Foro general de temas relacionados con la 24ª Flotilla o temas como técnica submarina, historia de la Segunda Guerra Mundial, etc. No se permitiran los "Off-Topic" en esta sección.
Dos submarinistas italianos inutilizan los últimos acorazados británicos que quedaban en el Mediterráneo, el Queen Elizabeth y el Valiant, en el puerto egipcio de Alejandría.
22/11/1941
Hundimiento del Atlantis.
El buque británico HMS Devonshire hunde al Atlantis, barco corsario alemán que merodeaba por costas occidentales de África a la caza de barcos mercantes aliados.
25/11/1941
Hundido el HMS Barham
El U-331, comandado por el teniente Capitán Tiesenhausen, hunde al acorazado británico HMS Barham en el mar Mediterráneo.
26/11/1941
Zarpa la flota japonesa.
Una gran escuadra naval japonesa de 6 portaaviones, 2 acorazados, 3 cruceros, 9 destructores y 5 minisubmarinos al mando del almirante Nagumo parte de las Islas Kuriles con rumbo al norte de Pearl Harbour. Unos días antes han partido unos 27 submarinos a merodear por las aguas cercanas a Hawaii.
7/12/1941
A las 08:00 horas de Hawaii, fuerzas aeronavales de Japón atacan el puerto y las bases militares norteamericanas de Pearl Harbor. El ataque, al mando del almirante Nagumo, consta de 360 cazas y bombarderos que despegan de 6 portaaviones. Hunden 11 buques de varias clases, dañan a 4 acorazados y hunden al Arizona, California y West Virginia; destruyen también 247 aviones en tierra. Se cuentan 2.400 muertos. Los japones pierden 29 aviones y 5 minisubmarinos durante la operación. El almirante Yamamoto dice: "...creo que hemos despertado a un gigante dormido..."
10/12/1941
La Fueza Z, integrada por varios buques británicos que zarparon hace dos días se Singapur para salir al encuentro de la flota japonesa, es atacada hoy por aviones torpederos japoneses en el Pacífico, cerca de Kuantan. Los nipones hunden al crucero británico Repulse de 32.000 tn, mueren 513 marineros. El Prince of Wales es hundido después, ahogando a 327. También fallecen el almirante Phillips y el comandante Leach. Esta batalla naval previene de la supremacía aérea el mar.
12/12/1941
Adolf Hitler denuncia la falta de neutralidad y la política anti-germana del presidente norteamericano Rossevelt; además recuerda que Alemania cumplirá las obligaciones contraídas por el Pacto Tripartito con Japón.
Tras el ataque nipón de a Pearl Harbour, Hitler declara a las 15:00 horas la guerra a los Estados Unidos .
31/12/1941
Supremacía aliada en el Mediterráneo.
Empleando como refugio la base aeronaval de Malta, los aliados han hundido durante este mes el 75 % de los buques que navegan por el Mediterráneo entre Italia y Libia, y con ellos igual proporción de los cruciales pertrechos destinados al Afrikakorps.
Llega Nimitz
Chester W. Nimitz, almirante norteamericano y jefe de la US Navy en el Ministerio de Marina norteamericano desde 1939, es ascendido a Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas del Pacífico.
El lugarteniente de Hitler, Rudolph Hess, despega de un avión en Alemania y vuela a Escocia pilotando él mismo un me-110. Se arroja en paracaídas sobre Glasgow pidiendo entrevistarse con el duque de Hamilton, al parecer pretende llegar a una paz negociada con los británicos y evitar una guerra en dos frentes antes de que se produzca la inminente invasión de Rusia. Será encarcelado y Hitler le da por loco.
17-5-1941.
Operación Rheinübung
El acorazado Bismarck, el barco más poderoso de la Kriegsmarine alemana, y el crucero pesado Prinz Eugen, zarpan al mando del almirante Lutjens del puerto de Gotenhafen, en el Báltico, para iniciar la Operación Rheinübung en el Atlántico: los germanos pretenden hundir cuantos navíos mercantes aliados puedan. La Royal Navy británica intentará interceptarlos con todos los buques disponibles.
20-5-1941
Operación Mercurio
Paracaidistas alemanes de la 7ª Fliegerdivisionen del general Sussman despegan de aeródromos de Grecia transportados por 490 Ju-52, y se lanzan sobre la isla de Creta, donde hay acantonados 7.500 soldados neozelandeses, 6.500 australianos y 18.000 británicos, bajo el mando del general Freyberg. Los alemanes llegarán a lanzar 30.000 paracaidistas desde unos 1.000 aviones, apoyados por 10.000 infantes desembarcados. Es la primera y mayor operación aerotransportada de la historia. Comienza la Batalla de Creta.
21-5-1941
Hundido el Robin Moor
En el Atlántico el U-69, del Capt. Metzler, con estrictas órdenes de no atacar barcos americanos, hunde al mercante Robin Moor. Roosevelt denuncia el hecho.
Alemanes en Creta
En la Batalla de Creta, 80 aviones Ju-52 aterrizan en la isla transportando la 5ª División Gegirgsjaeger del general Ringel.
22-5-1941
Hundimientos en Creta
Los aviones Stukas alemanes hunden al crucero británico HMS Gloucester y al destructor HMS Greyhound, dañando al acorazado HMS Warspite y al crucero HMS Fiji, durante las operaciones de la Batalla de Creta.
23-5-1941
Más hundimientos en Creta.
La Luftwaffe hunde los destructores británicos HMS Cashmir y HMS Kelly, durante las operaciones de la Batalla de Creta.
24-5-1941
Avistado el Bismarck.
El acorazado germano es avistado por una formación de 4 buques ingleses, parte de la gran flota de la Royal Navy que tratan de darle caza.
26-5-1941
Hundimiento del Hood
El Acorazado germano Bismarck, apoyado por el Crucero pesado Prinz Eugen, hunde al Crucero británico Hood, que trataba de darle caza, después de dispararles tres andanadas de artillería que alcanzan la Santabárbara del gran buque, que explota, hundiéndose a gran velocidad. Sólo sobreviven 3 tripulantes de la dotación de 1.419. Otro navío británico, el Prince of Wales, resulta muy dañado.
