intención de conquistar Cuba, como se había previsto, Vernon partiría otra vez hacia Nueva Granada para atacar Cartagena de Indias, puerto principal del Virreinato y punto de partida principal de la Flota de Indias hacia la Península Ibérica. Los británicos reunieron entonces en Jamaica la mayor flota vista hasta entonces, compuesta por 186 naves (60 más que la famosa Gran Armada de Felipe II) a bordo de las cuales iban 2.620 piezas de artillería y más de 27.000 hombres, entre los que se incluían 10.000 soldados británicos encargados de iniciar el asalto, 12.600 marineros, 1.000 macheteros esclavos de Jamaica y 4.000 reclutas de Virginia dirigidos por Lawrence Washington, hermanastro del que sería padre de la independencia de Estados Unidos.

La difícil tarea de defender la plaza corrió a cargo del veterano marino vasco Blas de Lezo, curtido en numerosas batallas navales de la Guerra de Sucesión Española en Europa y varios enfrentamientos con los piratas en el Caribe y Argelia. Apenas contaba con la ayuda de Melchor de Navarrete y Carlos Des Naux, una flotilla de seis naves (la nao capitana Galicia más los buques San Felipe, San Carlos, África, Dragón y Conquistador) y una fuerza de 3.000 hombres entre soldados y milicia urbana a la que se unieron 600 arqueros indios del interior.

Vernon ordenó bloquear el puerto el 13 de marzo de 1741, al tiempo que desembarcaba un contingente de tropas y artillería destinado a tomar el castillo de San Luis de Bocachica, contra el que abrieron fuego de forma simultánea las naves británicas a razón de 62 cañonazos por hora. Lezo dirigió cuatro de las naves en ayuda de los 500 soldados que defendían la posición con Des Naux a la cabeza, pero los españoles hubieron de retirarse finalmente hacia la ciudad, que ya estaba comenzando a ser evacuada por la población civil. Tras abandonar también el castillo de Bocagrande, los españoles se reunieron en la fortaleza de San Felipe de Barajas mientras los virginianos de Washington se desplegaban en la cercana colina de La Popa para tomar posiciones. Fue entonces cuando Edward Vernon cometió el error de dar la victoria por conseguida y mandó un correo a Jamaica comunicando que había conseguido tomar la ciudad. El informe se reenvió más tarde a Londres, donde las celebraciones alcanzaron cotas aún mayores que las realizadas por Portobelo, llegando a acuñarse medallas conmemorativas en las que aparecía Blas de Lezo arrodillándose ante Vernon :evil: . Por aquel entonces Lezo era tuerto, cojo y tenía una mano impedida debido a diferentes heridas sufridas años atrás (era conocido como Mediohombre), pero ninguna de estas taras se reflejó en las medallas con el fin de que no se tuviese la idea de haber derrotado a un enemigo débil.

Pero para desgracia de Vernon, lo que estaba por llegar no era la tan esperada victoria británica. La noche del 19 de abril se produjo un asalto a San Felipe que se juzgaba definitivo, llevado a cargo por tres columnas de granaderos apoyados por los jamaicanos y varias compañías británicas, convenientemente ayudados por la oscuridad y el constante bombardeo procedente de los buques. Al llegar ante las murallas se encontraron con que éstas eran más altas de lo que parecían y las escalas se quedaban demasiado cortas, de tal manera que no podían atacar ni huir debido al peso del equipo. Aprovechando esto, los españoles abrieron fuego contra los británicos, produciéndose una carnicería sin precedentes. Al amanecer, los defensores abandonaron sus posiciones y cargaron contra los asaltantes a la bayoneta, masacrando a la mayoría y haciendo huir a los que quedaban hacia los barcos. A pesar de los constantes bombardeos y el hundimiento de la pequeña flota española (la mayoría por el propio Lezo, para bloquear la bocana del puerto), los defensores se las ingeniaron para impedir desembarcar al resto de las tropas inglesas, que se vieron obligadas a permanecer en los barcos durante un mes más sin provisiones suficientes. El 9 de mayo, con la infantería prácticamente destruida por el hambre, las enfermedades y los combates, Vernon se vio obligado a levantar el asedio y volver a Jamaica. Seis mil británicos murieron frente a menos de mil españoles, dejando algunos barcos tan vacíos que fue preciso hundirlos por falta de marinería. La mayor operación de la Royal Navy hasta el momento se saldaba también como la mayor derrota de su historia.

