Un articulo muy interesante de casi casi obligada lectura.
La mentira de la astrología
por Marcelo Dos Santos (
http://www.mcds.com.ar)
Todos leemos los horóscopos pero todos sabemos que son mentiras... ¿o no? ¿Existirá gente que se los toma en serio? Y, la pregunta más importante de todas: ¿serán verdad? ¿Tiene algún asidero toda la palabrería astrológica? ¿Algún asidero científico? Conociéndome como me conocen todos los lectores, ya se imaginarán a quién recurrí para la dilucidación de estos abtrusos asuntos...
Phil Plait es el responsable de Bad Astronomy, un sitio web que ya hemos visitado y que nos dio como resultado el Zapping acerca de El Hombre en la Luna y su segunda parte. Como no podía ser de otra manera, el bueno de Phil (astrónomo profesional, no vaya a creer), tiene un par de cosas para decir acerca de cartas natales, horóscopos y otras yerbas.
Phil, el Mal Astrónomo
En la parte del sitio que se ocupa del tema pasa algo absurdo y gracioso: Phil, que dedica su carrera a desenmascarar a los falsarios, ladrones y tramposos, se ve obligado a hacer este comentario: "Antes de comenzar, una nota: esta página es un intento de demostrar que la astrología no tiene ninguna base real. Irónicamente, las publicidades de Google a la derecha de esta página invariablemente anunciarán sitios comerciales de astrología, porque Google busca palabras clave en el sitio y le asigna las publicidades ´apropiadas´. Es imposible que yo pueda filtrar la ingente cantidad de publicidades de astrología, por lo que queda usted autorizado a darse una vuelta por allí y burlarse un poco".
El doctor Plait esquivó cuidadosamente el tema de la astrología por mucho tiempo: el motivo fue que simplemente hay tantas ideas ridículas asociadas con el tema, que no sabía por donde empezar. "La cuestión era una disyuntiva: o no meterse, o cortar hasta el fondo", dice el científico. Hoy, parece, ha llegado el momento de zambullirse. Dada la gran extensión de este Zapping, se dividirá en dos partes.
Dice Plait: "Es tiempo de abordar el espinoso tópico de la astrología. ¿Por qué justo ahora? Bueno, por un lado, ya había esperado demasiado. Realmente parece un error seguir evitando hablar de la peor forma de astronomía que existe. Por otra parte, escribí un artículo sobre el tema para la revista Night Sky. Mi editor y yo discutimos cómo hacerlo, y quiso que me concentrara en la astrología zodiacal (el tipo de astrología que usted lee en los diarios, por ejemplo). Estuve de acuerdo en que sería bueno para un artículo en una revista, pero que no profundizaba todo lo que yo quería en la astrología en general".
Por lo tanto, el sitio de Phil parecía ser el lugar ideal. "Esta página es el antídoto", afirma Plait. "La astrología está equivocada, y yo apunto a mostrarle por qué".
Luego de este breve comentario, titulado Introducción, pasa directamente a la Conclusión: "La astrología está equivocada", repite. "Quería poner esto al principio, sólo para que quede claro, y para asegurarme de que usted está prestando atención. Igual, lo repetiré más tarde".
Como todos sabemos, el postulado básico de la astrología es bastante difícil de determinar, porque hay muchas ramas y vertientes en esta seudociencia, y casi siempre sus doctrinas son contrapuestas y contradictorias. Plait dice: "Astrología zodiacal, védica, arquetípica, natal, horaria... La cantidad de tipos de astrología supera la de estrellas en el cielo. Y además se contradicen: algunas dicen que lo importante es el momento del nacimiento, otras que es el mes, etc. Sin embargo, todas operan bajo una amplia teoría: que hay una cierta clase de fuerza de los cielos que nos influye aquí en la Tierra".
Usted está leyendo un Zapping tutelado por el signo de Aries
Esta afirmación de los astrólogos es muy interesante para quienes disponemos de un cerebro que tiende a pensar científicamente. ¿Cuál puede ser esa fuerza que opera a tanta distancia? A vuelo de pájaro se me ocurren algunas: gravedad, magnetismo, campo eléctrico... Plait expresa que muchos astrólogos dicen que se trata de una fuerza que no puede ser medida. En el mundo real, es bastante difícil imaginar que una fuerza que es lo suficientemente débil para no admitir medición instrumental pueda producir cualquier efecto sobre cualquier cosa. Y máxime si su origen se encuentra a cientos de millones de kilómetros de donde efectúa su acción.
