Saludos de nuevo Camaradas.
Tras la accidentada primera patrulla del U-2 ya relatada, http://www.24flotilla.com/foro/viewtopi ... 17&t=40712 era obvio que debíamos mejorar muchas cosas. En la actualidad, para hacer la guerra en el mar con eficacia lo primero se precisan de naves eficientes e idóneas, junto a un buen conglomerado de bases, diques y demás industria mecánico-naval que aseguren su buen funcionamiento, pues el desgaste que padecen las máquinas en el mar es grande.
LOS HOMBRES
Todo lo anterior no sirve de mucho si no se cuenta con un personal eficiente y adecuadamente entrenado en cada puesto, ya sea embarcado o en tierra. Por tanto, es vital la selección y formación del personal.
Yo soy o mejor dicho, era, oficial de intendencia -tras más de un año en la U-bootwaffe ya no sé lo que soy- es decir, me ocupaba de todo y de nada al mismo tiempo, digamos que me encargaba de prever que nada fallase; suministros ya fueren alimenticios, médicos, mecánicos, municiones etc, traslados, cursos de capacitación y todos esos detalles que aburren a los marinos más aguerridos, aquellos que sólo disfrutan disparando la artillería pero no caen en la cuenta de que si hay municiones suficientes y en el estado de conservación idóneo es porque alguien se ha ocupado con antelación de ello.
Una vez se ha enseñado al marinero a vestirse y las normas más básicas, conviene impartirles cursos de electricidad, mecánica, fontanería etc, que además de serles útil a bordo, les servirán después en la vida civil. Hay que inculcarles una educación basada en el esfuerzo, el honor, la decencia y la camaradería, todo ello apelando a su hombría. Un hombre ha de saber hacer por sí mismo cuantos más oficios mejor, no es menester tener carreras universitarias para ser útil a la sociedad y a tu familia, los vagos y maleantes no tienen cabida en Alemania y menos en la marina.
Lo peor que le puede pasar a la juventud es estar ociosa, hay que mantenerlos ocupados pero en actividades que les sean útiles. Para aquellos que no sepan escribir deben realizarse cursos de escritura, si son pueblerinos brutos basta con sugerirles que si aprenden a escribir podrán mandarles cartas a sus novias dedicándoles frases bonitas, así cuando regresen tras semanas o meses de singladura marina estas les estarán esperando en puerto agitando las bragas con la mano, ejem, disculpen la expresividad pero doy fe que esto motiva más a un joven pueblerino que aquello de "el saber no ocupa lugar".
Todo esto debe inculcarse desde el ejemplo, los oficiales deben ser justos y dar buen ejemplo a todos sus subordinados. Es natural que la formación de un oficial le capacita para efectuar las funciones más técnicas y para tomar las decisiones importantes, por ello debe tener ciertos privilegios en los horarios, en el espacio disponible a bordo y poco más, pero por ejemplo en el tema de la alimentación o la bebida, desde el último marinero al capitán del buque deben disponer de la misma comida y bebida tanto en calidad como en cantidad, un hombre analfabeto precisa de la misma energía y agua que uno con carrera, en eso somos y debemos ser iguales.
Poca gente medita sobre el hecho real que obligó al Kaiser Guillermo a claudicar ante las potencias aliadas en 1.918, el ejército de tierra podía aguantar el frente francés perfectamente, el frente del este lo teníamos asegurado desde el armisticio con Rusia de 1.917, pero la marinería de la flota se amotinó negándose a salir al mar. Esto no debe extrañar, aparte de las duras condiciones a bordo, mientras los oficiales degustaban buenos y caros licores, tabacos de calidad, carne de primera, la marinería en los sollados comía poco más que bazofia. Los olores de aquellos manjares llegaban a los sollados, y aquello enervó a las tripulaciones.
Con la flota amotinada, y con la amenaza de que aquella revolución se extendiese a los puertos, arsenales y ciudades como sucedió en Rusia, el gobierno no tuvo más remedio que claudicar.
En mi etapa de oficial intenté cumplir con estos preceptos, pero bastantes de mis superiores miraban con recelo eso de darles oportunidades a la marinería. La ascensión del nazismo por una parte vino bien al país y especialmente a las fuerzas armadas, más que nada porque los anteriores gobernantes de la República de Weimar fueron unos inútiles. Por contra, el nazismo fomentaba la diferencia de clases, algo con lo cual nunca he estado de acuerdo. Afortunadamente el almirante Raeder no dejó al partido nazi inmiscuirse en la marina, lo cual fue un alivio y un acierto. No obstante el auge de esta ideología oportunista siempre seducía a más de uno.