Vernon trató de paliar este gran fracaso atacando a los españoles en la bahía de Guantánamo en Cuba y luego, el 5 de marzo de 1742 y con la ayuda de refuerzos llegados desde Europa, en Panamá. Allí esperaba repetir el éxito de Portobelo y fue precisamente a este lugar adonde se dirigió. Sin embargo, los españoles abandonaron la plaza (que seguía destruida) y se replegaron hacia Ciudad de Panamá, desbaratando el posterior intento británico de desembarcar y plantar batalla en tierra. Vernon se vio obligado finalmente a regresar a Inglaterra, donde comunicó que el triunfo del que había informado previamente no existía. Esto causó tal vergüenza a Jorge II que el propio rey prohibió escribir sobre el asunto a sus historiadores.



Bueno Patapalo ya sabes de donde viene tu Nick :wink: y el nombre de la fragata F-103 :D 8)
Siurell
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Tuerto, con una mano impedida y con una pierna amputada "Patapalo" o "Mediohombre" obtuvo una victoria no reconocida hasta el siglo XIX.

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Este es el Crucero Mendez Nuñez , gemelo del Blas de Otero (hundido tras tocar un bajio).

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http://www.pendulares.net/especiales/lezo/

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Bill Bones
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Esta historia la conocía porque Pérez Reverte la cuenta en "La carta esférica"... realmente impresionante. Lástima que Blas de Lezo siguiera los pasos de tantos otros y ya no se sepa ni dónde están sus huesos. y en cuanto a Vermont... joder, me imagino la cara con al que debió informar de que Cartagena de Indias, houm, seguía siendo española... después de que un cojo, manco y tuerto con 600 valientes les dieran para el pelo a él, a la Royal Navy y a 6000 casacas rojas... :lol:
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oarso
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!!! EING ¡¡¡

Este es el Crucero Mendez Nuñez , gemelo del Blas de Otero

Podrá faltarme el aire,
el agua,
el pan,
sé que me faltarán.

El aire, que no es de nadie.
El agua, que es del sediento.
El pan... Sé que me faltarán.

La fe, jamás.

Cuanto menos aire, más.
Cuanto más sediento, más.

Ni más ni menos. Más


Blas de Otero (Poeta)


Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, de noche a noche, no sé cuando
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.


Tambien de Blas de Otero (Poeta)



EL MARINO


Blas de Lezo y Olavarrieta, conocido como "Patapalo" (Pasajes (Guipúzcoa), 1687

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Breve esbozo literario.

Blas de Lezo

Solo, lo que se dice solo, no estaba. Tenía a Blas de Lezo, un marino de leyenda cuyo nombre causaba terror entre los británicos. Había nacido en Pasajes, un pueblo de Guipúzcoa, y era la viva expresión del héroe guerrero. Había perdido una pierna en Gibraltar, un ojo izquierdo en Tolón y un brazo en Barcelona; todo, luchando contra los ingleses, a quienes había apresado 11 navíos militares y otros tantos piratas. Le llamaban, con cierta sorna no exenta de admiración, "medio hombre".

El descalabro ante el castillo de San Felipe desmoralizó a los ingleses, que, además, se habían abierto muchos más frentes de los que podían permitirse. Vernon, el engreído Sir Andrew Vernon, se había revelado como un incompetente incapaz de vencer a 850 españoles harapientos y famélicos capitaneados por un anciano tuerto, manco y cojo.

Esta es de ese tipo de historias que uno se pregunta porqué el cine español no la ha hecho película ya. Sin desmerecer a Alatriste, nos dedicamos a crear heroes de ficción cuando en realidad tenemos heroes que fueron de carne y hueso.

Blas de Lezo, el español que humilló a la armada inglesa

La derrota de la Armada Inglesa en Cartagena de Indias en el siglo XVIII es un acontecimiento silenciado por la historia inglesa y tristemente desconocido para la gran mayoría de españoles.
En Octubre de 1739 Inglaterra declara a España la guerra y planea tomar la ciudad donde confluyen las riquezas de las colonias españolas, Cartagena de Indias (Colombia), dominar el comercio en el Caribe, su objetivo era acosar las colonias del Pacifico Sur, para así aniquilar el imperio español en las Américas.



