En las Costas de Nueva Inglaterra. Relato por Corkran.

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

Moderador: MODERACION

Responder
Huntley
Leutnant der Reserve
Leutnant der Reserve
Mensajes: 2279
Registrado: 19 Nov 2005 01:00
Ubicación: BADALONA/MARE NOSTRUM

En las Costas de Nueva Inglaterra. Relato por Corkran.

MensajePublicado: Fri Sep 12, 2003 11:47 pm Asunto: En Las Costas De Nueva Inglaterra. relato .

http://www.24flotilla.com/html/modules. ... pic&t=1917

En Las Costas de Nueva Escocia


Una leyenda inglesa afirma que no sabremos que estamos muertos
hasta que no comprobemos por nosotros mismos que nuestra imagen
no nos refleja en el espejo.

Citada por Jorge Luis Borges.

…pues no te lo vas a creer, pero a mi me hundió un submarino alemán en el 55. Sí, sí, diez años después de terminar la guerra. Fíjate lo que son las cosas, pero yo se lo que digo. Me tiré toda la guerra dando vueltas para arriba y para abajo con cargueros, nos hundieron tres veces y los ví a esos malditos boches un montón de veces de cerca, en superficie, cañoneándonos y torpedeándonos y al final de la guerra ya ni los veías llegar. Solo el periscopio si es que tenías suerte y luego Pum, todo al carajo, pero, créeme, sé muy bien como es un submarino y no me equivoco. En el 55 nos hundió uno de esos cabrones, no se que coño haría por allí o si era un loco, o un fantasma. Nadie nos quería creer, decían que habíamos bebido, que el capitán había hundido el barco a propósito, pero yo lo ví con mis propios ojos, como salió a la superficie, bien silencioso por nuestra proa, nos dejó acercarnos y nos torpedeó, en un abrir y cerrar de ojos, ni tiempo a maniobrar nos dio, claro, quien se iba a esperar que un chalado te salga en medio del Atlántico, en tiempos de paz y te mande al fondo así porque sí…

Madrid 4 de agosto de 1958
NUEVA DESAPARICION DE BUQUE CARGUERO EN EL ATLANTICO NORTE
Es el tercer barco del que se denuncia su desaparición sin dejar ni rastro
Agencias: Europa Press


“Hace unos días se denunció por parte de la compañía naviera propietaria la desaparición del buque de carga “Kundera” de bandera panameña, con 6.500 Tm y una tripulación de 20 hombres de diversas nacionalidades sudamericanas y asiáticas. No se ha registrado ningún mensaje de radio, ni se tiene ninguna pista sobre tan extraña desaparición ya que tampoco se sabe de ningún temporal u otros fenómenos atmosféricos que pudieran justificarla. El Kundera partió de Liverpool con destino a Halifax y Boston hace cuatro semanas, habiéndose perdido todo contacto con el buque hace más de 10 días. Se da la circunstancia de que es la cuarta denuncia por desaparición en tres años en una zona comprendida entre las costas de Canadá y el sur de Terranova, un área que se esta convirtiendo en maldita para los buques de carga por las leyendas que comienzan a circular entre las tripulaciones, que afirman haber contemplado todo tipo de fenómenos extraños y avistado barcos sin luces que no responden a las llamadas, ni a las señales.
Con ésta son cuatro las desapariciones de las que se tiene constancia por denuncias oficiales de las compañías navieras y en las que se ha realizado una labor completa de búsqueda y salvamento sin resultado alguno, aunque se sospecha que hay más casos sin resolver de desapariciones de buques, aunque por diversas circunstancias no hayan sido denunciadas en su día…”

Del diario personal de M. Percival McGallahan. Capitán de la marina mercante al mando del buque Islas Wadden de bandera holandesa:

Llevo unos cuantos años en este negocio de mandar cascarones de un lado a otro del océano y la verdad es que pocas cosas que pueda ver me asustan, mas bien ninguna; cuando me llegue la hora me habrá llegado y más vale en el mar y rápido, que en la cama e incordiando al personal y a mí mismo con una larga agonía de viejo testarudo y decrépito. Pero una cosa es no asustarse por nada y otra muy distinta es no sentir respeto por lo que no se puede entender; por el más allá, dirán algunos, o por los misterios de la mente, dirán otros, el caso es que muy raras veces te toca vivir algo que, por incomprensible, se puede hacer hasta pavoroso. Lo que voy a contar es de esos raros casos. Si a mí, que he visto de todo y que, perdonen la inmodestia, tengo un sólido pensamiento racionalista, me infundió respeto, imagínense a mi tripulación, hecha de hombres sencillos, de gente normal y sin estudios, que a fuerza de navegar meses y años en la más absoluta soledad, se han hecho también, o quizás nacieron así, no lo sé, profundamente supersticiosos.
El caso es que habíamos salido de Québec y navegábamos con buen tiempo rumbo a Europa, concretamente al puerto de Hamburgo, era el mes de septiembre de 1980, el diez de septiembre para ser exactos. A las 10 de la noche estaba en el puente disfrutando de una noche magnifica, luna llena, el mar en calma absoluta y una temperatura más propia de julio que de esa época de borrascas. Yo llevaba puesta mi gorra escocesa y fumaba mi pipa con todo el placer del mundo, disfrutando de la tranquilidad de cuando todo anda bien. Estábamos al sur de Terranova, prácticamente en la vertical de St John`s, hacia un día que habíamos dejado atrás el Cap Breton y nos dirigíamos directamente hacia el este. En plena zona de desapariciones y de buques fantasmas, vamos. Ya saben, esas leyendas que circulaban desde el final de la segunda guerra mundial de submarinos fantasmas que atacaban a los cargueros y de combates espectrales etc, así como de los barcos que habían desaparecido sin explicación, de forma real. Yo nunca he creído en esas cosas, hay mil explicaciones posibles y razonables antes que lo de los buques fantasmas, que está muy bien para la leyenda y para pasar el rato contando historias en las aburridas noches de travesía pero nada más…o por lo menos eso creía hasta que veo aparecer de repente por estribor un destructor americano a toda máquina que se me acerca decididamente: el USS Oak Wood pude llegar a leer, maniobraba como si protegiera un convoy y yo fuera un rezagado intentando meterme en la formación. Sé lo que digo, porque algunos convoys he hecho durante la guerra y créanme que sé de lo que hablo, eso no se olvida fácilmente. Pero el caso es que apareció sin más frente a nosotros, como a una milla de distancia aproximadamente. Pero por si fuera poco ahí no acabó la historia, de pronto gira en redondo y arranca a toda máquina alejándose, se para, vuelve a lanzarse y comienza a tirar cargas de profundidad como un poseso. Para entonces tenía a mi tripulación al completo en cubierta mirando embobada el espectáculo. El destructor se pasó como una hora maniobrando frenéticamente, avante, atrás, en círculos, corriendo como un loco y parando de golpe. Ese espectáculo lo había visto mil veces en mi juventud como para no saber lo que era: la caza del submarino, en la que solo un novato supondría que los papeles estaban bien claros. De sobra sabíamos, los que habíamos hecho la guerra, que en demasiadas ocasiones el cazador terminaba convirtiéndose en presa y después de eso venía la parte más terrorífica para nosotros: la caza del convoy desprotegido. Esto no era un convoy y la guerra hacia muchos años que había terminado, pero todos mis miedos de antaño se me echaron encima de golpe. ¿Qué estaba pasando? Y entonces fue cuando ocurrió: la proa de un submarino alemán de clase VII partió la superficie, entre una explosión rotunda de espuma cuando cayó de nuevo. Había soplado sus tanques de lastre a toda la potencia de sus motores. En la torre apareció una figura única y negra aferrada con las dos manos a la regala e inclinada hacia delante. El submarino avanzaba a moda máquina contra el destructor y este giraba hacia él. Les separaban 1000 mts aproximadamente. El destructor comenzó a disparar con todos los cañones que podía orientar hacia el submarino y pude ver como columnas de agua surgían a su alrededor, pero el comandante alemán no ordenó ningún cambio de rumbo. Después el destructor estalló como un géiser repentino de fuego, sin embargo seguía disparando como un diablo. Casi simultáneamente una explosión arrancó la parte superior de la torreta donde había estado el comandante del submarino, otros varios disparos lo alcanzaron de lleno. Todo se convirtió en fuego, humo y estruendo, pero el submarino seguía acercándose al cadáver del destructor movido por la inercia de sus motores y posiblemente con el timón trabado. Nadie apareció. Nadie se lanzó al agua. Nadie gritó…solo nosotros, mirábamos la escena con ojos aterrorizados y de repente, tan rápido como había empezado, cesó. No se hundieron. Simplemente desparecieron. Se acabó. Ya no estaban. Otra vez el mar en calma y el silencio absoluto de la noche, roto solamente por el ronroneo de los motores de mi barco.
No me da miedo nada en este mundo, ni quiero creer en el otro. Pero aquello era innegable, lo habíamos visto todos, era un combate de muertos, combatiendo tras la muerte. Había maldad en aquello, había odio más allá de todo lo imaginable. Pensé en los barcos que se decía que habían desaparecido y en las leyendas que corrían. Ninguno descansamos tranquilos aquella travesía hasta que llegamos a puerto. Tampoco nos empeñamos en contarlo, ni en dar detalles, ya sabíamos que no nos iban a creer…