Nuestro astrónomo lo pone en negro sobre blanco, y esta frase no admite absolutamente ninguna discusión: "Si esta fuerza opera un efecto real, entonces puede ser medida" . Es cierto: esos efectos pueden no ser mensurables individualmente sino tan sólo evidenciarse como normas generales, del mismo modo que las leyes de los gases (o de la psicohistoria asimoviana) no predicen el comportamiento de un átomo o individuo pero sí el de un gran grupo de ellos. Pero, independientemente de la generalidad o individualidad del efecto, tiene que poder probarse y medirse. Phil aúlla: "Primero, veamos si los efectos producidos por planetas y estrellas en verdad existen tal como dicen los astrólogos. Luego, después de que demostremos que no sólo no existe ningún efecto sino que tampoco PUEDE existir ningún efecto, daremos una mirada a las afirmaciones de que esas fuerzas no se pueden medir. Les daré una pista: son mentiras. Por último, hablaré un poco del verdadero efecto de la astrología, el cual es erosionar la capacidad de la gente para pensar con claridad".
Y volvemos entonces a la cuestión de los orígenes. Si la fuerza en cuestión existiera, ¿qué tipo de fuerza sería? "No tenemos muchas opciones", reflexiona Phil. "Los planetas son grandes bolas de hielo, piedra, metales y otras cosas semejantes. Su capacidad para afectarnos es débil porque se encuentran bastante lejos de nosotros. Hasta donde la ciencia sabe, en el Universo existen sólo cuatro fuerzas fundamentales: gravedad, electromagnetismo, fuerza nuclear fuerte y fuerza débil. Las dos últimas sólo funcionan dentro de los núcleos de los átomos y en las partículas subatómicas. ¡Es difícil imaginar cómo podrían afectar a algo en el nivel macroscópico, si una cosa como la fuerza fuerte se debilita tan rápidamente con la distancia que desaparece si nos alejamos a un par de milmillonésimas de metro de su fuente!".
Lo cual nos deja con la gravedad y el electromagnetismo. Sabemos bastantes cosas sobre la primera de ellas, y no la estamos estudiando desde ayer: la conocemos perfectamente desde hace 318 años. La forma en la que opera la gravedad a escalas macro depende de la masa del objeto y la distancia a la que se encuentra. Como es obvio, la gravedad es más fuerte cuanto mayor sea el objeto y cuanto más cerca se encuentre. Pero hay una cuestión importante, que el "Mal Astrónomo" (como se autodenomina Phil) pasa a explicar sin más trámite: "Júpiter tiene 25000 veces más masa que la Luna. ¡Es mucho! Pero también está 1500 veces más lejos de la Luna. ¿Cuál de estas cifras gana en el juego de la gravedad? En este caso, y por mucha diferencia, la distancia. En el mejor de los casos, la gravedad de cualquier planeta es, medida en la Tierra, sólo una minúscula fracción de la que nos hace sentir la Luna. Es decir que si la gravedad es la fuerza dominante de la astrología, entonces la influencia de la Luna supera con creces la de todos los demás planetas sumados. Y esto no figura en ningún horóscopo".
Si no es la gravedad, entonces tendría que ser el electromagnetismo. Así como la gravedad depende de la masa y la distancia, el electromagnetismo depende de la carga eléctrica y la distancia. Lo que sucede aquí es que los objetos grandes no suelen tener carga... La carga proviene de partículas como los protones y los electrones, pero como ellas se atraen mutuamente y se neutralizan, es bastante difícil encontrar a una sin la otra, lo cual quiere decir que una cosa como un planeta será eléctricamente neutro.
"Algunos planetas", nos cuenta Phil, "por otras razones, tienen campos magnéticos. Pero estos campos sólo son fuertes en las cercanías del planeta en sí. El campo de Júpiter es inmenso, pero Júpiter está tan lejos que no tiene ningún efecto real sobre nosotros. Es más: el Sol representa, por lejos, la mayor fuente de radiación electromagnética de nuestro Sistema Solar. Su campo magnético nos afecta directamente. Cuando hay una gran explosión solar, las enormes proyecciones de partículas cargadas son enviadas al espacio y pueden interactuar con el campo magnético de la Tierra, produciendo, a veces, grandes desastres (como el apagón de Quebec en 1989)".
Lo que quiere decir Phil es que, si la base de la astrología fuese la gravedad, el único astro que importaría sería la Luna. Si, en cambio, fuera el electromagnetismo, sólo el Sol tendría algún efecto, y podríamos olvidarnos de todos los demás planetas. Sin embargo, los astrólogos hablan mucho más de los otros planetas (muchos de ellos pequeños y la mayoría lejanísimos) que del Sol y de la Luna. La realidad es que no existe ninguna otra fuerza en el Universo aparte de las apuntadas. Nos quedamos sin recursos (y los astrólogos también).