El 13 de Marzo de 1741 apareció en el horizonte frente a la ciudad de Cartagena, la mayor flota de guerra que jamás surcara los mares hasta el desembarco de Normandía. 2000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, y buques de transporte. La flota era muy superior a la Invencible de Felipe II, que sólo disponía de 126 navíos.
El contingente estaba dirigido por el almirante Sir Edward Vernon y transportaba un ejercito de 23.600 hombres entre marinos, soldados y esclavos negros de Jamaica. Las defensas de Cartagena no pasaban, en cambio, de 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros, más la marinería y tropa de desembarco de los seis únicos navíos de guerra de los que disponía la ciudad; El Galicia que era la nave Capitana, el San Felipe, el San Carlos, el África, el Dragón y el Conquistador.

El limitado contingente español, estaba dirigido por hombres recios y dispuestos a defenderse hasta morir: el Virrey Sebastián de Eslava, Teniente General de los Reales Ejércitos con larga experiencia militar, y sobre todo aun que bajo mando de este ultimo, el mítico General de la Armada D. Blas de Lezo, legendario lobo de mar quien ya había participado en 22 batallas y expediciones navales, perdiendo en ellas una pierna, el ojo izquierdo y con la mano derecha lisiada.


La escuadra inglesa se despliega bloqueando la entrada al puerto, y tras silenciar las baterías de "Chamba", "San Felipe" y "Santiago" inician el desembarco de tropas y artillería. Es tan impresionante el despliegue de barcos en el horizonte, que la población considera la situación del todo perdida y abandonan la ciudad.
La escuadra Inglesa cañonea incesantemente día y noche, durante 16 largos días el castillo de San Luis de Bocachica. Llegan a dispararse hasta 62 proyectiles por hora. El castillo, solamente está defendido por 500 hombres al mando de Coronel Des Naux. Blas de Lezo prepara la defensa del puerto, colocando cuatro de sus navíos, el Galicia, el San Felipe, el San Carlos y el África del lado interior de la bahía y en las proximidades del Castillo para apoyarlo con sus cañones. Aunque la defensa de Bocachica fue heroica con Lezo y Des Naux peleando en primera fila, los defensores han de retroceder y replegarse ante la abrumadora superioridad enemiga.

Para dificultar el avance enemigo, Lezo hace barrenar e incendiar sus buques, obstruyendo el canal navegable de Bocachica, algo que consigue parcialmente ya que el Galicia no se hunde a tiempo. A pesar de todo, se consigue retrasar el avance inglés de forma considerable.
Las tropas españolas, optan por replegarse totalmente a la Fortaleza de San Felipe, la resistencia en el Castillo de Bocagrande es del todo inútil.
Contra su voluntad Lezo, y a pesar de que trató de impedirlo a toda costa (tuvo que acatar la orden por disciplina), se toma la decisión de hundir los dos únicos navíos que quedaban, el Dragón y el Conquistador, con ello se pretende impedir la navegación por el canal de Bocagrande.
Pero al igual que en Bocachica, la medida resultó del todo inútil pues los ingleses consiguieron restablecer el paso y desembarcaron en las islas de Manga y Gracia, dejando a un lado el Fuerte de Manzanillo. Con lo que un regimiento de colonos norteamericanos al mando de Lawrence Washington, tomaron la colina próxima ya a San Felipe y que había sido abandonada por los españoles. Vernon entró triunfante en la bahía, con su buque Almirante, dando la batalla por ganada despachó un correo a Jamaica e Inglaterra, con la supuesta buena nueva. Se inicia después el desembarco masivo de artillería e infantería. Consolidado el desembarco y las posiciones de tierra, la artillería británica reinicia un intenso cañoneo contra las posiciones españolas, especialmente contra el Castillo de San Felipe. Desde mar y tierra, llueven los proyectiles con el fin de ablandar la resistencia española.
La defensa está formada por sólo 600 hombres bajo el mando de Lezo y Des Naux, quienes después de haber resistido en Bocachica, se batirían de nuevo a sangre y fuego, contra el implacable avance inglés hacia la fortaleza de San Felipe. La defensa fue numantina y la batalla larga y sangrienta. Tras machacar literalmente con la artillería las posiciones españolas, Vernon cree que su infantería tomará fácilmente la fortaleza, pues los daños ocasionaos son considerables.