¿Sabes Porque?
Revista de divulgación científica y esotérica
Nº 4 abril-marzo de 1985

El Misterio del Atlantico Norte

Cada día son más las pruebas de que un misterioso barco fantasma, parece ser que un submarino, ataca a los barcos que surcan una zona del Atlántico norte comprendida entre las costas canadienses de Terranova y Nueva Escocia y que se ha empezado a conocer como “el mar de los muertos” a la vez que un no menos misterioso buque de guerra americano se empeña en defender a los barcos atacados, siendo numerosos los testigos que afirman haberlos visto enzarzarse en batallas campales para después desvanecerse. El terror invade a las tripulaciones que pasan esa zona con el alma en vilo, oteando el horizonte, puesto que ya son numerosos los barcos que han desaparecido desde el final de la segunda guerra mundial. Hay un sinfín de testimonios comprobados, algunos de ellos de personas de toda solvencia, como comandantes de navío, que afirman haber visto a los buques fantasmas en cuestión y que resultan ser un submarino alemán y un destructor americano que se hundieron frente a las costas canadienses.
El más temido es el submarino alemán, del que se sabe que ha llegado a torpedear barcos y al que se le supone responsable de las desapariciones registradas en la zona; el destructor, por su parte en ciertos casos aparece y entabla combate a muerte con el submarino, combate que cuando esta próximo a terminar cesa abruptamente desapareciendo ambos barcos en la nada y dejando a los marinos sumidos en el estupor y el miedo…

Fragmentos de los informes dirigidos al mando conjunto de lucha antisubmarina de la costa este por el comandante del USS “Auspicious” teniente de navio Henry F. Lamarck:
19 de julio de 1944 . 21.00 h.


…a las 16 horas ha sido rescatado del mar el marinero John Haddock del USS “Oak Wood”. Su estado es crítico por el tiempo pasado en el mar sobre unos restos flotantes, presumiblemente pertenecientes a la estructura del buque mencionado y por las heridas en forma de quemaduras que tiene en buena parte del rostro y del cuerpo. Se dispondrá su traslado a tierra con la máxima urgencia cuando las operaciones lo hagan posible. Por el momento se encuentra en la enfermería de a bordo, estando inconsciente y sedado. Sus únicas palabras inteligibles han sido:”que cabrón, pero lo hemos destrozado, lo hemos destrozado…”.
25 de julio de 1944
…el marinero John Haddock del USS “Oak Wood”, rescatado del mar hace unos días, ha fallecido victima de sus heridas de guerra. Se ha procedido a su inhumación en el mar. Desde el día de su rescate ha recobrado la consciencia en muy raras ocasiones, pero de ellas hemos podido deducir que su barco entabló batalla con un submarino enemigo, resultando hundido en el encuentro y provocando al mismo tiempo cuantiosos daños o hundiendo al adversario, extremo este que no hemos podido aclarar completamente. Afirmaba ser el único superviviente. Dado que la zona de patrulla asignada nos lo permitía, hemos navegado por la supuesta área donde la batalla pudo haberse producido sin encontrar rastros de otros supervivientes, ni restos del naufragio…

14 de julio de 1944. 22.00 h. frente a las costas de Nueva Escocia
Habían conseguido hundir dos cargueros del que fue el convoy PSQ-17. Lo atraparon muy tarde y prácticamente habían conseguido destrozarlo entre una manada de lobos. Después, continuaron la persecución de varios buques desperdigados y los alcanzaron un poco al este del Cap Breton, en Nueva Escocia. Unos de ellos, ya bastante tocado, se fue al fondo en la primera descarga con un único torpedo, como si se tratara de un ejercicio de tiro en la escuela naval. El otro zigzagueaba como un poseso y exigía toda la potencia de sus máquinas en un intento desesperado de ponerse a salvo o de que apareciera alguna unidad de la marina canadiense o americana. Los dos sabían que era imposible y que el final estaba prefijado, pero sucedió, de repente apareció un destructor no se sabía de donde, podría jurar que antes no estaba allí, pero el caso es que navegaba a toda máquina hacia su posición disparando toda su artillería para obligarle a sumergirse. Viró e intento poner distancia de por medio a velocidad de flanco antes de sumergirse, aunque finalmente tuvo que dar la orden de inmersión profunda. 200 mts. Prácticamente rozando el fondo. Le fastidiaba sobremanera perder la presa que ya tenía al alcance de la mano. No era lo mismo que cuando se está al acecho, pero aun no se tiene ningún blanco claro. Cuando había perseguido a un carguero y prácticamente ya le tenía acorralado, entonces le resultaba especialmente desagradable la intervención de un escolta …

