"Oye Patxi ¿Dónde está Gorka pues?"
"Ah, pero ¿no lo sabes? Está en cama con gonorrea".
"Sí señor con dos cojones pues, y además vasca, como tiene que ser...
De Vascos
Moderador: MODERACION
De Vascos
Dos vascorros:
"Oye Patxi ¿Dónde está Gorka pues?"
"Ah, pero ¿no lo sabes? Está en cama con gonorrea".
"Sí señor con dos cojones pues, y además vasca, como tiene que ser...
"Oye Patxi ¿Dónde está Gorka pues?"
"Ah, pero ¿no lo sabes? Está en cama con gonorrea".
"Sí señor con dos cojones pues, y además vasca, como tiene que ser...
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."
Re: De Vascos
Ese butanero castizo que, todo sudoroso tras subir 6 pisos por la escalera con la bombona a cuestas, llama al timbre del sexto piso y sale una señora de muy buen ver:
"Buenos días señora, su butano... ¡Que está usted muy buena coooño!
"Caray caballero, que no tiene usted pelos en la lengua ¿no?
"SERÁ PORQUE USTED NO QUIERE..."
"Buenos días señora, su butano... ¡Que está usted muy buena coooño!
"Caray caballero, que no tiene usted pelos en la lengua ¿no?
"SERÁ PORQUE USTED NO QUIERE..."
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."
Re: De Vascos
Un buen día, el párroco de un pueblo se encontró indispuesto con unos fortísimos dolores abdominales. Dado el grave estado en el que se encontraba, le trasladaron a la residencia, donde fue intervenido con urgencia.
Mientras el cura se encontraba dormido por los efectos de la anestesia, en la habitación de al lado una joven madre soltera daba a luz un precioso retoño. Desgraciadamente, la joven madre murió y el equipo medico se planteo qué hacer con el niño.
Uno de los médicos, tras mucho cavilar, dijo:
-"Mirad, vamos a adjudicárselo al cura, al fin y al cabo, el hombre le dará una buena educación".
Dicho y hecho, al despertar el párroco se encontró con el bebe en su regazo, asustado preguntó:
-"¿Pero esto que es?".
El medico se acercó y le dijo:
-"Mire, este es el origen de sus dolores de barriga...".
-"Pero, si esto es imposible" dijo el cura.
El médico le respondió:
-"No, hombre, con lo que han evolucionado los tiempos, ahora los hombres se pueden quedar embarazados...".
El cura se quedo pensativo decidiendo que hacer con el niño. Y pensó:
-"Bueno, cuando vuelva al pueblo, diré que es hijo de una hermana mía que ha fallecido y yo me haré cargo de educarlo".
El párroco volvió así al pueblo y contó su historia. No sin algún recelo, los habitantes del pueblo se acostumbraron a ver a partir de aquel día al nuevo vecino que fue bautizado con el nombre de Juan.
Pasaron los años y el cura se hizo muy mayor. Cuando Juan contaba 25 años, el cura enfermo y, en su lecho de muerte, dijo:
-"¡Que venga Juan! !Que venga Juan!".
El joven corrió al lado del cura:
-"¿Que quiere tío?",
El cura, haciendo acopio de valor le dijo:
-"Mira Juan, tengo un gran secreto que contarte, y antes de morir debo decírtelo...".
Juan interrumpió al párroco y le dijo:
-"Tranquilo tío, no hace falta, desde hace años ya me he imaginado que en realidad es usted mi padre".
Y armándose de valor el cura le dice:
-"¡NO!..... Yo soy tu madre...., ¡Tu padre es el Arzobispo de Cuenca!.
Mientras el cura se encontraba dormido por los efectos de la anestesia, en la habitación de al lado una joven madre soltera daba a luz un precioso retoño. Desgraciadamente, la joven madre murió y el equipo medico se planteo qué hacer con el niño.
Uno de los médicos, tras mucho cavilar, dijo:
-"Mirad, vamos a adjudicárselo al cura, al fin y al cabo, el hombre le dará una buena educación".
Dicho y hecho, al despertar el párroco se encontró con el bebe en su regazo, asustado preguntó:
-"¿Pero esto que es?".
El medico se acercó y le dijo:
-"Mire, este es el origen de sus dolores de barriga...".
-"Pero, si esto es imposible" dijo el cura.
El médico le respondió:
-"No, hombre, con lo que han evolucionado los tiempos, ahora los hombres se pueden quedar embarazados...".
El cura se quedo pensativo decidiendo que hacer con el niño. Y pensó:
-"Bueno, cuando vuelva al pueblo, diré que es hijo de una hermana mía que ha fallecido y yo me haré cargo de educarlo".
El párroco volvió así al pueblo y contó su historia. No sin algún recelo, los habitantes del pueblo se acostumbraron a ver a partir de aquel día al nuevo vecino que fue bautizado con el nombre de Juan.
Pasaron los años y el cura se hizo muy mayor. Cuando Juan contaba 25 años, el cura enfermo y, en su lecho de muerte, dijo:
-"¡Que venga Juan! !Que venga Juan!".
El joven corrió al lado del cura:
-"¿Que quiere tío?",
El cura, haciendo acopio de valor le dijo:
-"Mira Juan, tengo un gran secreto que contarte, y antes de morir debo decírtelo...".
Juan interrumpió al párroco y le dijo:
-"Tranquilo tío, no hace falta, desde hace años ya me he imaginado que en realidad es usted mi padre".
Y armándose de valor el cura le dice:
-"¡NO!..... Yo soy tu madre...., ¡Tu padre es el Arzobispo de Cuenca!.
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."
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Mix-martes86
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Karl_Johan
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Re: De Vascos
Walther escribió:Dos vascorros:
"Oye Patxi ¿Dónde está Gorka pues?"
"Ah, pero ¿no lo sabes? Está en cama con gonorrea".
"Sí señor con dos cojones pues, y además vasca, como tiene que ser...
Marchando una de estereotipos Vascos y Andaluces:
Concurso de Aizkolaris (Cortadores de troncos a base de hacha y fuerza bruta, para los camaradas de allende los mares).
En la mesa de inscripción, aparece un sevillano canijo... Tan canijo que la medalla de la Esperanza de Triana que llevaba puesta era 10 cm. más ancha que el pecho del tipo:
- Buenas, que vengo a inzcrivirme al concurzo ezte.
- Ahiva pues, disculpe, que hay que consultarlo.
- Andalaostia, Patxi, que el canijo este quiere cortar troncos, tú.
- ¿Y qué hacemos con él, Joseba?
- Oyes, patxi, pues yo creo que lo mejor es dejarlo, ¿no?
- Sí, hombre, que si no luego andan diciendo que si somos tal o somos cual... Que se apunte.
En fin, que dejan que el sevillano se inscriba, comienza el concurso, y el tipo en cuestión va pasando fase tras fase eliminatoria sin problemas, y se planta en la final.
En la final, el adversario no es que sea más grande que el sevillano, sino que la pierna del local es como tres veces el torso del sevillano. Se ponen a cortar, y cuando acaba el tronco, el sevillano ha ganado con 30 troncos de ventaja.
Las caras de sorpresa del personal son considerables, hasta que uno de ellos sale del shock y le pregunta.
- Disculpe la pregunta, pero... ¿Donde ostias aprendió usted a cortar troncos de esa manera tan exagerada?
El sevillano, con rictus serio donde los haya contesta:
- En el Sahara.
- ¿En el Sahara? ¡¡¡Pero si en el Sahara no hay árboles!!!
Contesta el sevillano:
- Ahora ya no.
Un abrazo.
¡Larga vida a la 24! 
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Mix-martes86
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