DESARROLO del ARMA SUBMARINA

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Kamille Rososvky
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DESARROLO del ARMA SUBMARINA

El tema me resulta más que interesante, y me lleva a hacerme una serie de preguntas
¿Como que habría sucedido si no hubiera habido límite de tonelaje. .. pregunta que ustedes ya se han habrán hecho. ¿La Kriegsmarine, necesitaba más tiempo, más materia prima, más u boots y más apoyo aéreo, abastecimiento, de carburante, alimentos?.
D_onitz habia pedido 300 U Boot..no los tuvo al comenzar la guerra..
Puedo equivocarme pero faltaba carburante, acero, y material para la infantería y la aviación. leyendo diferentes informes creo que faltaban muchas cosas en las tres armas.
Si me equivoco, ya que soy nueva en el tema, espero que me lo digan, aunque llevara más años e la 24 , muy bien puedo equivocarme.
Aquellos que formaron parte del alto mando, no ser ódenes punttuales, no quiero mezclarlos, a no ser viendo errores, o aciertos que dejaron pasar, momentos cruciales, por pugnas, celos y enviadias, que no nos corresponde tratar de acuerdo a las normas de la 24. Un Saludo muy cordial camaradas.
Buen comienzo de semana. Kamille. :wink:

Desarrollo y Táctica del Arma Submarina en la Kriegsmarine

Muy temprano, en la mañana del 4 de octubre de 1918 en el Mediterráneo, en medio de un ataque a un convoy mercante fuertemente protegido, el submarino atacante, totalmente fuera de control, giró violentamente y comenzó una inmersión hacia el fondo, como si se tratase de un trozo de plomo.

Se hundió hasta el nivel peligroso de 60 metros, luego hasta 90, y bajo la enorme y creciente presión, dos de los tanques de aire de reserva hicieron explosión. Para salvar a su dotación de un exterminio innecesario, el comandante abandonó todo pensamiento de evadir al enemigo, ordenó soplar todos los tanques de aire que quedaban, y mandó atrás todos los motores para corregir la inmersión.

El submarino invirtió inmediatamente su rumbo, y con los tanques llenos de aire comprimido salió disparado de las profundidades, como un corcho en una botella de champán, y surgió en la superficie bajo las mismas narices de un crucero británico con sus destructores de escolta.

Alcanzado por la barrera de fuego artillero, el submarino comenzó a embarcar agua, achicada rápidamente con aire comprimido; una nueva inmersión era totalmente imposible, y al comandante no le quedó otra alternativa que el abandono del buque.

El jefe de máquinas y otros seis marineros se hundieron con el barco en la tarea de abrir ventilaciones, mientras que el resto de la dotación fue recogida por un destructor y llevada a Malta.

Este fue el principio, para el comandante, con muchos meses de confinamiento en campos británicos de prisioneros, tiempo durante el cual tuvo mucho tiempo para pensar sobre el futuro de los submarinos en la guerra.

Sus pensamientos de entonces fueron llevados acertadamente a la práctica. Al ser puesto en libertad, asegurado por sus superiores de que los submarinos volverían a formar parte de la marina alemana, de vuelta al servicio activo, fue ascendiendo grado a grado durante los diecisiete años que siguieron hasta llegar a ser comandante del crucero Emden.

El verano de 1935, el gran almirante Reader le relevó de su mando y le encargó de una tarea que en principio, consideró algo así como un premio de consolación, pero que llegó a ser la culminación de las ambiciones de su vida: el mando de la nueva fuerza de submarinos de la marina alemana reconstruida.

Según los términos del tratado de Versalles, Alemania tenía prohibido construirlos, y Doenitz había restablecido su vida como oficial de superficie; pero el 16 de marzo de 1935 el tratado de Versalles fue repudiado, y denunciado un mes más tarde por medio de un tratado anglo-alemán. De acuerdo con este, Alemania se comprometía a limitar su marina a un 35 por ciento de la inglesa, excepto las fuerzas de submarinos que sería autorizada hasta representar un 45 por ciento de la capacidad británica, e incluso en circunstancias especiales, y después de comunicarlo, llegar al 100 por cien con restricciones correspondientes en otros departamentos.

