ADIOS AL NÜRNBERG
Dentro de ocho dias se celebra la Navidad, la fiesta de la paz. Si, la guerra ha terminado, pero ésta será una triste festividad. Millones de alemanes desearian volver a sus hogares, aunqueéstos, en su mayor parte, se hallen en ruinas. Con todo, en lugar de aquello.....
Una larga columna de camiones británicos avanza por Wilhelmshaven, zigzagueando entre los montones de escombros. Los vehiculos están llenos de combatientes alemanes que llevan el uniforme azul marino. Los "lords" ( Denominación que se dan entre sí los marineros alemanes por abreviación de la palabra inglesa "sailors" (marineros)), de carácter despierto, observan con desconfianza a sus centinelas ingleses, armados de fusiles y pequeñas ametralladoras. Ninguno de ellos sabe dónde van. Han sido desembarcados curenta y ocho horas antes de los buques cuya custodia se encargan todavia. Los ingleses han reunido en Wilhelmhaven casi todo lo que resta de la flota alemana. Esto sucedía en mayo y he aquí la Navidad ya cercana. Ni los oficiales ni los marineros sospechan las intenciones de los vencedores.
En agosto corrió el rumor de que los "tres grandes" se habian repartido los navios supervivientes en Potsdam, pero no fue obtenida ninguna cnfirmación de aquél. Esta interminable espera acabó por afectar a los nervios. ¿ Van a ser entregado los navios a los Soviets ?
-En todo caso sin mi- dice la mayor parte.
Han pasado unas semanas. Anteayer, los marineros fueron desembarcados bruscamente y transportados al cuartel de Mühlenweg. Varias compañias de "tommies" ocuparon los muelles a que estaban amarrados los navíos, dispusieron ametralladoras en bateria, e incluso instalaron carros de combate en posiciones adecuadas. ¿ Para que ? ¿ De qué temor se han visto asaltados los ingleses repentinamente ? Es muy dificil explicarlo.
He aquí de nuevo a los marinos sobre los camiones , esta vez aún custodiados por una fuerte escolta. A la cabeza de la columna, en un coche particular, se halla el capitán de navio Giessler, comandante alemán del crucero Nürnberg. No se encuentra más informado que sus hombres y vigila con ansiedad el itinerario que se le hace seguir. Se le vuelve a conducir al arsenal. Sin duda, va a encontrase de nuevo con su antiguo buque. Efectivamente, el coche ejecuta su última virada. El Nürnberg continúa en su antguo sitio. Sin embargo, el comandante observa un detalle nuevo.
Un centinela soviético vigila el portalón; varios soldados rusos acampan frente al navio.
Instantaneamente, lo comprende todo. Su hermoso crucero va a ser entregado a los soviets.Los rumores no carecian de fundamento. La tripulación había sido alejada durante dos dias para permitir que los rusos inspeccionaran el buque con el fin de descubrir los "sabotajes preparados" en él. Los centinelas, los carros de combate, las ametralladoras están allí para impedir que los marinos alemanes huyan cuando sepan la verdad. ¡ Van a Rusia !
Poeque esos nuevos amos son manifiestamente incapaces de hacer zarpar al Nürnberg del puerto. Necesitan la tripulación alemana. ¿ Quién le garantiza a esta que será repatriada ?
Aún queda un ingés sobre la cubierta : El Captain Conder. Este avanza hacia el comandante alemán para dar lectura solamente a una declaración británica :
Este buque ya no es alemán, pues, de aquí en adelante, constituirá una unidad de la Marina soviética. En el futuro, recibirá usted órdenes del comandante ruso.Le haré presente, en beneficio suyo, que este barco representa una importante contribución al pago de las reparaciones. El hecho de no ser entregado fielmente y en buen estado, podría acarrear graves consecuencias a Alemania. Todos deben estar completamente convencidos de ello. Su misión, pues, consiste en conducir este buque a un puerto sovietico.....
Los camiones se detienen en el muelle. Todos sus ocupantes saben desde ahora de qué se trata, todos han advertido el rostro sombrio de los centinelas rusos. "Con tal que no comentan ninguna tonteria antes de que pueda hablarles..." , piensa el comandante Giessler. Las cosas, en efecto, pueden malograrse rapidamente. Si los británicos no adoptan precauciones extremas, es seguro que la mitad de la tripulación desaparecerá para siempre antes de qu el crucero cubra la mitad del canal del emperador Guillermo.