27-5-1941
Hundimiento del Bismarck
El acorazado germano Bismarck es acosado en el Atlántico por la Royal Navy, siendo alcanzado por cuatro barcos y varios aviones británicos que le persiguen desde hace 4 días; al final el imponente navío es dañado de tal forma que no puede maniobrar, y sólo tras cesar el fuego de sus baterías puede ser hundido con torpedos. Sobreviven 14 de 2.200 tripulantes, otro centenar son hechos prisioneros.
La Batalla del Atlántico prosigue
En estos primeros 5 meses del año los británicos han perdido más de 2.500.000 tn de registro en buques por la acción de la Kriegsmarine y la Luftwaffe germanas
Hitler suspende definitivamente la fase de desembarco de la Operación León Marino, la presión aérea sobre Gran Bretaña disminuirá y parte de las tropas alemanas en el Oeste de Europa irán a otros frentes. Los germanos han perdido definitivamente la Batalla de Inglaterra, pero la guerra aeronaval contra los ingleses continuará.
Sábado 11 enero 1941.
Primer bombardeo de Malta
La Luftwaffe lanza hoy el primer ataque aéreo sobre la isla británica de Malta. Alemanes e italianos hostigarán incesantemente la estratégica base aeronaval, defendida por la RAF, dándose combates aéreos en sus cielos por la supremacía aérea en el norte de África y el Mediterráneo hasta finales del año próximo.
Expedición alemana a Libia
Hitler firma la directiva nº 22, disponiendo el envío a África de una División Panzer alemana en apoyo a las fuerzas italianas en la región de Tripolitania, en Libia, por motivos "estratégicos, políticos y psicológicos"
Lunes 13 enero de 1941.
Operación Excess.
Aviones Stuka del 10º Fliegerkorps de la Luftwaffe alemana atacan a un convoy británico que se dirigía a Malta organizado por la Royal Navy como Operación Excess. Los aviones alemanes hunden el crucero HSS Southampton y causan graves daos al portaviones HSS Illustrius tras 7 días de ataques; es la primera vez que aparatos germanos participan en una acción naval en la contienda.
Viernes 7 marzo 1941.
Hundido submarino de Prien.
El U-47 del comandante alemán Gunther Prien, con el que realizara la hazaña de Scapa Flow en 1939, desaparece en el Atlántico Norte con su célebre oficial abordo, cuando estaba intentando evadirse de cargas de profundidad lanzadas por un destructor británico. El Submarino de Prien, ya dañado, no vuelve a emerger. Su desaparición será dada a conocer el 23 de mayo en un informe de la Werhmacht.
Martes 11 marzo 1941.
Ley de Préstamos y Arriendos
El Presidente Franklin D. Roosevelt rubrica la Ley de Préstamos y Arriendos. Los países que compren armamento y pertrechos militares a Estados Unidos podrán adquirirlo y transportarlo ellos mismos a sus respectivos países en unas condiciones económicas muy ventajosas. Esto supondrá el rearme de Inglaterra, la gran favorecida de este decreto, prácticamente hecho para ayudar a esta nación en su solitario esfuerzo bélico contra Alemania, Italia y sus aliados balcánicos.
Jueves 13 marzo 1941.
Bombardeo de Glasgow y Liverpool
La Luftwaffe envió unos 300 aviones durante el día de ayer y hoy que arrojan 300 tn de bombas y más de 1.700 aparatos incendiarios en Glasgow y Liverpool, en sus operaciones durante la Batalla de Inglaterra. Los astilleros son muy dañados y muchos de sus buques deberán ser desguazados en vez de reparados. Algunos astilleros estarán fuera de servicio de 3 a 6 meses.
Bombardeo de Hamburgo y Bremen
La RAF envía varios aviones que bombardean estas ciudades germanas.
Domingo 16 marzo 1941.
Kretschmer y Schepke.
La Kriegsmarine, la marina de guerra germana, pierde hoy en combate a dos de sus mejores comandantes de submarinos, Kretschmer, del U-99 y Schepke, del U-100.
Domingo 23 marzo 1941.
Cruceros alemanes en el Atlántico
Los cruceros alemanes Gneisenau y Scharnhorst han hundido 22 buques mercantes aliados por valor de 115.000 tn. desde el 22 de enero hasta hoy.
Viernes 28 marzo 1941.
Batalla de Matapán.
Se libra la batalla naval del cabo Matapan, en aguas de Grecia, entre fuerzas navales británicas, comandadas por Pridham-Whippel e italianas, lideradas por Ricardi. 5 cruceros, 2 pesados y 3 ligeros, y 2 destructores italianos resultan hundidos por la flota inglesa, compuesta de 3 acorazados, 4 cruceros y 1 portaaviones. Murieron más de 3.000 hombres. Supone una debacle para la flota de guerra italiana.
Lunes 31 marzo 1941
Prince of Wales
Entra en servicio de la Royal Navy hoy el acorazado Prince of Wales, de 36.750 tn.
Nueva variante del Spitfire
Durante este mes de marzo, el 92º Escuadrón de la RAF recibe la nueva versión del célebre caza Supermarine Spitfire, la MkV, que será la variante más fabricada.
Defensa aérea británica.
Durante este mes la RAF y las baterías antiaéreas británicas han derribado a 39 aviones de la Luftwaffe, una mejoría respecto al mes anterior.
Viernes 4 abril 1941
El Astillero de la Democracia
El presidente de los Estados Unidos comunica hoy a Churchill haber dispuesto los medios para construir 58 nuevos astilleros y 200 nuevos buques, para restituir las pérdidas británicas en la Batalla del Atlántico. Oficialmente, Norteamérica es neutral.
Jueves 10 abril 1941. Enfrentamiento de Alemanes y Norteamericanos.
Primer incidente entre alemanes y americanos desde el inicio de la guerra. Un buque norteamericano ataca con cargas de profundidad a un submarino alemán.
Viernes 11 abril 1941.