Por supuesto, la salida fácil de los astrólogos es proponer que la fuerza que sostiene a su seudociencia es otra, diferente de las cuatro fuerzas fundamentales que hemos mencionado. Lógicamente, dicen que esa misteriosa fuerza es desconocida para la ciencia. Pero incluso esta afirmación tiene pocas expectativas de ser cierta.
Todas las fuerzas del universo disminuyen su acción con la distancia. Verdad como un puño, aserto inatacable, ley fundamental de la naturaleza que todos los astrólogos del mundo parecen ignorar con olímpico desprecio. Pero al universo no le importa. Un objeto lejano produce sobre mí mucha menos fuerza que uno cercano. ¡Pero los astrólogos dicen a quienes quieran escucharlos que todos los planetas tienen igual importancia en sus estudios! Entonces, Venus (que es nuestro vecino) y Plutón (que se está casi cayendo del Sistema Solar) ejercen un efecto comparable y mensurable sobre uno (al menos en el sentido de que afectan la vida de ese uno en alguna extraña forma). Esto significa, según los dichos de los propios astrólogos, que la distancia es un factor que no debe ser tenido en cuenta. La masa tampoco, porque si no, Júpiter dominaría a todos los demás planetas.
"¡Pero esto no puede ser cierto!", clama, angustiado, el Mal Astrónomo: "¿Qué pasa entonces con los asteroides? Estos trozos de roca y metal que orbitan el Sol junto con los planetas. La mayoría de los asteroides están mucho más cerca de la Tierra que los planetas exteriores (pero la distancia no influye en la astrología ¿recuerdan?), por lo que tendrían que tener algún efecto. El problema es que hay muchos, muchísimos asteroides. Mi amigo Dan Durda calculó que hay mil millones de asteroides de más de 100 metros de diámetro en nuestro Sistema Solar. ¡Es muchísima roca! Entonces, ¿por qué los astrólogos no los toman en cuenta a la hora de hacer sus predicciones?".
Y, como todo siempre puede ser peor, en el caso de la astrología es peor. Si nos atenemos a las permanentes noticias de Axxón, recordaremos que se han descubierto 160 planetas más orbitando a otras estrellas. Es cierto que están muy lejos, pero Phil Plait acaba de demostrar que la distancia es un factor despreciable en astrología. Entonces esos planetas tendrían que afectarnos también, y como son 16 veces más numerosos que los nuestros, deberían influirnos con una fuerza 16 veces superior. De verdad, con estos postulados, no se entiende por qué los astrónomos no mencionan a ningún asteroide ni a los planetas que orbitan a la Estrella de Barnard, los tres que dependen de Épsilon Andromedae, al monstruo de 8,9 masas jovianas que posee Iota Draconis, al de 1,5 masas jovianas de Rho Coronae Borealis o al planeta de 4,9 masas jovianas que orbita a 2,38 UA de la enana tipo F8 de séptima magnitud HD 50554 Geminorum.
Además, si con nuestros limitados medios ya encontramos 160, la simple lógica nos dice que hay miles de millones de otros planetas, solamente en nuestra galaxia. ¿Por qué los astrólogos no los ponen en sus horóscopos?
Los astrónomos (no los astrólogos) saben que esos planetas están ahí y también cómo han de ser porque pueden medir sus efectos sobre las estrellas que los tienen en sus órbitas. Y aquí Plait hace una de las mejores preguntas de la velada: "Si los astrónomos pueden ver esas influencias, ¿por qué los astrólogos, que se supone que saben mucho de ello, no predijeron la existencia de esos 160 planetas hace mucho? ¿Por qué no hubo ni un solo astrólogo que hace 50 años predijera algo como ´Debe haber planetas en otras estrellas, porque lo confirman mis datos astrológicos´? Ninguno dijo algo así porque no pueden. Sus ´datos astrológicos´ no significan nada. De nuevo, según las propias reglas de los astrólogos, todos esos planetas debieran eclipsar completamente las influencias de los de nuestro sistema, tapando sus efectos de modo tan completo como el ruido de una explosión nuclear taparía un susurro".
Y es cierto. 55 Cancri sola tiene cuatro planetas que suman más de cinco masas como la de Júpiter (¡uuups!, me olvidaba que la masa no importa en astrología). Tau-Boo tiene 4 masas jovianas, HD 38529 tiene dos planetas que suman unas 14 masas jovianas, y AB Pic pesa más de 15 masas jovianas. Es decir que esas cuatro estrellas solas superan con creces la masa total de nuestro sistema. ¿Por qué no influyen? ¿O es que las leyes de la astrología rigen solamente hasta la Quebrada de Kuiper? Que sepamos, no hay leyes de la naturaleza que rijan en un lugar sí y en otro no. ¿Será la astrología la excepción a la regla?
