Abajo dos fotos de Aguila rescatada.
Este artículo se publicó en el matutino El País de Montevideo, el sábado o domingo pasado y me lo enviaron por E Mail.
Por mi parte hace meses atrás publiqué justamente un artículo porque un buscador de pecios, queria entablar una demanda al gobierno uruguayo, porque un gobierno o más, le habian prometido o autorizado a sacar todo lo posible del Lord Clyde hundido en la bahía de Colonia, y del Admiral Graf von Spee entre otros buques hundidos.
Ahora sale a luz este artículo en este otro diario, les dejo ambos enlaces.
http://www.elpais.com.uy
El artículo anterior fue publicado por La República
www. larepublica.com.uy
Un saludo Comandantes. Kamille
Ciudades
Cancillería prepara respuesta a gobierno alemán por Graf Spee
ANDRÉS LÓPEZ REILLY
Un nuevo documento confirma que el Graf Spee fue comprado a los nazis por un ciudadano uruguayo en 1940. Con esta documentación y la ley sobre barcos hundidos, la Cancillería defenderá ante Alemania los derechos sobre el acorazado.
Pero Alemania tampoco quiere que el águila se exhiba "individualmente" en Montevideo, por la enorme cruz esvástica que luce a sus pies.
De hecho, se canceló una exhibición que se iba a hacer en Atrio Municipal (votada por la unanimidad de los ediles en la Junta Departamental). Actualmente, la pieza de bronce se encuentra en una caja, guardada en un depósito del Fusna.
Curiosamente, el Ministerio atendió el reclamo del gobierno alemán; en ese entonces el canciller era Reinaldo Gargano.
"El ministro y algunos de sus colaboradores hicieron algún tipo de `cortesía` al embajador alemán, dejando todo `dormido`. A pedido del anterior embajador alemán, la Cancillería le `sugirió` a la Junta Departamental que no se hiciera la exposición", relató a El País el empresario Alfredo Etchegaray, propietario de los derechos de rescate del buque.
CAMBIO. Recientemente, el canciller Gonzalo Fernández le expresó a Etchegaray su disposición para resolver el tema rápidamente, sobre la base de un análisis jurídico de la situación.
Para defender la "propiedad" de los restos del Graf Spee, hundido en aguas jurisdiccionales uruguayas en 1939, a siete millas de Punta Yeguas, el gobierno cuenta con la norma 14.343, popularmente conocida como "Ley de Barcos Hundidos", que se creó originalmente para recuperar embarcaciones naufragadas y evitar accidentes marítimos.
La norma señala que "los barcos hundidos con anterioridad al 31 de diciembre de 1973 y cuya extracción, remoción o demolición no fuere comenzada antes de los cuatro meses después de publicada esta ley (1976), serán considerados automáticamente abandonados a favor del Estado".
Pero además, existe un documento en inglés que certifica que en 1940, el gobierno alemán vendió el barco a un ciudadano uruguayo. Ese escrito fue recuperado por Etchegaray en la Oficina de Registro Público del Reino Unido (Public Record Office), para lo cual tuvo que contratar -y pagar de su bolsillo- a investigadores de la Universidad de Oxford.
Como tercer elemento, se suma ahora otro documento de compraventa, hallado por Etchegaray en los archivos de la Armada, en el que se señala que "el gobierno alemán vende a Don Julio Vega Helguera y éste le compra a aquél, los restos del barco de guerra denominado Admiral Graf Spee, hundido en las aguas del Río de la Plata".
LA TRAMA SECRETA. El diario El País del 2 de marzo de 1940 ya daba cuenta de la venta del acorazado a este ciudadano uruguayo. Pero entonces, no se conocían algunos detalles de la transacción que luego puso al descubierto Etchegaray, desempolvando documentos que estuvieron "clasificados" durante décadas: el monto de la venta fue 14.000 libras y Julio Vega Helguera había sido contratado por la Inteligencia británica, que quería tener acceso a la tecnología de avanzada del Graf Spee; los secretos por los cuales el capitán Hans Langsdorff decidió su hundimiento, a la salida del puerto de Montevideo.
Entre otras cosas, transportaba no menos de cinco máquinas "Enigma", que permitían enviar sofisticados mensajes codificados, aunque éstas seguramente fueron desembarcadas antes de la explosión del buque.
Si bien no figura en ningún documento, existe la posibilidad de que el gobierno uruguayo, en 1939 o 1940, haya pedido a Alemania que removiera el casco por los peligros que representa para la navegación (de hecho, fue chocado al menos una vez por un carguero).
"Probablemente por eso Alemania le vendió el Graf Spee como `chatarra` a Julio Vega Helguera", dijo Etchegaray.