Tras mi paso por diversos buques de superficie -Crucero Emden, torpederos Mowe y un dragaminas- y después de de ser corrido a tiros por un Almirante, el que me destinasen al comandamiento del U-2 era una faena, pero enseguida vi en ello una oportunidad, era la primera vez que comandaba una nave, y por eso ahora podría poner en práctica aquellas ideas que mis anteriores superiores no me habían permitido probar.
En primer lugar, no quiero a bordo a nadie con menos de 20 años de edad, en el caso de reclutas de 17,18 ó 19 años se les destina en la base en tareas logísticas, de mantenimiento o reparación. Tripular un sumergible es una faena peligrosa y dura que requiere un mínimo de madurez. Además, no todo el mundo sirve como submarinista; evidentemente quien tenga claustrofobia o sea un "finolis" que se vaya a la Luffwaffe a lucir uniforme y a que le de el aire. Muchos marinos tras una primera patrulla deben ser trasladados a dragaminas o a destructores, hay que ser de una pasta especial para ser submarinista.
Se requiere asimismo decencia y un gran sentido de la camaradería, sentido del deber y capacidad de trabajo. Resumiendo : A bordo no quiero niñatos ni vagos ni mariconas. Esto es tarea para Hombres.
Una vez a bordo, sepan que en mi barco desde el último marinero hasta servidor, vamos a comer y beber lo mismo en cantidad y calidad, aquí ho hay menú para oficiales, para suboficiales y para la marinería, habrá un único menú para todo el mundo, pues todos trabajamos y precisamos reponer fuerzas en la misma medida. Si para comer somos todos iguales, a la hora de trabajar es obvio que los oficiales y suboficiales efectuarán las tareas más técnicas y serán los que tomen las decisiones, por ello se les debe respeto y obediencia en las tareas a realizar. Los ascensos se otorgarán en base a la experiencia y conocimientos acumulados. Sin embargo, para ser suboficial y aún más oficial, se exigirá un mejor comportamiento y conducta, que en el caso de los oficiales habrá de ser intachable.
En mi barco se cree en Dios. Da igual el credo católico, luterano o judío, pero aquí las cosas se hacen como Dios manda. Por supuesto prescindimos de los rituales y dogmas de cualquier iglesia. Al que sea ateo no hay problema, lo convertiremos rápidamente. No conozco a ningún individuo que tras ser pasado por la quilla no sea un creyente convencido al sacarlo del agua con la soga, debe ser que el agua salada es milagrosa y les hace ver la luz.

En mi barco no se hace propaganda política. Por desgracia actualmente está en el poder el partido nacionalsocialista, y de aquí a unos años estará seguramente otro. Los líderes políticos serán muy buenos o no, pero llegará un día que morirán o se cambiarán. Sin embargo, Alemania permanecerá, eso es lo importante y a lo único que debemos fidelidad. Después de Alemania a lo único que guardamos fidelidad es a la madre que nos parió y a la Marina, en este orden. Consecuentemente, nuestra bandera real es la de la Kriegsmarine con la cruz alemana, la oficial de la esvástica sólo la utilizamos en puerto por imperativo legal, somos tradicionales pero no tontos. Por el mismo imperativo legal, obedecemos al actual gobierno pues no hay otro.
Aquí no nos importa la vida que haya llevado cada uno antes de entrar en el U-2, teniendo en cuenta los difíciles tiempos que corren entendemos que un hombre se haya dedicado a sustraer lo ajeno por necesidad, pero a partir de formar parte de esta tripulación tales conductas entre nosotros serán inadmisibles. Si alguien necesita algo que lo pida y se le dará si es posible. En el caso de encontrarnos con psicópatas, violadores o similares, se "caerán" por la borda.
Todos tendrán predisposición a aprender, un marino debe saber cocinar, coser, reparar cualquier tipo de máquina, atender heridos, aprender idiomas, no sólo para poder comunicarse con el enemigo u otros marinos, si no para poder llevarse al catre a todas las extranjeras que nos encontremos por esos puertos de Dios.

Siguiendo estos preceptos, la banda de tripulantes que me asignaron comenzaron a laborar con renovado interés. Copié el concepto del General Heinz Guderian con sus tripulaciones de carros, el cual sugería que todos los tripulantes de un carro debían saber desempeñar todos los puestos de combate, pues ello aumentaba enormemente su eficacia en acción real. Esto no era del todo posible en un sumergible, pero dejé claro que un marinero como mínimo debía saber desempeñar dos puestos diferentes con eficacia si quería llegar a cabo, y hasta tres para llegar a cabo 1º.