Llevaban varias horas en inmersión profunda, aguantando lanzamiento tras lanzamiento y jugando al eterno juego del gato y el ratón. Normalmente era un comandante tranquilo y frío, pero en esta ocasión notaba como su rabia y su frustración iban en aumento al no poderse zafar de este americano obstinado pero tremendamente hábil. Sabía hacer su trabajo el maldito. El también sabía hacerlo de sobra, pero otros mas grandes habían terminando en el fondo y tenía mas que asumido que algún día le podría tocar a él ¿sería hoy?. Era posible aceptarlo, pero casi imposible de imaginarlo como un hecho real. Todos tendemos a mirarnos como eternos, aun conociendo nuestro error. Se zafó como pudo de estos pensamientos pesimistas. Era necesario para conducir su barco a la victoria. En el fondo no era él quien le importaba, sino más bien una mezcla indefinible de sentido del deber ante su tripulación, de la que siempre se había sentido responsable de devolverla sana y salva a casa y el prurito de ganar siempre y ante cualquier circunstancia. Al fin y al cabo el reconocía como un defecto la necesidad de competir y de hacer todo bien. A veces hacía el chiste de que él competía para ganar hasta en los entrenamientos. Sin embargo, su propia vida no le era valiosa. Nunca lo había sido demasiado, pero desde que perdió a toda su familia en el bombardeo de Hamburgo, hacía once meses, menos aun. Vivía con la ferocidad del que sabe que no tiene a nadie, ni tampoco lo desea. Con su mujer y sus hijas ardiendo en el infierno de Hamburgo murieron todas sus ilusiones. Había evitado volver a Alemania de permiso. Toda su vida era su barco y su tripulación. En el combate había adquirido una frialdad y una concentración temerarias: Nada tengo, nada pierdo, nada temo.
Esa forma de pensar o más bien de sentir, le permitía combatir con una tranquilidad que los demás creían que lo hacia invulnerable, sin embargo esta noche algo no funcionaba bien o algo era distinto. Quizás la sensación inminente de salir derrotado, que se le hacia insoportable, o quizás la rabia del que pierde porque se sabe en inferioridad de condiciones. No es justo, yo soy mejor, solo que ellos tienen mejores medios. El caso es que se empleó a fondo, utilizó todos sus trucos y sin embargo ahí estaban, hora tras horas, minuto tras minuto, aguantando un acoso que nunca se acababa. Comenzaba a ver signos de desánimo en las caras de su tripulación, el miedo comenzaba a hacer mella. Un racimo de cargas vinieron a caer más cerca que las anteriores. Una rabia honda e inexplicable le subió a la garganta como un vomito. Parte de daños. Inundación a popa. Las bombas casi no dan abasto. Incendio en la sala de motores. Controlado. Oxigeno descendiendo peligrosamente. Cuatro bajas: tres heridos graves y un muerto. Heridos leves una buena parte, pero en condiciones de desempeñar sus puestos de combate. El miedo se comienza a mascar a bordo. Este cabrón nos va a hundir y no quiero que me hunda. Casi perdió su capacidad de autocontrol cuando súbitamente decidió ir a la superficie. Superficie, ordeno casi en un alarido. Superficie he dicho. Soplar los tanques. Angulo máximo de ascensión. Romper la superficie y conectar los motores diesel a velocidad de flanco. Torpedos uno al cuatro listos para disparar. Subiré yo solo al puente de combate. En el tiempo que la proa del submarino hendió la superficie y volvió a caer, él ya había trepado el ultimo tramo de la escala y se había aferrado con las dos manos a la regala vociferando las ordenes a voz en cuello. Timón 10 grados a babor, a toda máquina. Blanco a 800 metros. Torpedos listos para disparar. Blanco a 600 mts. Fuego uno y dos. El destructor viraba hacia él presentándole la amura de babor. Comenzó a cañonearlo. El primer disparo pasó sobre su cabeza. Timón quince grados a babor. El segundo impactó a escasa distancia de la popa. El timón quedo trabado. Fuego el tres y el cuatro. El cañonazo que lo mató llego al mismo tiempo que el estallido de los torpedos en el destructor. Tan al mismo tiempo, que no llegó a saber nunca que había acertado y mucho menos que la propia explosión de uno de los torpedos había volado el puente donde se hallaba el capitán del destructor, en el mismo instante en que a él mismo un puño de hierro lo trituraba en pedazos de acero y de carne. El destructor quedó casi partido, el submarino, con la torre hecha un muñón, siguió acercándose. Una batería de cañones se obstinaba en seguir disparando enloquecidamente. Más impactos. Para cuando colisionaron con un choque sordo, que sonó a hierros retorcidos, a carne chamuscada, a miembros amputados y a estructuras que se derrumban, ambos buques ardían completamente. Varias figuras negras saltaron al mar desde el destructor. Ninguna desde el submarino. Los dos navíos se fueron al fondo casi de inmediato, en un remolino de espuma, llamas y humo, en un remolino de extraño silencio, después del estruendo de la batalla.

En el destructor nadie daba crédito a lo que estaba pasando, tenían al submarino acorralado y ahí estaba de golpe, a 45º por el costado de babor, enseñando la proa al cielo y luego cayendo al agua, como a cámara lenta, para comenzar una carrera desenfrenada en dirección a ellos mismos. Nadie tuvo que ordenar que todas las bocas de los cañones se dirigieran contra él. Fuego a discreción. Las breves fracciones de segundo entre la orden y los primeros impactos, en forma de columnas de agua, se le hicieron inmensos al capitán. Veía como el submarino acortaba distancias y como se dirigía derecho hacia él a menos de 500 mts con toda la potencia de sus máquinas, había ordenado aproarlo, pero temía haber llegado demasiado tarde, no conseguía ver los torpedos avanzando, si es que estaban en el agua y su sonarista, con el estruendo, tampoco había podido detectar nada, sin embargo sospechaba que ahí estaban e inconscientemente se preparó para la explosión. En un instante comprendió que iba a morir y odio a aquel alemán que iba a destrozarlo. Era un autentico WASP de la costa este, orgulloso de serlo y arrogante por tradición, no en vano su familia siempre se había distinguido en la vida militar. Su padre y su abuelo habían servido en la marina de guerra y desde pequeño él no deseaba otra cosa, cuando miraba el mar desde la casa familiar de Providence en Rhode Island, que mandar un buque de guerra. Así que tenía asumido morir en el mar, si es que llegaba el momento. Nada mejor que hacerlo al mando de su barco, en tiempo de guerra y en una magnífica y honorable batalla. Pero hoy no quería morir, no, si eso significaba perder esta batalla que ya creía ganada. Quizás ese había sido su fallo y odiaba tener que pagarlo: se había confiado en exceso. Había creído tener vencido al enemigo allá abajo y se había tomado un respiro antes de asestar el golpe mortal. Con calma, con frialdad y con un cierto desapego, como mandan los cánones. Y descuidó una regla de oro: nunca te confíes, nunca desprecies al enemigo, ni lo consideres vencido antes de tiempo. Presintió que todo iba a estallar y en el mismo momento en que una ola de fuego lo levantó del suelo, sintió un odio eterno por ese submarinista que lo había derrotado. Nunca llegó a saber que en ese preciso instante, una granada de sus cañones destrozaba al comandante enemigo. En su último pensamiento solo había obstinación: todavía podría hacer algo para corregir el tremendo error que le condenaba a la derrota.

