y mauuuuuullo con un tigre. Así que no pudimos llevarseloa a una colega ese día. Luego entro solo en la caja

Parece cuento pero eso fue cuando la madre del gatito anduvo a caballlo d eun perro, era una furia d epelos garras y maullidos.
Los aullidos del perro alarmaron a la familia menos a su dueño que tomaba por cuarto de aseo a nuestra casa, No se.. no vino nunca más.