Esto tenía además la ventaja de romper la rutina, pues el cambiar de posición de tanto en tanto estimula al marino y evita que caiga en negativa rutina. En principio todos los reclutas que acceden al arma submarina son voluntarios, los requisitos físicos son exigentes, además de estar exento de antecedentes penales ser de ascendencia aria y demás. Esto demuestra que mi tripulación se "torció" después de enrolarse, o bien que fueron lo suficientemente hábiles para no ser enganchados por la policía con anterioridad, o para falsificar los certificados de admisión, prefiero no hacer preguntas.

LAS MÁQUINAS
Con la crisis económica que sobrevino después de 1.930, es normal que se alistasen muchos jóvenes sin empleo. De modo que hombres no faltaron, lo que faltó fue tiempo. Hasta 1.935 tras firmar un nuevo tratado naval con Inglaterra el cual nos permitía tener la misma fuerza submarina que ellos, no se construyeron los primeros sumergibles de la posguerra. Se alistaron un par del tipo I, de 860 tn y que no convencieron del todo al tener unos tiempos de inmersión superiores a lo esperado y otros problemas. La otra clase puesta en escena fueron los costeros del tipo II, de los cuales el U-2 fue el primero de todos. Eran naves de apenas 250 tn en superficie y 41 m de eslora. En la Kriegsmarine los llamábamos "piraguas". Eran robustos y maniobrables, aunque lentos y con escasa autonomía. La tripulación idónea era de unos 25 hombres, apiñados como sardinas, pues lo peor de tanto esta clase como las que siguieron, era su pésima habitabilidad.
Servidor, como ingeniero fustrado, entiendo el porqué de lo anterior; al Alto Mando le sobraban reclutas para escoger, pero le faltaban medios. Y además los ingenieros que los diseñaron obviamente no tenían después que ir dentro, de manera que con un reducido tamaño y presupuesto se lograron las prestaciones requeridas, y la sufrida marinería que aguante mecha y se sacrifique en nombre del Fürher. Lo de siempre.
Básicamente eran rediseños mejorados de los últimos modelos construidos al final de la Gran Guerra, cuando no existía prácticamente la aviación naval. Los tipos VII que vinieron después, eran de 750 tn y una mejora de los I, con una gran robustez y autonomía para su tamaño, pero con una habitabilidad bastante mala. Los tipos IX eran los mayores, de tamaño medio, con mejor habitabilidad y autonomía, pero aún más lentos bajo el agua.
La táctica que Doenitz quería llevar a cabo de la "manada de lobos" era muy sagaz y acertada, pero disponíamos de muy pocos sumergibles en servicio para llevarla a término. Las comunicaciones se habían mejorado mucho en los U-boote al respecto, el problema era que todavía no estábamos preparados.
En 1.938, antes de invadir los Sudetes, nos pusieron en alerta. Afortunada y extrañamente, las potencias aliadas no tomaron parte. Pero esto no iba a ser así eternamente. A finales de agosto del 39 nos volvían a poner en alerta, zarparon dos panzerchiff ligeros con antelación y todos los sumergibles de alta mar al objeto de tomar posiciones en el Atlántico. Pero el 3 de setiembre nos declaraban la guerra Inglaterra y Francia. Nos quedemos helados.
El Fürher sirvió en el ejército y no dudo que sea un experto en estrategia terrestre, pero de la marítima no tiene ni idea. Un tanque puede montarse en un día, las factorías de aviones sacan varios al día, pero un acorazado o un portaviones precisan de unos 4 años de intensos trabajos para completarse. Hasta las naves ligeras como los destructores, precisan de un año o más de construcción. No es lo mismo diseñar y montar una máquina de 30 tn como un carro de combate, que una de más de 30.000 como los Acorazados modernos. Es posible que la Luftwaffe y el Heer estén preparados, pero la Kriegsmarine decididamente no.
Sólo disponíamos de 2 Acorazados, 6 cruceros pesados, 6 ligeros, 22 destructores y 56 sumergibles -de estos últimos sólo 22 eran de alta mar, el resto costeros--. Inglaterra contaba con 15 acorazados, 15 cruceros pesados, 49 ligeros, un centenar de destructores modernos -y bastantes más antiguos destinados a tareas o teatros secundarios- y 57 sumergibles. Disponían además de 6 portaviones. Ciertamente, nuestras unidades eran más modernas, muchos de sus barcos eran modelos reconstruidos de la I GM, pero también estaba la escuadra Francesa con un portaviones, 7 Acorazados, 7 Cruceros pesados, 12 ligeros, 58 Destructores etc.