Madrid 16 de agosto de 1994
CURIOSO HALLAZGO DE LA 2ª GUERRA MUNDIAL
Un equipo de investigación halla un pecio a 200 mts de profundidad
Compuesto por un destructor y un submarino de la segunda guerra mundial
Agencias: efe

…un equipo de investigación de fondos profundos, que estudiaba la estructura geológica de las costas de Terranova y Nueva Escocia en Canadá, ha realizado un curioso descubrimiento; se trata de los restos del USS NAVY Oak Wood y del submarino alemán U-721, hundidos ambos en una batalla singular que se ubicaba, según testimonios, aproximadamente en la zona donde, 50 años después, han sido efectivamente localizados sus restos.
El barco americano, un destructor botado un año antes de su hundimiento, yace partido en dos mitades desiguales y a muy poca distancia, prácticamente como si hubieran colisionado, se encuentra el submarino alemán al que le falta buena parte de la torreta y con varios grandes agujeros en su estructura, presumiblemente producidos por la artillería del buque de guerra americano.
Es un hallazgo de cierta importancia por el estado de conservación de los buques que permitirá un estudio detallado y el esclarecimiento de un episodio relativamente oscuro de la última gran guerra. Desde el final de esta guerra las tripulaciones de cargueros relacionan con esta batalla el avistamiento de supuestos barcos fantasma, batallas navales incomprensibles entre un destructor americano y un submarino alemán y las desapariciones efectivas de diversos navíos en esta área, denunciadas por las compañías armadoras. Hay quien afirma que se trataba de estos dos buques continuando su batalla particular de forma misteriosa y fantasmal. Hay incluso un caso perfectamente documentado de un buque británico que en mayo de 1972 consiguió llegar al puerto de Boston con grandes averías y que pudo demostrar haber sido torpedeado por lo que parecía un submarino alemán. A pesar de los relatos de la tripulación corroborando ese extremo y que afirmaban haber sido defendidos en último extremo por un destructor americano, el caso se cerró en su día sin ninguna explicación concluyente.
Se da la circunstancia de que el que era capitán del destructor americano, Richard W. Teenborough “junior”, pertenecía a una conocida familia de tradición financiera y militar estadounidense, afincada en el estado de Rhode Island y considerada por muchos como una de las más antiguas de toda la historia americana, remontándose sus orígenes hasta los primitivos colonos holandeses e ingleses. Los hijos del Capitán Teenborough han dado una rueda de prensa en la que han comunicado que, en el caso de confirmarse que se trata de los restos del Oak Wood, que mandaba su padre, se harán cargo del rescate del pecio completo, incluyendo al submarino alemán, como forma de honrar la memoria de su padre. El Capitán alemán H. Harmut Linden, por su parte, nacido en la ciudad de Hamburgo, no dejó familia conocida, no obstante, se sabe que en el momento de su desaparición era considerado como un as de la flota submarina alemana, las autoridades federales han declarado que posiblemente otorgarán el consentimiento para que el submarino sea reflotado y expuesto en suelo americano, junto al destructor con el que se hundió, siempre que se garantice que con ello se realizara un monumento a la memoria de todos los marinos de ambos bandos caídos en la contienda…
* * *
Ascendió una vez más como una exhalación dispuesto a jugarse su última carta. Mandó soplar los tanques de lastre. Dio las órdenes pertinentes. Se preparó para ascender los peldaños de la escala que le separaba del exterior, pero notó que el ambiente no era el mismo. No había ya miedo en el aire, ni tensión, ni horror, ni siquiera expectación, sólo hastío. Un hastío inmenso que le alcanzaba a él mismo. Cuando salió al aire del mar y olió el salitre y sintió en el estómago el empuje de sus motores diesel a plena potencia, la vibración de todo el casco ascendiéndole por las manos y por los brazos hasta invadirlo todo y levantó la vista y lo vio allí delante, como siempre, al Oak Wood, una silueta siniestra abriéndole las entrañas al mar con sus surcos de espuma, cuando inspiró para dar las ultimas órdenes acostumbradas, con toda la potencia de sus pulmones, de pronto comprendió que estaba muerto y que él y su enemigo luchaban una guerra sin sentido que hacía mucho tiempo que acabó. El odio mutuo los había mantenido todos estos años negándose ambos a admitir lo que en el fondo siempre habían sabido: estaban muertos y eran perdedores de una guerra que no les había pertenecido nunca. Ni gloria, ni honores, ni coronas de flores. Sólo sus tumbas húmedas a doscientos metros de profundidad, en un abrazo que se negaban a aceptar.
Una infinita sensación de desconcierto le invadió, mandó poner proa al destructor, pero no ordenó lanzar ningún torpedo, sólo avanzar entre las salpicaduras de salitre, sintiendo el resplandor de la luna y la mar llana e inmensa. Vio como el Oak Wood le dirigía la proa también a toda velocidad y como se acercaba. Quizás no le sorprendió comprobar que las bocas de fuego del destructor permanecían esta vez negras y silenciosas. Sólo el ruido de los motores de ambos barcos, mientras se acercaban proa con proa en la noche más solitaria de sus respectivas historias. Ordenó avante lento y el destructor hizo lo propio. Es posible que después de tantas eternidades combatiendo sin piedad una lucha absurda, hubieran llegado a un entendimiento mudo…
….cuando pasaron el uno junto al otro a pocos metros de distancia y con los motores a la mínima potencia, el Fragatenkapitän zur See Harmut Linden inicio el saludo militar a su enemigo el Teniente de Navío de la Armada Americana Richard W. Teenborough y este se lo devolvió. En un silencio sepulcral, a la exclusiva luz de la luna, ambos marinos se miraron y se saludaron con honor. Los barcos continuaron cada uno su rumbo que los separaba y que al mismo tiempo los llevaba juntos a su única tumba oceánica.
Descansen en paz.

Almería 12 de agosto de 2003

Dedicado a todos los marinos de ambos bandos que se esforzaron y murieron con honor por la sencilla y estúpida razón de que era lo que se esperaba de ellos.
Dedicado también a todos los integrantes de la 24 porque jugamos con pasión a la guerra naval, pero creo que todos quisiéramos que las guerras quedaran reducidas para siempre a estos juegos inocentes.

Corkran.


Rescatando Joyas del Olvido. :wink:
VOLLE KRAFT VORAUS- Huntley-Oficial Agregado de la ODSH
Imagen
Batten
Oberleutnant zur See
Oberleutnant zur See
Mensajes: 4585
Registrado: 22 Oct 2006 02:00

Saludos:

Jooooooooooder,,,,menos mal que los he leido ahora, que si los veo esta noche, duermo con las trinchas y el casco,,, 8O 8O 8O 8O 8O
Haifisch
Kapitänleutnant
Kapitänleutnant
Mensajes: 4905
Registrado: 08 Sep 2006 02:00
Ubicación: Valencia

Joderrrr aun estoy sin habla, que grandioso relato, lo que tuvieron que sentir ambas tripulaciones 8O 8O 8O :? .
Sin duda es verdad aquello de que la guerra es muy perra e injusta. :( :?
Muchas gracias Huntley por poner esta joya en conocimiento de todos, me la guardare junto a otros relatos y ten buen seguro que no la olvidare. 8)

Un saludo y gracias. :wink:
Kapitantunant,,, Frus Fris Von_Haifisch
Comandante del U-178, Calaverorcio alado de la 24,
La guerra es dura, caballeros; los Follonarios, más


Imagen
Nur_125
Leutnant zur See
Leutnant zur See
Mensajes: 3358
Registrado: 19 Dic 2005 01:00

Corckran es lo que tiene, que escribe que-te-cagas.
corkran
Oberfähnrich zur See
Oberfähnrich zur See
Mensajes: 1641
Registrado: 31 Ene 2000 01:00
Ubicación: Heidelberg - Deutschland
Contactar:

Gracias Huntley por este homenaje a la memoria en el doble sentido.
y gracias Nurse :D es un cumplido muy espontaneo que ya quisiera yo que fuera verdad. por cierto, tengo entendido que eres mujer y hay un relato no se donde, posiblemente en algun sitio aqui y tambien con seguridad en la seccion de relatos de simnav en el que intento pensar como si fuera una mujer, porque es femenina la voz que relata. me gustaria conocer tuu opinion. se llama "Nosotras" y si lo encuentro lo subo.

