Adolfo K.G.E. von Spiegel

[oarso]

Diario de un comandante de U.boote

Adolfo K.G.E. von Spiegel mandó un U-boote alemán durante la Orimera Guerra Mundial. Publicó sus memorias en 1919. Aquí describe el ataque a un buque de carga en Abril de 1916.

"El vapor parecia estar cerca de nosotros y parecia colosal. Vi al capitán caminando en su puente, con un silbato pequeño en su boca. Vi a la tripulación efectuando la limpieza de la cubierta y yo ví, con sorpresa y un ligero temblor, las largas filas de particiones de madera , a lo largo de toda la cubierta , refulgiendo del brillante negro y castaño de caballos.

! Oh , cielos ¡ !Caballos ¡ ! Que lastima, esas magnificas bestias ¡

Pero no les puedo ayudar, - seguí pensando - La guerra es la guerra y cada caballo de menos en el frente occidental es una reducción de la fuerza de Inglaterra.
Debo reconocer, sin embargo, que el pensamiento de lo que iba a ocurrir era muy desagradable y describiré lo que paso tan brevemente como sea posible.

! Alisten un torpedo para el disparo ¡, ordené abajo, al cuarto de mando.

!! FUEGO ¡¡

Un ligero temblor sacudió el barco - el torpedo habia salido.

El disparo de la muerte avanzaba y el torpedo corrió hacia la nave condenada a alta velocidad. Yo podia seguir su curso exactamente por la ligera raya de burbujas que dejaba su estela.

Vi como , desde el puente del vapor, habian descubierto la huella que dejaba el torpedo en su avance, como brazos asustados apuntaban hacia el agua y como el capitán ponia sus manos sobre sus ojos y esperaba resignadamente. Entonces una explosión espantosa se hoyó y nosotros fuimos empujados unos sobre otros, por la conmoción, y entonces, como Vulcano, grande y mejestuosa, una columna de agua de doscientos metros de altura y cincuenta de anchura, con terrible impulso no exento de belleza, ascendio a los cielos.

! Acertamos a popa de la segunda chimenea ¡ - grité abajo, hacia el cuarto de mando.

Toda la cubierta estaba visible para mi. De todos los escotillones, surgia una masa desesperada de hombres luchando por alcanzar la cubierta, fogoneros mugrientos, oficiales, soldados, cocineros,.... Todos se apresuraron, gritando y corriendo hacia los botes , luchando y empujandose entre si por las escaleras de mano que les llevaban abajo, aumentando la confusión la inclinación de la cubierta. Entre todos ellos, los caballos, piafando, resbalaban y se apiñaban en la amura. Los botes de estribor no podrian bajarse a causa de la escora; todos corrieron por consiguiente hacia los botes arriados que, por la prisa y el pánico, o se habian bajado, con gran estupidez, medio llenos o apiñados. Los hombres dejados atrás retorcian sus manos en su desesperación y corrian adelante y atrás a lo largo de la cubierta para , finalmente, tirarse al mar para nadar hacia los botes.

Entonces , una segunda explosión, seguida por el escape de un siseante vapor que escapaba de todos los escotillones. La nube de vapor blanco trastornó a los caballos. Vi como un caballo , de pelo gris, daba un poderoso salto por encima de las barras de amarre y aterrizó en un bote totalmente lleno de hombres. En ese punto, me faltaron las fuerzas para seguir mirando, bajé el periscopio y ordené inmersión profunda. "