El Gneisenau fuera de combate.
De madrugada, el acorazado germano es alcanzado por 4 bombas en un ataque de la RAF cuando estaba en dique seco; sus reparaciones se prolongarán durante meses.
Viernes 9 mayo 1941.
Captura de Máquina Enigma.
El navío británico HMS Aubretiael ataca con cargas de profundidad al submarino alemán U-110 del capitán Lemp, forzándole a emerger. Del interior del dañado sumergible se recupera una máquina encriptadora Enigma, antes de que la nave se hunda mientras es remolcada. Este importantísimo hallazgo permitirá a la inteligencia aliada decodificar en un futuro todas las comunicaciones germanas, proporcionándole una gran ventaja en el desarrollo de la confrontación.
Bombardeo de Londres.
La Luftwaffe lanza un ataque masivo de 507 aviones contra Londres en sus operaciones durante la Batalla de Inglaterra.
Bombardeo de Hamburgo.
En represalia por el bombardeo de Londres, La RAF ataca Hamburgo con muy malos resultados.
La aparición del radar y el descifrado de las claves Enigma (diciembre 1940-abril 1941)
En la Navidad de 1940, seguían aún con vida los 18 comandantes de U-Boote condecorados con la RK. Pero el sueño duraría poco. En enero, Harry L. Hopkins, consejero confidencial de Roosevelt, decía a Churchill que “el presidente está decidido a que ganemos esta guerra juntos”. En febrero, los EE.UU. traspasaron tres acorazados del Pacífico al Atlántico y acordaron con los británicos el Plan ABC-1 (American-British Conversations), que fijaba quiénes eran sus enemigos y por qué orden los derrotarían: Alemania, Italia, Japón. Conscientes de la importancia de los convoyes, los norteamericanos cedieron a los ingleses 10 destructores que superaban los 17 nudos (clase Lake) y 50 petroleros, que compensaban con creces los 42 perdidos por los británicos desde el comienzo de la guerra. El 11 de marzo, la Lend Leasy Act autorizaba a Roosevelt para otorgar cuantos créditos considerara necesarios hasta el final de la guerra: en total, los países en guerra contra el Eje recibirán 50.600 millones de dólares; Gran Bretaña, 31.000 (61%).
Además de la guerra económica, los EE.UU. emprendieron la guerra tecnológica: el Massachusetts Institute of Technology (MIT) se encargó de fabricar radares de longitud de onda centimétrica. En marzo de 1941, se instalaron en un avión B18 y en el destructor Semmes (radar SG). A la vez, los británicos instalaron radares centimétricos en un caza nocturno y en la corbeta Orchis (radar 271 M, capaz de descubrir un submarino en superficie a 4,5 km, uno en inmersión a 2,5 km y un periscopio a 1,2 km). Los radares centrimétricos de la RAF (ASV Mk. III) se reservarán en exclusiva para los aviones del mando de bombardeo (Bomber Command), mientras que los del mando costero (Coastal Command) recibirán sólo los de longitud de onda métrica (ASV II).
En febrero, expertos norteamericanos se desplazaron a Inglaterra con dos máquinas Purple (“violeta”, nombre que recibió la clave introducida en los mensajes diplomáticos japoneses en 1939: la anterior también la habían descifrado a mediados de los años 30 los norteamericanos, que la denominaron Red: un punto curioso es que el ministro de Exteriores japonés, Yosuke Matsuoka, sabía que sus mensajes no eran opacos para los norteamericanos). Entre el 1 y el 3 de marzo, la operación Claymore (desembarco de 600 hombres en Narvik con el fin de capturar una máquina Enigma) permitió a los aliados hacerse con dos rodillos de Enigma, varias claves diarias de la Kriegsmarine y las claves Werft (“astillero”, para mensajes no escritos con Enigma, usadas por las pequeñas unidades en Noruega y Alemania): este tipo de mensajes pudo descifrarse en adelante hasta el fin de la guerra. Las claves Enigma conseguidas sirvieron para descifrar, en una semana, toda la correspondencia de febrero.
U47
El 6 de marzo, Prien (U 47) descubrió el convoy Outbound 293, dos de cuyos escoltas, los destructores Wolverine y Verity, llevaban el radar 286-M (aparte del sonar). Por la tarde, mientras Prien y Kretschmer (U 99) hablaban por megafonía, fueron sorprendidos por los destructores. Ambos escaparon, pero este primer encuentro entre los alemanes utilizando altavoces y los ingleses dotados de radar resulta más que simbolico. El día 7 fueron de nuevo atacados por los destructores. Kretschmer sobrevivió a un ataque de 9 horas (51 cargas). Del U 47 nunca más se supo. No se sabe si lo hundió el Wolverine o el Verity (en torno a 60º N-19º O, en plena cuenca de Islandia), o si fue dañado y desapareció después tratando de regresar a Lorient o por otros motivos. El U 99 sobrevivió poco tiempo al U 47: fue hundido por el destructor Walker en la noche del 17 de marzo. El U 100 (VIIB) había sido localizado el mismo día, después de realizar una inmersión a 230 metros, por el radar 286-M del destructor Vanoc, que lo embistió.
Dönitz había perdido 5 submarinos en 17 días. El hecho era tanto más grave cuanto que desde la campaña de Noruega sólo se habían perdido 10 U-Boote, el último de ellos el 28 de noviembre de 1940 (U 104, IXB). Los U 70 y U 551 fueron los primeros perdidos (7 y 23 de marzo) de la clase VIIC, de la que se llegarían a encargar 568 ejemplares: algo más largos (67,1 m) y pesados que los VIIB, más lentos en inmersión (7,6 nudos —14,1 km/h— frente a 8, pero 17,7 —32,8 km/h— frente a 17 en superficie), tenían también 5 tubos lanzatorpedos (4 a proa) y cargaban 14 torpedos ó 26 minas. Su desplazamiento (superficie/inmersión) de 769/871 toneladas los situaba ya dentro de la categoría de submarinos pesados —aunque para diferenciarlos de los del tipo IX se los denomine medios—, su tripulación variaba de 44 a 52 hombres, y su autonomía era de 8.000 millas (14.800 km) en superficie y a velocidad de 10 nudos ó sólo 80 (148 km) dando 4 nudos en inmersión.