Como bien dice el Mal Astrónomo: toda esta especulación se rige por las reglas que los propios astrólogos enuncian. Tanto si hay una fuerza conocida (que ya demostramos no puede ser la base física de esta seudociencia) o si hay una desconocida que viola todas las leyes conocidas de la naturaleza (en cuyo caso los asteroides y los planetas extrasolares serían los reyes de los horóscopos), la astrología tiene algo que no le funciona.
La realidad pura y simple es: no hay ninguna fuerza, ni conocida ni desconocida, que gobierne a la astrología. No hay nada. La astrología es una mentira.
Para esta primera parte del Zapping, corresponde analizar ahora lo que un estadístico llamaría "tasa de error" o "proporción de éxitos y fracasos". Eh... ¡ejem! Claro está que los astrólogos sólo tienen "tasa de éxitos". De los fracasos ni hablan.
Astrología "seria": carta natal de Harry Potter
Todos nosotros conocemos a gente que jura y perjura que los horóscopos les aciertan siempre. Plait dice: "Esta gente dice que sus horóscopos rutinariamente les han predicho cosas que se hicieron realidad. Pero hay varios posibles errores de lógica en todo esto. Primero: ¿realmente la predicción fue exacta? ¿Decía algo como ´usted recibirá dinero hoy´ y la persona encontró una moneda de 25 centavos en la calle? ¿O fue algo específico, como por ejemplo ´usted encontrará 25 centavos en la calle´? La diferencia es que la predicción específica rara vez se cumple, mientras que la predicción vaga raramente se equivoca. Segundo, ¿acertó el horóscopo en todos sus puntos? ¿Lo llamó un amigo a quien hacía mucho que no veía? ¿Pudo manejar con éxito un asunto complicado? ¿Realmente encontró el amor de su vida? En otras palabras: ¿cuántas de las predicciones se cumplieron y cuántas no? Los seres humanos tendemos a recordar los éxitos y a olvidar los fracasos, que es precisamente lo que los autotitulados "médiums" saben muy bien".
James Randi, un amigo de Phil ("mi maestro de escepticismo", lo llama el astrónomo) hace una maravillosa demostración de con cuánta facilidad se engaña a la gente a través de la astrología. Randi entra a un salón de clases de la universidad haciéndose pasar por astrólogo y entrega un horóscopo a cada estudiante. Luego, les pide que calibren la exactitud de sus predicciones en una escala, e invariablemente los alumnos atestiguan que la predicción fue exacta. Luego, Randi les pide que intercambien las predicciones, y los jóvenes descubren avergonzados que todas las hojas de papel contienen exactamente el mismo horóscopo. Las predicciones están redactadas con cuidado en un lenguaje tan deliberadamente vago que casi todos los de la clase pensaron que describían muy bien los hechos. Los horóscopos tan vagos se ajustan casi a cualquier persona, y, por lo mismo, su poder predictivo es nulo. Todo está en la mente del oyente.
"Los astrólogos dependen de nuestra incapacidad de recordar cuándo se han equivocado, y de nuestra casi infalible tendencia a tratar de encontrar esquemas y patrones en ruidos sin significado", dice Plait. "En otras palabras, nuestra capacidad de creer que hemos extraído una norma o patrón de algo que posiblemente sólo sea una vaga descripción general".
Otro amigo de Phil dice que un astrólogo le hizo una predicción (o "postdicción" ) en el sentido de que "adivinó" que el amigo en cuestión se había roto una pierna unos años antes. ¿Puede ser cierto? ¡No!
Un tercer amigo de Phil, un "médium" de variedades que trabaja en el teatro (de nombre artístico "Banachek" ), le contó algo acerca de la técnica que se utiliza: "Su trabajo escénico es sorprendente, adivinando números que piensa la gente, viendo a través de vendajes o descubriendo, con una precisión increíble, cartas elegidas por los espectadores. Una vez lo vi en una conferencia de escépticos, y dijo que de vez en cuando le preguntaba al público si alguien había sido golpeado por un rayo. Por supuesto que Banachek es un artista, y no tiene ningún poder paranormal, pero imaginen la conmoción de la audiencia si por casualidad alguien de entre ellos SÍ fue tocado por un rayo alguna vez. ¿Quién los convence de que Banachek NO tiene poderes? El problema es que las preguntas al azar se aproximan a la certeza a medida que uno se las hace a cada vez más gente. Si uno se las hace a miles y miles de personas, alguna vez acertará. Banachek pregunta lo del rayo como al pasar en todas las funciones, y si nadie responde, simplemente pasa a otro tema y sigue. Una vez que yo estaba sentado entre el público, Banachek preguntó acerca de los rayos, y tuve que sonreír irónicamente: tengo un amigo al que una vez le cayó un rayo. Si yo hubiese sido cualquier otro espectador, ¿habría calificado esto como un éxito? Pueden apostar a que sí".