En la I GM la proporción entre la Royal Navy y nosotros era de 3 contra 2, y nos ganaron la guerra al imponernos un bloqueo que no pudimos romper. Actualmente esa proporción es de 5 contra 1. Además, el enemigo dispone de abundantes bases por todo el mundo, nosotros fuera de Alemania no contamos con ninguna. Es evidente que esta guerra no la podemos ganar en la mar. Sólo podemos dar "alfilerazos" de vez en cuando, pero nada más. Nuestra teórica aliada, Italia, se ha inhibido de momento en ponerse de nuestro lado, en parte es normal, teníamos un pacto de no-agresión con Polonia que hemos violado, también lo teníamos con Checoeslovaquia tras lo de los Sudetes y pocos meses después invadimos todo el país. Nos estamos convirtiendo en unos parias internacionales, así que mucho me temo que al final todos los países acabarán por declararnos la guerra, como nos pasó hace 25 años.
LA SITUACIÓN
Son tales los pensamientos que asaltan mi cabeza que he optado por no elucubrar más, que sea lo que Dios disponga. Intentaré cumplir con mi deber y regresar siempre con mi tripulación viva a casa. El día a día marcará la pauta. No pienso seguir las normas al pie de la letra, cuando ello suponga poner en peligro innecesariamente mi nave y a mi gente. Si tengo que falsificar informes, robar comida o lo que sea para hacerles la vida más fácil no dudaré en hacerlo. Me revienta pensar que los responsables de provocar esta guerra, están viviendo en la opulencia mientras miles de compatriotas van a morir miserablemente en su nombre. Así es la condición humana.
Por lo visto hasta hoy, Inglaterra tampoco se hallaba preparada para la guerra. En nuestra primera patrulla nos ordenaron patrullar el Skaguerrak, y el día 4 de setiembre nos topemos con un convoy de cuatro barcos mercantes británicos sin escolta y navegando en linea de fila, con destino a Oslo. Hacía 24 horas que se había declarado la guerra, lo cual indica que esto les pilló en el mar del Norte más cerca de su destino que del origen, así que no lo tenían previsto. El comodoro al mando decidió arriesgarse y proseguir el viaje, infravalorando la eficacia de nuestra armada.
Está claro que no volverán a cometer el mismo error dos veces, pues en la segunda patrulla nos ordenan de nuevo patrullar el Skaguerrak. Tras tres semanas de intenso entrenamiento principalmente en tierra, decido embarcar a la misma tripulación que ya llevé en la anterior patrulla. Seremos 25 hombres en total. He decidido sólo embarcar a otros dos oficiales, el Alférez Silberschatz, mi segundo, especialista en torpedos, máquinas y casi todo tipo de artilugios, y el Alférez "animal" Kruguer, un veterano de 34 años degradado, pero el mejor torpedista con el que me he topado nunca.
Silberschatz es un joven de 27 años, golfo, pero de buena familia y bastante más convencional como oficial. Inteligente, de buenas maneras y atractivo, tiene novia formal. En cambio "animal" Kruguer es la antítesis completa. Chaparro, más feo que un domingo lluvioso y vizco de un ojo. El tipo que si te lo encuentras de frente de noche te cambias de acera. A pesar de las apariencias, es un auténtico fenómeno calculando la trigonometría de tiro, en maniobras ha acertado con el periscopio a un barco situado hasta 5 km. Debido a ello, es el oficial de armas que se encarga de disparar los torpedos del U-2 ya sea con el periscopio o con el UZO. Teóricamente debería ocuparme yo de eso, pero aquí somos un equipo y siempre se hace lo mejor para todos, y lo mejor es que Kruguer se encargue de disparar los torpedos. Está divorciado, casado en segundas nupcias y con dos hijos reconocidos.
Debido a la escasa autonomía de nuestra piragua, no he considerado meter a un oficial navegante, no vamos a salir del Mar del Norte o del Báltico, y para eso no hace falta mucho cálculo. Aparte de los tres oficiales que ya habemos, el Subteniente Coburg con 38 años y el más veterano a bordo, se encargará de la función de navegante además de ser asimismo el Jefe de maniobra con los timones. Coburg ha pasado por todos los estamentos de la marina, fue boxeador aficionado, ha estado en la mercante, ha servido en Cruceros, Destructores, Dragaminas etc. Fue expedientado cuando lo descubrieron sustrayendo comida del comedor de oficiales al estar encargado de la intendencia de la cocina de la base de Kiel, y lo mandaron al U-2. Su experiencia y aplomo en todas las situaciones nos son de gran ayuda.
