Nos encontrábamos navegando en nuestra zona de patrulla, cuando hemos recibido un mensaje de contacto con un convoy entrante, posiblemente una interceptación del B-dients o un avistamiento de algún lobo gris.
Sea como sea, nos dirigimos a la posición del contacto para interceptar.
Cuando nos estamos aproximando recibimos una nueva posición del convoy.

Esto es una suerte, porque con dos posiciones distintas, ya podemos precisar un poco mejor el rumbo del convoy.

Solo tenemos que unir las dos posiciones que tenemos con una recta, y su prolongación nos dará el rumbo muy aproximado del convoy.

Ahora, ajustamos nuestro curso a los nuevos datos que tenemos.

Pero no solo para eso es para lo que nos van a servir los informes de contacto, recordemos que uno de los datos que nos transmiten en el informe, es la hora de avistamiento.

Si conocemos la diferencia de hora entre los dos avistamientos.

Y podemos situarlos en el plano, sabremos la distancia recorrida, por espacio de tiempo, o lo que es lo mismo, podemos conocer la velocidad a la que se mueve el convoy.

En este caso, tenemos que en algo más de tres horas, el convoy se ha desplazado unos 34 kms, es decir se mueve a unos 11 kilómetros por hora, o lo que es lo mismo, a 6 nudos.
Pero no solo eso, sino que como también sabemos el tiempo que ha pasado desde el ultimo avistamiento, podemos tener una idea muy aproximada de dónde está ahora el convoy.

Bueno, ya estamos posicionados sobre el curso “conocido” del convoy, comienza la caza.

Vale, nuestros serviolas son muy buenos y han avistado el humo del convoy en el horizonte, y resulta que estamos justo delante del convoy, eso no es bueno, porque aunque no podamos verlo aún (los escoltas apenas humean) seguro que vamos derechos a un perro guardián, así que metemos timón hacia fuera.

Cuando estemos en la posición deseada, lo mejor que podemos hacer, es sumergirnos, es de día, el cielo está despejado y si seguimos arriba, podemos tener una sorpresa desagradable en cualquier momento.

Como podemos ver por las trazas del hidrófono, parece que no nos va a faltar trabajo. ¿Por qué me he sumergido tan profundo? Porque no puedo estar seguro de si un escolta me ha visto, si es así, lo más seguro es que venga a investigar ese posible avistamiento, y si me quedo cerca de la superficie, lo más seguro es que me escuche y adiós sorpresa.
Aprovechamos la buena sonoridad que nos proporciona la profundidad para ir “estudiando” la disposición del convoy, es importante conocer la posición aproximada de los escoltas, ya que ellos, es decir su posicionamiento, es el que nos dará la clave de la puerta de entrada al convoy.

Porque (se me olvido comentároslo) vamos a atacar el convoy, desde dentro. Si, es más peligroso, pero también más divertido.

La traza sonora que se puede apreciar más separada de las demás, es un escolta, de modo que si seguimos por aquí nos vamos a dar de bruces con él, de modo que cambiamos de rumbo.
¿Hacia adonde? Hacia las trazas de sonido más exteriores, tenemos que entrar al convoy por el vértice.

Tenemos otra traza de sonido que se separa de las demás, así sin oírla siquiera, de qué puede tratarse?

Efectivamente, si está fuera del rebaño, tiene que ser sin más remedio un perro pastor.

Bien, ya tenemos la posición de los dos escoltas que nos pueden resultar más peligrosos


Antes de que se me olvide, a estas alturas y casi dentro del convoy, ya deberíamos de estar ascendiendo a cota de periscopio.
De mientras, no es mala idea ir ajustando los torpedos, como vamos a estar “cerca” del blanco, elegiremos la máxima velocidad disponible de los torpedos, para que así el tiempo de carrera hasta el blanco sea mínimo y se reduzca al máximo el margen de error.