Por cierto Saludos a toda la 24.


rescatado. la version no se si es la misma porque lo he encontrado en una vieja carpeta llena de polvo y no conserva ni siquiera la fecha, es posible que tambien ande en algun rincon de los foros.
en cualquier caso muy especialmente dedicado a Nurse para que me pueda decir si en alguna linea o en alguna palabra he llegado a confundirla y ha creido estar leyendo a una mujer.

NOSOTRAS

Os parecerá demasiado, si afirmo que conocí a Ulises y al loco de Aquiles y sin embargo no solo los conocí a ellos, sino que también los padecí y eso que Odiseo era ese tipo de hombre que a cualquier mujer, de cualquier época la puede volver loca de amor o como mínimo loca de deseo. Taimado y amable, falso y egoísta, pero siempre encantador, continuamente sabía susurrar, dulcemente, la palabra exacta que deseabas oir: nadie le podría negar que sabía utilizar la lengua en cualquiera de sus posibles sentidos; de manera que terminabas encantada bajo su cuerpo y su miembro mientras que otros más bellos, pero más brutos, se quedaban mirando perplejos sin poder entender como lo conseguía.
En cualquier caso terminé vendida como esclava, a eso y a poco más, se limitó para mí la guerra más heroica y más recordada que haya existido.
He visto morir a mis hijos, a mis maridos y a mis amantes, heroicamente y con honor, eso si, pero muertos al fin y al cabo.
Que estúpidos son los hombres.
Estuve con El Barca intentando hacer que olvidara a su bella hispana celtíbera. No lo conseguí, pero me dedicó hermosas noches de amor y atenciones. Nunca he visto a un hombre más enamorado de un recuerdo, ni más empeñado en labrarse su propia destrucción, cuando pudo tenerlo todo. A veces llego a pensar que le perdió su lado femenino y sensible. Parecía como si no quisiese ganar sino solo demostrar que podía hacerlo.
Fui amante de Cesar. Nunca he vuelto a conocer a nadie más grande que él, ni más lúcido y arrogante y sin embargo, acudió a su propia muerte con puntualidad inglesa, suponiendo que por aquel entonces él hubiera podido adivinar que significaba eso. No quiso utilizar su brillantez para eludir una forma tan estúpida de morir, o quizás, peor aun, después de toda una vida dedicada a la inteligencia, le perdió su vanidad y acudió con desenfado y frivolidad masculina a dejarse matar por unos desgraciados, que ni siquiera sabían lo que hacían, ni los demonios que despertaban con ese acto idiota y descabellado. Lo tuve en mis brazos muerto, con el cuerpo traspasado a cuchilladas y no voy a negar que lloré inmensamente por el. A veces casi me confundo al pensar que puede ser la muerte más estúpida de la historia, hasta que recuerdo la de los miles de campesinos que también he conocido, solo para verlos morir en batallas que no eran suyas, la de hombres humildes que he tenido que llorar muertos defendiéndose con ardor o intentando inútilmente defender a los suyos…eso si que son muertes estúpidas y no la de los grandes hombres, empeñados en dejar una huella en la historia a pesar hasta de su propia vida: allá ellos.
He tenido tantos hijos, que perdí la cuenta hace tiempo y ya no recuerdo a ninguno. Los he amamantado realmente, los he visto jugar y crecer, solo para convertirse en muchachos bellos que marchan a la guerra con una armadura de bronce, con una cota de malla de hierro, con un jubón de cuero o con una casaca roja, es igual; todos ellos han corrido veloces a echarse en brazos de la muerte, en vez de abrazar a una muchacha y hacerla gemir de placer. Bellos muchachos rubios o morenos, altos o bajos pero corpulentos, muchachos más que hermosos que me han hecho sentir orgullo de madre y lujuria de amante, convertidos en trozos de carne fláccidos, simplemente porque tenían que ir a la guerra y a veces también porque así lo quisieron ellos.
Que tontos y que simples son los hombres.
He conocido las heridas del bronce, del hierro y de la pólvora, del tifus, de la peste y de la asfixia. He conocido tantas formas de morir…
A veces sospecho que solo las mujeres aprendemos de todas las vidas que nos toca vivir y que los hombres viven cada una de sus vidas como si fuera la única, sin conseguir aprender nada para la siguiente. Eso o que realmente solo viven una vez y por eso cometen incansablemente los mismos errores que a nosotras nos dejan perplejas. Que por eso no pueden aprender a disfrutar con la vida que les toca y por el contrario se dedican a estrellarse de bruces contra las grandes palabras y la muerte que, invariablemente, éstas traen consigo.
Pobres hombres…pero que bellos me resultan y que trágicos en sus infantiles afanes guerreros. No voy a negar que aun me siguen gustando los hombres, pero al mismo tiempo, cada vez me resultan un poco más insoportables, porque a estas alturas, los puedo adivinar antes de que ellos mismos piensen su próximo paso.
Y sin embargo este último me resulta especialmente molesto, quizás por incomprensible, paradójicamente, y es que en un lugar sin guerras ha escogido una muerte virtual. Es que no tienen remedio. El cree que no entiendo lo que hace, pobrecito, no sabe que sé más de guerras, de lo que el podrá aprender en cien vidas, si las tuviera. He tenido ocasión de aprender con los mejores maestros, desde estrategia hasta táctica, pasando por logística, intendencia o inteligencia y terminando con el dominio hasta de la forma exacta y correcta de asestar un tajo perfecto con el bronce, en las rodillas del adversario para desbaratar la inútil línea de escudos, o de cebar un fusil de avancarga sin dejar de correr, clavar un cuchillo silencioso en una garganta, separar dos ojos atónitos con una pala de trinchera y por supuesto, aprendí en su momento a disparar un torpedo que matará a cientos de hombres sin cara.
El cree que no sé nada de todo esto y yo no le voy a explicar que lo he aprendido en brazos de miles de hombres que fueron mi propia sangre, antes de verlos marchar en la oscuridad y entre las amargas lágrimas de la certeza.
¿Qué me va a explicar este hombre que yo no haya podido aprender antes mil veces más dolorosamente? El cree que no se lo que es un plano de profundidad o una carta náutica y no sabe que he visto partir a tripulaciones enteras desde el puerto de Brest que sabían descorazonados que iban a una guerra perdida. El toca unos iconos que le llevan hasta los tubos de proa y con unas teclas cree comandar un submarino y no sabe lo que es cagarse encima cuando explosiona la última carga y en esa fracción de segundo en la que sabes que te vas al fondo, solo eres consciente de lo fría que está el agua que te va a matar. ¿Cree acaso este hombre que me ignora, que sabe realmente lo que se siente al partir en dos un transporte cargado tropas y ver a todos esos muchachos, casi niños, saltar aullando en medio del Atlántico? ¿sabe lo que es echarse a llorar en mis brazos al recordarlo, después de hacerme el amor como un desesperado?
Pobres hombres, que tontos son, que si no tienen guerras se las inventan y se creen aun mejor que la mujeres. Quizás por eso es esta una de las vidas más tristes que me ha tocado vivir, tan sola, cuando no hay porque. Tan olvidada y tan defraudada…El llega, cena sin una palabra, se sienta a su combate virtual, sin un gesto de cariño, como si no existiera y mañana a trabajar y a soñar con su U Boot, como si fuese real. Y yo que he visto morir a tantos porque no tuvieron mas remedio, tengo que ver a éste escoger estar muerto en vida. Quizás es el destino trágico de los hombres, aprender las cosas cuando ya es demasiado tarde. El me mira y supone condescendiente que no entiendo lo que hace, y que no puedo ni siquiera llegar a percibir la grandeza de su hazaña, que al mando de un destructor virtual ha conseguido hundir un montoncito de píxel. Ah! Si supieras de verdad que fría es la noche en el puente de un barco y en ningún lugar del océano.
Yo creía que esta vida sería distinta y sin embargo tiene algo de mucho más vacía que las demás, cuando cada mañana me levanto y lo veo irse y volver tras un día de soledad y sin palabras, sentarse hasta las dos de la mañana a los mandos de su ordenador, que triste, que triste cada fin de semana que no salimos a pasear o cada noche que no perdemos de charla en la terraza con una copa en la mano, o cada vez que no me hace el amor …no obstante lo miro y no me quejo, ni digo una palabra…
Quizás porque ya he aprendido que suficiente tienes con nacer hombre…
Quizás un día despiertes y veas el mundo real a tu alrededor, quizás…
…o quizás no.
Yo sé que aún viviré mil vidas más, intentaré entender que tu quieras vivir dos.
…pero Günther Prien lloró cuando supo que se iba hacia el fondo.