El otro suboficial con funciones de oficial, es "vizco" Mandel, en realidad no es vizco, ignoro de dónde le viene el apodo. Es tal vez el mejor vigía que tenemos, capaz de hasta ver en la oscuridad. En consecuencia, es el primer oficial de cubierta. Cuenta con 31 años, lleva 10 en la Kriegsmarine y no es precisamente muy diplomático; menuda lió en la esclusa de Brunsbuttle. A partir de ahora sólo lo voy a poner de vigía en alta mar, en las maniobras en puerto nos ocuparemos Silberschatz o yo mismo. Será lo mejor.

Hay otros 7 suboficiales, sargentos y sargentos 1º, dos de máquinas, dos de cubierta, uno de control de daños, un torpedista y uno electricista. En teoría los tipo II no tienen cocinero al ser sumergibles destinados a patrullas cortas de no más de una semana, pero tenemos al marinero Adenauer, un joven de 24 años que trabajó en un restaurante de Berlín antes de alistarse. Realmente no tiene pinta de cocinero, aunque en el U-2 nada es lo que parece; espigado y alto, es el típico individuo que no engorda por más que coma. Debido a la premura de tripulantes y a que tiene poca faena como cocinero, también lo tenemos asignado al servicio de vigía en la torreta, pues tiene buena vista el chaval. Entre sus habilidades está la de saber robar y conducir todo tipo de vehículos. De hecho lo mandaron al U-2 tras robar un coche para ir a ver a su novia en Berlín.
El resto de la tripulación la componen otros doce marineros y cabos, no tenemos a ningún cabo 1º ni cabo mayor, mayormente porque han sido degradados de estos empleos.

Como ya mencioné, el U-2 entró en servicio en 1.935, tiene por tanto cuatro años y podría considerarse un barco nuevo, pero fue el prototipo de su clase, y eso significa que numerosas y novatas manos han aprendido el oficio de submarinista con él, en consecuencia su maquinaria estaba en mal estado. Tuvimos que hacerle un repaso general, y rapiñar repuestos de forma legal e ilegal gracias a la sección especial de "aprovisionamiento de material" bajo mi mando y la ejecutiva del Sargento "Capone" Böhm y el marinero "Houdini" Wulff.
Cuando elevé mi informe de operatividad al korvetten Kapitan de la flotilla, no se creía que hubiésemos puesto en orden de combate al U-2, parece ser que tenían pensado utilizarlo en tareas de adiestramiento o como reservorio de repuestos para los otros sumergibles.
Entre los posibles tripulantes tuve que descartar a una docena, no obstante los conservé adscritos al servicio de la base. Algunos podían sernos de mucha utilidad. Me explico; una unidad como la nuestra precisa de elementos externos que nos ayuden, pues tenemos demasiados detractores en la marina. Dichos "elementos" son especialmente útiles en tareas de información/espionaje/inteligencia o como se le quiera llamar. En el U-2 impuse la norma de aceptar a los nuevos tripulantes que fuesen aptos, mediante un preceptivo ritual marino en que se le tomaba juramento de fidelidad a Alemania y a la tripulación del U-2. Para ser aceptado se precisaba como mínimo el voto favorable de las 3/4 partes de los ya integrantes, y después se cerraba la ceremonia con el preceptivo ritual cerveceril.
Esto era muy necesario, pues todos teníamos el descrédito oficial de la Kriegsmarine, y sin estar unidos no llegaríamos muy lejos. Hubo algunos que por diversas razones no embarcaron a bordo, pero al poseer las adecuadas cualidades como hermanos de armas, pasaron el preceptivo ritual de iniciación. Aunque estuviesen en tierra, estaban al servicio preferente del U-2. Un claro ejemplo de esto era Otto "La pulga" Podolswky, un chaval enclenque que no pasó las pruebas físicas. Como había sido escribiente en Frankfurt conseguimos meterlo en la oficina central de la U-bootwaffe, siendo actualmente uno de los administrativos de la oficina del mismísimo Kommodore Karl Doenitz.
Podolswky nos quedó muy agradecido tras librarle de una paliza que le iban a propinar unos idiotas del curso de capacitación, y por ayudarle a "enchufarlo" en la oficina de Doenitz. Nos hace las funciones de espía, y sus informaciones nos resultan valiosísimas. Sólo los tres oficiales del U-2 sabemos que está a nuestro servicio, y su función es simplemente fisgar e informarnos de lo que se cuece, si hay que robar algo -como la cámara Zenith de Doenitz- ya se encarga de ello el trozo de "aprovisionamiento" del Sargento "Capone" Böhm.
