He aqui algunos de los personajes que hicieron de esta nacion lo que es y no aparecen en la cultura general.
Personalmente me gusta la historia de sus vidas:
Hernán Pérez del Pulgar
Bernardo de Gálvez,
Alonso de Contreras,
Machín de Munguía
Cayetano Valdés
Vicente Sánchez, de Usera
Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis
Blas de Lezo
Saludos
Grandes olvidados de la historia de España
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Re: Grandes olvidados de la historia de España
dale un poco de contenido a este post, hombre... que promete....
de Blas de Lezo ya hay reseña, y de Bernardo Galvez tambien, pero de los demas, creo que no...
asi que si pusieras algo de sus vidas... harias un pedazo de post de los interesantes...
gracias ender
de Blas de Lezo ya hay reseña, y de Bernardo Galvez tambien, pero de los demas, creo que no...
asi que si pusieras algo de sus vidas... harias un pedazo de post de los interesantes...

gracias ender

YES, WE JAAAAARL!!!
Re: Grandes olvidados de la historia de España
la vecina del quinto.........
pon algo mas de ellos, sino, seguiran olvidados.

pon algo mas de ellos, sino, seguiran olvidados.

Que fácil es joderle la vida a una persona y luego echar la culpa a los demás
Re: Grandes olvidados de la historia de España
Esto es lo que la Wiki revela de este caballero.
Hernán Pérez del Pulgar y García Osorio (1451-1531) fue un capitán del ejército castellano natural de Ciudad Real (España) que sobresalió durante la Guerra de Granada, ganándose el favor de la reina Isabel la Católica y cobrando gran fama en todo el reino. En vida fue conocido por el apodo Alcaide de las Hazañas o simplemente El de las Hazañas, y su lema, forjado sobre la superficie de su escudo, rezaba Quebrar y no Doblar. Conviene no confundirlo con el historiador Hernando del Pulgar, otro manchego de la misma época.
Primeros años.
Nació en Ciudad Real el 27 de julio de 1451, en una casa que todavía se conserva (previa recuperación) y acoge en la actualidad el Museo López-Villaseñor y es bautizado en la catedral, sita al otro lado de la calle. De su infancia y adolescencia se conoce poco, pero lo suficiente como para decir que desde joven fue muy diestro en el manejo de las armas. A los 17 años se enfrentó él solo en un duelo a espada con 6 hombres que se burlaban de él por ser ciudadrealeño, llamándolo chungo y culipardo, resultando dos heridos y un muerto en el enfrentamiento. Poco después participó como escudero en la guerra contra Portugal, que apoyaba a Juana la Beltraneja en su pretensión al trono castellano en lugar de Isabel la Católica.
La Guerra de Granada.
Su arrojo y valentía durante la guerra de conquista del Reino de Granada le valen los títulos de Gentilhombre y Continuo de la Casa Real en 1481. En 1482, sitiado junto al Duque de Cádiz en Alhama de Granada por las tropas musulmanas, protagoniza una arriesgada operación en la que logra eludir el cerco y llegar hasta Antequera para pedir auxilio, evitando la pérdida de Alhama, estratégicamente situada en el centro del antiguo Reino Nazarí. En 1486 los Reyes Católicos le nombran, por medio de una Real Cédula, Capitán General de Alhama.
Poco después conquista el castillo de Salar, estratégicamente situado en el camino entre Loja y Granada, con una fuerza de sólo 80 hombres. En 1679 este hecho sería recordado con la creación del Marquesado del Salar, a petición de la propia ciudad de Granada. Llamado por el propio rey Fernando el Católico, participa en la toma de Vélez-Málaga y en la Batalla de Bentomiz.
Fue nombrado emisario del trono castellano en las negociaciones de rendición de la ciudad de Málaga. Más tarde tomó Baza y dio muerte durante la conquista a Aben-Zaid, el comandante del ejército granadino. Esta última acción le valió el título de Caballero por parte del rey Fernando y la concesión de un escudo nobiliario, «El de los Pulgares», compuesto por un león coronado, en gules sobre fondo azul, el cual lleva una lanza en las garras con una bandera blanca en su punta con «Ave María» escrito en ella. Flanquean a la bestia 11 castillos como representación de los 11 alcaides granadinos derrotados hasta entonces por Pulgar y el lema «Tal debe el hombre ser como quiere parecer».