El acuerdo acerca del tamaño potencial de la fuerza de submarinos estaba basado en motivos, todo menos altruista por parte de los ingleses, y no encerraban ningún gran sacrificio por su parte.

Los ingleses no veían un futuro para los submarinos en las flotas mundiales, particularmente en la suya. La misión principal de la Marina británica fue, en siglos de tradición, la protección de las rutas comerciales de Inglaterra y la estrategia futura estaba basada en el mismo concepto.

Representaba un papel defensivo para el que los submarinos, arma esencialmente de ataque, estaban totalmente fuera de lugar. En consecuencia, los ingleses mantuvieron pocos submarinos, e incluso para 1939 disponían solo de 57 unidades.

Se firmo el acuerdo anglo-germano, el 18 de junio, y diez días después, tuvo lugar en el astillero de Kiel una ceremonia que mostraba que los años transcurridos desde la Primera Guerra Mundial, no habían sido desaprovechados por los ingenieros alemanes.

Se trataba de la ceremonia de entrega del U-1. En aquellos años críticos el núcleo de la futura fuerza de submarinos había sido construida subrepticiamente y con gran esfuerzo.

Dos submarinos, por ejemplo, fueron construidos para las marinas finlandesa y turca, pero se entregaron después de un extenso «período de pruebas», llevado a cabo por una gran cantidad de jóvenes que oficialmente pertenecían a la «Escuela Antisubmarina».

Tras este adiestramiento secreto, aquéllos se convirtieron en la espina dorsal de la fuerza submarina recién autorizada. Durante 1934 fueron construidos en los astilleros Kiel, cierto número de refugios ligeros, fuertemente guardados, y fue de uno de estos, en junio del año siguiente, de donde salió el primero de los nuevos submarinos. Otros siguieron en rápida sucesión, y para finales de septiembre ya ha¬bía una flotilla de nueve.

Doetniz, con una hoja en blanco ante sí sobre la que comenzar, atacó su tarea con gusto y entusiasmo. Durante los quince años precedentes no había existido ningún submarino, y todos los jóvenes que habían tomado parte en el adiestramiento secreto, eran niños cuando terminó la Primera Guerra Mundial.

Con Doenitz habían permanecido desde aquella guerra solamente un puñado de submarinistas, para convertirse en miembros de la nueva fuerza de submarinos, en especial el capitán de navío Thedsen que ocupó el puesto de «jefe de máquinas de la flotilla».

Doenitz se encontraba por consiguiente en condiciones de moldear sus dotaciones y sus tácticas según las líneas por él deseadas, ya que, aparte de las limitadas experiencias en operaciones de la Primera Guerra Mundial, no habían surgido nuevas líneas de conducta, junto a la nueva fuerza de submarinos, que éstos pudieran seguir; no se habían recopilado ningún «Manual de Instrucciones» que pudiera ser leído y seguido por Doenitz y sus hombres. El almirante era libre de trabajar y explotar sus propias teorías, y en su mente tenía claros los principios en los que estaban basadas.

Pensaba, por ejemplo, que los submarinos conseguirían efectos mínimos, a menos que pudieran operar en grupos. Esta fue una de las más importantes lecciones extraídas por Doenitz, de sus experiencias al final de la Primera Guerra Mundial.

Entonces, cuando el esfuerzo de los submarinos alemanes estaba en su punto más alto, en tres meses de la primavera de 1917 no menos de 800 buques habían sido hundidos, totalizando cerca de dos millones de toneladas. Enfrentado con estas cifras desastrosas, el Primer Ministro Británico Lloyd George había forzado al Almirantazgo e implantado el sistema de convoyes, en remplazo de la política de permitir a los buques mercantes navegar independientes.

Aquel hecho, recordaba Doenitz junto al total fracaso de los submarinos en el terreno de las comunicaciones y la cooperación, habían producido inmediatamente una reducción drástica en el número de buques hundidos. En el caso de que los buques recurriesen de nuevo al sistema de convoyes, Doenitz planeaba con mejor sistema de operaciones, la constitución de manadas de submarinos formando una amplia línea cóncava en la que el enemigo había de penetrar.

El primer submarino que obtuviese un avistamiento, mantendría el contacto y comunicaría la posición a los otros buques de la formación, la cual se cerraba sobre el convoy por los flancos y la retaguardia como las mandíbulas de una trampa gigantesca.