A todas las heroínas reales que he conocido y que me han impresionado por su silencio.
A todos los que viven esta afición solo como un pasatiempo que les hace comprender la suerte inmensa que han tenido de nacer y de vivir en este sitio y en este momento.
Porque no tenemos que dejarnos matar y para que no muramos en vida a manos de un sueño estéril.

Corkran
no recuerdo que dia de que año, pero con seguridad en Almeria.
"Mit der Dummheit kämpfen Götter selbst vergebens" F. V. Schiller
Imagen Imagen
Huntley
Leutnant der Reserve
Leutnant der Reserve
Mensajes: 2279
Registrado: 19 Nov 2005 01:00
Ubicación: BADALONA/MARE NOSTRUM

Corkran es un placer volver a leerte. Es un homenaje a ti y a todos los que soñamos que esto es algo más que un juego, un simulador, que es sólo internet.Los que pensamos que somos personajes de otra época donde la caballerosidad y el honor eran Algo más que palabras.

Continua deleitándonos con tus relatos, por favor.

Un abrazo.
VOLLE KRAFT VORAUS- Huntley-Oficial Agregado de la ODSH
Imagen
Batten
Oberleutnant zur See
Oberleutnant zur See
Mensajes: 4585
Registrado: 22 Oct 2006 02:00

Saludos:

Ottia, este también me ha gustado.

Que nivel. Y vaya con la fecha de tu registro. De los veteranos del lugar digo.

El U-803 le saluda, Comandante.
corkran
Oberfähnrich zur See
Oberfähnrich zur See
Mensajes: 1641
Registrado: 31 Ene 2000 01:00
Ubicación: Heidelberg - Deutschland
Contactar:

No Batten, no soy de 2003 sino muy anterior, :D creo que por aquella epoca debio haber algun cambio en el servidor. ciertamente llevo algun tiempo mandando submarinos.

bueno pues ya que estamos este fue el primer cuento:

Casi Sesenta Años Después

Tengo concertada una partida para dentro de una hora, aproximadamente. Mi contrincante es Shepke. El ignora la trascendencia de esta partida, así como que no podría ser con otro contrincante. También ignora que no es la primera vez que la jugamos, como él cree. Tengo 84 años y es curioso para mis nietos verme enredando con el ordenador, lo que ellos no pueden saber, lo que sería demasiado complejo hacerles entender, es que ya jugaba con estos cacharros cuando tenia 24 años y que ellos al fin y al cabo y en cierto modo no son más que un producto de la casualidad informática.
A pesar de todo, estoy contento con la vida que me ha tocado vivir, a pesar de todo y quizás por ello, por lo que en estas pocas líneas os voy a contar. Será la primera vez que lo haga. A veces me considero un privilegiado, aunque también es verdad que en ocasiones añoro las vidas que podría haber vivido, si las cosas hubieran sido distintas. Quizás esta noche pueda conocerlas, o todo quede igual, o todo comience de nuevo...hasta dentro de una hora no puedo saberlo. Lo cierto es que a pesar de mi avanzada edad, estoy lo que en alemán se conoce con una expresión muy acertada: absolutamente gespannt auf kennen der Ende, ansioso por conocer el final...si es que existe un final para esta historia.

El 15 de agosto de 2003 a las 23 horas comencé una partida que tenía concertada con Shepke. Llevábamos dos semanas intentando jugarla, pero unas veces por él y otras por mi no habíamos encontrado el momento. Todo fue bien durante la primera media hora, luego comenzó a caer la red, o las cosas misteriosas del motor multiplayer de este maldito juego, el caso es que no terminaba de marchar bien del todo. Schepke y yo eramos contrincantes duros, obstinados y a ambos nos gustaba jugar con tranquilidad, tomarnos nuestro tiempo y confieso que teníamos un altísimo grado de rivalidad y nos lo tomábamos muy en serio, tanto si tripulábamos un sub como un DD. Siempre era a vida o muerte y poníamos todo el empeño. Yo acababa de hacer la primera detección del convoy, andaba suficientemente lejos pero había que ir preparándose, así que comencé a tomar medidas. Todo estaba en orden, podía esperar pacientemente a los 160 mts de profundidad a que me hallaba a que la presa se acercase. Sabía que Shepke andaba ahí arriba atento a todos los instrumentos, los serviolas completamente concentrados en otear el horizonte con sus divinas cualidades...y en eso que llegó un lag enorme. Me resistí a desconectar, encendí un cigarrillo, me levanté a echarme una copa fría de orujo gallego y volví a sentarme en mi puesto, me acomodé a esperar y entorné los ojos.

