La "Caza del Octubre Rojo"...o del enano Ryan

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

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kummetz1938
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La "Caza del Octubre Rojo"...o del enano Ryan

Con la moral por los suelos voy a tratar de irme a descansar y tratar de conciliar el sueño. No va a ser fácil. Acabo de llegar a Lorient con mi U-Boot hecho trizas -sólo un 20% de los dispositivos están más o menos intactos-además ha habido tres bajas en mi tripulación.Si, hemos sobrevivido y nos hemos cargado a tres destructores enemigos, pero todo ello no me sirve de consuelo.Además pienso en las familias de los muertos en acción.A ellos poco les va a importar el hundimiento de los 3 destructores.
Tengo pesadillas, aún oigo las detonaciones de las cargas de profundidad.De repente doy un salto en la cama.Esta vez parece que han dado en la diana.Pero si estoy en casa! Vaya pesadilla"...Ahora el estruendo es real.Miro al reloj y son las 03:15 de la madrugada.Es la hora en que el Homo Sapiens tiene el sueño más profundo.El mío tendría este día como mínimo 350 ms. ¡Que sucede? Todo parece indicar un terremoto de fuerza 7,56 en la Escala de Richter, con su epicentro en la sala de estar de mi apartamento.

Me levanto sigilosamente, cosa que no es necesaria ya que el ruído que viene del salón es ensordecedor, los cuadros se caen de las paredes, estallido de cristales, sillas rodando por los suelos,etc. Al final llego al salón y enciendo la luz.Me quedo estupefacto. Da la impresión que ha habido un a incursión de tanques israelíes o de algún pelotón de serbo-croatas que han irrumpido en mi apartamento.

Casi repentinamente, un silencio sepulcral.Delante de mis narices está mi gato Wladimir que con mirada triunfante me enseña su presa sujeta con sus poderosos colmillos (a veces he pensado si es un descendiente de Drácula). Me pongo los lentes y consigo distinguir a una cabecita diminuta de un murciélago enano a punto de ser engullido por mi felino, que ya cansado de su dieta habitual de Whiskas ha decidido cambiar de menú.Veo que la boca ya se le está haciendo agua.La situación no puede ser más critica, sólo unas centésimas de segundos decidirán si la fauna mallorquina tiene un quiróptero menos en su historial.

Con un esfuerzo y agilidad inauditos consigo sujetar a mi Wladimir antes de que éste de un salto gigante y evasivo, ya que parece haber captado mis intenciones. Lo agarro por las mandíbulas. En estos momentos n o sé si estoy luchando con un cocodrilo del Nilo o con un caimán de las amazonas. Inspirado por la "peli" "Salvad al soldado Ryan", me he propuesto salvar a este pequeño murciélago enano de las fauces de mi gato, aunque sea a costa de mi vida.Cuantas veces arriesgué mi vida, en nuestra piscina comunitaria, sólo por salvar de ahogarse a una abeja despistada que aterrizó en ella.

El murciélago está ya en las últimas, su mirada suplicante lanzando s.o.s.eses contínuos es desgarradora.Ahora o nunca, me digo.Con un último esfuerzo consigo que poco a poco se abran las fauces de mi devorador de murciélagos inocentes. Sólo dos cms., los suficientes para que el enanito pueda emprender de nuevo el vuelo.

Wladimir lleno de rabia me lanza una mirada asesina (por suerte no está al mando de los tubos uno y dos). Por un momento me da la impresión de que yo voy a ser su próxima víctima. No tengo tiempo para reflexiones ya que el segundo capítulo de este drama sólo está a punto de empezar.Al ser librado y emprender el vuelo el pequeño murciélago, y con la luz de la habitación encendida, más el susto mortal que acaba de vivir, choca con las aspas del ventilador de techo que se puso en marcha justo el momento que encendí las luces, las que están sincronizadas con el ventilador.

