¿Country......?

[Kamikaze Joe]

¿No?

[Kamikaze Joe]

¿Y que tal con violin y chica guapa?

[Kamille Rososvky]

Hola Kamikaze

Digo yo.. no veo imágenes, ¿es mi vista, el ordenador o el futuro Country? ya que tienes ganas de pasar unos dias al aire libre vieras que lugares hay en este paísito. A mi me gustaría salir con carpas,, pero con el calor tremendo del verano, ya ni pensarlo, las cabañas significan tener que seguir igual que en casa. necesito un camper, una casa rodante. lo de las chicas........... a mi no me va, y a mi esposo..--------- si le diera por ahí.......... Caputti
Kamille

[Kamikaze Joe]

Yo las veo ferpectamente. Y como no creo que se deba a tu vista, tendremos que achacarselo a la grafica, por decir algo. No sé el motivo, pero verse, se ven.

La oferta de pasar unos dias por esos tus campos es muy tentadora, pero en estos momentos, mi trabajo es como una esponja (me absorve) fijate la hora que es, mañana voy a estar liado otra vez todo el dia, y aun estoy aqui, al pie de la tecla. Sobre el trabajo, la semana que viene pondre algo. Despues del dia 8, antes no va a poder ser, lo sorry.

Pero si pudiera irme de campo a ese tu country, me gustaria hacerlo en carpa (entiendop que llamais así a las tiendas de campaña) o mejor aún, al raso. Yo perteneci durante un tiempo a un colectivo, uno de cuyos lemas era: "El cielo por techo."

Y es que hay pocos espectaculos más bonitos que el que puede ofrecernos una noche estrellada, todos esos montones de estrellas, esos mundos.............
Y como siguen siempre sus reglas, de modo que tienes siempre la certeza, de que si prolongas la distancia que une Dudhe y Merak cinco veces en dirección al Dragon, siempre, siempre daras con la Estrella Polar. O como si trazas una diagonal que una Dudhe y Phekda y la prolongas, ira a dar a la cabeza de uno de los gemelos, Castor y Pollux (nunca recuerdo quien es quien) como decia, saber que todo eso está ahí y que es inalterable (de momento) te dá seguridad, sobre todo si no sabes muy bien que terreno pisas.

Aunque todas esas estrellas que te he nombrado, se ven desde aqui, allí teneis otro cielo. Lo que no deja de ser una buena razón para darse un garbeo por allí. Aunque de momento, tendra que esperar.

Ah!


Hola Kamille!!!!

[Huntley]

Venga un poquito de música Trucker...


Junior Brown:



Alan Jackson


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[Kamille Rososvky]