La noche del 19 al 20 de abril se libra la batalla crucial y decisiva, los atacantes al mando del General Woork avanzan en tres columnas de granaderos y varías compañías de soldados, en vanguardia los esclavos macheteros jamaicanos, que se encargan de abrir el paso al grueso del ejército británico. Su avance es lento, la encarnizada resistencia española desde las trincheras y lo alto de la fortaleza es feroz, la artillería británica no consigue ablandar el espíritu de resistencia de los defensores.
Los españoles arrecian con su continuo y certero fuego desde lo alto, lo que origina cuantiosas bajas a los asaltantes. Al alba el espectáculo es dantesco, muertos, mutilados y heridos por doquier, vagando sin rumbo alrededor de San Felipe y haciendo evidente la hecatombe inglesa.

Con las primeras luces del día, se abre el portón de la fortaleza, los españoles salen heroicamente de sus posiciones de defensa, cargando bayoneta calada contra los ingleses. No solamente se rompe en cerco, sino que el inicial asombro entre las filas del ejército ingles, se transforma en pavor, provocando una desordenada desbandada general, que les ocasiona la perdida de cientos de hombres y todos sus pertrechos. Los británicos son barridos del sitio, y el supuesto asalto a la posición española se convierte en un abrumador fracaso.

Replegados y a salvo en sus navíos de guerra, los ingleses desde la distancia, continuarían bombardeando el lugar durante 30 días más, aun que ya sin un objetivo concreto. Pero fue entonces cuando apareció el cólera y el escorbuto provocando decenas de muertos, la situación se vuelve aun mas complicada para los ingleses. Vernon, altivo y malhumorado, hecha la culpa del fracaso de la invasión General Wentworth (Jefe Supremo de las tropas de desembarco), las desavenencias entre ambos llegan a un punto insostenible.

El alto Mando inglés opta finalmente por la retirada, aun que no cesarían de cañonear la ciudad hasta que el último navío abandonase la bahía. Los últimos navíos parten el 20 de Mayo, pero los ingleses han de incendiar cinco de ellos por no disponer de tripulación suficiente, cada barco parece un hospital.
Mientras en Inglaterra, dan como conseguida la victoria, con su típica arrogancia y orgullosa satisfacción. Aún desconocen el alcance de la derrota, con lo que se acuñan medallas conmemorativas mostrando a Lezo arrodillado ante Vernon y entregándole la espada con la inscripción "el orgullo español humillado por Vernon". Algo nada más lejos de la realidad.

Semanas después Lezo malherido y extenuado por la batalla, se hunde en las tinieblas del olvido. Sus últimos momentos se enmarcan dentro de la ingratitud y la soledad de un camastro en algún hospital de Cartagena. Una vez mas un autentico héroe Español, no recibe el reconocimiento y tributo merecido. Su cuerpo cercenado se deposita sin honores y se ignora donde esta enterrado.

Sabedor de la muerte de Lezo, Vernon rondó de nuevo Cartagena en 1742 con 56 navíos, pero al ser informado de la reconstrucción de las defensas y de la presencia del Virrey Eslava en la ciudad, no se decidió a atacar y partió a enfrentarse al juicio de la historia. Murió en 1757 repudiado y olvidado por su pueblo, y el rey Jorge II prohibió toda publicación sobre el asalto a Cartagena que quedó así sepultado en la historia. Inglaterra no volvió a amenazar seriamente al Imperio español que subsistió un siglo más.

