Las S-Boote en el Mediterráneo :
A fines de 1941, el Alto Mando de la Kriegsmarine, decide el traslado de las primeras lanchas rápidas S-Boote (Schnellboote) al mediterráneo.
Desde mi punto de vista, hay tres historias que pueden resumir su accionar en el Mediterráneo.
Primera :
La primera unidad en ser trasladada fue la 3ª Flotilla de S-Boote, bajo el mando del capitán de corbeta F. Kamnade y el teniente de navío Wuppermann como comandante del grupo, que había operado antes en el Canal de la Mancha. El viaje desde Alemania al Mediterráneo, a través de los canales franceses, se había llevado a cabo con gran secreto. Las lanchas se disfrazaron con falsas chimeneas y superestructuras, para darles la apariencia de remolcadores. En la Spezia las lanchas recuperaron su aspecto normal y se dirigieron a Sicilia, y con base en Augusta, aún llegaron a tiempo para participar en la acción contra Malta, los primeros meses de 1942.
Segunda :
En mayo de 1942, la flotilla de S-Boote, fue trasladada a la base de Derna, treinta y cinco millas al oeste de la guarnición británica de Tobruk, para patrullar las aguas de la costa norte-africana por donde le llegaban a Rommel los suministros destinados a preparar su gran ofensiva. En el mes siguiente, el 15 de junio, lograron su primer éxito en el Mediterráneo. Un gran convoy inglés fuertemente escoltado, salió de Alejandría para intentar llegar a Malta. El Eje tuvo la primera información de éste por los agentes italianos en Algeciras, y más tarde fue detectado por unidades de la Luftwaffe, basadas en Creta.
Se ordenó a Wuppermann que lo interceptara y atacara con cinco S-Boote. Su primer intento, antes de la medianoche del 14 de junio, fue rechazado por la escolta de destructores y cuando ya se habían agrupado sus fuerzas, había perdido contacto con el convoy.
Este pudo ser el final de la historia, pero unas horas más tarde, el contraalmirante Vian, al mando del Convoy, se enteró que la flota italiana había salido de Tarento para interceptar el convoy, integrada entre otros por los cruceros Garibaldi, Aosta, Gorizia y Trento, inmediatamente seguidos por los acorazados Lottorio y Vittorio Veneto, con seis destructores, al mando del almirante Fioravannazo.
De esta forma, los buques británicos invirtieron el rumbo con la esperanza que los italianos les perdieran el rastro, dejando a los cruceros HMS Newcastle y HMS Birmingham, con cuatro destructores a la retaguardia del convoy para prevenir sorpresas.
Pero los sorprendidos fueron los británicos, ya que por puro azar, esta decisión los situó al convoy exactamente en la zona donde las S-Boote alemanas estaban buscándoles infructuosamente.
Las S-Boote, acechaban entre las oscuras sombras de la noche, y poco antes de las 04:00, Wuppermann con la S-56, se encontró de repente en medio de un grupo de destructores y un crucero británico. Moviéndose muy despacio para no producir ruido alguno, torpedeó y averió seriamente al crucero de 9.000 toneladas HMS Newcastle, de la clase Southhampton, y otra lancha hizo lo mismo con un destructor HMS Hasty. El HMS Newcastle sufrió considerables daños, pero pudo continuar su navegación a 24 nudos, pero el HMS Hasty, tubo que ser abandonado y hundido más tarde por los británicos a causa de los daños sufridos.
Wuppermann se convirtió en el as de las S-Boot en el Mediterráneo, llegando a comandarlas.
Tercera :
A finales de agosto las unidades de la 1ª División de S-Boote (Flotillas 3ª y 7ª), al mando de Wuppermann, estaban dispersas por el Mediterráneo. Cinco S-Boote estaban en Cerdeña, seis reparándose en Tolón, dos no operativas en Grecia, dos unidades operativas en Tarento y dos más en camino hacia Pola para efectuar reparaciones.
En la fecha de la capitulación de Italia el 8 de septiembre de 1943, en Tarento se encontraban las lanchas S-54, al mando del capitán Schmidt y la S-61, al mando del suboficial Blömkert. Con la noticia del armisticio, reciben la orden de abandonar el puerto, tan pronto como les fue posible, acompañadas del MFP-478 (Marinefährpram, también llamadas por algunos autores F-Boote), que era una lancha de desembarco, usada para transporte costero. Antes de hacer su retiro total, siguiendo instrucciones, minaron la rada con minas magnéticas, con el objeto de evitar el escape de las unidades navales italianas atracadas en el puerto y evitar el acceso a él de unidades aliadas.
Posteriormente estas recibieron la orden de dirigirse a Venecia, debido que el Alto Mando Alemán temía una a una posible invasión de la ciudad por tropas americanas y británicas. El objetivo era llegar antes que los aliados, tomar la ciudad y rendir la guarnición italiana presente en ella, si es que era posible.