El 25 de marzo, Dönitz retiró los U-Boote hacia el Oeste. A la vista de la Lend Leasy Act, pidió permiso para poder atacar a los barcos norteamericanos, pero Hitler, pendiente de los Balcanes, de la URSS y del Mediterráneo, se lo negó. Los norteamericanos, que habían desplazado 1.000 millas al este (hasta el meridiano 26º O) la inicial “zona de seguridad panamericana”, patrullaban teóricamente sólo para advertir a los convoyes ante la presencia de U-Boote, pero tomaron de nuevo la iniciativa: el 10 de abril, después de que el U 52 (VIIB, al mando del Kl Otto Salman) hundiera a un mercante holandés, fue ahuyentado por el destructor Niblack, que le lanzó 3 cargas de profundidad. Fue la primera acción de guerra de los EE.UU. contra los alemanes.
El 20 de junio, el U 203 (VIIC, comandado por el Kl Rolf Mützelburg, que llegaría a lucir la RK con hojas de roble) persiguió al acorazado Texas durante 16 horas a partir de la zona en que los U-Boote tenían permiso del OKM para atacar a buques de países neutrales. En la noche del 21, Hitler llamó a Raeder para prohibir cualquier ataque a barcos de guerra norteamericanos incluso dentro de la zona alemana: esto significaba que los submarinos no podían atacar a los escoltas de los convoyes, por miedo a que fueran de la US Navy.
Los U-Boote seguían aprovechando la hospitalidad española para repostar: así lo hicieron los U 105, U 106 y U 124 (los tres del tipo IXB) en el petrolero Corrientes en Canarias, entre el 4 y el 6 de marzo. A principios de abril, el gabinete de guerra británico dio luz verde a la Operación Puma (conquista de las Canarias), que no se realizó porque las presiones diplomáticas evitaron que siguieran repostando allí los submarinos. Dönitz no confiaba en Franco y organizó el reposte en el Atlántico sur, aunque en junio aún repostarían el U 123 (IXB, el día 25) y el U 69 (VIIC, los días 28-29) en el Corrientes. El 22 de julio, el U 109 (IXB) fue reparado por el Thalia en Cádiz. A fines de mes, repostó en el mismo barco el U 331 (VIIC).
Gracias a la documentación obtenida en la operación Claymore, a partir del 22 de abril de 1941 se pudieron descifrar las informaciones de Enigma. A ello contribuyeron los “besos”, nombre que designaba a las informaciones transmitidas tanto en clave Werft como en Enigma: los ingleses colocaban minas en lugares cercanos a la costa, y esperaban a que los alemanes dieran la alarma en ambos códigos (el conocido, Werft, servía para descifrar el otro, Enigma). Los aliados captaron así la orden con que Dönitz retiró los submarinos hacia el oeste, y supierion que la Kriegsmarine disponía de 8 mercantes para información meteorológica, dotados de máquinas Enigma.
Aumento del número de U-Boote alistados y disminución de su rentabilidad
Del 1 de diciembre de 1940 al 1 de mayo de 1941, los submarinos alemanes habían hundido en el Atlántico 161 barcos y los (23) submarinos italianos 33 barcos (5 neutrales), sumando 1,1 millones de TRB, compensadas por los británicos con medio millón de TRB de nueva construcción y un millón de TRB de barcos reparados. El 20 de abril, ante la petición de Hitler de apoyo submarino para las tropas del Eje en el Mediterráneo y el Egeo, Raeder propuso transferir los submarinos italianos. Hitler aceptó inmediatamente, dada su escasa eficacia en el Atlántico.
A Dönitz no pudo escapársele la notable disminución de la eficacia de sus submarinos (TRB hundidas/U-Boote alistados, cifras de cada mes): las 4.840 TRB por U-Boot entre junio y noviembre de 1940, disminuyeron en el medio año siguiente en un 54% (2.247; la cifra de 2.000 TRB/U-Boote se sobrepasaría en junio de 1941, y nunca más en toda la guerra). La cifra de U-Boote alistados fue de 60 en el primer período y de 110 en el segundo (aumento del 83%). Frente a los 1,3 millones de TRB hundidas de junio a noviembre de 1940, se hundieron de diciembre de 1940 a mayo de 1941 sólo 1,2 millones (disminución del 7,6%).
Para ayudar a comprender el comportamiento de Dönitz, introduciré un nuevo concepto, el de rentabilidad, calculándolo para cada mes de la guerra al dividir el total acumulado de TRB hundidas (desde el comienzo de la guerra hasta el mes en cuestión inclusive) por el total (igualmente acumulado desde 1939) de submarinos perdidos por la U-Bootswaffe.
Dönitz había apostado por el número en lugar de la calidad desde antes de comenzar la guerra (U-Boote del tipo VII y no del IX): ahora podía aferrarse al dato de la rentabilidad en aumento, ya que en el primer período (junio a noviembre de 1940) se perdieron 9 submarinos y en el segundo (diciembre a mayo) sólo 8. Todas las demás cifras indicaban que su sistema hacía agua: aumentaron los submarinos alistados, pero disminuyó el número absoluto de TRB hundidas, y los británicos podían reponerlas; la táctica de las manadas de lobos proporcionó argumentos para la propaganda, pero fue intrascendente en el conjunto.
Los británicos (con ayuda norteamericana: 50 destructores en el primer período, 10 destructores más cheque en blanco —Lend Leasy Act— tras redactar el Plan ABC-1) neutralizaban a los submarinos, aunque de momento no los hundieran. Desde marzo, las claves Enigma y el radar les ayudarían a localizar a los U-Boote, que permanecían ciegos debajo de la cota periscópica, y en superficie disponían sólo de prismáticos... La solución de Dönitz fue asegurar entonces que, para ganar la guerra, necesitaba alistar no ya 300 submarinos (cifra que se alcanzaría en abril de 1942), sino 600 (el máximo, 462, se alcanzaría en enero de 1944).