Fue un maestro de la guerra psicológica. Cuando, en 1490, se encontraba asediado por las tropas de Boabdil en Salobreña y los pozos de agua de la ciudad habían sido agotados, se negó a aceptar la orden de rendición del rey musulmán y selló esta decisión arrojando desde lo alto de las murallas el último cántaro de agua. Ganó la batalla subsiguiente y rompió el asedio granadino. Ese mismo año, acompañado de sólo 15 caballeros y su escudero Pedro, se infiltró durante la noche en la propia ciudad de Granada cerca de la torre de Bib-Altaubin y consiguió recorrer la ciudad sin ser descubierto hasta llegar a la mezquita principal. Aunque no pudo incendiarla, como tenía previsto inicialmente, clavó sobre la puerta principal un cartel, escrito por el propio Pulgar, donde se podía leer el Ave María y a continuación la frase «Sed testigos de la toma de posesión que realizo en nombre de los reyes y del compromiso que contraigo de venir a rescatar a la Virgen María a quien dejo prisionera entre los infieles». Tras esto se dirigió a la Alcaicería y le prendió fuego, saliendo a su encuentro la guardia granadina, a la que derrotó en su propia ciudad a pesar de su aplastante inferioridad numérica. Aprovechó entonces la confusión para escapar hasta el río Genil y luego al campamento real de Santa Fe, donde la hazaña le valió la concesión de otro castillo más en su escudo y el derecho a ser enterrado en la futura catedral de Granada, que sería construida sobre la antigua mezquita.
Últimos años.
Tras la rendición de Granada en 1492 se instaló en Sevilla, donde se casó con su segunda mujer, doña Elvira Pérez del Arco, y se convirtió en historiador. Por mandato del emperador Carlos V escribió la Breve parte de las hazañas del excelente nombrado Gran Capitán, sobre las campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Nápoles. En 1524 volvió a ser llamado por Carlos V, esta vez para dirigir la guerra contra Francia en la frontera pirenaica, y accedió a pesar de tener ya 73 años.
En 1526 cedió su cargo de Regidor de Loja y el privilegio de sentarse en el coro de la Iglesia Mayor, concedidos también por los Reyes Católicos, a su hijo don Rodrigo de Sandoval. Murió el 11 de agosto de 1531 en Granada, a la edad de 80 años, siendo enterrado en la catedral.
En 1834 el escritor Francisco Martínez de la Rosa le hizo protagonista de su novela histórica Hernán Pérez del Pulgar, el de las Hazañas. En la actualidad es uno de los Hijos Ilustres de Ciudad Real y el I.E.S. Hernán Pérez del Pulgar lleva su nombre.
Seawolf
Hernán Pérez del Pulgar y García Osorio (1451-1531) fue un capitán del ejército castellano natural de Ciudad Real (España) que sobresalió durante la Guerra de Granada, ganándose el favor de la reina Isabel la Católica y cobrando gran fama en todo el reino. En vida fue conocido por el apodo Alcaide de las Hazañas o simplemente El de las Hazañas, y su lema, forjado sobre la superficie de su escudo, rezaba Quebrar y no Doblar. Conviene no confundirlo con el historiador Hernando del Pulgar, otro manchego de la misma época.
Primeros años.
Nació en Ciudad Real el 27 de julio de 1451, en una casa que todavía se conserva (previa recuperación) y acoge en la actualidad el Museo López-Villaseñor y es bautizado en la catedral, sita al otro lado de la calle. De su infancia y adolescencia se conoce poco, pero lo suficiente como para decir que desde joven fue muy diestro en el manejo de las armas. A los 17 años se enfrentó él solo en un duelo a espada con 6 hombres que se burlaban de él por ser ciudadrealeño, llamándolo chungo y culipardo, resultando dos heridos y un muerto en el enfrentamiento. Poco después participó como escudero en la guerra contra Portugal, que apoyaba a Juana la Beltraneja en su pretensión al trono castellano en lugar de Isabel la Católica.
La Guerra de Granada.
Su arrojo y valentía durante la guerra de conquista del Reino de Granada le valen los títulos de Gentilhombre y Continuo de la Casa Real en 1481. En 1482, sitiado junto al Duque de Cádiz en Alhama de Granada por las tropas musulmanas, protagoniza una arriesgada operación en la que logra eludir el cerco y llegar hasta Antequera para pedir auxilio, evitando la pérdida de Alhama, estratégicamente situada en el centro del antiguo Reino Nazarí. En 1486 los Reyes Católicos le nombran, por medio de una Real Cédula, Capitán General de Alhama.