Me desperté cuando noté las sacudidas en el hombro, era mi segundo, Johann, me susurró muy despacio: Herr kaleun, sie sind schon da, es ist Zeit (capitán están ahí, es la hora) no se si me sorprendió más haberme dormido acodado en la mesita de mi camarote o la cara relajada y el perfecto alemán pausado de Johann. No podía decidir si había soñado una escena incomprensible o si esto mismo era un sueño. En cualquier caso tampoco había tiempo para pensar, era el momento de las decisiones rápidas. Mi barco y mi tripulación dependían de mi habilidad y de la frialdad con que tomara cada decisión. Esto no era ya un juego. ¿Por qué iba a serlo?.Ya tendría tiempo después de recordar el sueño y pensar en él...bueno ya tendría tiempo, si es que ganaba esta partida que me tocaba jugar. Miré al pasar cada panel, cada mampara, pasé la mano para sentir esa sensación fría y húmeda que te dejan las paredes del submarino. Olí el aire rancio, el miedo contenido de la tripulación. Vi sus ojos clavados en mí, esperando...

Me hice cargo del puesto de mando y comence a susurrar las ordenes, pausadamente, aparentando una tranquilidad que estaba muy lejos de sentir. había hecho esto mismo muchas veces antes y siempre había salido bien. Mi cuenta de tonelaje no era de las menores de toda la flota de U-boote. A pesar de mi edad, tenia una merecida fama y las tripulaciones querían servir en mi barco. Me llamaban der Junge, pero es que todos éramos muy jóvenes en esa época del final de la guerra. Ya quedaban pocos hombres maduros. Por un momento me invadió el pánico ¿realmente había hecho esto mismo muchas veces antes? ese sueño... ¿que era ese sueño? ¿Porque todo me resulta tan extraño, tan nuevo y tan excepcional, al mismo tiempo que me infundía ese terror tan profundo y esa inseguridad injustificada? Me esforcé en actuar rápido, pedí un vaso de agua para enjuagarme la boca, fatiga de combate debe ser, pensé, no te dejes llevar, controla, eso es todo, lo has hecho mil veces. Respira. Quizás este justificado que tenga más miedo que antes, al fin y al cabo me acabo de enterar de que voy a ser padre. Me gustaría conocer a mi hijo, antes no podía tener esa sensación. No quisiera ser una fotografía encima de una consola, como tantos compañeros a estas alturas de 1944. tantos que empezaron conmigo y que ahora no son más que un recuerdo. Estos ingleses con sus ASDIC, sus radar y su maldita aviación, nos están haciendo la vida imposible. Cuantos niños no van a conocer nunca a su padre salvo en esa foto en la que está tan guapo con el uniforme de submarinista...cinco grados a babor, avante lento, proa abajo cinco, popa arriba 5, 200 mts y estabilizar. Se dice que estamos fabricando un nuevo submarino que va a ser una maravilla, espero que lleguen a tiempo. Es horroroso estar a ciegas, casi parados y oír como se acercan sus ASDIC...recobro la calma, tengo la impresión de que la tripulación me nota tenso y preocupado y eso no es bueno. Tienen que sentir la misma sensación de seguridad que siempre. Confianza ciega en su Kaleun que les ha sacado siempre del apuro. Sonrío abiertamente a Johann para que todos lo vean, le hago un gesto: ahí están. Timón a la vía. Tomo personalmente los auriculares del sonarista. Calculo que les faltan cinco millas, por mi amura de estribor y en un rumbo que los pondrá en mi vertical y entrando por las 2 . corrijo levemente para aproar al ASDIC de los destructores. Todo va bien. Calma. Vuestro comandante ya es el de siempre. Esto es un juego, un ejercicio. Vamos a soltar los pescados y salir corriendo, comme d`habitude, que dicen los franchutes. Dejaremos detrás algunos desperfectos, pero que los pague su graciosa majestad que es tan simpática. Ya están muy cerca y no nos han detectado, un poco más y nos llega el turno. Reviso las caras. Todo el mundo en su puesto, mirando levemente hacia arriba. Aparentando una indiferencia que están muy lejos de sentir. Todo va a ir bien. De repente el sonarista me indica que un destructor se aparta del curso del convoy y se dirige hacia nosotros. Es imposible que nos haya detectado desde esta distancia y en silencio. Sigue hacia nosotros. Se para, retrocede, nos ha detectado. Vuelve a avanzar, gira, mete toda la maquina y se aleja. Respiramos con alivio, falsa alarma. ¿hay otro submarino en la zona? Creía que estábamos solos, también puede ser una bandada de cachalotes pescando profundo, más de una vez les han soltado una andanada de cargas a los pobres. Vuelve a girar y a ponerse en posición. Para ,retrocede, avanza, para, retrocede y se dirige decididamente hacia nuestra posición, este cabrón nos tiene ¿es adivino o tiene una suerte descomunal? Calculo con rapidez, 600 mts, a toda máquina, velocidad de flanco, proa arriba 25, vamos a 50 mts cagando leches, toda la caña a estribor. Cargas de profundidad en el agua. Todo a babor, ganándole la popa a este Tommy. A su popa . timón a la vía. Va a girar a estribor, lo sé, me voy a anticipar. Cota periscópica inmediatamente, todo a estribor, estamos a cuatrocientos mts, calculo. Si me anticipo en el giro y disparo va a ver venir los torpedos por su amura de estribor cuando sea demasiado tarde, si me equivoco y gira a babor podría ser que aun tuviera tiempo de corregir y alcanzarlo con el tubo de popa, ya veremos, pero va a girar a estribor, seguro, el convoy esta hacia allá. Periscopio arriba. Ahí está, iniciando el giro por mi costado de babor y metiendo maquina. No hay luna. está en posición , no puedo fallar a esta distancia, cuento cinco, quitatimón y mantiene el rumbo, pretende alejarse un poco para volver a pillarme de popa, cree que estoy a 60 o 70 mts. Al fin y al cabo solo me ha lanzado una vez. Me arriesgo con un solo torpedo, los otros se los reservo al convoy. Fuego. Blanco, lo hemos partido por la mitad. Una magnífica explosión y se va al garete. Un estallido de júbilo en mis hombres. Casi sin un gesto, frío, ordeno aproar al convoy, disparamos los tres torpedos restantes y nos volvemos a sumergir hasta 200 mts. Uno de los torpedos ha tocado un barco pero no se hunde. Oigo como se va quedando rezagado. Recargamos tubos. Luego lo remataremos.