Bien, ya estamos cerquita de la superficie, podemos quitar la velocidad silenciosa, al fin y al cabo, dentro de poco va a haber mucho “ruido”

También es buena idea comprobar que todo el mundo está en su sitio y los puestos claves cubiertos.

Bueno, ya estamos en el sitio, a cota de periscopio y listos para empezar la faena, pero incluso antes de subir el espárrago del periscopio, solo con el hidrófono, podemos comprobar que estamos dentro del convoy, las trazas de sonido nos rodean casi por completo.

Y si sacamos el periscopio y echamos un vistazo, podemos ver que…….

Hombre!!!! Un cliente, un bonito y panzón transporte de tropas, ya tenemos destino para un par de torpedos.


Y ahora a buscar otro cliente, antes de que los pastores se revuelvan, por aquí viene un bonito petrolero, que será el destinatario de nuestros siguientes torpedos.

Lo bueno que tiene estar dentro del convoy, es que tenemos a tiro las presas más suculentas, transportes de tropas, petroleros y grandes buques, que son los que viajan en las columnas centrales del convoy, si hubiésemos atacado desde fuera del convoy estos blancos estarían como poco a más de 4000 metros de la posición de lanzamiento, y los márgenes de error a esa distancia se agrandan de la misma forma que las posibilidades de impacto disminuyen.
Bueno, ya tenemos un impacto en el petrolero, parece que no le hace mucho daño.

A los buques grandes, sobre todo si viajan en un convoy, les lanzo dos torpedos, pienso que es mejor asegurar dos presas, que tener cuatro hundimientos probables.
Ahí va el segundo.

Parece que este si que ha hecho pupita.

Ya tenemos dos victimas, y como dicen en mi pueblo: Aquí ya echamos peste.
De modo que es hora de pones pies en polvorosa, si el convoy va hacia el ENE, nosotros nos iremos hacia el WSW, ósea, en dirección contraria para alejarnos de él lo más rápidamente posible y que los escoltas se vean en el dilema de cazarnos a nosotros, o proteger al rebaño.

Otra de las cosas buenas que tiene atacar desde dentro del convoy, aquí podéis ver un escolta que está reculando para no colisionar con un carguero, y ¿adonde iba ese escolta? Si os fijáis, el derrelicto del petrolero está al fondo, así que nuestra posición está entre él y el costado de estribor del carguero, pero el escolta no puede llegar hasta nosotros sin colisionar con el carguero, de modo que tiene que maniobrar para dejarle pasar (el carguero no puede maniobrar porque se saldría de su columna y el riesgo de colisión en el convoy seria mayor.) esto nos da un tiempo precioso para alcanzar la seguridad de las profundidades.

Bueno, ya estamos otra vez en las profundidades, ahora navegación silenciosa, atentos al hidrófono para localizar a los escoltas que nos van a perseguir.
Para salir de aquí, yo recomendaría una lectura detenida del articulo del gran, fantástico, maravilloso y nunca bien ponderado Kamikaze Joe titulado “LO QUE QUISO SABER SOBRE SH-III Y NO SE ATREVIÓ A PREGUNTAR.”
Aquí el enlace: http://www.24flotilla.com/foro/viewtopi ... =1&t=28576
Si hacéis caso de los sabios consejos vertidos en ese articulo (lo siento, no tengo abuela) es muy posible que consigáis salir del contraataque sin muchos problemas.

Y el resultado del ataque:

Ahora viene el dilema, el convoy está a unos 280 kms. De la entrada a los accesos occidentales, son las 18:00h más o menos, estamos en Junio, es decir el sol se pone tarde.

¿Intentamos otro ataque, o lo dejamos estar?
La decisión debe estar en cada uno de vosotros.
Kamikaze “chusquero” Joe, para la 24th flotilla.

Nota para el Staff: Quizas seria buena idea poner este post y el de "TODO LO QUE QUISO SABER......" en el foro de SH-III como post fijos, para que los recien llegados se vayan orientando. No es que sean la panacea, pero.......