Poco después conquista el castillo de Salar, estratégicamente situado en el camino entre Loja y Granada, con una fuerza de sólo 80 hombres. En 1679 este hecho sería recordado con la creación del Marquesado del Salar, a petición de la propia ciudad de Granada. Llamado por el propio rey Fernando el Católico, participa en la toma de Vélez-Málaga y en la Batalla de Bentomiz.
Fue nombrado emisario del trono castellano en las negociaciones de rendición de la ciudad de Málaga. Más tarde tomó Baza y dio muerte durante la conquista a Aben-Zaid, el comandante del ejército granadino. Esta última acción le valió el título de Caballero por parte del rey Fernando y la concesión de un escudo nobiliario, «El de los Pulgares», compuesto por un león coronado, en gules sobre fondo azul, el cual lleva una lanza en las garras con una bandera blanca en su punta con «Ave María» escrito en ella. Flanquean a la bestia 11 castillos como representación de los 11 alcaides granadinos derrotados hasta entonces por Pulgar y el lema «Tal debe el hombre ser como quiere parecer».
Fue un maestro de la guerra psicológica. Cuando, en 1490, se encontraba asediado por las tropas de Boabdil en Salobreña y los pozos de agua de la ciudad habían sido agotados, se negó a aceptar la orden de rendición del rey musulmán y selló esta decisión arrojando desde lo alto de las murallas el último cántaro de agua. Ganó la batalla subsiguiente y rompió el asedio granadino. Ese mismo año, acompañado de sólo 15 caballeros y su escudero Pedro, se infiltró durante la noche en la propia ciudad de Granada cerca de la torre de Bib-Altaubin y consiguió recorrer la ciudad sin ser descubierto hasta llegar a la mezquita principal. Aunque no pudo incendiarla, como tenía previsto inicialmente, clavó sobre la puerta principal un cartel, escrito por el propio Pulgar, donde se podía leer el Ave María y a continuación la frase «Sed testigos de la toma de posesión que realizo en nombre de los reyes y del compromiso que contraigo de venir a rescatar a la Virgen María a quien dejo prisionera entre los infieles». Tras esto se dirigió a la Alcaicería y le prendió fuego, saliendo a su encuentro la guardia granadina, a la que derrotó en su propia ciudad a pesar de su aplastante inferioridad numérica. Aprovechó entonces la confusión para escapar hasta el río Genil y luego al campamento real de Santa Fe, donde la hazaña le valió la concesión de otro castillo más en su escudo y el derecho a ser enterrado en la futura catedral de Granada, que sería construida sobre la antigua mezquita.
Últimos años.
Tras la rendición de Granada en 1492 se instaló en Sevilla, donde se casó con su segunda mujer, doña Elvira Pérez del Arco, y se convirtió en historiador. Por mandato del emperador Carlos V escribió la Breve parte de las hazañas del excelente nombrado Gran Capitán, sobre las campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Nápoles. En 1524 volvió a ser llamado por Carlos V, esta vez para dirigir la guerra contra Francia en la frontera pirenaica, y accedió a pesar de tener ya 73 años.
En 1526 cedió su cargo de Regidor de Loja y el privilegio de sentarse en el coro de la Iglesia Mayor, concedidos también por los Reyes Católicos, a su hijo don Rodrigo de Sandoval. Murió el 11 de agosto de 1531 en Granada, a la edad de 80 años, siendo enterrado en la catedral.
En 1834 el escritor Francisco Martínez de la Rosa le hizo protagonista de su novela histórica Hernán Pérez del Pulgar, el de las Hazañas. En la actualidad es uno de los Hijos Ilustres de Ciudad Real y el I.E.S. Hernán Pérez del Pulgar lleva su nombre.
Seawolf
Última edición por Seawolf el 06 Nov 2008 13:32, editado 1 vez en total.
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Re: Grandes olvidados de la historia de España
Exelente la reseña que ha aportado Comandante. Sería bueno, que usted o alguno de los camaradas, aportaran material sobre los otros hombres ilustres de España arriba mencionados. Algunos de ellos son nombrados por el escritor compatriota de sutedes Pérez Reverte. Aparte de los hombres ilustres de la Historia de España, el libro de este autor que más me ha gustado es La Tabla de Flandes.
Gracias por su contribución. Saludos de Kamille
Gracias por su contribución. Saludos de Kamille