Conforme su programa de adiestramiento se desarrollaba, Doenitz organizó en 1937 y 1939 extensos juegos de la guerra en el Mar del Norte, en los que sus conceptos sobre la táctica de los submarinos se vieron totalmente confirmados.

Doenitz, asimismo, meditó sobre el tamaño de submarino que deseaba, y examinó el problema a la luz de su noción del papel del submarino en una guerra futura, como unidad de una «manada destructora», operando contra buques mercantes navegando en convoyes con escolta.

Evidentemente, un submarino grande reunía las ventajas de la velocidad, mayor capacidad de torpedos, armamento de autodefensa más pesado, mayor radio de acción, y mejores condiciones de habitabilidad para la dotación.

Por otra parte, en favor de los submarinos más pequeños, Doenitz consideraba la mejor maniobrabilidad, su facilidad para hacer inmersión más rápidamente en una emergencia, y su mayor capacidad de pasar inadvertido en superficie. Además Doenitz se veía obligado a considerar los términos del acuerdo naval anglo-alemán por el que se restringía el tonelaje total de la fuerza de submarinos admitida, pero no limitaba su número.

Fuente: Wikipedia
Última edición por Kamille Rososvky el 08 Jun 2010 17:16, editado 2 veces en total.
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Re: DESARROLO del ARMA SUBMARINA

U 36 TIPO VII

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Novich39
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Re: DESARROLO del ARMA SUBMARINA

Ameno relato del inicio de la U-bootwaffe. Realmente, lo apasionante (al menos para mí) del inicio de creación de un arma en la Alemania de esos años, en este caso submarina, pero extrapolable a las otras (Panzerwaffe, Luftwaffe, Waffen SS y alguna otra), es que se crearon partiendo del pasado, pero creando nuevas tácticas, estrategia, entrenamiento, material, etc. Aspectos que harían de la Wehrmacht, superior a todos sus contrincantes en cuanto a calidad de sus fuerzas. Y que sólo fue derrotada por la megalomanía de su jefe y la superioridad numérica de sus adversarios. Pero no nos engañemos, el Führer no era el único que cometía errores. Alemania, realmente, tenía pocos genios en el campo de batalla, soldados como Rommel o von Manstein sobresalían del resto de sus colegas pero no podían hacer milagros, y menos con el cabo bohemio y su corte de aduladores al mando. En cuanto a la guerra naval, sólo puedo decir que una flota de superficie, por muy poderosa que fuese, nunca podría hacerle sombra a la Royal Navy. Así que lo más lógico hubiera sido darle un más importante papel al arma submarina de la Kriegsmarine para asaltar desde un principio el talón de aquiles de los británicos: sus lineas de abastecimiento marítimas, sin las cuales no podía subsistir. Pero claro, después de la batalla todos somos buenos generales. Lo determinante es serlo antes y durante, o como decía el duque de Wellington: "Averiguar lo que hay detrás de la colina" antes de la batalla. Con esto quiero decir que nadie puede predecir el futuro y saber como van a desarrollarse los acontecimientos, por no hablar de los errores estratégicos, los cuales, convierten en ganador al que menos de ellos comete durante las operaciones militares (entre otras cosas).

Un saludo. ::kaleun:
Kamille Rososvky
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Re: DESARROLO del ARMA SUBMARINA

Hola Novich, me ha gustado tu razonamiento. lo interpreto de la misma forma que tú.
Estoy de acuerdo que la Royal Navy no iba a ser superada. Los británicos desde tiempos históricos han sido buenos marinos y han tenido buenos buques y capitanes.
Otros países tambien lo han tenido, como España, pero a España, luego de fundar sus colonias, la acosaron corsarios de todo tipo de bandera.
Los btitánicos se llevaron su buena tunda en los Vireinatos.
en la II Guerra mundial, al princiìo se las vieron feas, con las rutas de avastecimiento cortadas y pasaron las suyas.