Otro "agente" que tenemos por ahí es el marinero Brennecke, sólo tiene 20 años pero está liado con la joven sirvienta del hogar del FragattenKapitan Otto Thedsen, ingeniero en jefe del BdU. Siempre puede venir bien alguna información de esta fuente.
LA 2ª PATRULLA
El 27 de setiembre comuniqué al KorvetteKapitan Eckermann, comandante de nuestra flotilla, la disponibilidad del U-2 para zarpar. Vino personalmente a inspeccionar la nave, nos dio el visto nuevo y el día siguiente zarpábamos con las órdenes selladas en un sobre. Lo abrí nada más salir de Kiel y nos mandaban otra vez a patrullar el Skagerrak. Que poca imaginación.
De manera que salimos por el pequeño Belt al Kattegat, y de allí rumbo al Norte hasta doblar Jutlandia y torcer al Oeste por el Skagerrak. A 6 nudos en superficie tardemos dos días en llegar. Buenas noticias por la radio, Polonia se había rendido tras sólo un mes de lucha. Nadie esperaba que aguantase tan poco, realmente la posición estratégica de Polonia era muy mala, y Alemania contaba con una superioridad de 3 contra 2 en efectivos de tierra, pero estando a la defensiva y aprovechando los ríos, se preveía que pudiesen aguantar nuestro ataque hasta seis meses. La Blitzkrieg había sido fulminante, y los rusos los habían rematado invadiéndolos por el Este, Polonia había dejado de existir.
Era un alivio haber finiquitado tan rápido la campaña, pero ahora el problema vendría por el Oeste. Con un poco de suerte podría lograrse un acuerdo diplomático con los aliados, era difícil, pero más difícil era el pacto de no-agresión con la URSS y se había dado. Convenía darle algún "aguijonazo" a la Royal Navy para disuadirla de continuar la guerra. Ese era nuestro papel ahora.
Afortunadamente, el pasado 17 de setiembre el U-29 de Otto Schuhard había hundido al portaviones Courageos de 22.500 tm. Fue un duro golpe para la Navy y era el primer portaviones en ser hundido en acción de combate. La cosa iba bien de momento.
El 1 de octubre por la mañana, estaba yo en la torreta patrullando el Skagerrak, cuando me comunican que acabamos de recibir un mensaje del BdU. Bajo a la sala de radio y el cabo Baum se afaña en descifrarlo. decía así:
-- A U-2 : Diríjanse a cuadrícula AN16, informes de inteligencia reportan que en el paso de Kirk Sound entre Holm lamp y Mainland hay un hueco que permite el paso de un sumergible - Compruébenlo y en caso afirmativo informen al BdU - Accedan a la bahía de Scapa Flow - Observen movimiento de buques del enemigo y ataquen - Informen de todos los movimientos remarcables del enemigo - Esperen más órdenes y permanezcan en la zona vigilando - Glück auf --(buena suerte)
Aquello no estaba muy claro; veamos, aparte de que una misión de tal calibre supongo yo que debería planearse concienzudamente en la base; igual no se fiaban de que servidor supiese mantener la discreción apropiada. Debía ser eso. Sin embargo, si al llegar al paso de Kirk sound y comprobar el hueco ése, ¿para qué informar al BdU antes de entrar? La transmisión podía ser fácilmente interceptada por el enemigo, arruinando la operación. Lo lógico era entrar, atacar, salir zumbando y una vez fuera transmitir la información, no antes.

-Estás seguro del mensaje Baum? --le inquirí al operador-- Jabowl Herr Kaleun! Desea que pida confirmación?
-No de momento, aguarda órdenes --Le contesté.
Nos reunimos de urgencia los tres oficiales. la cosa era sospechosamente clara; nos mandaban a una misión suicida, nos ordenaban que descubriésemos nuestra localizazión al enemigo y que después penetrásemos en la más y mejor vigilada base naval del enemigo. Lo de esperar más órdenes de acuerdo, pero eso de que permaneciesemos en la zona vigilando...¿Qué había previsto un desembarco en las islas? Imposible. Los preparativos necesarios para tomar esa base no se estaban llevando a cabo en la Kriegsmarine. Si ya hemos entrado y atacado la base, ¿Qué hay que vigilar después?
Querían perdernos de vista. Pero era tan descarado, que a mi no me cuadraba. Si no nos querían en la marina, podían mandarnos a trabajos forzados y reclutar otra tripulación para el U-2. Igual Raeder, que seguramente no nos tragaba, quería inmolarnos como mártires. Yo que sé. No veía a Doenitz prestándose a ello, pero allí estaban las órdenes. No me atrevía a demanar confirmación, seguro que en el BdU se lo tomarían a mal. ¿Tiene algún problema Kaleun? ¿Qué parte del mensaje no entiende? etc. Bien, ¿Scapa Flow? Sin problemas, iríamos para allá inmediatamente, pero haríamos las cosas a mi manera.