Kamille Rososvky


Re: Grandes olvidados de la historia de España
Jooo.- Calma en las barricadas
Era una idea que llevaba en el coco
La he puesto ante sus expertos ojos a manera de prueba "pa ver"
El primero Alonso de Contreras
de la Wiki
Alonso de Contreras (Madrid, 6 de enero de 1582-1641), militar, corsario y escritor español, autor de unas memorias (Vida...) que escribió quizá a instancias de su amigo Félix Lope de Vega. Se trata de una de las pocas autobiografías de soldados españoles que militaron en el ejército de los Austrias, y constituye su ejemplo más destacado junto a la Historia verdadera de Bernal Díaz del Castillo.
Alonso de Guillén Contreras fue hijo de Gabriel Guillén y de Juana de Roa y Contreras, casados en el año 1567 en la Iglesia Parroquial de San Miguel, de Madrid. Tomó el apellido de su abuela materna, al alistarse en el ejército. A muy temprana edad (12 ó 13 años), tras acuchillar a un compañero de estudios, que falleció, cumplió un año de destierro en Ávila. Después comenzó a servir como criado en casa de un platero, pero su carácter rebelde lo llevó, a los 14 años, a alistarse en el Ejército de Flandes, hacia donde partió el 7 de septiembre de 1597.
Pronto abandonó su unidad para dirigirse a Palermo y embarcarse en las galeras de Pedro de Toledo, que luchaban contra los turcos y los piratas berberiscos. Desde la base de Malta, las naves cristianas se dedicaban a hostigar las poblaciones árabes del Norte de África y el mar Egeo, y a asaltar los barcos. Unas veces actuaban con independencia y otras se agrupaban para misiones de mayor calado. Allí aprendió Contreras el arte de la navegación.
En 1601 recibió el mando de una fragata y se le encomendó vigilar las islas griegas y espiar las actividades de los turcos, cuya lengua llegó a dominar. Alternó estas actividades con el ejercicio del corso.
Durante una estancia en España, en la que intentó sin éxito hacer carrera en la Corte, se retiró al Moncayo como ermitaño, pero le fueron a sacar de allí acusado de estar en connivencia con los moriscos y fue juzgado por ello (se le acusaba de ser el jefe o rey secreto de una conspiración). Aunque salió absuelto, estuvo perseguido hasta que de nuevo partió para Flandes, en donde sirvió como oficial. Más tarde consiguió licencia para volver al Mediterráneo, con una recomendación para el Maestre de la Orden de Malta. En 1611 recibió de nuevo el mando de un navío e ingresó en la Orden como novicio.
Se casó en Italia y, engañado por su mujer, la asesinó junto a su amante. De carácter pendenciero, se vio envuelto en varios lances que le llevaron en más de una ocasión a ser detenido. Alcanzó el grado de capitán de infantería, participó en una expedición a las Indias Occidentales y volvió a ejercer de corsario en aguas de Puerto Rico contra sir Walter Raleigh, al que menciona como Guatarral. En 1616 regresó a España para volver a las actividades marítimas en busca y captura de piratas berberiscos, lo que desempeñó con éxito y le valió que los turcos pusieran precio a su cabeza. Durante un tiempo, actuó como gobernador de la ciudad de El Águila (L'Aquila), al noreste de Roma, con la encomienda de poner orden en ella, ya que se trataba de una población aislada y rebelde. Contreras cumplió con dureza su cometido. También asistió a una erupción del Vesubio y salvó a un convento de monjas del desastre. En 1630 se retiró del servicio y recibió el título de Caballero Comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén o de Malta. Tal vez a instancias de Lope de Vega, caballero de la misma orden nobiliaria, quien le dedicó una comedia y le tuvo como huésped en su casa, redactó sus memorias, que no fueron publicadas hasta 1900.
Extracto tomado de Wikipedia
XLsemanal nº 1052
Y créanme, bajo esa palabra de honor a la que, por lo visto, ya nadie acude en nuestra España bajuna y embustera: al mencionar aquí la Vida de este capitán Alonso de Contreras, el favor no se lo hago a quien lo edita, sino a quienes gracias a él podrán leerlo. No por mi prólogo, claro, que resulta perfectamente prescindible, sino por el ensayo de Ortega y, sobre todo, por el texto extraordinario de las memorias del veterano soldado español del siglo XVII: no hay novela de aventuras comparable a esa vida narrada con estremecedora naturalidad, sin asomo de pretensión literaria. Una vida profesional pasada sobre las armas, que constituye, puesta por escrito, un documento único sobre aquel espacio ambiguo e impreciso que fue el Mediterráneo de su tiempo: frontera móvil de aventura, horror y prosperidad, patio trasero de Oriente y Occidente donde se conocía todo el mundo, recinto interior de potencias ribereñas que allí ajustaron cuentas mezclando carne, acero, sangres y lenguas, renegando, negociando y combatiendo entre sí con la tenacidad memoriosa, mestiza y cruel de las viejas razas.
Extracto de:
Patente de corso
de Arturo Perez Reverte
Saludos camaradas

Era una idea que llevaba en el coco

La he puesto ante sus expertos ojos a manera de prueba "pa ver"

Exacto camarada kamille no hay nada que escape a su atenta mirada. De ahi han salido bastantes nombres pues es un escritor que me gusta.Kamille Rososvky escribió:Exelente la reseña que ha aportado Comandante. Sería bueno, que usted o alguno de los camaradas, aportaran material sobre los otros hombres ilustres de España arriba mencionados. Algunos de ellos son nombrados por el escritor compatriota de sutedes Pérez Reverte. Aparte de los hombres ilustres de la Historia de España, el libro de este autor que más me ha gustado es La Tabla de Flandes.
Gracias por su contribución. Saludos de Kamille
Vaaaale, buenooooo, de acuerdo tenis razontragamar escribió:la vecina del quinto.........![]()
Cpt_Morgan escribió:dale un poco de contenido a este post, hombre... que promete....
de Blas de Lezo ya hay reseña, y de Bernardo Galvez tambien, pero de los demas, creo que no...
asi que si pusieras algo de sus vidas... harias un pedazo de post de los interesantes...![]()
gracias ender
pon algo mas de ellos, sino, seguiran olvidados.