Aturdido por el golpe, el murciélago enano cae en picado al suelo, casi al mismo tiempo que Wladimir se lanza sobre él.Por décimas de segundo esta vez soy más rápido que él (cosa que no me perdonará nunca más). El quiróptero, que acaba de reponerse del choque imprevisto, se desliza de mis manos y emprende nuevamente el vuelo sin saber ya donde está el Norte. Por parte de mi felino, éste emprende la "caza del Octubre Rojo".El detrás de la presa y yo detrás del Felis Lybica, dispuesto a destrozar el resto de mi apartamento si es necesario, con tal de consegvuir este "bocato di Cardinale".La batalla campal continúa su curso.Esta se parece ya más bien a la Guerra del Golfo. Mi gato subiéndose por las paredes y la librería y yo siguiéndole para salvar a mi "Ryan", que es como ya he bautizado a mi protegido.Después de quince minutos de persecución por todo el ámbito de mi apartamento, parece que "Ryan" acaba de arreglar su brújula y consigue salir airoso por la puerta que conduce al balcón. Tanto Wladimir como yo nos hemos quedado sin aliento.

He conseguido salvar a mi "Ryan" de una muerte segura y esto me llena de orgullo y satisfacción -ojalá hubiera tenido tanta suerte con mis tres tripulantes-. La actitud de mi felino es muy distinta. En rostro se reflejan frustración y rabia contenida. Por un momento tengo escalofríos.

después de varias semanas de alimentar a Wladimir a base de caviar ruso e iraní, alternando con gambas a la plancha y leche semidesnatada, consigo hacer las paces con él (bueno, más bien una tregua). Aún así de vez en cuando me enseña sus colmillos draculinos en plan algo amenazante.Incluso hoy me ha dado un zarpazo, que naturalmente yo he correspondido de manera contundente.A fín de cuentas tiene que saber quien manda aquí, quien es el Comandante!

Innecesario comentar que tardé media semana en poner todas las cosas en su sitio, colgar mis cuadros de Gauguin, arreglar sillas rotas, quitar cristales rotos y volver a poner las lámpara en su sitio. En estos momentos trato de pegar los pedazos rotos de unas terracotas que traje de Xian y que son réplicas del ejercito chino que un emperador chino se llevo a su tumba.Hay que ver que caprichitos tenían algunos magnates de la China Imperial.

Por lo que respecta a Wladimir, ya he pedido hora para visitar a un psiquiatra. Su temperamento ya no es el mismo de antes. Si hay una raza que odia el caos, es el Azul de Rusia. Al mío le gustaba la tranquilidad, las tardes sosegadas, acostado sobre mi nuca, las siestas en un mullido cojín o mirando a través de la ventana, tan manso y apacible que a veces me daba la impresión de reflexionar sobre algo de trascendental importancia. To esto cambió a raíz de la incursión aérea de "Ryan", mi pequeño murciélago enano.

Bueno, alguno de vosotros, casado, tendrá algún peque en casa que le interesará más esta historia (real) que el éxito de Günther Prien en Scapa Flow.

Un saludo a toda la 24 Flotilla!
Kummetz1938
Johann Vilthomsen

Me ha gustado mucho el relato de las andanzas de tu Wladimir y la comparativa con el mundo espiritual en el que vivimos de los Uboot.
¿Por cierto, tu gato no tendra este nombre como homenaje al dueño de "Le Scheherazade" el club que tanto nos gustaba visitar en París?

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Fachada de LE SCHEHERAZADE hoy en dia.


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kummetz1938
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Wladimir

Johann Vilthomsen escribió:Me ha gustado mucho el relato de las andanzas de tu Wladimir y la comparativa con el mundo espiritual en el que vivimos de los Uboot.
¿Por cierto, tu gato no tendra este nombre como homenaje al dueño de "Le Scheherazade" el club que tanto nos gustaba visitar en París?

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Fachada de LE SCHEHERAZADE hoy en dia.
Pura coincidencia, Wilthomsen. A los gatos (machos) que he tenido les he llamado "Attila", "Wladimir" o" Rasputín". No me preguntes por que.Una hembra, que muríó hace dos años, se llamaba "Piroschka".Si voy por Paris habrá que visita "Le Scherezade".
Un saludo cordial.
Kummetz


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Beltza
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Muy bueno Kummetz. Yo también tengo dos Wladimir en mi u-boot, aunque soportan dos nombres menos lustrosos: Txipi y Titina. Son encantadores... de serpientes... o por lo menos de su amo. Me tienen hipnotizado.
Me ha gustado mucho de tu relato, que de una historia común desarrollada en el seno de un domicilio, se ven submarinos, como si fuesen interferencias a lo Matrix. Muy bueno.
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¡Larga vida a la 24!

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