¡Qué desde el Viernes de Dolores llevas ya mucha Semana Santa encima, perla! ¡Menudo bajón!
Anda, saluda de mi parte a Pérez Reverte, que seguro que te lo encuentras por ahí de nazareno en la procesión de esta tarde, la más gorda de los Californios (creo).
Ahhh.. Y al piquete de granaderos marrajo, también.
¡Ojito con las láguenas! ¡Qué dan unas volteretas criminales! ¡Peores que las de una vaquilla burriciega! Aunque, total... ¿qué no arreglan un par de asiáticos tempraneros? Si resucitan a un muerto... ¿o no?
Aún recuerdo el sabor de las láguenas que preparaba el Cascales en el bar El Puerto. Y las de otro bar que tenía una fuente, cerca de la plaza de La Merced. Las del Pico Esquino, en cambio, estaban amariconadas; parecían aguachirri. ¡Qué tiempos, joerrrr!
¡Y felicidades!... que ayer se me olvidó.
Un saludo.
PD: espero noticias tuyas, pero, tranqui, cuando pasen estos días. El romero y el tomillo van al arroz. Ya sabes: aprobada Operación "Delincuente".