En
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Cancillería prepara respuesta a gobierno alemán por Graf Spee
ANDRÉS LÓPEZ REILLY
Un nuevo documento confirma que el Graf Spee fue comprado a los nazis por un ciudadano uruguayo en 1940. Con esta documentación y la ley sobre barcos hundidos, la Cancillería defenderá ante Alemania los derechos sobre el acorazado.
Pero Alemania tampoco quiere que el águila se exhiba "individualmente" en Montevideo, por la enorme cruz esvástica que luce a sus pies.
De hecho, se canceló una exhibición que se iba a hacer en Atrio Municipal (votada por la unanimidad de los ediles en la Junta Departamental). Actualmente, la pieza de bronce se encuentra en una caja, guardada en un depósito del Fusna.
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Curiosamente, el Ministerio atendió el reclamo del gobierno alemán; en ese entonces el canciller era Reinaldo Gargano.
"El ministro y algunos de sus colaboradores hicieron algún tipo de `cortesía` al embajador alemán, dejando todo `dormido`. A pedido del anterior embajador alemán, la Cancillería le `sugirió` a la Junta Departamental que no se hiciera la exposición", relató a El País el empresario Alfredo Etchegaray, propietario de los derechos de rescate del buque.
CAMBIO. Recientemente, el canciller Gonzalo Fernández le expresó a Etchegaray su disposición para resolver el tema rápidamente, sobre la base de un análisis jurídico de la situación.
Para defender la "propiedad" de los restos del Graf Spee, hundido en aguas jurisdiccionales uruguayas en 1939, a siete millas de Punta Yeguas, el gobierno cuenta con la norma 14.343, popularmente conocida como "Ley de Barcos Hundidos", que se creó originalmente para recuperar embarcaciones naufragadas y evitar accidentes marítimos.
La norma señala que "los barcos hundidos con anterioridad al 31 de diciembre de 1973 y cuya extracción, remoción o demolición no fuere comenzada antes de los cuatro meses después de publicada esta ley (1976), serán considerados automáticamente abandonados a favor del Estado".
Pero además, existe un documento en inglés que certifica que en 1940, el gobierno alemán vendió el barco a un ciudadano uruguayo. Ese escrito fue recuperado por Etchegaray en la Oficina de Registro Público del Reino Unido (Public Record Office), para lo cual tuvo que contratar -y pagar de su bolsillo- a investigadores de la Universidad de Oxford.
Como tercer elemento, se suma ahora otro documento de compraventa, hallado por Etchegaray en los archivos de la Armada, en el que se señala que "el gobierno alemán vende a Don Julio Vega Helguera y éste le compra a aquél, los restos del barco de guerra denominado Admiral Graf Spee, hundido en las aguas del Río de la Plata".
LA TRAMA SECRETA. El diario El País del 2 de marzo de 1940 ya daba cuenta de la venta del acorazado a este ciudadano uruguayo. Pero entonces, no se conocían algunos detalles de la transacción que luego puso al descubierto Etchegaray, desempolvando documentos que estuvieron "clasificados" durante décadas: el monto de la venta fue 14.000 libras y Julio Vega Helguera había sido contratado por la Inteligencia británica, que quería tener acceso a la tecnología de avanzada del Graf Spee; los secretos por los cuales el capitán Hans Langsdorff decidió su hundimiento, a la salida del puerto de Montevideo.
Entre otras cosas, transportaba no menos de cinco máquinas "Enigma", que permitían enviar sofisticados mensajes codificados, aunque éstas seguramente fueron desembarcadas antes de la explosión del buque.
Si bien no figura en ningún documento, existe la posibilidad de que el gobierno uruguayo, en 1939 o 1940, haya pedido a Alemania que removiera el casco por los peligros que representa para la navegación (de hecho, fue chocado al menos una vez por un carguero).
"Probablemente por eso Alemania le vendió el Graf Spee como `chatarra` a Julio Vega Helguera", dijo Etchegaray.
En disputa. La ley nacional sobre buques hundidos y dos documentos de compraventa de 1940 señalan que lo que queda del buque le pertenece a Uruguay.
Reclamo. Ese país dice que le pertenece y no quiere que se exhiba el águila
La cifra
1940 Fue el año en que el gobierno alemán vendió el barco como "chatarra" a un ciudadano uruguayo. Inglaterra aportó el dinero.
El País Digital
disputa. La ley nacional sobre buques hundidos y dos documentos de compraventa de 1940 señalan que lo que queda del buque le pertenece a Uruguay.
Reclamo. Ese país dice que le pertenece y no quiere que se exhiba el águila
La cifra
1940 Fue el año en que el gobierno alemán vendió el barco como "chatarra" a un ciudadano uruguayo. Inglaterra aportó el dinero.