El asunto aquí es que, por más ridícula que sea la predicción del astrólogo, por más exacta que sea o que pueda parecer, no tiene sustancia en absoluto, porque es hija exclusivamente de las reglas del azar. Unas cuantas veces había en la sala un tipo sentado que había sido golpeado por un rayo, y Banachek salió en los diarios. Pero Banachek lleva hechas miles y miles de funciones, y los diarios no lo publican cuando nadie dice "¡Sí! ¡A mí me cayó un rayo!".
Voy a dar dos ejemplos muy ilustrativos acerca de cómo funciona el azar, y de cómo sus leyes pueden ser aprovechadas por los charlatanes.
Primer ejemplo: cuando yo era joven, solía ir con mi tío a entrenarme en tiro con arma larga al Tiro Federal de la ciudad de Buenos Aires. Practicábamos con fusiles Mauser Karbiner Kurz (carabina corta) modelo 1898. Los proyectiles de esta arma miden 7,92 milímetros de diámetro. Me paraba o me tendía a 50 metros del blanco, y casi siempre obtenía más de 7 puntos. Ahora bien, supongamos que yo soy un tirador perfecto y que en Buenos Aires nunca hace viento. Por lo tanto, haré un 10 con todos y cada uno de mis disparos. Muy bien. Ahora, supongamos que, entre el blanco y yo, en alguna parte de esos 50 metros y precisamente en mi línea de fuego, hay una vaca muerta a escobazos. Es verano y, como es lógico, una nube de varios miles de moscas se alza entre la boca de mi rifle y el cartón del blanco, digamos, a 25 metros de mí.
¿Qué posibilidad tengo de que mi primera bala dé en el blanco? Ya hemos dicho que el 100%.
Compliquemos la pregunta: ¿Qué posibilidad tengo de que mi primera bala dé en el 10 del blanco, habiendo acertado previamente a una de las moscas que sobrevuelan la osamenta? No lo diré. Y aún más: ¿Qué posibilidades tengo de que mi primera bala pegue en el 10 (centro) del blanco luego de haberse llevado por delante la vida de TRES moscas?
La respuesta a la pregunta 1 era el 100%. Lo increíble es que la respuesta a las otras dos también es del 100%. Si no hay viento y tengo a 5 ó 6 mil moscas volando delante de mí, en todo momento hay por lo menos tres alineadas con mi línea de fuego. Ahora, si yo le pregunto esto a usted y le digo que lo conseguiré al primer disparo, acertarles a tres moscas y al centro del blanco, usted lo consideraría una proeza tan inconcebiblemente difícil que me apostaría su casa y sus propiedades, un millón de euros y la honestidad de sus hijas a que no lo logro.
Sin embargo la estadística dice que es prácticamente imposible que yo no lo logre al primer disparo. Filmamos el disparo con una cámara de alta velocidad ubicada en ángulo recto con la trayectoria del proyectil, y usted se verá obligado a reconocer que tengo razón. (A propósito: ¿qué edades tienen sus hijas? Porque tengo otro ejemplo).
Ejemplo 2. Voy a su casa con mi mesa de picnic, de madera de algarrobo, circular, con 10 bellos remaches navales de bronce en su superficie. La colocamos en el jardín. La mesa mide dos metros de diámetro y cada remache, medio centímetro de diámetro. Está por llover. Yo le hago a usted las siguientes preguntas:
a) ¿Cuánto tiempo tiene que llover para que una gota caiga sobre uno de los clavos? Mucho, dice usted.
b) ¿Cuánto tiempo tiene que llover para que tres gotas caigan sobre tres clavos diferentes? Mucho más, dice usted.
Y yo insisto:
c) ¿Cuánto tiempo tiene que llover para que cinco gotas de lluvia impacten en cinco remaches diferentes? Toda la tarde, dice usted, y eso sin demasiadas seguridades.
d) ¿Y para que diez gotas de lluvia caigan precisamente sobre los diez clavos de la mesa, exactamente una sobre cada uno de ellos? Semanas enteras, dice usted. Años, tal vez cuarenta, como en el Diluvio de Noé y su zoológico flotante.
Entonces, yo le apuesto su hermosa Ferrari F550 Maranello a que lo logro en menos de diez minutos. Usted acepta, y colocamos la vieja cámara de alta velocidad en el ángulo apropiado.