Fuente : http://usuarios.lycos.es/pay/lezo.htm


EL ULTIMO BUQUE CON ESE NOMBRE

Nombre de la clase: Blas de Lezo

Tipo de buque: Crucero ligero


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Blas de Lezo SECN - Ferrol - 1932 - Hundido Tocó un bajío frente a Finisterre

Características:

Desplazamiento: 6.312 Ton apc
Dimensiones: 140 x 14 x 4'7 metros
Propulsión: 12 calderas Yarrow, 4 tubinas Parsons, 45.000 cv, 4 hélices, 29 nudos
Tripulación: 320 (467 tras la modernización)
Coraza: cintura acorazada de 50 a 70 mm, cubierta de protección de 25 mm
Armamento:
Original : 6 cañones Vickers de 152/50 mm (montajes simples), 4 cañones 47 mm AA, 4 ametralladoras, 4 tlt triples de 533 mm, 1 cañón de desmbarco de 76 mm.
Tras la modernización: 8 cañones 120/45 mm DP, 8 cañones 37 mm AA (4 motajes dobles), 16 cañón Flak 38 de 20 mm (4 montajes cuádruples), 2 tlt triples de 533 mm, 2 morteros ASW y 1 varadero de cargas de profundidad.





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¿Profesión?
Técnico Superior en sistemas de refrigeración de materiales de construcción.
¿El que moja los ladrillos en las obras?
El mismo.
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Ole Oarso! :wink:
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YES, WE JAAAAARL!!!
CHARLY1989
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Fabuloso los dos, queremos mas...
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"Nos vemos en alta Mar"
Siurell
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Oarso eres un maestro. Gracias por la correccion de mi lapsus linguae 8O ...o sera teclae juas.-
oarso
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No lo lamentes Siurell. Aqui todos la pifiamos de vez en cuando.

"Equivocarse es humano, persistir en el error es necedad"

Yo mismo he dicho que el Crucero "Blas de Lezo" de la fotográfia es el último buque de la Armada con ese nombre.

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Pero no es cierto. En el 2004 se incorporó a la Armada un buque con ese mismo nombre :


La Fragata F-103 " Blas de Lezo"


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Carlos Mañas, Ferrol Clase, [Tipo]: A. de Bazán, [FFG].
Constructor: Izar, Ferrol.
Fecha botadura: 16 de marzo de 2003.
Fecha alta: 16 de diciembre de 2004.

Desplazamiento ( toneladas ): 5.802.
Dimensiones ( metros ): 146,72 x 18,6 x 4,75
Propulsión: CODOG: 2 x turibnas de gas GE LM-2500 ( 46.648 cv ), 2 x diesel Bazán-Caterpillar 3600 ( 12.000 cv ).
Velocidad ( nudos ): 28,5.
Autonomía ( millas ): 5.000 a 18 nudos.
Dotación: 240 ( 35 oficiales ).

Cañones: 1 x 127mm/54 Mk45 Mod. 2, 2 x 20mm/120.
Misiles: SSM: 8 x McDonnell Douglas Harpoon. SAM: 32 x Standard SM-2 Block IV y 64 x RIM-7PTC Evolved Sea Sparrow, desde 48 lanzadores verticales Mk 41.
Torpedos: 4 x tubos de 324mm. Mk32 Mod 9. Honeywell Mk 46 mod 5.

Rádar: Búsqueda aérea: Lockheed Martin SPY-1D 3-D de control de armamento y asignación de objetivos; Búsqueda superficie: Raytheon SPS-67(V)4; Control de Tiro: Sistema AEGIS, 2 x iluminadores para blancos Raytheon SPG-62 (Mk99); 1 x FABA DORNA ( radar RTN-30, cañón ) ; Navegación: Thales Scout.
Sónar: ENOSA-Raytheon DE 1160LF (I) montado en el casco.
Contramedidas: Señuelos: 4 x lanzadores de señuelos FMC SRBOC Mk 36; Señuelo remolcado para torpedos SLQ-25A Enhanced Nixie; ECM/ESM: Indra SLQ-380 Aldebarán interceptador / perturbador; CESELSA Elnath Mk 9000 comms intercept. Sistema de detección laser y de contramedidas.
Helicóptero: 1 x SH60B Seahawk.

Indicativo: EBDC
Base: El Ferrol.



Unidades similares:
F101 Alvaro de Bazán
F102 Almirante Juan de Borbón
F104 Méndez Nuñez


Saludetes


PD. Me parece que la "afoto" sale "enorrrrrme". (Por si hay algún corto de vista)
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¿Profesión?
Técnico Superior en sistemas de refrigeración de materiales de construcción.
¿El que moja los ladrillos en las obras?
El mismo.
FFuston
Stabsbootsmann
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Hay tres clases de hombres... Los vivos, los muertos y los que van por la mar.
Aristocles de Atenas al. "Platon"
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