El primero Alonso de Contreras
de la Wiki
Alonso de Contreras (Madrid, 6 de enero de 1582-1641), militar, corsario y escritor español, autor de unas memorias (Vida...) que escribió quizá a instancias de su amigo Félix Lope de Vega. Se trata de una de las pocas autobiografías de soldados españoles que militaron en el ejército de los Austrias, y constituye su ejemplo más destacado junto a la Historia verdadera de Bernal Díaz del Castillo.
Alonso de Guillén Contreras fue hijo de Gabriel Guillén y de Juana de Roa y Contreras, casados en el año 1567 en la Iglesia Parroquial de San Miguel, de Madrid. Tomó el apellido de su abuela materna, al alistarse en el ejército. A muy temprana edad (12 ó 13 años), tras acuchillar a un compañero de estudios, que falleció, cumplió un año de destierro en Ávila. Después comenzó a servir como criado en casa de un platero, pero su carácter rebelde lo llevó, a los 14 años, a alistarse en el Ejército de Flandes, hacia donde partió el 7 de septiembre de 1597.
Pronto abandonó su unidad para dirigirse a Palermo y embarcarse en las galeras de Pedro de Toledo, que luchaban contra los turcos y los piratas berberiscos. Desde la base de Malta, las naves cristianas se dedicaban a hostigar las poblaciones árabes del Norte de África y el mar Egeo, y a asaltar los barcos. Unas veces actuaban con independencia y otras se agrupaban para misiones de mayor calado. Allí aprendió Contreras el arte de la navegación.
En 1601 recibió el mando de una fragata y se le encomendó vigilar las islas griegas y espiar las actividades de los turcos, cuya lengua llegó a dominar. Alternó estas actividades con el ejercicio del corso.
Durante una estancia en España, en la que intentó sin éxito hacer carrera en la Corte, se retiró al Moncayo como ermitaño, pero le fueron a sacar de allí acusado de estar en connivencia con los moriscos y fue juzgado por ello (se le acusaba de ser el jefe o rey secreto de una conspiración). Aunque salió absuelto, estuvo perseguido hasta que de nuevo partió para Flandes, en donde sirvió como oficial. Más tarde consiguió licencia para volver al Mediterráneo, con una recomendación para el Maestre de la Orden de Malta. En 1611 recibió de nuevo el mando de un navío e ingresó en la Orden como novicio.
Se casó en Italia y, engañado por su mujer, la asesinó junto a su amante. De carácter pendenciero, se vio envuelto en varios lances que le llevaron en más de una ocasión a ser detenido. Alcanzó el grado de capitán de infantería, participó en una expedición a las Indias Occidentales y volvió a ejercer de corsario en aguas de Puerto Rico contra sir Walter Raleigh, al que menciona como Guatarral. En 1616 regresó a España para volver a las actividades marítimas en busca y captura de piratas berberiscos, lo que desempeñó con éxito y le valió que los turcos pusieran precio a su cabeza. Durante un tiempo, actuó como gobernador de la ciudad de El Águila (L'Aquila), al noreste de Roma, con la encomienda de poner orden en ella, ya que se trataba de una población aislada y rebelde. Contreras cumplió con dureza su cometido. También asistió a una erupción del Vesubio y salvó a un convento de monjas del desastre. En 1630 se retiró del servicio y recibió el título de Caballero Comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén o de Malta. Tal vez a instancias de Lope de Vega, caballero de la misma orden nobiliaria, quien le dedicó una comedia y le tuvo como huésped en su casa, redactó sus memorias, que no fueron publicadas hasta 1900.
Extracto tomado de Wikipedia
XLsemanal nº 1052
Y créanme, bajo esa palabra de honor a la que, por lo visto, ya nadie acude en nuestra España bajuna y embustera: al mencionar aquí la Vida de este capitán Alonso de Contreras, el favor no se lo hago a quien lo edita, sino a quienes gracias a él podrán leerlo. No por mi prólogo, claro, que resulta perfectamente prescindible, sino por el ensayo de Ortega y, sobre todo, por el texto extraordinario de las memorias del veterano soldado español del siglo XVII: no hay novela de aventuras comparable a esa vida narrada con estremecedora naturalidad, sin asomo de pretensión literaria. Una vida profesional pasada sobre las armas, que constituye, puesta por escrito, un documento único sobre aquel espacio ambiguo e impreciso que fue el Mediterráneo de su tiempo: frontera móvil de aventura, horror y prosperidad, patio trasero de Oriente y Occidente donde se conocía todo el mundo, recinto interior de potencias ribereñas que allí ajustaron cuentas mezclando carne, acero, sangres y lenguas, renegando, negociando y combatiendo entre sí con la tenacidad memoriosa, mestiza y cruel de las viejas razas.
Extracto de:
Patente de corso
de Arturo Perez Reverte
Saludos camaradas
Re: Grandes olvidados de la historia de España
Vuelvo a retomar el hilo que deje a medias por problemas tecnicos
Aqui un heroe actual que en cuatro meses ha quedado en el olvido
http://www.elpais.com/articulo/espana/V ... ac_19/Tes/
En procimos dias seguire con los historicos de la historieta historiada española
Saludos