La rendición italiana, también cambió los planes de los aliados, los que llevan a cabo la operación improvisada llamada “Slapstick”, con el objeto de tomar la base naval de Tarento, y empezar un nuevo frente en Italia. Los barcos aliados que transportan a la 1ª División Aerotransportada Británica, más algunas unidades especiales, llegan a Tarento el 9 de septiembre. Las primeras unidades ya habían desembarcado a las 20:00 del 9 de septiembre, la Wehrmacht está totalmente ausente de la ciudad, y los italianos, después de su rendición de la víspera, acuden con a los ingleses con los brazos en alto. Pasada la medianoche, el 10 de septiembre, el crucero ligero minador HMS Abdiel, de 4.000 toneladas, choca con una de las minas dejada por las S-Boote alemanas, volcándose, y hundiéndose poco después, llevándose al fondo a parte de la tripulación y a elementos de la 1ª División Aerotransportada Británica, y a elementos de la fuerza especial del PPA (Popski´s Private Army-Ejército Privado de Popski). También un dragaminas británico chocó con otra mina y se hundió de inmediato.
Pero volvamos a nuestras S-Boote.
Los alemanes ponen rumbo al norte, pero debido a la escasa velocidad del MFP-478 (8 nudos), se decide su hundimiento, para así aumentar la velocidad de las dos lanchas. El capitán Schmidt, decide que el viaje se hará por el centro del Mar Adriático, debido al peligro que representaban los estrechos minados de la costa dalmática. A la altura de Ancona, los alemanes se encuentran con el viejo cañonero italiano “Aurora” de 935 toneladas, que tras un breve combate resulta hundido por las S-Boote, rescatando a 70 de sus tripulantes, abarrotando más aún las S-Boote, ya que en ella ya viajaban los tripulantes del MFP-478.
Posteriormente, se encontraron en la oscuridad el transporte italiano de 4572 toneladas “Leopardi” el cual había zarpado del puerto de Fiume, cargado con 700 soldados. El capitán del buque italiano, temiendo ser hundido por los alemanes rindió su nave, integrándose la misma a la “flotilla” alemana y continuando viaje hacia Venecia
En la tarde del 11 de septiembre, estando las naves a 30 millas de Venecia, apareció en el horizonte un buque de guerra, el torpedero italiano “Quintino Sella”, que había zarpado del puerto de Venecia donde estaba en reparación. El encuentro con las S-Boote alemanas resultó su perdición, la S-54 lo atacó con torpedos, los que la impactaron a la nave italiana, provocando que se hundiera en pocos minutos. Se rescataron a 80 supervivientes.
Estando en Venecia, Schmidt dejó a la S-61 junto con la nave apresada “Leopardi” en la entrada del puerto, y la S-54 empezó a usar un código de señales para confundir a las defensas del puerto. Las defensas del puerto abrieron las barreras, y los alemanes entraron. El capitán Schmidt junto con el capitán Winkler (comandante del MFP-478) y un contingente de 50 hombres fuertemente armado, se dirigieron hacia la plaza de San Marco en el centro de la ciudad. Tomaron contacto con el cónsul alemán en Venecia, y posteriormente a las pasado el mediodía del 12 de septiembre, entraron en el arsenal naval. Una vez allí se reunieron con los comandantes navales italianos, el vicealmirante Brenta, Jefe de las fuerzas navales del Adriático Norte, y el contralmirante Zanoni, jefe de la base naval, produciéndose la capitulación de la ciudad. Se entregaron a los 50 alemanes la guarnición de 10.000 hombres (aunque algunas fuentes indican 5.000), los que aseguraron la ciudad. Además de la ciudad, se rindieron las pequeñas naves italianas, el minador “Laurana” y el destructor “Sebenico”, que se encontraban en la rada.
Por esta acción el capitán Klaus-Degenhard Schmidt recibió la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro el 22 de diciembre de 1943.
Fuentes :
La Guerra Naval en el Mediterráneo (L. de la Sierra).
Lanchas Rápidas-“Los Bucaneros” (B. Cooper).
Schnellboot in Action (T. G. Connelly / D. L. Krakow).
S-Boote: German E-boats in Action 1939-1945. (J. P. Dallies).
Deutsche Seestreitkräfte 1939-1945. (E. Küstenvorfeld / M. Whitley).
Las S-Boote
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Las S-Boote
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Re: Las S-Boote
Gracias por el relato Walther. La verdad es que de las Schnellboote conocía un poco sus singladuras en el Canal de la Mancha, pero aunque sabía de su actuación en el Mediterráneo, desconocía sus peripecias en este teatro. Realmente, su corto número en este escenario, aparte de las MAS italianas, influyó muy poco en las operaciones mediterráneas, pero obligó a los aliados a destinar importantes recursos para neutralizarlas. Su alta velocidad y su pequeño tamaño eran sus principales comodines; aparte, claro está, de la buena preparación de sus tripulaciones, especialmente de las iniciales.
Un saludo.
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