Informé a la tripulación por megafonía de nuestro destino. --"Las órdenes son extrañas; a mi no me han informado para nada previamente de atacar Scapa Flow. De forma que haremos las cosas al estilo U-2. Si comprobamos que hay hueco en las obstrucciones de Kirk Sound, nos colaremos dentro sin avisar por la radio al BdU. Atacaremos lo que se tercie e intentaremos salir por donde entremos, y una vez fuera ya informaremos al BdU. Después ya apañaré yo el informe, con la excusa de que se averió la radio y no pudimos informar antes o algo parecido. Si la cosa se pone fea allí dentro, estad preparados para abandonar la nave, por suerte sólo hay unos 17 m de sonda en la base, no será difícil abandonar el sumergible con los equipos de buceo. Tened presente que una de mis premisas es regresar sanos y salvos a casa, si la situación la veo mal nos volvemos. Si nos enteramos de que nos espera un consejo de guerra al regreso, los que deseen podrán abandonar el U-2 mientras atravesemos el canal de Kiel, y huir a Dinamarca que está cerca. Yo no podré impedirlo al estar indispuesto en mi litera debido a un ataque de jaqueca por ejemplo. Viva Alemania y la madre que nos parió!"
Se oyeron estruendosos vítores en toda la nave. En los ojos de todos se podía ver un brillo especial, en esa maldita base tuvo que autohundirse la escuadra alemana de la Kaiserliche Marine en 1.919 para evitar la deshonra de entregarles nuestros valiosos buques al enemigo. Habían pasado veinte largos años...Y ahora teniamos una oportunidad de humillar al enemigo y salvar aunque parcialmente, aquella vieja herida.
Un problema iba a ser la falta de combustible, teniamos más de 1.400 km de derrota hasta Scapa Flow, y de allí hasta Kiel unos 1.600; aún marchando a la velocidad de crucero de 6 nudos, nos alcanzaba muy justo; como se origine una tempestad posiblemente nos quedasemos sin combustible antes de llegar. ¿No habían calculado esto en el BdU? Buah.
Tardemos más de 5 días en arribar al destino, sin incidencias; nos informaron sobre algún avistamiento de mercantes por la exploración de la Luftwaffe, pero no desviemos el rumbo en busca de presas secundarias. El dia 5 nos informa el cocinero Adenauer que se nos ha acabado la leche. Bueno, beberemos agua.
Poco después de las 04:00 del día 7, estábamos en la bocana entre la Isla de Burray al sur, y la de Mainland, la isla principal de las Orcadas. Era tarde, no faltaban muchas horas para amanecer, pero teníamos fuerte niebla y no más de 400 m de visibilidad. Esto era normal en esta zona, lo más normal es que la niebla persistiese. La Luna estaba en cuarto menguante, pero con la niebla no influía demasiado. Si todo iba bien saldríamos con el día amanecido, pero decidimos arriesgarnos confiando en la persistencia neblinosa, no era conveniente esperar hasta la noche, tendriamos que acabar racionando los víveres.
Dejando por babor la Isla de Burray, nos dirigimos hacia el islote de lambHolm, entre éste y Mainland, la Isla principal, habría poco más de 600 m, el paso de Kirk Sound, los ingleses habían hundido un par de viejos barcos allí para obstruirlo, pero según el BdU había un hueco por algún lado, lo que necesitábamos. Avanzábamos a 6 nudos con los diesel, y al acercarnos a la playa de Mainland ordené cambiar a propulsión eléctrica para no hacer ruido. Observemos curiosos los oscuros contornos de la mayor Isla de Las Orcadas; no contaban apenas con arbolado ni elevaciones remarcables, tal vez por los fuertes vientos que las azotaban continuamente. El marinero Harnisch, granjero de la Baja Sajonia, comentó que aquellos pastos eran muy buenos para el ganado, y que seguramente había más de un rebaño de ovejas por el lugar. La raza de pura lana virgen escocesa era una de las mejores del mundo según dijo, y propuso que estaría bien hacer una batida para capturar uno de estos animales, pues dan mucha leche y a nosotros se nos había terminado a bordo. Le mandé callarse.