Aún podría Dönitz felicitarse porque esta disminución de la eficacia del arma submarina se debía sólo al empleo de medidas ASW no muy diferentes a las de la primera guerra mundial. Habría sido mucho mayor de no ser por lo que Padfield llama “debilidad intelectual del Almirantazgo” y por la prioridad que en los planes de Churchill tenía la ofensiva: la lucha contra los U-Boote —que se consideraba defensiva— era una cenicienta en la maquinaria bélica inglesa. La manifestación más evidente era la supremacía que, en número y calidad de los aviones, tenía el Bomber Command sobre el Coastal Command, de cuyo mando se hizo cargo en mayo de 1941 Philip Joubert de la Ferté. Partidario de atacar a los U-Boote en el Golfo de Vizcaya, no pudo llevar a cabo su idea por falta de medios.
Puesto que Churchill presidía al mismo tiempo el gabinete de guerra y el Atlantic Committee (que no se constituyó formalmente hasta octubre de 1941), pudo transferir los B-24 Liberator al Coastal Command. Pero el primer ministro prefirió los bombardeos contra la población civil alemana: su afirmación de que lo único que le dio miedo durante la segunda guerra mundial fueron los U-Boote no resiste al contraste con los hechos. En todo caso, el miedo fue menor que el deseo de vengarse. Algunos especialistas (Blair, Gannon: en todo caso, especialistas en historia de la guerra submarina, pero no de los bombardeos) consideran que tal decisión —al margen de que pueda ser considerada criminal— fue uno de los mayores errores estratégicos de la guerra.
La construcción de radares, encargados por los británicos a empresas estadounidenses, significó otra victoria del Bomber Command: se especificó que la prioridad era construir radares que permitieran encontrar blancos terrestres a pesar de las nubes y de la oscuridad. De esta forma quedó postergada la construcción de radares centimétricos que pudieran dejar anquilosados a los U-Boote y a sus tácticas de manadas de lobos. Aunque a fines de 1941 se habían instalado radares del tipo 271 en 50 destructores y otros tantos disponían de los detectores de emisiones de radio en onda corta —las usadas por los U-Boote— HF/DF (High Frequency Direction Finder, apodado Huff-Duff), Padfield afirma que si Hitler no hubiera atacado a la URSS, las medidas ASW “habrían llegado tarde”.
Por supuesto que ese retraso no pasa de ser un futurible, por tanto sin consecuencias que puedan ser evaluadas. Incluso la pregunta sobre si Churchill habría seguido dando prioridad a los bombarderos aunque la guerra submarina provocara hambre en Gran Bretaña queda sin respuesta: el ataque a la URSS llevó consigo un suavizamiento del bloqueo contra los británicos, ya que la aviación alemana fue trasladada al este y no menos de 12 U-Boote al Mar Báltico y al Océano Ártico.
U 110, el primer submarino capturado (mayo 1941)
Desde la primavera de 1940, el comandante de la Home Fleet, Charles Forbes, había propuesto varios planes para capturar la máquina Enigma de algún submarino amenazando con no recoger a la tripulación en caso de que trataran de hundir y abandonar el U-Boot. Un comando debía abordar el submarino y matar a los tripulantes, excepto dos o tres, encargados de mantener la nave a flote. Estos planes, contrarios a las más elementales normas humanitarias, fueron rechazados.
El 7 de mayo de 1941, el U 94 (tipo VIIC, Kl Herbert Kuppisch) atacó al convoy Outbound 318. Dos días más tarde, el U 110 (tipo IXB) se unió al ataque, hundiendo dos mercantes. Atacado por los escoltas, se sumergió, pero fue dañado y se dio la alarma de gas venenoso (al entrar agua en las baterías se formaba cloro). El submarino emergió (en posición 59º51’ N 15º30’ O) entre dos destructores y una corbeta que abrieron fuego. Sin tiempo para volarlo, Fritz-Julius Lemp (que ya había comandado el U 30) dio orden de hundir el U 110 abriendo los conductos de ventilación, pero éstos no se abrieron. El operador de radio no tuvo tiempo de destruir o llevarse la máquina Enigma.
Los destructores Bulldog y Broadway (éste ex-norteamericano) se concentraron en la captura del U-Boot y abandonaron a su suerte, durante dos horas, a los náufragos (15 tripulantes murieron). Lemp, que fue el último en saltar al agua —extrañamente, dejó cerradas las escotillas (interior y exterior) de la torreta (vela, en terminología naval)—, se dio cuenta de que el submarino no se hundía, y trató de volver, probablemente acompañado por un suboficial. No sobrevivió para explicar su actuación. Helmut Ecke, propagandista nazi que iba en el U 110, declaró que a él le dispararon, por lo que es posible que a Lemp lo matara algún miembro del comando de abordaje.
A.J. Baker Creswell, comandante del Bulldog, habló en un informe de dos alemanes que trataban de manejar un cañón en cubierta, afirmación absurda que permite suponer que Lemp y su acompañante pudieron tratar de entrar en el U 110 por la escotilla de proa. Por su parte, el comando de abordaje afirmó haber disparado al llegar a cubierta, para intimidar a los tripulantes, alcanzando “a dos o tres” de ellos. A falta de un claro testimonio en otro sentido, Padfield considera la muerte de Lemp como “acto de guerra necesario y legítimo” dada la importancia de lo que califica como “probablemente la captura más valiosa de toda la guerra”.
Cuando el comando entró en el U 110, no había en su interior agua ni cloro, pero uno de los tanques (donde se inyectaba aire a presión para mantener el submarino a flote) hacía agua. Después de cinco horas a bordo, el comando regresó al Broadway llevando consigo la máquina Enigma (M-3), códigos, mapas, libros, e incluso el sextante y la RK de Lemp. Los británicos no supieron inyectar aire en el tanque ni apagar el motor eléctrico de babor (o poner en marcha el de estribor). Tras un viaje de 17 horas y 185 km, el U 110 levantó el morro y se hundió a 560 km de Islandia.