Y me voy manejando la Ferrari. En las condiciones que acabo de exponer es absolutamente seguro que en menos de diez minutos una gota de lluvia habrá caído precisamente en el centro de cada uno de los diez remaches ubicados en el borde de una mesa de dos metros de diámetro. Pero yo soy bueno, y no me aprovecharé de usted. Tome a sus hijas y a su auto y no se hable más del asunto.
Nos estamos quedando sin espacio. Continuaremos con el bueno de Phil Plait y su guerra antiastrológica en un próximo Zapping. Entretanto, cerraremos el de hoy con la frase inmortal del Mal Astrónomo: "Cuando las investigamos con cuidado y una mente escéptica, las afirmaciones de los astrólogos son sólo humo y espejos".
Tal cual.
La mentira de la astrología (segunda y última parte)
por Marcelo Dos Santos (
http://www.mcds.com.ar)
Como vimos en un Zapping anterior, el astrónomo profesional Phil Plait no solamente se dedica a hacer su trabajo, sino también a demostrar cuántas verdades deformes, cuántas mentiras ocultas y cuántas tentativas de engañar a los incautos convergen día a día sobre nosotros. Estas barrabasadas vienen bajo la forma de leyendas urbanas, supuestas "verdades" que no son más que postulados seudocientíficos y (como Phil y otros han demostrado y nosotros recogido, aunque parezca increíble, también como verdades aceptadas en el ámbito de la ciencia pretendidamente "seria" y autorreputada "académica".
Hemos sido testigos de la manera en que Phil destruyó la mentira de que el Hombre nunca estuvo en la Luna en otro Zapping y su segunda parte; acompáñenos ahora a descubrir la segunda parte de "La mentira de la astronomía".
Ya hemos demostrado que no existe en el universo ni en la Naturaleza fuerza alguna capaz de producir el "efecto de los astros" sobre nosotros. No importa cuál sea la forma teórica de operación de dicha fuerza: no existe ninguna. Ninguna fuerza provocada por un astro puede influir en modo alguno sobre nosotros, como no sea la gravedad de la Luna que gobierna nuestras mareas o el electromagnetismo del Sol que influye sobre nuestras comunicaciones y afecta en cierta forma al propio campo magnético de la Tierra.
Inclusive podríamos presentar hoy y aquí la demostración definitiva de que todos los astrólogos mienten...
¿Lo hacemos? ¡Por cierto que sí!
Supongamos por un momento (pero sólo por un momento) que los astrólogos tienen razón y que existe alguna fuerza capaz de influir sobre nosotros desde las gigantescas distancias astronómicas. Esa supuesta fuerza debería ser mensurable, porque sabemos que lo que no puede medirse no puede tener ningún efecto sobre otro objeto o evento. Esta verdad como un puño está científicamente demostrada desde tiempos de Aristóteles.
La única verdad es la realidad: la ciencia pura
Si la fuerza generada por los planetas existe y puede ser medida, entonces debiera ser muy sencillo para los astrólogos predecir su comportamiento. Ellos, por supuesto, dicen que lo es.
Entonces, todos los pronósticos de todos los astrólogos del mundo deberían coincidir y predecir los mismos eventos en mi vida o en la suya, amigable lector. Después de todo, todos los astrónomos del mundo están, desde hace más o menos cinco mil años, de acuerdo acerca de en dónde va a encontrarse Júpiter en determinado día, o en cuándo la Luna eclipsará al Sol o viceversa.
¿Adivine qué? ¡Los pronósticos de todos los astrólogos para la misma persona, el mismo día, son completamente distintos!
Me pondré como ejemplo: en el zodíaco asirio-babilónico (el que usted puede ver en cualquier diario) soy de Aries con ascendente en Cáncer. En el chino soy Búfalo. Para el pasado sábado 2 de julio de 2005, un periódico me pronosticaba textualmente: "Evite las discusiones familiares. Sorpresa laboral que lo proyectará al futuro. Vigile su hígado". El diario rival del anterior, por el contrario, me aconsejaba: "La confrontación es la madre de las ideas. Cuídese del stress en el trabajo. Duerma más".
¿Qué significa todo esto? ¿Debo aceptar pasivamente las directivas de mi familia o enfrentarlos para llegar a un entendimiento? ¿Debo intentar ascender en el trabajo, con el agobio que ello conlleva, o evitar el stress circunscribiéndome a mi triste rutina? ¿Dejo de comer o comienzo a tomar somníferos? Si hago todo esto junto, seguramente moriré pronto.
