Mientras los soldados iban embarcando en los buques en dirección a los puertos ingleses, la mayor resposabilidad recaía en los que tenían como misión impedir que los alemanes estrechasen aún más el cerco. Durante uno de estos combates, en los alrededores del canal Ypres-Comines, se produjo una de las muertes más singulares de toda la Segunda Guerra Mundial.
...Un grupo de soldados británicos resiste al límite de sus fuerzas la presión de las tropas germanas. Unos cuantos hombres son enviados a reconocer la zona, para saber si los alemanes van a poder contar con refuerzos, pero va pasando el tiempo y no regresan.
Repentinamente, un oficial de impecable uniforme y botas relucientes se pone de pie detrás de las trincheras, sosteniendo sus prismáticos y buscando con la mirada a sus soldados. Se trata del comandante de la compañía. Mientras otea el horizonte recibe un balazo en el pecho, disparado pum.- seguramente por un francotirador. Los prismáticos caen de sus manos y su rostro se vuelve pálido, mostrando una mueca de dolor. La sangre mancha su uniforme. Se retira tropezando, se acerca a sus soldados y los mira fijamente. Se cuadra y sorprendentemente les dice:
--¡El teniente Georg anuncia su muerte, en acción!
Luego hizo el saludo militar, se puso firme y cayó muerto dos segundos más tarde, ante el asombro y la admiración de sus compañeros.
Sacado de las mejores anécdotas de la IIGM.
Yo añadiría: "very british", o más británico: imposible!
Cortesía de la casa (No es necesaria una respuesta, con la lectura, me es suficiente!!!)
Kummetz