Aqui un heroe actual que en cuatro meses ha quedado en el olvido
http://www.elpais.com/articulo/espana/V ... ac_19/Tes/
En procimos dias seguire con los historicos de la historieta historiada española

Saludos
Re: Grandes olvidados de la historia de España
Una muy buena de piratas berberiscos, y … de frailes.
El barco era pequeño y franchute, llevaba rumbo a Villafranca de Nizo, y a bordo, además de los tres frailes españoles –Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis–, iban el patrón, cuatro marineros y cinco pasajeros. A pocas millas de la costa se les echó encima un bergantín turco –en aquel tiempo se llamaba así a todo corsario musulmán, berberiscos incluidos– haciendo señales de que amainasen vela. El patrón se dispuso a obedecer, argumentando que, siendo francés el barco, podrían negociar con los corsarios y seguir viaje a salvo. Pero los tres frailes, súbditos del rey de España, no veían las cosas con tanto optimismo. Ustedes se escapan de rositas, protestaron, pero nosotros vamos a pagar el pato. Por religiosos y por españoles, pasaremos el resto de nuestras vidas apaleando sardinas al remo de una galera, o cautivos en Argel o Turquía. Así que, de perdidos al río, resolvieron cenar con Cristo antes que en Constantinopla. Que el diálogo de civilizaciones, apuntaron, lo dialogue la madre que los parió. De manera que se remangaron las sotanas, se armaron como pudieron con cuatro chuzos, tres escopetas y tres espadas sin guarnición que había a bordo, y amotinándose contra los tripulantes del barco, los metieron con los cinco pasajeros encerrados bajo cubierta. Después pusieron trapos en torno a las espigas de las espadas para que sirvieran de empuñaduras, y se hicieron una especie de rodelas amarradas al brazo izquierdo con almohadas y cuerdas. Luego se arrodillaron en cubierta y rezaron cuanto sabían. Salve, regina, mater misericordiae. Etcétera.
Ahora, háganme el favor y consideren despacio la escena, que tiene su puntito. Imaginen ese bergantín corsario de doce bancos que se acerca por barlovento. Imaginen a esos feroces turcos, o berberiscos, o lo que fueran –veintisiete, según detalla la relación–, amontonados en la proa y en la regala, blandiendo alfanjes y relamiéndose con la perspectiva, en plan tripulación del capitán Garfio. Imaginen la sonora rechifla del personal cuando se percata de que en la cubierta de la presa no hay más que tres frailes arrodillados y dándose golpes de pecho. Y en ésas, cuando los dos barcos están abarloados y los turcos se disponen a saltar al abordaje, los tres frailes –los supongo jóvenes, o cuajados y correosos, duros, muy de su tiempo– se levantan, largan una escopetada a quemarropa que pone a tres malos mirando a Triana, y luego, gritando como locos Santiago y cierra España, Jesucristo y María Santísima, o sea, llamando en su auxilio al santoral completo y al copón de Bullas, tras embrazar las almohadas como rodelas, se meten en la nave corsaria a mandoble limpio, acuchillando como fieras, dejando a los turcos con la boca abierta, perdón, oiga, vamos a ver, aquí hay un error, los que teníamos que abordar éramos nosotros. Con la cara del Coyote tras caerle encima la caja de caudales que tenía preparada para aplastar al Correcaminos. Y así, en ese plan, dejando la mansedumbre cristiana para días más adecuados, los frailes escabechan en tres minutos a doce malos, que se dice pronto, y otros cinco se tiran al agua, chof, chof, chof, chof, chof, y el resto, con varios heridos, pide cuartel y se rinde después de que fray Miguel Ramasa le atraviese el pecho con un chuzo al arráez corsario, «juntándose los dos tanto, que le alcançó el turco a morder en una mano, y acudiendo fray Andrés Coria le acabó de matar». Con dos cojones.
Ocurrió el 21 de octubre de 1634, día de santa Úrsula y de las Once Mil –una más, una menos– Vírgenes. Y qué quieren que les diga. Me encantan esos tres frailes.
Arturo Pérez Reverte
El enlace:
http://www.capitan-alatriste.com/module ... opic&t=824