Como bien apunta el Mal Astrónomo Phil: "Las predicciones no son consistentes. Ni siquiera son internamente consistentes. Incluso podría mostrarles ejemplos casi infinitos que prueban que los horóscopos solares (los que usted acaba de leer) son inconsistentes unos con otros. Incluso podría hablarles de un término astronómico llamado ´precesión´ que muestra que los propios signos son una tontería sin fundamento. Pero no me tomaré esa molestia, porque al fin de cuentas yo pienso que todo esto no es más que un entretenimiento; los astrólogos siempre vendrán con sus argumentos poco convincentes acerca de cómo sus propias predicciones son correctas no importa cómo, mientras que las de sus competidores son idioteces.Éstos últimos, por supuesto, dicen lo mismo".
Abreviando: los astrólogos dicen que sus resultados son consistentes. Ha habido pruebas, estudios, experimentos y toda clase de procedimientos para probar esto. La verdad es que todo es una falsedad.
El Zodíaco: enciclopedia de cosas inútiles
¿Cómo podemos demostrar esto? Phil Plait ha encontrado la manera: "Lo sé porque he leído un maravilloso informe, cuidadosamente investigado, muy bien documentado y sólidamente basado en referencias, que muestra con toda precisión cómo la astrología falla en todas las pruebas".
Nuestro Mal Astrónomo se refiere al estudio realizado por Geoffrey Dean e Ivan Kelly, titulado "¿Es la astrología relevante para la conciencia y la psicología?". Dean es un experto investigador de la astrología, mientras que Kelly se desempeña como profesor de Psicología Educativa y Educación Especial en la Universidad de Saskatchewan.
El informe es demoledor: destroza con minuciosidad cualquier argumento acerca de que la astrología pueda tener razón en algo. Y no se concentra solamente en los estudios directos sobre esta seudociencia: también está lleno de "metaestudios", o sea, pruebas que se han reunido para mejorar las estadísticas. Los metaestudios constituyen una poderosa herramienta que capacita a los investigadores para extraer datos de altísima calidad a partir de pruebas que individualmente dan resultados demasiado marginales como para ser útiles.
Escuchemos a Dean y Kelly: "Los estudios sobre los astrólogos se han venido haciendo desde 1950, pero recién ahora se puede hacer una revisión coherente de ellos. Las pruebas a gran escala sobre personas que han nacido con menos de cinco minutos de diferencia una de otra no muestran trazas de las similitudes predichas por la astrología. El metaanálisis de más de cuarenta estudios controlados sugiere que los astrólogos son totalmente incapaces de hacer pronósticos mejores que la mera ley de la probabilidad, incluso en los aspectos más básicos de las personas, como su extraversión o sociabilidad. Más específicamente, los astrólogos que proclaman utilizar su percepción psíquica además de los principios de su seudociencia, no logran obtener resultados mejores que los astrólogos 'no psíquicos'".
En otras palabras, la astrología es una gran mentira. Los autores detallan casos de personas nacidas muy cercanas unas de otras en el tiempo y el espacio, que se denominan "mellizos temporales". El ejemplo clásico son dos niños nacidos con algunos minutos de diferencia en el mismo hospital. La astrología, por supuesto, hace las mismas predicciones para los dos niños. Pero Dean y Kelly lo expresan sucintamente en su artículo: "Las fuertes semejanzas predichas por la astrología sencillamente no están ahí".
El documento continúa, y analiza con todo cuidado los estudios realizados, y con precisión trata de discutir los errores con que los astrólogos se avergüenzan a sí mismos. Por ejemplo, utiliza la propia definición de un astrólogo acerca de cómo debieran ser un par de mellizos temporales. Hablando mal y pronto, el informe es devastador para la astrología. Inclusive, no es terriblemente difícil de leer. Pueden encontrarlo en el segundo de los enlaces incluidos al pie de este Zapping.
Otro zodíaco inútil: el chino
Incluso es bueno para la salud, ¿no, Phil?: "Me descostillé de risa muchas, muchas veces mientras lo leía. Era tan científico y racional en su disección y eventual destrucción de la astrología...".
Plait nos cuenta que Ivan Kelly, esta vez solo, escribió otro trabajo titulado "Los conceptos de la astrología moderna: Una crítica", que discute las "bases subyacentes" de la astrología y sus declaraciones, y que es igualmente devastador en sus conclusiones. Los lectores también lo encontrarán entre los enlaces.
Dice Kelly: "Podemos concluir que la astrología no es una fuente de información o conocimiento confiable acerca de nosotros mismos. La astrología es parte de nuestro pasado como especie, pero los astrólogos nunca han podido darnos un motivo plausible para que deba tener un rol en nuestro futuro" (la negrita es mía).
Phil acompaña: "Yo mismo no lo hubiera dicho mejor. O, esperen. Sí: la astrología es mentira".
Está bien. Ahora estamos de acuerdo. La astrología no funciona, pero no es más que circo. Un espectáculo, ¿verdad? No le hace daño a nadie, ¿verdad?
Mentira.