- Yo sé que usteden temen no regresar jamás - prosigue el oficial inglés, mientras los rostros de los rusos alrededor permanecen absolutamente impasibles -, y este temor puede llevarles a obrar desatinadamente. Estoy en condiciones de asegurarles que su recelo no tiene razón de ser. El Vicealmirante Levchenko ha dado a mi comandante en jefe su palabra de honor de que todos aquellos que no deseen libremente continuar su servicio a bordo, serán devueltos a Wilhalmshaven. Serán puestos enseguida en libertad si se demuestra que no han cometido ningún sabotaje.Hasta entonces cumplan ustedes con su deber...
¿ Sabotajes ? Los rusos les tienen pánico. Esta obsesión presidirá todo el viaje.
Un oficial soviético de alta graduación sustituye al inglés y lee a su vez una proclama por la que recaba de los alemanes una actuación fiel y les previene contra posibles sabotajes, añadiendo :
- Garantizo a todos los oficiales y merineros que serán bien trataodos por el Estado Mayor y la tripulación soviética, perfectamente alimentados y repatriados con toda puntualidad.
La nota está igualmente dirigida al vomandante Giessler.
Así , pues, éste posee dos promesas formales...., sobre el papel. ¿ Habrá que creer en ellas ? ¿ De que garantia pueden estar seguros los alemanes ? ¿ En qué derecho pueden ampararse ? ¿ Quién se ocupará de protestar en su nombre si los rusos, pura y simplemente los internan ? Los marineros, reunidos despues sobre la toldilla, aguardan con el rostro crispado lo que va a decir su comandante. Verdaderamente, la misión de este no va a ser facil.
Pero he aquí que el inglés habla de nuevo :
-Un comando británico le acompañará hasta Libau para volverle a traer en unión de sus hombres.
! Bueno ¡ Por lo menos, en esto hay algo positivo.
El almirante soviético habla alemán con fluidez. Se instala a bordo del Nürnberg a la mañana siguiente del dia de Navidad de 1945. Los alemanes se entienden con los rusos mejor de lo que era de esperar. Por el contrario, los exaliados no parecen comprenderse mutuamente. Los soviets quisieran apoderarse en Wilhemshaven del máximo de material para enviarlo a su pais, pero los británicos se niegan a cederles la menor parte. Los alemanes intentan mantenerse al margen en la medida de lo posible, sin conseguirlo siempre.
Entretanto, los marineros se han resignado ante lo inevitable. Conducirán su navío a Libau. Los ingleses les acompañarán y el almirante rojo ha dado su palabra de honor....
Los rusos insisten constantemente en que la responsabilidad de la travesia recae por completo sobre los alemanes.
El 2 de Enero de 1946, el crucero Nürnberg lleva a cabo sus últimos y tristes preparativos para zarpar. Es acompañado por un destructor, dos torpederos y el Hessen, antiguo buque utilizado como blanco, seguido del Blitz, permitiendosele maniobrar utilizando la radio. El 5 de Enero el convoy llega a Libau. ! No ha habido ningún acto de sabotaje ¡
Sin embargo las horas de inquietud y de insomnio no han terminado para los jefes soviéticos. Han ordenado al Nürnberg anclar en la rada de Libau, pero esta orden no puede cumplirse a causa del mal tiempo, particularmente por la fuerte marejada que agita ese lugar. Anclar sería una locura, pues las cadenas no tardarian en quebrarse. Los oficiales de Marina rusos lo advierten de sobra, pero esta consideración queda para ellos en segundo término. Se contentan con encogerse de hombros y decir :
-! Una orden es una orden ¡ -
- Pero esa orden puede ser alterada. De no ser así, no vale la pena disponer de un almirante a bordo.
El Almirante rojo es también del todo impotente ante esa orden. Es preciso, pues, anclar. Media hora más tar, como se habia previsto, las cadenas saltan. El navío deja de estar sujeto por sus anclas.
¿ Que hacer ? La noche ha caido hace largo rato. Un remolque a través de la estrecha entrada del puerto de Libau no es posible más que a la luz del día siguiente. Los chubascos disminuyen la visibilidad. No hay ningún faro encendido. Además, los campos de minas no han sido aún despejados. Los pobres rusos se estremecen de temor.
- ¿ Que vamos a hacer ?- pregunta el almirante rojo.
- Vamos a cruzar navegando con el radiotelémetro - dice el comandante aleman.
- Imposible - protestan inmediatamente dos o tres oficiales soviéticos dirigiendose a su almirante -. ¿Navegar con el radiotelémetro ? Eso es un sabotaje.
- Si el comandante alemán dice que es posible, ! es que es posible ¡ ¿ comprendido ?