El barco era pequeño y franchute, llevaba rumbo a Villafranca de Nizo, y a bordo, además de los tres frailes españoles –Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis–, iban el patrón, cuatro marineros y cinco pasajeros. A pocas millas de la costa se les echó encima un bergantín turco –en aquel tiempo se llamaba así a todo corsario musulmán, berberiscos incluidos– haciendo señales de que amainasen vela. El patrón se dispuso a obedecer, argumentando que, siendo francés el barco, podrían negociar con los corsarios y seguir viaje a salvo. Pero los tres frailes, súbditos del rey de España, no veían las cosas con tanto optimismo. Ustedes se escapan de rositas, protestaron, pero nosotros vamos a pagar el pato. Por religiosos y por españoles, pasaremos el resto de nuestras vidas apaleando sardinas al remo de una galera, o cautivos en Argel o Turquía. Así que, de perdidos al río, resolvieron cenar con Cristo antes que en Constantinopla. Que el diálogo de civilizaciones, apuntaron, lo dialogue la madre que los parió. De manera que se remangaron las sotanas, se armaron como pudieron con cuatro chuzos, tres escopetas y tres espadas sin guarnición que había a bordo, y amotinándose contra los tripulantes del barco, los metieron con los cinco pasajeros encerrados bajo cubierta. Después pusieron trapos en torno a las espigas de las espadas para que sirvieran de empuñaduras, y se hicieron una especie de rodelas amarradas al brazo izquierdo con almohadas y cuerdas. Luego se arrodillaron en cubierta y rezaron cuanto sabían. Salve, regina, mater misericordiae. Etcétera.
Ahora, háganme el favor y consideren despacio la escena, que tiene su puntito. Imaginen ese bergantín corsario de doce bancos que se acerca por barlovento. Imaginen a esos feroces turcos, o berberiscos, o lo que fueran –veintisiete, según detalla la relación–, amontonados en la proa y en la regala, blandiendo alfanjes y relamiéndose con la perspectiva, en plan tripulación del capitán Garfio. Imaginen la sonora rechifla del personal cuando se percata de que en la cubierta de la presa no hay más que tres frailes arrodillados y dándose golpes de pecho. Y en ésas, cuando los dos barcos están abarloados y los turcos se disponen a saltar al abordaje, los tres frailes –los supongo jóvenes, o cuajados y correosos, duros, muy de su tiempo– se levantan, largan una escopetada a quemarropa que pone a tres malos mirando a Triana, y luego, gritando como locos Santiago y cierra España, Jesucristo y María Santísima, o sea, llamando en su auxilio al santoral completo y al copón de Bullas, tras embrazar las almohadas como rodelas, se meten en la nave corsaria a mandoble limpio, acuchillando como fieras, dejando a los turcos con la boca abierta, perdón, oiga, vamos a ver, aquí hay un error, los que teníamos que abordar éramos nosotros. Con la cara del Coyote tras caerle encima la caja de caudales que tenía preparada para aplastar al Correcaminos. Y así, en ese plan, dejando la mansedumbre cristiana para días más adecuados, los frailes escabechan en tres minutos a doce malos, que se dice pronto, y otros cinco se tiran al agua, chof, chof, chof, chof, chof, y el resto, con varios heridos, pide cuartel y se rinde después de que fray Miguel Ramasa le atraviese el pecho con un chuzo al arráez corsario, «juntándose los dos tanto, que le alcançó el turco a morder en una mano, y acudiendo fray Andrés Coria le acabó de matar». Con dos cojones.
Ocurrió el 21 de octubre de 1634, día de santa Úrsula y de las Once Mil –una más, una menos– Vírgenes. Y qué quieren que les diga. Me encantan esos tres frailes.
Arturo Pérez Reverte
El enlace:
http://www.capitan-alatriste.com/module ... opic&t=824
Re: Grandes olvidados de la historia de España
Pedro Paez Jaramillo
Descubridor de las fuentes del Nilo Azul, jesuita para mas señas y las descubrio ciento y pico años antes que el Lord ese que se apropia de todo lo que ve.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_P%C3%A1ez
Si hubiese sido americano o de cualquier pais que no fuera este hasta coches con su nombre habrian
Saludos