Aparte de esto, encontré un sitio de Cartas náuticas y estaba bajándollo naoche y se cortó nuebamente la susodicha conexión. Intentaré dar con él-
Un cordial saludo Comandante. Kamille :D

Si doy con el enlace lo dejaré eneste hilo para ti y los demás camaradas. Vamos a ver si tengo suerte. ::plas:
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Re: DESARROLO del ARMA SUBMARINA

Reseña del desaroolo del arma submarina

Después del hundimiento de Scapa Flow y reparto de los buques de guerra ligeros alemanes entre los victoriosos aliados, desapareció la Flota de Alta Mar por la que tanto se esforzara Tirpitz.

La Marina alemana quedó reducida a unas cuantas unidades anticuadas, para constituir una fuerza de defensa de costas exclusivamente: ocho viejos acorazados "pre-dreadnought" (algunos ya incluidos en el programa de bajas para el servicio), ocho antiguos cruceros ligeros, y treinta y dos destructores y torpederos; ningún crucero de batalla, ni crucero pesado. En resumen, Alemania vio su poder naval reducido al normal de la época de los "pre-dreadnought".

Este potencial era todavía superior al que los aliados estimaban. Según los términos del Tratado de Versalles, la Marina alemana debía ser reducida posteriormente a seis viejos acorazados, seis cruceros ligeros y doce destructores.
En estas condiciones, su potencial quedaba realmente limitado, y los aliados tenían la intención de mantenerlo en tal situación.

Los acorazados y cruceros podrían ser reemplazados cuando tuviesen veinte años; pero en condiciones estrictas. Los acorazados que sustituyeran a los viejos no podrían desplazar más de 10.000 toneladas; ni disponer de un armamento principal cuyos cañones tuviesen calibres superiores a las 11 pulgadas. Esto los convertía, de acuerdo con los proyectos de construcción naval vigentes en la época, en buques cuyo tamaño correspondía al de los cruceros pesados.

Respecto a los cruceros que reemplazarían a los viejos, no debían rebasar las 6.000 toneladas, con cañones de 6 pulgadas como principal armamento. Otras especificaciones establecían los límites de 800 y 200 toneladas para los destructores y torpederos, respectivamente, cuando los antiguos fuesen renovados. Las demás sanciones determinaban la prohibición de disponer de aviones y portaviones; y, sobre todo, submarinos.

El primer Comandante en Jefe de la Marina alemana, almirante Paul Behncke, se enfrento, por lo tanto, con las más estrictas limitaciones en su misión de reconstruir la Marina. Inmediatamente surgió otra limitación: el dinero.

Los aliados impusieron al Estado alemán unas sanciones económicas, tan grandes, como reparaciones a los gastos de la Gran Guerra, que nunca serían pagadas por completo y contribuyeron un poco a crear un clima de poca armonía en la Europa de la posguerra.

En los años 1920, Alemania era una potencia en bancarrota y la miseria social, el cinismo, la corrupción, y otros ingredientes destructivos, característicos de la República de Weimar, proporcionaron la base al aparato político de los bien organizados alborotadores nazis.

En consecuencia, las limitaciones obligaron al almirante Behncke a elegir modestos objetivos para la primera fase del renacimiento de la Marina alemana.

Su primera tarea fue asignar a su vetusta flota cometidos a su alcance para la defensa de la madre patria. Con este objeto, constituyó dos escuadras, la del Mar del Norte y la del Báltico, cuyo principal fin estratégico era evitar, de cualquier forma, la unión de las marinas francesa y polaca mediante el establecimiento del dominio de los accesos al Báltico.

Constreñido, como estaba, por las limitaciones de Versalles y sometido a las especiales circunstancias de la República de Weimar, Behncke solamente pudo establecer las bases elementales para la obtención de nuevos buques; pero en 1921 se puso la quilla del primer crucero ligero, el Emden (nombre significativo tomado del famoso buque corsario que mandó Müller en 1914).

Este buque se ajustaba a las normas: 5.600 toneladas de desplazamiento y ocho cañones de 5,9 pulgadas. Botado en enero de 1925, entró en servicio al año siguiente y realizó varias navegaciones por el extranjero, "mostrando el pabellón" y actuando de buque escuela.
Dejoesta primera parte, me gustaría subirle suna buena imágen del U Boot protagonista, de Scapa Flow .

un saludo cordial de Kamille :wink:
Kamille Rososvky
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