
Un hombre estaba cortando la hierba en el jardín delantero de su chalet cuando su vecina, una rubia muy atractiva, salió de la casa y fue directamente al buzón. Abre el buzón, mira adentro, y con cara de fastidio lo cierra de golpe y reingresa a su vivienda. Un poco más tarde ella sale nuevamente de su casa, otra vez va al buzón y, de nuevo, lo abre, luego de mirar en su interior, lo cierra golpeando ruidosamente otra vez. Enojadísima, ella fue de vuelta a la casa. Cuando el hombre se alistaba a terminar de podar el césped ella salió otra vez, marchó hacia el buzón, lo abrió y luego lo cerró de golpe más duramente de lo que había visto en toda su vida. Movido por la curiosidad es que el hombre le pregunta: - "¿Pasa algo malo?" A lo cuál ella contestó: - "Por supuesto que pasa... mi estúpido computador continúa diciendo:
¡¡¡"USTED TIENE UN CORREO..."!!!
El golfista
Trabajaba como un burro toda la semana.... Lo único que le hacía feliz era saber que los sábados eran suyos.
Como todos los sábados, se levantó muy temprano, se puso la ropa apropiada y, tratando de no hacer ruido para no despertar a su esposa, salió del dormitorio, bajó las escaleras, para luego tomar un desayuno rápido, subir a su coche y dirigirse al campo de golf. Encendió la radio en el justo momento en que daban el parte meteorológico.
-"Tormentas eléctricas y lluvias durante toda la mañana".
Una mueca de fastidio llenó su ilusionada cara y tras pensarlo unos instantes, dio la vuelta y regresó a su casa. Guardó el coche en el garaje, subió al dormitorio, se quitó la ropa deportiva, tratando de no hacer ruido, para luego deslizarse entre las sábanas hasta quedar pegado a la espalda de su esposa y susurrarle muy
dulcemente, "amor, hay una tormenta terrible"....
Y ella, con su voz más sensual, le respondió: "Y el gilipollas de mi marido, jugando al golf..."
