El que se puede conseguir es el documental de James Cameron. Es muy bueno, aunque algunos datos son imprecisos y exagerados.
Me gusta muy especialemtne cuando el barco de exploración está navegando por el canal de Kiel, el mismo que cruzó el Bismarck, y sustituyen la imgen de ese barco, ya de por sí enorme, por la del Bismarck. En ese momento te puedes hacer una idea de las verdaderas proporciones del mítico buque.
Ya sabeis lo que a mi me gusta el Bismarck, soy un devoto del mismo

, pero las cosas hay que ponerlas en su sitio. Fue el mejor buque construido en su momento, pero enseguida fue superado por muchos otros, sobre todo los americanos. Si quereis ver su inferioridad frente al Iowa, no teneis mas que jugar mi misión Halifax para acorazados con el DC. O navegar a bordo del N. Carolina escoltando un convoy y enfrentándote al Tirpitz en la misión Frost.
Lo que es innegable (aunque para gustos están los colores), es que ha sido la nave de guerra más hermosa jamas construida, la más impresionante. En belleza ... tal vez sólo superada por sus hermanos menores, los acorazados tipo Scharnhorst.
Quiero aprovechar para hacer una reflexión. El Bismarck fue una leyenda en vida. una vez hundido lo es todavía mucho más. Y como máquina de guerra, fue contundente. en pocos minutos despachó a dos de los mejores barcos de la Royal Navy, es decir de primerísima división. Eso no es casualidad por mucho que se empeñen en decir que el Hood fue hundido por un golpe de suerte. La suerte en el mar se busca, no viene sola.
Sin embargo, en su combate final no hizo nada. Fue un pelele a merced del enemigo. No se tiene constancia de que ninguno de sus disparos acertasen en el enemigo.
¿Cómo es posible que una máquina de guerra que se mostró
tan perfecta un par de días antes, se volviese absolutamnte inofensiva?
Es cierto que estaba tullida, que no podía navegar. Pero no estaba inválida.
¿Por qué no minaron el timón si luego hundieron ellos su propia nave?
¿Por qué sus cañones se volvieron inofensivos?
Por falta de espíritu. Los tripulantes confieren a su nave su espíritu. EL Bismarck fue lo que sus tripulantes fueron. Y cuando ellos se rindieron, la nave hizo lo propio. Su magnificiencia se esfumó con el ánimo (alma) de sus marineros.
Con el Graf Spee ocurrió otro tanto de lo mismo.
"Quien quiere vencer en el mar, debe atacar el primero" ¿Dónde sale esto?
Un saludo.