Descubridor de las fuentes del Nilo Azul, jesuita para mas señas y las descubrio ciento y pico años antes que el Lord ese que se apropia de todo lo que ve.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_P%C3%A1ez
Si hubiese sido americano o de cualquier pais que no fuera este hasta coches con su nombre habrian

Saludos
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Re: Grandes olvidados de la historia de España
¡Genial Comdante Ender! Ustedes cuuando se entusiasman con algo, ¡da gusto leerlo!.
Ya mandé un Mail por si me escapo esta semana también de ir a la "muy Fiel Plaza Fuerte de San Felipe y Santiago de Montevideo" que como buenos españoles fue defendido el mejor puerto del Río de la Plata, o Mar Dulce o Río Grande como Mar, cuando las INVASIONES INGLESAS, a Montevideo y Buenos Aires. La lucha fue sangrienta, ly no como se lee en Wikipedia, a mis ojos, p están muy poco informados de los eventos históricos de estos lares o suvizando las relaciones con los britischsss... con los cuales aun tengo deudas pendientes...(Ya sugerí una vez entablar juicio a la muy ·graciosa majestad). Estos señores vivieron a costas de los vecinos de San Felipe y Santiago de Montevideo, siete meses, que debieron ser bien largos.. ¡hasta editaron u pasquín llamado "La estrella del Sur"! que merece un capítulo aparte.
Los británicos, como siempre se retiraron a las islas Malvinas (Falkaln del sur) y esperaron refuerzos al ser repelidos por Buenos Aires y Montevideo.. para atacar por Maldonado, (mirando un mapa de Uruguay,) y luego por tierra y por mar, bombardeando el Cubo Sur de la Ciudadela, abriendo una brecha.
Creo que puedo encontrar algo en Intenet, por el sitio más que nada, sino tengo una enciclopedia de 26 tomos. Algo encontraré.
Saludos a todos los Comandantes Kamille
Ya mandé un Mail por si me escapo esta semana también de ir a la "muy Fiel Plaza Fuerte de San Felipe y Santiago de Montevideo" que como buenos españoles fue defendido el mejor puerto del Río de la Plata, o Mar Dulce o Río Grande como Mar, cuando las INVASIONES INGLESAS, a Montevideo y Buenos Aires. La lucha fue sangrienta, ly no como se lee en Wikipedia, a mis ojos, p están muy poco informados de los eventos históricos de estos lares o suvizando las relaciones con los britischsss... con los cuales aun tengo deudas pendientes...(Ya sugerí una vez entablar juicio a la muy ·graciosa majestad). Estos señores vivieron a costas de los vecinos de San Felipe y Santiago de Montevideo, siete meses, que debieron ser bien largos.. ¡hasta editaron u pasquín llamado "La estrella del Sur"! que merece un capítulo aparte.
Los británicos, como siempre se retiraron a las islas Malvinas (Falkaln del sur) y esperaron refuerzos al ser repelidos por Buenos Aires y Montevideo.. para atacar por Maldonado, (mirando un mapa de Uruguay,) y luego por tierra y por mar, bombardeando el Cubo Sur de la Ciudadela, abriendo una brecha.
Creo que puedo encontrar algo en Intenet, por el sitio más que nada, sino tengo una enciclopedia de 26 tomos. Algo encontraré.
Saludos a todos los Comandantes Kamille

Kamille Rososvky


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Re: Grandes olvidados de la historia de España
¿Sabeis la mejor manera de encontrar algo de Perez del Pulgar?
Buscando en el INDICE.
Si es que lo poneis a huevo.
Buscando en el INDICE.






Si es que lo poneis a huevo.
"Ninguna gilipollez es respetable. Lo unico respetable es el derecho de cada cual a expresar cualquier gilipollez. Tan respetable como, acto seguido, el derecho de los otros a llamarlo gilipollas."
Arturo Pérez-Reverte.
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Re: Grandes olvidados de la historia de España
!Vaya! ! Estás chistoso hoy.! Seguro que si no lo dices no nos dábamos cuenta del detalle.
Podrías buscar algo con tu nuevo ordenador VISTA, quien te dice que no encuentres algo en PDF ¿Humm?
De todas formas leyendo mi primer párrafo, !El buen humor es bueno y contagioso!
Saludos de Kamille
hola Kamikaze
Podrías buscar algo con tu nuevo ordenador VISTA, quien te dice que no encuentres algo en PDF ¿Humm?
De todas formas leyendo mi primer párrafo, !El buen humor es bueno y contagioso!

hola Kamikaze
Kamille Rososvky


Re: Grandes olvidados de la historia de España
Kamikaze Joe escribió:¿Sabeis la mejor manera de encontrar algo de Perez del Pulgar?
Buscando en el INDICE.




Pos mas que busco solo encuentro uñas, la del pulgar un poco mas grande...

saludos
Re: Grandes olvidados de la historia de España
Estimada Kamille te dejo esta direccion donde encontraras una breve descripcion de la arquitectura de la La muy fiel y reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de
Montevideo y una bibliografia para deleitarse un rato.
http://cumincades.scix.net/data/works/a ... ontent.pdf
Una historia de la hermosa montevideo, aun mas hermosa por cuanto eramos entonces todos de la misma tierra, (esa en la que no se ponia el sol)
Rio de la Plata, Juan Díaz de Solís tambien con tres carabelas empezo la colonizacion de esa zona y de argentina, (un individuo poco recomendable, pero de todo hay en la viña del señor), pero salio bien porque en esta historia los rioplaterenses (creo que se dice asi) les dieron a los britischsss... pal pelo mas de una vez.
http://www.argentina-rree.com/2/2-007.htm
saludos kamille
Montevideo y una bibliografia para deleitarse un rato.
http://cumincades.scix.net/data/works/a ... ontent.pdf
Una historia de la hermosa montevideo, aun mas hermosa por cuanto eramos entonces todos de la misma tierra, (esa en la que no se ponia el sol)
Rio de la Plata, Juan Díaz de Solís tambien con tres carabelas empezo la colonizacion de esa zona y de argentina, (un individuo poco recomendable, pero de todo hay en la viña del señor), pero salio bien porque en esta historia los rioplaterenses (creo que se dice asi) les dieron a los britischsss... pal pelo mas de una vez.
http://www.argentina-rree.com/2/2-007.htm
saludos kamille