La ultima batalla del caucho

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

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Walther
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La ultima batalla del caucho

La Ultima Batalla del Caucho :


Pasada la primera mitad de 1942, la escasez de materias primas para Alemania se estaba tornando muy complicada. Una de estas materias era el caucho. Este material se encontraba disponible, pero al otro lado del mundo, en el Sudeste Asiático, y el propietario en este momento, Japón, no tenía problemas en ceder este cotizado material a Alemania. Por lo que el Alto Mando, ordenó que los mercantes alemanes, forzadores de bloqueo, y las presas de sus corsarios, e inclusive ellos mismos viajaran a Asia a buscarlo.

Pero el problema no estaba allí. La dificultad estaba en lograr perforar el dispositivo de vigilancia e interceptación, adoptado delante de Europa por Gran Bretaña y Estados Unidos.

Aunque todavía el 2, el 3 y el 7 de noviembre de 1942, alcanzaran Burdeos los forzadores de bloqueo Tannenfels, Dresden y Kulmerland, procedentes de Yokohama, los dos primeros, y de Dairen, en China, el último, el 23 de noviembre de ese año, era hundido el de igual clase Ramsés, despachado de Kobe, y el 2 de enero de 1943, se iba a pique el Rachotis. Este último barco también venía del Japón y se dirigía a Burdeos escoltado por el submarino U-410, cuando fue descubierto por un hidroavión británico Sunderland a la altura de cabo Ortegal. Dicho aparato y un Hampden señalaron la posición al crucero inglés Scylla, de 5.500 toneladas (armado con diez piezas de 133 mm.), que le destruyó al cañón, sin que el submarino, obligado a permanecer sumergido debido al ataque de los aviones, pudiera intervenir.

Tal hundimiento demostró a Alto Mando de la Kriegsmarine lo peligroso que resultaría hacer volver a Alemania, a algún corsario u otros forzadores de bloqueo, suposición que quedó plenamente demostrada cuando el 26 de febrero de 1943 era hundido el Hohenfriedberg, un forzador de bloqueo proveniente de Yokohama; el 9 de marzo seguía igual suerte el Karin, que venía de Singapur, y el 30 del mismo mes bajaba a la tumba el Regensburg. Otros forzadores de bloqueo alemanes recibieron órdenes de volverse a los puertos del Extremo Oriente de que habían zarpado, y en todo el año 1943, solamente dos barcos pudieron perforar el bloqueo, recalando en Burdeos : el italiano Pietro Orseolo, que se colaba el 2 de abril procedente del Japón, y el alemán Orsono, que lo hacía el 26 de diciembre con igual procedencia, ambos cargados con caucho.

Pero aun la entrada de este último buque les costó graves pérdidas a los alemanes, pues otro forzador de bloqueo, el Asterufer, era descubierto el 27 de diciembre por un aparato del portaaviones norteamericano Card, 600 millas al oeste de Ouessant, en el golfo de Vizcaya, lo que alertó inmediatamente al Coastal Command de la RAF. Los aviones británicos descubrieron una flotilla de once destructores alemanes salidos para escoltar al citado buque y al Orsono (éste último ya entrado), e inmediatamente se hicieron a la mar los cruceros ingleses Enterprise, Glasgow, Gambia, Ariadne, Mauritius y el superdestructor francés Le Malin. El Asterufer fue hundido, y la flotilla alemana se vio obligada a entablar combate en retirada con los cruceros Glasgow (9.300 toneladas) y Enterprise (7.600 toneladas), en pésimas condiciones para los destructores, ya que la gruesa marejada les impedía maniobrar a gran velocidad, y aunque algunos de ellos iban artillados con dos y hasta cuatro piezas de 15 cm., el tiro, desde una plataforma sometida a violentos bandazos y grandes cabezadas, resultaba totalmente ineficaz.

Los buques alemanes formaron cuatro columnas con los de menor tonelaje al centro, pero por la razón que hemos señalado no podían desarrollar todo el andar de que eran capaces en circunstancias normales, y los cruceros ingleses pronto se les echaron encima a 33 nudos. El Glasgow, haciendo fuego en caza con sus dos torres triples de proa, alcanzó sucesivamente al T-25 y al T-26, destructores torpederos de 1.300 toneladas y 33 nudos de andar, armados con cuatro piezas de 105 mm., los cuales se fueron a pique uno tras oteo con la bandera en alto, sin dejar de disparar hasta quedarse sin municiones, y aún en sus últimos momentos lanzar sus torpedos contra el enemigo.







En este escenario, el capitán de navío Erdmenger decidió hacer frente a los dos cruceros británicos con el Z-24, en el que izaba su insignia. ¡Débil contrincante de 2.600 toneladas, pese a que montase cuatro cañones de 15 cm.!

Se entabló desigual combate, en el que el destructor alemán terminó por agotar sus municiones, yéndose a pique totalmente destrozado y con los colores arriba, cuando tenía ya a bordo más de doscientos muertos y heridos, entre los primeros de los cuales se encontraba el valeroso jefe de la flotilla. Pero el sacrificio y hundimiento del Z-24 llevó tiempo y permitió alejarse a los restante buques alemanes, que así pudieron alcanzar los puertos franceses.

Pese al mal estado del mar, es posible que la suerte del combate resultase bastante distinta si se hubiera tratado del Glasgow y del Enterprise, pero Erdmenger sabía perfectamente que otros tres cruceros británicos y un destructor se hallaban también en la mar, y tenía buenas razones para suponer que no se encontrarían lejos. Sus buques tipo “T” (destructores torpederos) solamente andaban a 33 nudos en condiciones de mar ideales, y si hubiese aceptado el combate habría dado tiempo a la llegada de aquellos, con lo cuál la destrucción de toda la flotilla alemana hubiera sido inevitable. Prefirió tratar de alejarse a la mayor velocidad posible, buscando el resguardo de la costa francesa, pero al verse alcanzado y que los proyectiles enemigos conseguían hacer blanco en dos de sus unidades, se dispuso a cumplir con su deber conforme a las mejores tradiciones de la Marina de Guerra Alemana, y se puede ver claramente como su sacrificio no resultó estéril.

Esta fue la que ha sido denominada “La Ultima Batalla del Caucho”. En 1944, ningún forzador de bloqueo alemán pudo llegar a Europa : el Río Grande, el Weserland y el Burgenland, que lo intentaron, fueron echados a pique.


Fuentes :

Corsarios Alemanes de la Segunda Guerra Mundial (L. de la Sierra).
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."
Novich39
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Re: La ultima batalla del caucho

Afortunadamente para ellos, los alemanes desarrollaron a tiempo el caucho sintético, que sustituyó del todo al tradicional.

http://www.exordio.com/1939-1945/civili ... aucho.html

Un saludo. ::kaleun:
CHARLY1989
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Re: La ultima batalla del caucho

Muy bueno ese relato, merece un aplauso...para los dos comandantes...

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"Nos vemos en alta Mar"
Kamille Rososvky
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Re: La ultima batalla del caucho

Felicitaciones Walther y Novich.

Excelente aporte Comandantes.
Que disfruten de un feliz fin de semana y suerte para el Domingo.

Los comandantes siempre han recibido flores como homenage :wink:

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Reciban un cordial saludo de Kamill
e ::juer:
Kamille Rososvky
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