Poco después de las 5:00 pasábamos rozando el casco semi-hundido de un viejo velero, pero no vimos una gran cadena que lo sujetaba a un pilón en tierra. Embestimos la cadena la cual rechinó por toda la cubierta, escorando al U-2, pero una rápida orden de avante toda con los diesel, y nos zafemos de su mortal abrazo y a tomar por saco el silencio. El costado de estribor quedó un poco abollado y la pintura desgarrada en su mayor parte. Desde abajo, en la cámara de mando, llegaron algunos lejanos reniegos de Kruguer, sólo llegué a entender algo referente a que nos habían dado el título de piloto en una tómbola. Ya habíamos pasado, pero, ¿nos habrían oido? El pequeño pueblo de pescadores de St Mary's quedaba a un km, aunque podría haber algún lugareño por la playa o por la carretera de la costa.
¿Qué hacemos Herr Kaleun? -me preguntó Silberschatz. Miré hacia atrás. Si reculábamos debíamos pasar por donde la cadena otra vez, ni hablar. Hicimos un pequeño cónclave entre los oficiales y los subtenientes Coburg y Mandel. --Si ya la hemos cagado no tiene remedio -les dije- pero por si acaso vamos a seguir adelante, sólo estamos a unos 16 km de la base de Scapa, no vamos a regresar después de estar tan cerca -mis cuatro lugartenientes asintieron- pero, dadas las circunstancias y ante lo peligroso de la situación, quiero arriesgar el menor número posible de vidas. De modo que, Silberschatz, tú y siete hombres más formaréis un escuadrón de asalto terrestre, llevad principalmente los nuevos subfusiles MP-38, eres el que mejor sabe hablar inglés y con el grueso traje de faena y la pinta que llevamos podréis pasar por pescadores. Llévate a Harnisch el granjero, a "capone" Böhm, a Wulff, a Müller y elige otros tres entre los que chapurreen el inglés. Intentad agenciaros en nombre del U-2 alguna oveja gorda que de leche, que la elija Harnisch; fisgar lo que podáis en el pueblo de St Mary's, confiscad toda la comida que podáis pues vamos escasos para el viaje de vuelta, si os topáis con mujeres intentad por lo fino seducirlas, se trata de expandir nuestra semilla aria en nombre de Alemania, haceos pasad por pescadores polacos por lo del acento, igual cuela. Y yo que sé, si os topáis con el banco del pueblo y lo ves oportuno, lo asaltáis y os agenciais el dinero en nombre de la Kriegsmarine y como compensación del Tratado de Versalles, divide a tu comando en dos escuadras de cuatro si lo crees conveniente. Utilizad el sentido común y no hagáis daño a civiles, huid de ellos antes que tener que dispararles. ¿Entendido?
--Jabowl Herr Kaleun! -respondió-. Tened en cuenta -proseguí yo- que si todo va bien, estaremos como muy pronto de vuelta aquí en tres horas, ya será de día, esperemos que no levante la niebla. Estad aquí a las 8:00 con todo lo que hayáis podido agenciaros, si no estamos esperad lo que podáis, quizás oigáis explosiones de cargas de profundidad, seguro que van dirigidas contra nosotros; como mucho estaos el resto del día aquí escondidos entre las rocas, evidentemente si no hemos regresado en 24 horas, querrá decir que estamos muertos. No hay otro paso para salir. Si sucede lo peor, buscaos la vida, dirigios al interior y escondeos lo que podáis. Con un poco de suerte intentad tomar el control de un pesquero o un pequeño mercante, tenéis armamento suficiente para hacerlo sin grandes problemas, y de este modo Dios mediante tendréis posibilidades de regresar a Alemania. Audaces, sed siempre audaces, no dejéis que el enemigo os tome la iniciativa, id siempre por delante de él. Si todo falla, rendios pero destruid antes las MP-38 y las Luger, al enemigo ni agua. Seréis prisioneros el resto de la guerra, pero al menos estaréis vivos y procurad permanecer siempre juntos. Escuchadme atentamente: Es tan descabellado e insólito todo el plan, que hasta igual sale bien, pues nunca el enemigo podrá imaginarse algo tan absurdo, así que seguro que nadie se espera ni por asomo algo parecido. No desfallezcáis y cumplid la misión. Gott mit uns!
El Alférez Silberschaft marchó presto a cumplir las órdenes. En menos de cinco minutos los ocho hombres del comando de asalto estaban listos. Lucían todos indumentria de faena, gorra y bufandas. Podían pasar por pescadores. En el U-2 no seguimos la reglamentación de uniformes, cada uno viste según su comodidad. Con un bote de goma se dirigieron a la playa que estaba a menos de 100 m. Los que nos quedemos a bordo sentimos un vacio cuando los vimos marchar. Pero era lo mejor y había que continuar la misión.
(Continuará...)