El día terminó razonablemente bien, conseguimos rematar el carguero e incluso perseguir el convoy. Ahí tuvimos que aguantar un par de horas de acoso y cargas pero terminamos zafándonos, no sin bastantes daños. El viaje de vuelta fue aceptablemente tranquilo. Volví a tener tiempo para pensar en el sueño anterior a la batalla con el destructor: podía recordar que yo estaba en una habitación iluminada a medias y delante de mi cara tenia una luz que parpadeaba, yo hacia algo ahí…pero mas que el sueño me llamaba la atención la precisión de los pocos detalles que podía recordar, el realismo, diría yo, de la escena y sobre todo la sensación de enorme perplejidad que me invadió al despertar, como si estuviera fuera de mi sitio…el pánico que me entró mas tarde, antes del combate, como la primera vez que entras en acción. Así que una noche tranquila de navegación, mirando el negro inmenso del mar, se lo comenté a mi segundo. Voy a decir una tontería, pensé en ese momento, pero es algo así Johann como si hubiera visto el submarino por primera vez, como si lo conociera solo desde fuera y supiera todo lo que tengo que hacer, pero nunca hubiera estado aquí. Como si fuera la primera vez que veía vuestras caras. Algo horroroso, tenia que combatir y me parecía que este no era mi sitio, que no iba a saber hacerlo. ¿sabes de que te hablo? ¿has sentido alguna vez algo parecido?. Alguna vez, dijo después de un largo silencio, como si pensara cautelosamente lo que iba a contar, alguna vez, jefe, dudó, calló un momento y después continuó, recuerdo una vez que todo me parecía irreal como si ya lo hubiese vivido, casi como si me pudiera anticipar al momento, creo que tiene un nombre en francés “deja vu” , pero lo extraño es que eso que me cuentas me recuerda algo muy raro que me paso con Eski, ya sabes el medio polaco del 123, estábamos los dos con Konstantin el segundo de Kron, bebiendo la noche antes de embarcarnos, en El Rincón de Helga, sabes como bebemos cuando nos juntamos y ya sabes los chistes que cuenta eski, hasta los que no se pueden contar sobre Adolf, el caso es que de repente se puso serio y dijo mirándonos: “colegas, solo espero sobrevivir el tiempo suficiente para poder contarle esto a los de la 24”, ¿Cómo los de la 24? Le respondimos, soberbiamnete borrachos, los de la 24 somos nosotros. El nos miró, se callo, se tambaleó un par de veces y luego añadió con gesto despectivo: “los de la 24 somos nosotros, pero ¿y los que nunca sabrán que han estado aquí y los que no han conseguido llegar? Los tres somos de otro tiempo, solo que vosotros dos no lo sabéis” Después se calló y no hubo manera de que añadiera ni una sola palabra, por más que le rogamos que nos aclarara que quería decir. Cantamos. Bailamos, seguimos bebiendo y luego no recuerdo más…no sé porque me he acordado de esto al contarme tu sueño. ¿tu lo entiendes?¿te dice algo?. Le dije que no, que no lo entendía, pero en realidad a partir de ese momento empecé a sospechar algo vagamente, a veces reflexionaba sobre ello, intentaba averiguar de que podía tratarse y pasaba horas abstraido, especulando. Muchos años después coincidí con Eski e hicimos algunos comentarios al respecto, pero es como si ambos hubiéramos hecho un pacto tácito de silencio.

La guerra continuo y acabo.
Llegó la paz y con ella una nueva vida, mi hijo nació y lo conocí, luego vinieron otros más, crecieron, me vine a vivir a España por cuestiones laborales y mis nietos son todos españoles, hasta algún biznieto tengo. Creo que hace mucho tiempo que creí descubrir la respuesta pero nunca la he contado a nadie. Ni siquiera a mis colegas físicos del observatorio del Calar Alto, del instituto Max Planck, porque ellos serían los primeros en convencerse de que chocheo con la edad. A partir de un momento determinado todo se hizo más claro y solo hacía falta esperar los acontecimientos, no sabía lo que iba a pasar exactamente, porque nada era igual, no se trataba de una repetición exacta, sino más bien como si la realidad se hubiera deslizado por uno de los muchos caminos cuánticos posibles, pero sí que se podían adivinar las tendencias, los grandes movimientos, el desarrollo de los ordenadores, por ejemplo o la gran revolución de internet (aunque no es exactamente lo mismo que antes, hay pequeñas e interesantes diferencias…quizás vengan después, pero eso, como decía Kipling, es otra historia) y por fin me bastó esperar a que apareciera el Silent Hunter II, aprender a manejarlo, esperar a que se formara la 24 y aquí estoy, esperaba impaciente que llegara el 15 de agosto de 2003 y ahora espero impaciente que llegue el momento de comenzar la partida con Shepke. No sé si jugaremos una partida más, como todas, si cuando abra los ojos dejare de ser un anciano de 83 años para volver a tener 24 y sólo recordare un vago e intranquilizante sueño o si volveré a navegar con mi tripulación a 200 mts de profundidad y cuando toque las paredes del submarino estarán húmedas y frías, entonces quizás ya no tenga la sensación de extrañeza sino que habré vuelto al que ahora sé que de alguna forma es tambien mi sitio…
...El mio y el de muchos de vosotros, casi todos, que navegamos y combatimos juntos. Posiblemente alguno lo sepa ¿te acuerdas eski o a fuerza de callar olvidaste?¿alguna vez entendiste el significado de lo que Eskivoski casi te revelo, Konstantin? ¿llegaste a saber, Beltza, que el torpedo que mato realmente a tus hombres hubiera podido estar hecho sólo de píxel?...
La gran mayoría de vosotros no sólo lo ignora, sino que no querrá creerme y lo interpretará como la debilidad mental de un anciano de 84 años, pero para otros es más difícil: no lo podréis recordar, aunque os esforcéis, sencillamente porque vuestra otra vida yace a cientos o a miles de metros en el fondo del mar, envueltos vuestros cuerpos en el sudario mas precioso, el del U-Boot que comandabais. Formáis parte de los más de 30.000 submarinistas que se quedaron a bordo para siempre. Quizás a todos esos, muy especialmente, va destinado este relato, a los que no podéis saber que ya habéis estado allí, en esa otra vida que soñáis cada día.

A todos vosotros que con pocos años os sentáis detrás de la pantalla del ordenador pero que una vez conocí y ame.
A todos vosotros, los que supisteis morir e ignoráis que fuisteis héroes.
A todos vosotros y muy especialmente a los que no saben cuantas veces harán ese viaje, porque cada vez será completamente nueva…
...y porque quizás nos volvamos a encontrar.
A todos, este relato

Corkran
Almería 8 de agosto de 2003

P.S.: Mis excusas y mis respetos a los nicks que utilizo en este relato, lo he hecho sin el permiso de sus propietarios, espero que me perdonen y que no se molesten. tengo que aclarar ademas, que ni he conseguido en la vida hundir a Shepke a bordo de un destructor (más quisiera yo), ni Eskivoski es polaco. Lo de bebedores lo ignoro.
En cualquier caso la guerra es la guerra y no todo el mundo mantiene las mismas características cuando traspone los bucles del tiempo y se interna en los entresijos de esa extraña realidad cuántica subyacente.




creo que va siendo hora de escribir el siguiente.
pero con tantos años a bordo, tendra que ser algo especial, ahi esta la dificultad.
"Mit der Dummheit kämpfen Götter selbst vergebens" F. V. Schiller
Imagen Imagen
Huntley
Leutnant der Reserve
Leutnant der Reserve
Mensajes: 2279
Registrado: 19 Nov 2005 01:00
Ubicación: BADALONA/MARE NOSTRUM

Excelente Corkran!!!

Esperamos ansiosos que vuelvas a escribir otro. Para mi todos son especiales.

Un abrazo.

Huntley.
VOLLE KRAFT VORAUS- Huntley-Oficial Agregado de la ODSH
Imagen
prostock
Kommodore
Kommodore
Mensajes: 3441
Registrado: 02 Jul 2007 02:00
Ubicación: U 66 ( 17.17 N. – 32.29 W. aprox.)
Contactar:

TREMENDO!!!!!!!!!!!!!!!!
Responder

Volver a “FORO DE RELATOS”