Leyendo de nuevo y no es que me olvidara, lo hermoso que es pasar la noche mirando las estrellas, pensé porque no les conté, la vez, que viniendo de acampar en la Fortaleza de Santa Teresa con tres matrimonios amigos, en carpa, o sea tiendas de campaña, teníamos permiso para cortar por una estancia, (departamentote Rocha) llegar hasta el océano y caminando por la playa ir a conocer el Cabo Polonio, con su faro, sus focas y morsas. Generalmente en esa época del año tenemos un cielo azul intenso y el agua se veía verde, nunca vista así en Santa Teresa, y es que El Cabo Polonio se adentra mucho más en el Atlántico.
Pasamos por un portón ancho, muy corriente en los alambrados, para los animales y en eventuales ocasiones vehículos. Están hechos igual que los alambrados, y la gente de campaña los llaman porteras.
Seguimos rumbo al sur hacia el océano íbamos en un Jeep Land Rover, de uno de los matrimonios.
Cuando salimos del vehículo quede estática. Nunca había visto las dunas así, que habíamos estudiado en Geografía del Uruguay, descriptas, vistas en fotos, pero verlas delante nuestro extendidas de este a oeste, inmensas majestuosas, me dejo embelesada. Del otro lado de esa barrera que nos encandilaba con la reverberación del calor, se oía batir las olas rompiendo en a costa.
El problema era dejar medio al resguardo el jeep. Allí hay solo arena, sol y mar, y algunos arbustillos, y espartillo, un pasto duro. Tuve la sensación de que éramos los únicos en ese mundo. Nada existía, más que dunas y mar Emprendimos caminado desde la dirección que habíamos llegado, un poco noreste, la subida a la primer hilera dunas. Las piernas se hundían hasta las rodillas. Yo vivía cerca de la playa, a dos cuadras, a 20 Kmts de Montevideo y estaba habituada a cruzar los médanos casi corriendo pero esto, era otra cosa, fue todo un desafío.
Cundo logramos pasar la primera duna, vimos la segunda hilera que se extendían como la anterior hacia este y oeste como enormes olas casi blancas, y no veíamos el océano por cruzábamos par la parte menos elevada de la duna. El océano, solo se oía.
Seguimos con la segunda hilera siempre por la parte menos alta, y con la tercera, pese a tenar 21 años, quedé sin aire por la fatiga, pero me dio de lleno el viento freso del mar y aspiré profundamente, llenándome los pulmones, del aire con olor a mar, a salitre y algas. El espectáculo era imponente, las dunas se perdían hacia ambos lados y el faro distaba a 9 kilómetros desde donde estábamos. La mochila pesaba 20 kilos, la de las chicas, y 30 al de los mi esposos y nuestros dos amigos.
Antes de bajar, encontramos un fenómeno que nunca más he visto eran ramas de un monte criollo que existió ¿cuanto tiempo atrás? Cubierto por esa arena finísima casi blanca. Eran formaciones calcáreas huecas por dentro, parecían una filigrana y al tacto se quebraban convirtiéndose en un montoncito como de arena. El viento las había descubierto. Se ven solo cuando se tiene la suerte de que el viento las descubra para ocultarlas de nuevo. Pueden fotografiarse o filmarse pero intenté como mucho cuidado llevar una ramita, colocándola en mi estuche sacando el protector solar y esas cositas que tenemos las mujeres, pero llegaron desechas.
Bajamos a la playa, el calor era tremendo, quise refrescarme y viendo la fuerza de arrastre del mar que se retraía para formar la ola, mi esposo me tomo de un brazo, y logré mojarme un poco. Era increíble la fuerza de la corriente que se produce, es mar abierto. Así que seguimos. Comenzó la caminata. La arena era blanda húmeda, y nuestros pies se hundían caminábamos junto, al mar no se podía ir más rápido como en la playa cerca de casa.
Seguimos, y el faro se fue haciendo visible. Habíamos emprendido la marcha alrededor de las cuatro de la tarde, teníamos otras tantas horas de sol. Pero nuestras sombras comenzaron a alargarse, el oeste quedaba a nuestras espaldas en Enero. Vimos de pronto avanzar hacia tierra, una niebla espesa, que lo fue cubriendo todo oyendo a lo lejos la sirena del faro, y viendo apenas el destelle de su luz que se fue ocultando. Pensábamos en los barcos vistos a lo lejos y los restos de muchos naufragios, pese a la sirena del faro, esas costas son peligrosas para la navegación.
Aún de día la visibilidad empeoró, viendo donde caminábamos a pocos metros delante nuestro, pero seguimos, pero se venía la noche y uno de nuestros amigos, sugirió acampar allí, no llegaríamos al faro y las dunas se alejaban hacia nuestra derecha. Así que subimos de nuevo, y nos acomodamos al reparo del viento extendiendo los sobres de dormir.
El frío nos comenzó a calar y sacamos los abrigos de las mochilas. No había con que hacer una fogata, algo típico en nuestros campamentos. Y cenamos galleta dura, teníamos sardinas, mucha agua, cornedbeef, y chocolate, porque es energético.
No había luna, pero el cielo era algo increíble todo tachonado de estrellas. Estuvimos horas comentando, buscando las estrellas, sin podernos dormir ante tanta belleza y majestuosidad. Al fin nos dormimos muy tarde. Pero ese cielo con la Cruz del Sur, con Escorpio poniéndose hacia el noroeste Sirio brillando en lo alto, fue algo imponente. Es una imagen que me quedó grabada en la retina y en mi memoria, para siempre.
De mañana, a las cinco ya salía el sol. La bruma se había disipado. Subimos a la duna para ver cuanto más no faltaba y poco más adelante se formaba una bahía. Y allí cerca nuestro, a unas cuadras, ¡estaba el faro!. Se erige sobre un promontorio de rocas megalíticas. Las olas rompían en la costa, su sonido nos había arrullado toda la noche. El verde de ese océano, ese color oscuro al enrocase el agua antes de romper en la playa, lo vimos desde las rocas a medida que subíamos para llegar al faro. Es uno de esos lugares que me produjeron el deseo de no volver a la ciudad, de quedarme en una de las cabañas de piedra que son para el farero y la marina.
De tu música Huntley, lo siento, no puedo bajarla toda, se corta, pero lo que escuché así y todo me gustó, Gracias a ambos, Kamille

[patadepalo]

Muy buenaaaa kami.

[Kamille Rososvky]

¡¡Gracias Pata de Palo!! fue uno de los lugares más hermosos que conocí. Tenía referencias por los estudios y uno sigue buscando esos temas, pero verlo. Será como La Alambra, El Escorial o ver los cuadros de Velázquez. !hay que ir allí y admirarlos a gusto.
Decía mi madre que era europea, que el cielo del hemisferio Sur era maravilloso.
Le tengo que pedir disculpas al Kamikaze. Me traicionó el subconciente. Cuando leí Country, no recordé este estilo de música, que me gusta, leí Camping, habíamos estado hablando de los campamentos, y de que para quedarse más tiempo, habría que tener por lo menos una casa rodante pequeña, como hemos estado mirando.
Nos estamos poniendo demasiado cómodos, ¡pero el clima ha cambiado tanto!, ¡¡algo de no creer!!, y eso no es casual. Mejor pensamos en las estrellas. Vi la de Hemisferio Norte, cuando visité a mi hermana mayor. es hermoso, diferente y el clima nos mostró variantes notables-Buenas noches a todos. Kamille