El crucero navega utilizando el radiotelémetro durante toda la noche. Los rusos no disimulan su angustia. Si algún accidente ocurriera ante su propio puerto, las consecuencias podrían ser incalulables. Por el contrario, el comandante Giessler y sus oficiales maniobran con tanta seguridad como si estuviesen conduciendo con una bicicleta por una pista de 20 metros de anchura. Esta clase de navegación comenzaron a practicarla a partir de principios de 1941, cuando operabanen el Atlántico con el Scharnhorst y el Gneisenau. Les es tan familiar como todas las otras. A pesar de todo, los rusos no cesan de estremecerse.
Nace el día y éstos respiran aliviados. Los remolcadores se aproximan. Sus cable se rompen....
- Vamos a demostrar a estos señores como se maniobraba en nuestra antigua Marina, entrando en el puerto por nuestros propios medios.
Es algo muy arriesgado deslizarse a traves del estrecho paso, aún no despejado por completo. Pero la orden ya ha sido dada :
- Entramos sin los remolcadores.
A partir de este momento, los hombres saben que el menor error puede ser fatal. El Nürnberg, de casi 190 metros de eslora, con un arqueo muy disminuido, es, por consiguiente, sensible en extremo a la deriva. Más la delicada maniobra obtiene un pleno éxito. Los rusos la contemplan sin decir una sola palabra. El crucero, llegado al interior del puerto, evoluciona 90 grados para presentar la popa a su lugar de amarre.
Es en este momento cuando suenan los últimos disparos hechos por los alemanes contra Rusia en el curso de la Segunda Guerra mundial. Son disparos de pistola y tienen lugar el de Enero de 1946, cayendo en medio de la espesa muchedumbre que, reunida sobre el muelle, sigue con asombro la maniobra del Nürnberg. En ésta siembran un auténtico pánico, y todo el mundo, marineros, obreros del puerto y curiosos, se apresuran a buscar un refugio.....
A bordo del crucero alemán reinó, durante un instante un mortal silencio. Despues, su tripulación se sintió asaltada de una loca risa que se contagió casi a los oficiales que había sobre el puente.
Esos " últimos disparos de la guerra " han sido hechos con las pistolas lanza cabos. Los marineros alemanes querian enviar sus guindalezas a tierra, pero ya no hay nadie que se haga cargo de ellas. Los soviéticos parecen ignorar completamente ese moderno método. Es preciso hechar un bote al agua y remolcar las amarras hasta el muelle. Los rusos salen todavia vacilantes de sus refugios.....
Pero reina la satisfacción en el puente. Los alemanes están contentos de haber salido airosos de la delicada maniobra, y los rusos de ver por fin el navío de arribada a buen puerto, sin haber sufrido sabotajes.El almirante rojo desea expresar su gratitud. Vuelto hacia el comandante , lleva la mano a su gorra y dice aliviado :
- Ningún oficial ruso habría podido realizar semejante maniobra.
Es un halagador cumplido. El oficial alemán no quiere ser menos cortés :
- ! Oh, sí, almirante ¡ Usted mismo.
Su interlocutor sorprendido, mueve la cabeza.
- ! Ejem ¡ Quizá....quiza....
Sus oficiales conservan su expresión impasible. No han comprendido nada. Como ya hemos dicho, el almirante rojo habla el alemán corrientemente.
- Por nuestro bravo Nürnberg : !Hurra¡ !Hurra¡ !Hurra¡
Muchos viejos marinos sienten cómo se humedecen sus ojos y se oprimen sus grgantas. Ocho meses despues del final de las hostilidades, la tripulación alemana, en un puerto soviético, dio el último adios a su navio. Nadie se lo impide. Los marinos de los buques rusos les observan desde sus bataholas, algunos curiosos les contemplan desde el muelle. Los hurras resuenan en todo el puerto e incluso se ven oficiales soviéticos llevandose la mano a sus gorras....
Los rusos y los ingleses cumplen su palabra. El Otto Wünsche, buque destinado al abastecimiento de submarinos, emboca el paso de Libau, con la tripulación alemana a su bordo, para llevarla de nuevo a Wilhelmshaven. La silueta del Nürnberg se esfuma lentamente a popa......
ADIOS AL NUREMBERG
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- Könteradmiral
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¿Profesión?
Técnico Superior en sistemas de refrigeración de materiales de construcción.
¿El que moja los ladrillos en las obras?
El mismo.
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- Korvettenkapitän
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- Registrado: 18 Jun 2006 02:00
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Asunto
Magnífico reportaje.....con una tripulación "made in Germany"
Un saludo cordial
Kummetz

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Kummetz



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Si hago una buena obra, me siento bien; y si obro mal, me encuentro mal: Esta es
mi religión. (A.Lincoln)...¡Vivir y dejar vivir: Esta es mi política!