Aunque en la captura habían participado 400 marinos británicos, no fue dada a conocer (¡hasta 1959!), y se hizo creer a la tripulación del U 110 que no fue posible entrar dentro del submarino. El IWO, Loewe, no lo creyó, pero entre los tripulantes del U 110 —los británicos se sorprendieron al descubrir que muchos no eran voluntarios, y concluyeron que a los alemanes les costaba reclutar tripulaciones para los U-Boote— era considerado un incompetente, y sus intentos por transmitir la noticia a Dönitz fueron boicoteados por los británicos, que ya desde la primera guerra mundial conocían el código de acrónimos usado en las cartas de los marinos alemanes presos (¡y que no había cambiado!). En abril de 1944, cuando Loewe, tras hablar con otros supervivientes del U 110, se persuadió de que los británicos no habían entrado en el submarino, dejó pasar la censura sus cartas, y finalmente él mismo fue enviado a Alemania en un intercambio de prisioneros.
Los ingleses encontraron en el U 110 las claves diarias de Enigma de abril y junio (las de mayo probablemente se destruyeron por mojarse), el mapa de las zonas (cuadrados) en que los alemanes dividían el Atlántico para indicar sus posiciones, los de los pasos libres de minas en el Golfo de Vizcaya... Pero lo más importante fue el libro de señales cortas que los U-Boote empleaban para transmitir partes meteorológicos, ya que estos partes eran retransmitidos por las estaciones meteorológicas alemanas en una clave más sencilla, que los británicos podían leer: de esta forma, obtenían las “claves de día” de Enigma, e introduciéndolas en sus máquinas de descifrado (apodadas bombas), podían descifrar los mensajes emitidos por unidades de la Kriegsmarine “en clave doméstica” (Schlüsselkreis Heimisch, que los ingleses llamaban Dolphin). Una consecuencia de la captura del U 110 —los U-Boote del tipo IXB podían dar una velocidad máxima de 18,2 nudos— fue corregir la medida con la que se permitió desde fines de 1940 viajar en solitario a los barcos que superaran los 13 nudos: había que ir en convoy mientras no se superaran los 15 nudos.
Ajeno a la suerte del U 110, el U 107 (IXB, KK Günther Heßler, marido de Ursula Dönitz, hija del vicealmirante) realizó en el Atlántico sur la que había de ser la más exitosa patrulla de la guerra, saliendo de Lorient el 29 de marzo y hundiendo 86.699 TRB (14 barcos). Tras haber repostado en los barcos nodriza Nordmark y Egerland regresó a su base el 2 de julio. A pesar de haber sobrepasado las 100.000 TRB declaradas, Dönitz se resistía a condecorar a su yerno con la RK, por lo que la orden correspondiente fue firmada por el capitán general Raeder (24 de junio).
Continuará...
Del libro de Santiago Mata "Uboote. Submarinos alemanes en la IIGM.Mitos y realidades de un trágico destino" Madrid 2003
VOLLE KRAFT VORAUS- Huntley-Oficial Agregado de la ODSH
Realmente el manual de uso de la maquina no cambiaba, Su forma de usarse siempre era la misma. El unico cambio importante fue la introduccion en la Kriegsmarine de la M4 de 4 rotores, pero solo fue el uso de dos rotores mas.
Segun ejercitos, unos usaban la M3 con solo 6 rotores, otros usaban solo 6 combinaciones en los Steckerverbindungen o conexiones,....pero su uso era el mismo. Digamos que era como aqui en la 24ª. Antes se encriptaba segun una forma de coger las semanas del mes para con los reflectores, y ahora esa forma ha cambiado.
Por eso, la maquina fue basicamente la misma siempre, lo que si cambiaba y mucho fue el tema de los ajustes y las claves. Esto cambio casi continuamente, y su maximo exponente fue la Kriegasmarine. Una persona que supiera codificar en la enigma de la wehrmacht, no tenia por que saber como se hacia en la Luftwaffe o en la Kriegsmarine, y viceversa (aunque lo hubieran aprendido y lo supieran en realidad)
De hecho en la Kriegsmarine, por ejemplo, los Kenngruppen y los grudstellung fueron rapidamente suprimidos en las tablas de los ajustes al entender que su uso no era seguro, mientras en la Wehrmacht si se usaban.
Ademas, la marina creo dos cuadernos de ajustes y uno de claves, ademas de uno especial de uso exclusivo de los oficiales para mensajes especiales.
La confidencialidad de los mensajes de la Kriegsmarine fue casi segura, cosa que en los otros ejercitos no fue asi.
LA ESTRATEGIA AMERICANA ANTES DE PEARL HARBOUR
Extracto del memorándum redactado por el Estado Mayor Central de los EE.UU. el 11 de setiembre de 1941
“Se considera de antemano como adversarios a: Alemania y aquellos países ocupados por los germanos cuyas fuerzas militares cooperen con Alemania; Japón, Manchukuo e Italia, la Francia de Vichy y, tal vez, España y Portugal. Los países que figuran como amigos o posibles aliados son: la Commonwealth británica, las Indias Orientales holandesas. China, Rusia, la Francia libre, los pueblos radicados en territorios de ocupación alemana y opuestos a Alemania, así
como las naciones del hemisferio occidental.
Los objetivos nacionales de los Estados Unidos, por lo que se refiere a su relación con la política militar, se concretan, en términos generales, a lo siguiente: salvaguardar la integridad territorial, económica e ideológica de los Estados Unidos y del resto del hemisferio occidental; impedir la desmembración del Imperio británico; atajar el creciente expansionismo japonés; restablecer el equilibrio político en Europa y Asia al objeto de afianzar la estabilidad política en esas partes del mundo y la seguridad futura de los Estados Unidos; apoyar en lo posible la constitución de regímenes que defiendan el librecambismo y la libertad del individuo.