A UN AÑO DE SU EXTRACCION, TODAVIA NO SE HA APROBADO LA VENTA DEL AGUILA DEL GRAF SPEE A PEDIDO DE LA EMBAJADA ALEMANA
El ave más cotizada del mundo no sabe cuándo será subastada
* Todo parecía estar en orden para que una asociación nacional privada extrajera del fondo del mar los restos del acorazado alemán Graf Spee. Y así ocurrió. Una vez que la escultura del águila con la insignia esvástica nazi abandonó el agua de río, el 10 de febrero de 2006, y vio la luz del sol, comenzaron las complicaciones legales.
GENOVEVA MALCUORI
Hace un año fue rescatada el águila del acorazado alemán y tadavía no hay novedades de cuándo será la subasta.
Hace un año fue rescatada el águila del acorazado alemán y tadavía no hay novedades de cuándo será la subasta.
La pieza del Graf Spee causó sensación en la costa montevideana.
La pieza del Graf Spee causó sensación en la costa montevideana.
Cuando los restos del buque alemán hundido en el Río de la Plata el 13 de diciembre de 1939, lentamente eran rescatados del fondo del mar, el Graf Spee volvió a ser noticia acá y en el mundo. Desde el año 2003, la asociación nacional privada integrada por los hermanos Alfredo y Luis Felipe Echegaray, el primero reconocido relacionista público, se ha dedicado a recomponer el barco de guerra alemán olvidado en aguas uruguayas.
En 1940 el gobierno del Tercer Reich vendió por catorce mil libras esterlinas los restos del naufragio del Graf Spee, buque que fue hundido por el propio capitán para evitar ser capturado por los enemigos ingleses que lo habían acorralado. Pero en ese entonces, el propietario del barco no lo pudo disfrutar, pues nunca lo sacó del agua. Con el paso del tiempo y para reafirmar la propiedad nacional de los restos del buque en el año 1976, en plena dictadura, se emitió el decreto de Ley Nº 14.343, que determinó que todo barco extranjero abandonado en aguas uruguayas pasaba a ser propiedad del Estado, si no se realizaba la extracción en ese momento. En la década del 80, el gobierno alemán manifestó a nuestro ministerio de Relaciones Exteriores (Mrree) no tener objeciones para que los restos fueran rescatados por empresas uruguayas privadas y admitió tener una total desvinculación con las piezas del barco, sin tomar en cuenta que éstos se habían vendido anteriormente a un ciudadano uruguayo.
Frente a este panorama, al que se sumó la declaración de "Interés Turístico" por parte del Ministerio de Turismo y Deporte (MTD), los hermanos Echegaray concretaron la extracción de los restos del Graf Spee. La Prefectura Nacional Naval, organismo dependiente del Ministerio de Defensa Nacional (MDN), autorizó la búsqueda en junio de 2003. Según lo establecido en el contrato los gastos corrían a riesgo privado de los particulares, y el Estado obtendría un 50% de las ganancias de la venta de los restos que fueran encontrados. El resultado de la inversión fue mejor de lo esperado, ya que en febrero del año pasado fue rescatada del fondo del mar el águila de bronce de la embarcación. Luego de años de investigación la impresionante escultura, un ave de aproximadamente 300 kilos, que mide dos metros de alto y casi tres de ancho, fue encontrada en muy buenas condiciones. El águila con la esvástica nazi, que caracterizó una época de ferviente racismo y discriminación, en una Alemania que quedó en la historia, hoy sólo sirve como pieza de colección.
La aparición del águila del Graf Spee fue noticia en Uruguay y en el mundo. Cuando estuvo expuesta en Montevideo, muchos curiosos se acercaron a ver la escultura que viajaba en la popa de ese y todos los acorazados alemanes del momento, las cuales fueron mandadas a eliminar. Luego de la exposición, la escultura pasó a estar guardada bajo llave, y al cuidado de la Armada Nacional. La vigilancia prevista iba a ser de unos pocos meses, pero se extendió más de lo esperado, porque también su venta se retrasó.
