Cuando vivia en Mexico DF, era muy usual tener un temblor al menos una vez a la semana de unos 5 grados o mas, de los mas pequeños ni cuenta nos dabamos.
Es tan frecuente, que la gente ni se inmuta, pero he de deciros que todo el mundo tiene un secreto para saber si hay que salir hecho la madre o quedarse en casita tan ricamente. En casa teniamos una lampara colgada del techo, cuando sentiamos esa sensacion de que "ya empezaba" mirabamos la lampara, si esta se movia en circulos, no pasaba nada. Si se movia de derecha a izquierda, no pasaba nada. Pero, ah! si la lampara vibraba y no se movia salvo un leve movimiento arriba y abajo, entoces... "Correle cabron" porque era un temblor "trepidante" esos son los que derrumban las construcciones. Ese tipo de temblor se daba cuando las ondas del terremoto chocaban contra una de las cordilleras que rodean al valle de Mexico, y regresaban hacia la direccion contraria de donde venian. Alli donde se encuentran las dos ondas (la de ida y la de regreso) "Preparate güey" porque alli si hay destrozos.
Aun recuerdo con nostalgia

despertar en medio de la noche y oir el agua del vater mientras iba de un lado para otro dentro de la cistrerna o deposito. O el conducir y pensar: "coño, tendre que cambiar estos amortiguadores" porque el coche hacia "cosas" raras.
¡Cosas de la naturaleza!