Puesto que los intereses territoriales estadounidenses residen de forma predominante en el hemisferio occidental, los Estados Unidos deben disponer ante todo de fuerzas combatientes adecuadamente distribuidas, que, colaborando con las fuerzas armadas de otras potencias americanas, estén en condiciones de rechazar, bajo cualesquiera circunstancias, la intrusión política o militar de potencias europeas o asiáticas en el hemisferio occidental, incluso en el caso de que se produzca el derrumbamiento de la Commonwealth británica.
La plena realización de esa política nacional sólo es factible mediante una victoria militar fuera de nuestro Continente, cuyos artífices pueden ser las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, las de las potencias amigas ya citadas o ambas a la par.
Si Alemania consiguiera someter a toda Europa, podría acontecer que abrigara esperanzas sobre una paz de varios años con los Estados Unidos a fin de poner orden en los territorios ocupados, reorganizar su economía e incrementar su potencial bélico para conquistar en última instancia Sudamérica y ocasionar así la derrota militar de los Estados Unidos.
Suponiendo que Japón venciera a China y a Rusia e impusiera al propio tiempo su autoridad en Siam, Malasia y las Indias Orientales holandesas, probablemente pretendería también llegar a un acuerdo de paz para poder organizar su «comunidad de intereses en Asia oriental»
(East Asia Co-Prosperíty Sphere). Si las cosas sucedieran así, sería prácticamente imposible evitar que Filipinas cayese bajo la hegemonía nipona.
De resultar ciertas las apreciaciones expuestas en los párrafos anteriores, es evidente, a nuestro juicio, que el país alemán y sus satélites europeos no podrán ser vencidos por las potencias europeas que hoy día luchan contra ellos. Por tanto, si se quiere vencer a nuestros enemigos europeos los Estados Unidos habrán de intervenir irremediablemente en la guerra y emplear una parte de sus Fuerzas Armadas para pasar al ataque en el Atlántico oriental, asi como en Europa o África.
Teniendo presente las consideraciones antedichas, esta Comisión recomienda la adopción de medidas adecuadas respecto a la producción global y al acondicionamiento de material con objeto de pertrechar a los Estados Unidos de forma tal que puedan llevar a cabo la guerra simultáneamente contra Alemania y el Japón. Esa acción sólo es posible bajo las siguientes combinaciones :
a) Como aliado beligerante de la Commonwealth británica, las Indias Orientales holandesas, Rusia y China.
b) Como aliado beligerante de Canadá y algunos países iberoamericanos, caso de que las otras potencias beligerantes sean vencidas por Alemania y el Japón.
Particularmente Alemania parece, por de pronto, poner la mira en ciertos planes estratégicos cuya naturaleza y presunta ejecución pueden ser descritas como sigue:
a) Conquista de la Rusia europea, aniquilamiento del Ejercito ruso y derrocamiento del régimen soviético. Es indudable que esta empresa, asignada al Ejército alemán y a su Aviación, absorberá durante los próximos meses la mayor parte de las fuerzas puestas a disposición de esos organismos militares. El éxito final de la empresa parece por ahora bastante problemático.
b) Quebrantamiento de la resistencia en Gran Bretaña mediante el hundimiento acelerado de tonelaje y el bombadeo ininterrumpido de los centros industriales británicos. A este respecto se maniobrará sobre las rutas marítimas del Noroeste hasta el centro del Atlántico con buques de guerra, submarinos y aviones, cuyas bases de operaciones se distribuirán entre Noruega, Francia, Portugal y el África Occidental francesa; por otra parte, se emplearán mercantes armados en todos los mares. Si estos proyectos se frustrasen, es posible que se intentara la invasión de Inglaterra.
c) Conquista de Egipto, Siria, Irak e Irán. Tal vez sea ésta la zona geográfica donde se desencadene la próxima ofensiva alemana de gran alcance. Para ello se requieren poderosos efectivos militares de tierra y aire, tanto alemanes como italianos, apoyados por las Fuerzas Navales italianas en los mares Mediterráneo (oriental) y Negro. Puede ser que el éxito de esta operación dependa de la acción de las fuerzas británicas y rusas, pues todavía se ignora si éstas son capaces o no de concentrar medios suficientes para organizar la defensa en gran escala; y depende, asimismo, del desarrollo alcanzado por el potencial militar italiano que, hasta ahora,es un factor desconocido.
d) Ocupación de España, Portugal, Marruecos, África Occidental francesa, Senegal e islas atlánticas, con la finalidad de reforzar la ofensiva germana contra la navegación británica y detentar esas posiciones frente a los adversarios de Alemania...
El objetivo japonés de guerra consiste en la creación de una «comunidad de intereses en Asia oriental». El Japón alienta la ambición de englobar también definitivamente en esa comunidad a Siberia oriental, Indochina, Thailandia, Malasia, las Indias Orientales holandesas, las Filipinas y tal vez Birmania. El alcance de esa meta entraña tremendos esfuerzos para la capacidad del Japón, cosa que no pasa inadvertida a los nipones...
Esta Comisión tiene el convencimiento de que los Estados Unidos y sus aliados deben designar como objetivo fundamental la derrota militar absoluta de Alemania. Si Alemania resulta vencida, su programa de predominio europeo se vendrá abajo y, probablemente, el Japón se verá obligado a ceder una gran parte de las ganancias territoriales, a no ser que, entretanto, su posición se fortalezca de tal forma que los Estados Unidos y sus aliados pierdan toda posibilidad de proseguir la guerra contra dicho país.
Sería absurdo esperar que los Estados Unidos y sus aliados lleguen a desencadenar en el próximo futuro una ofensiva por tierra, coordinada y eficaz, contra el núcleo del poder alemán. Sin embargo, puesto que es de suma evidencia que las potencias aliadas no pueden vencer a Alemania mediante medidas defensivas, la estrategia debe recurrir a otros métodos de ataque para remplazar esa ofensiva prematura en tierra europea. Tales métodos podrían basarse en lo siguiente: prosecución del bloqueo económico y preparativos para la ofensiva por tierra en remotas comarcas donde las tropas alemanas sólo puedan hacer entrar en juego una parte mínima de sus efectivos; ataques aéreos o incursiones navales contra los centros militares, económicos e industriales de Alemania, y apoyo directo a los movimientos clandestinos en países ocupados.
