Estoy en 1943. Una larga patrulla por el Atlántico nos ha dejado a todos exhaustos. Hemos tenido que soportar una mar terrible a lo largo de casi toda la patrulla. Aunque no ha llovido casi nada, el estado de la mar ha sido insufrible. Hemos acosado a lo largo de dos días a un convoy al que hemos logrado arrebatarle a cuatro de sus componentes con más de 35000 toneladas hundidas. Una vez acabados los torpedos hemos regresado a Francia:








Cansados de este mal tiempo, he pedido el traslado a aguas más benignas. Mi nuevo destino es la Spezia. Hacía mucho tiempo que no navegaba por sus aguas, ni que me paseaba por sus ruidosas calles, llenas de luz y de color.
La Spezia ha cambiado mucho..., muchísimo. Paseando por sus muelles me ha dejado atónito la enorme y potente flota italiana allí amarrada. Incluso he pedido un avión para sobrevolar el puerto y admirar la belleza de los acorazados de Mussolini. Observad:








Hoy mismo me he tenido que hacerme a la mar. Veremos que encuentro por ese mar tan brillante.
Saludos.