La subasta que no llega
Los inversionistas privados que extrajeron el águila de bronce del Graf Spee, solicitaron al MDN la aprobación de un permiso para poder subastar la escultura rescatada, como habían acordado al inicio en el contrato. El pedido fue gestionado ni bien se concretó el rescate. También lo fue la comunicación con la empresa subastadora, "Juan E. Gomensoro", para realizar con tiempo la convocatoria a instituciones o coleccionistas particulares, para así garantizar la venta y el destino de la pieza histórica. Ante la solicitud de autorizar la subasta, la Embajada de la República Federal de Alemania, se contacto con el Mrree de nuestro país para presentar argumentos en contra del remate y a favor de la propiedad alemana de los restos del Graf Spee y por lo tanto del águila. En una nota verbal presentada el 29 de junio de 2006, representantes consulares del país europeo establecieron lo siguiente: "En conformidad con el Derecho Internacional, los barcos de guerra hundidos permanecen siendo propiedad de aquel Estado al cual pertenecieron en el momento del hundimiento, independientemente del lugar en el cual se encuentran. Además, como navíos del Estado, siguen gozando de la inmunidad según el Derecho Internacional. El gobierno federal alemán siempre sustentó este concepto jurídico y también lo hace con respecto al acorazado ~Admiral Graf Spee~ hundido el 17 de setiembre de 1939".
Según fuentes del Mrree, la voluntad de Alemania es que el águila permanezca en Uruguay bajo la vigilia de la Armada Nacional, en forma de préstamo, garantizando así que la escultura quede en manos seguras.
Actitud nacional
La venta de los restos del Acorazado en 1940, la permanencia de los mismos sumergidos en el agua por más de 60 años, la falta de interés manifestada durante todo este tiempo por Alemania, son factores determinantes para considerar que la escultura pertenece a Uruguay y por lo tanto puede hacer con ella lo que crea conveniente. Y así lo hicieron las autoridades del MDN, al aprobar la búsqueda, el rescate y la venta del águila. Pero el reclamo alemán finalmente consiguió detener la venta de la subasta. Según el secretario general de la Cancillería José Luis Cancela, "se están llevando a cabo las conversaciones diplomáticas pertinentes para llegar a un acuerdo con Alemania". El principal reclamo de aquel país, según el secretario, se basa en "el derecho de propiedad" del acorazado, mientras que la subsecretaria del Mrree, Belela Herrera, planteó que los fuertes reclamos alemanes son dos. Uno es el ya mencionado, derecho de propiedad y el otro es que ellos no quieren que la esvástica nazi "hiera la sensibilidad de nadie". La base del águila tienen una imagen muy fuerte, el símbolo nazi, que Alemania no quiere que llegue a manos de personas que puedan dar un mal uso a la escultura.
Ambos jerarcas del Mrree concluyeron que el buque sí pertenece a Uruguay, y que eso se ha intentado demostrar a los alemanes. En el aspecto que no hubo coincidencia entre los funcionarios de la cancillería, fue la viabilidad la subasta. La subsecretaria Herrara afirmó: "La subasta está descartada, casi con seguridad". El secretario Cancela, sin embargo dijo: "La subasta no está descartada".
Incumplimiento
Entre tanto, Alfredo Echegaray, una de las partes afectadas por el incumplimiento del contrato mantenido con Prefectura Nacional, espera que se apruebe la subasta, lo que según sostiene, le permitirá recobrar el dinero invertido hasta ahora. Además se trata de una gran inversión, ya que la prensa internacional especula que el ave de bronce puede llegar a cotizarse hasta en 52 millones de dólares. Cabe recordar que la mitad de ese dinero está destinado para el Estado uruguayo. Luego de años de investigaciones, tanto en el fondo del mar, como en tierra firme, principalmente "buceando" en los organismos públicos buscando documentos y con un contrato firmado de por medio, Echegaray afirma que siente "indignación".
Afirma que "no se están respetando sus derechos" como ciudadano uruguayo y que "en definitiva se ponen trabas a un emprendimiento económico nacional, que no es poca cosa. Porque el día de mañana el dinero ganado puede ser invertido en la extracción de otro barco". A través de una reflexión irónica resume su malestar, mientras espera que el MDN respete el pacto acordado y apruebe la subasta: "Si nosotros les fuéramos a reclamar a los europeos todo el oro que se llevaron de América..." *
Fuente: http://www.larepublica.com.uy
Fotos del águila del Admiral Graff von Spee luego de sacarla de la popa del barco hundido en el 2003
Como podrán apreciar, la esvástica está cubierta para no herir la sensibulidad de la gente, sobre todo de la colectividad judia, como reza en el artículo.


En conmemoración de los 100 años de Punta del Este y a una año de la extracción del águila del Graf Spee, la asociación privada, conformada por Alfredo y Luis Felipe Echagaray, solicitó al Ministerio de Defensa Nacional, exponer durante toda la semana la pieza en una muestra histórica, cultural y gratuita. En el mes de noviembre se inició el tramite para obtener la autorización, pero la misma fue negada. Las autoridades nacionales se adhirieron a la posición de la embajada alemana, que pidió no exponer la pieza con la insignia nazi.