Los objetivos generales de guerra que deben proponerse los Estados Unidos y las potencias aliadas quedan expuestos a continuación, junto a las prevenciones necesarias. Se ha de armonizar la ayuda material prestada a las potencias amigas (según los límites señalados en los siguientes párrafos) con las necesidades de los Estados Unidos.
a) El afianzamiento del hemisferio occidental contra todo despliegue político o militar de potencias europeas o asiáticas reviste una importancia decisiva para la estrategia estadounidense. Mientras se procede a ese afianzamiento los Estados Unidos deben mantener suficientes fuerzas de tierra, mar y aire en aquellas posiciones que permitan recurrir a ellas sin dilación tanto en el Atlántico como el océano Pacífico, si se hubiera de contener una invasión a causa del derrumbamiento de Inglaterra o Rusia. Caso que se produjera tal derrumbamiento, surgiría un problema fundamental cuya solución dependería de que el Noroeste africano y las islas atlánticas se hallasen en manos alemanas o amigas. De forma similar, Alaska, Hawai y las islas del Pacífico meridional constituyen factores básicos para la seguridad del Pacífico oriental.
Como arma defensiva, las Fuerzas Navales de los Estados Unidos serán tal vez suficientes hasta 1944.
b) La seguridad del Reino Unido es condición primordial para el planteamiento de operaciones militares contra Alemania y el Japón en el hemisferio oriental. Pero la seguridad de Inglaterra tiene aún más importancia con respecto a la defensa del hemisferio occidental. La invulnerabilidad del Reino Unido depende de un sistema defensiva eficaz por tierra, mar y aire, el cual está sujeto, a su vez, a la seguridad en las rutas marítimas. De ahí que la ayuda al Reino Unido sólo llegará a ser una constante cuando mengüe de forma sustancial la amenaza latente a lo largo de las rutas marítimas mediante el fortalecimiento de las fuerzas defensivas aeronavales con bases en las islas británicas, Islandia y las posiciones del Atlántico central y oriental. Si no se logra una disminucion importante de las pérdidas sufridas hasta ahora por la Marina mercante británica, ni se desintegra la estructura interna de Alemania, será imposible, a juicio de esta Comisión, mantener por tiempo indefinido la resistencia en Inglaterra, aun cuando los Estados Unidos impongan un esfuerzo supremo a sus industrias. Por consiguiente, para que el Reino Unido persevere en su intento de llevar adelante la guerra es necesario reforzar rápida y eficazmente las Fuerzas Armadas británicas del Atlántico con efectivos de la Marina y la Aviación estadounidenses, y acrecentar en considerable proporción el tonelaje comercial británico con unidades de nuestra Flota mercante. Las tripulaciones de esas unidades deben ser americanas, puesto que las reservas británicas para su empleo en Europa están ya prácticamente agotadas. Si los Estados Unidos desean contribuir al sostenimiento del actual potencial británico, deberán seguir apoyando el bloqueo inglés con ayuda de la construcción naval y el trabajo de los astilleros de reparación. Y, además, habrán de suministrar aviones en cantidades masivas.
c) La seguridad de las comunicaciones marítimas mundiales entre las potencias aliadas es esencial para la prosecución de la guerra. Las fuerzas navales y aéreas estacionadas en Europa y su periferia han de poseer suficiente potencia, dentro de los límites posibles, a fin de interceptar el paso hacia alta mar a los buques patrulleros y proceder a la destrucción de submarinos y aviones de caza. Se hace, además, indispensable un vasto despliegue de fuerzas aeronavales para prestar inmediato apoyo a los puntos estratégicos y rutas del tránsito marítimo.
d) El mantenimiento de un frente activo en Rusia ofrece inmejorables condiciones para el desarrollo efectivo de una ofensiva por tierra contra Alemania, pues Rusia es el único país que dispone de abundantes reservas humanas y también el más próximo al núcleo del poder militar alemán. El adiestramiento de tropas de tierra y aire es lo que más importa a Rusia. Sería prematuro hacer pronósticos sobre el desenlace de semejante lucha en territorio ruso. Entretanto, cabe afirmar que si los ejércitos soviéticos se vieran obligados a replegarse tras los Urales, pero consiguieran organizar allí la resistencia, quedaría la esperanza de infligir una derrota total y definitiva a Alemania en el combate terrestre. El pertrechamiento activo de los ejércitos rusos, tanto por lo que se refiere al suministro desde el exterior como a través de las industrias localizadas en la cuenca del Volga y al este de los Urales, figura entre los principales empeños de las potencias aliadas.
e) El desbaratamiento de toda intrusión del Eje en el Noroeste africano y las islas atlánticas tiene suma importancia, no sólo por la contribución de estos puntos a la defensa del hemisferio occidental, sino también como medida de seguridad a lo largo de las rutas marítimas británicas y como medio de lograr bases aceptables para una futura ofensiva por tierra. Las tropas galas acantonadas en el África Occidental francesa y la Septentrional podrían contar algún día entre los adversarios de Alemania si se las equipase de nuevo y si los Estados Unidos estableciesen satisfactoriamente contactos políticos con esos territorios. Puesto que la Commonwealth británica dispone allí de pocos efectivos, y las relaciones entre los ingleses y el régimen Weygand son bastante tirantes, se comprende que los Estados Unidos deberán aportar la mayor parte de las tropas estacionadas en esa región al servicio de las potencias aliadas.
f) El mantenimiento de la inviolabilidad territorial de Filipinas, Malasia, Indias Orientales holandesas, Australia, Birmania y China por parte de los Estados Unidos y sus aliados tendría amplias repercusiones. Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en el Extremo Oriente no pueden recibir refuerzos sustanciales si han de desempeñar su difícil cometido en otras regiones, pero las operaciones de la Flota del Pacífico determinarán de modo significativo los acontecimientos. A los Estados Unidos les cabe el deber de suministrar una parte del armamento y los aviones destinados a China y las Indias Orientales holandesas. Se debe transportar una gran porción de ese material en barcos americanos......