Por un lado, se gastan cientos de millones de dólares al año en astrología, solamente en los Estados Unidos, donde se lleva la cuenta de estadísticas como esta.
¡No gaste dinero en esto!
Por otro, los astrólogos promueven la peor cosa que existe en el universo: el pensamiento irracional. El pensamiento no crítico es peligroso en sí mismo, porque le enseña a la gente a aceptar alegremente hechos anecdóticos como verdades científicas, leyendas urbanas como verdades posibles y demostradas, rumores como descubrimientos, datos tomados al azar como si fuesen estadísticas serias y mentiras lisas y llanas como si fueran la Gran Verdad Universal. Cuanto más se promocione este tipo de mentalidad, más difícil será para la gente pensar con claridad. El problema es que si usted no puede pensar con claridad, cada vez le costará más funcionar como un ser humano. Dice Phil: "No sé cómo recalcarlo más: el pensamiento irracional está haciendo que el mundo se caiga a pedazos, y, aunque puede no ser el núcleo fundamental de este problema, sin ninguna duda cumple su papel en él".
En tercer lugar, y este molesta personalmente al Mal Astrónomo, la astrología roba y oculta la verdadera grandiosidad del Universo. "Vivimos", dice, "en un lugar asombroso, que es este Universo nuestro, lo suficientemente fascinante por sí mismo como para no necesitar gente que invente mentiras acerca de él. La astrología bastardea la belleza de la Naturaleza: la envilece".
Y hemos llegado al punto en que hay que tomar el toro por las astas. Muchas personas racionales le han objetado a Phil que la astrología no es un asunto tan serio. Sí, le dicen, sale en los diarios, pero al lado de los chistes. ¿Te parece que los diarios la toman con tanta seriedad como vos?
No es argumento para nuestro amigo: "Si los diarios no tomasen a los horóscopos seriamente, no tendrían que publicarlos, en primer lugar. La gente sabe que lo que sucede en la página de chistes no es real, pero no todo el mundo cree que la astrología detenta el mismo nivel de confianza que las tiras de Dagwood y Blondie. Decir que la ubicación dentro del diario es una medida de su racionalidad es eludir el problema. La mayor parte de los diarios norteamericanos ni siquiera tienen una sección científica, aunque la ciencia es crítica para nuestras vidas (usted está leyendo esto en su computadora, ¿no es cierto?; usted usa lentes, lleva ropas, se lava los dientes, toma medicamentos, invierte en tecnología, anda en auto... Gracias, entonces, a la ciencia por todo eso)". Vemos que Plait está perdiendo la calma. Y tiene razón: "Los diarios de Estados Unidos no publican divulgación científica, PERO PUBLICAN HORÓSCOPOS" (Nota bene: no es el caso de Axxón).
En los años ´80, la Primera Dama de los Estados Unidos, Nancy Reagan, quiso asegurarse de si algunas reuniones planeadas por su marido, el actorzuelo Ronald, tendrían éxito. ¿Consultó a analistas, politicólogos, diplomáticos, expertos en relaciones exteriores, economistas? No, consultó a un astrólogo. Y el Presidente de los Estados Unidos acató sus consejos. ¿Sigue usted creyendo que la astrología no es peligrosa? Por lo pronto, yo despediría al astrólogo del Presidente George W. Bush, a la vista de los resultados en Iraq.
Pero es así, y Phil indudablemente tiene razón: "Posiblemente Reagan era el hombre más poderoso del mundo, y basó su agenda de reuniones en las opiniones azarosas e insustanciales de un traficante de insensateces anticientíficas. ¿Le parece que no es peligroso? Espero haber sido lo suficientemente claro".
Ni hablar, doctor Plait. Más bien.
Phil tiene mucho más que decir, y les aseguro que, si esta revista continúa dándome la oportunidad, lo seguirá diciendo aquí, en Axxón, en castellano y mediante una traducción tan buena como me sea posible. Claro que la destrucción de todas estas tonterías no es exclusiva de Phil. El lector interesado e inteligente podrá presenciar cómo dos miembros del mundo del espectáculo destruyen científicamente todos los mitos urbanos en el increíble programa Mythbusters ("Los Cazadores de Mitos") que va al aire en el canal de cable Discovery. Y hay muchos más programas, libros y revistas a los cuales acudir para captar el verdadero espíritu de la ciencia humana, en contraposición a las mentiras con que algunos intentan engañarlo (para quedarse con su dinero, no tenga dudas).
Phil Plait, uno que la tiene clara
Pero el espacio es tirano, y su tiempo es valioso, de modo que iremos terminando aquí, remarcando los contenidos principales que Phil Plait nos ha mostrado hoy:
* No existe fuerza, descubierta o desconocida, capaz de afectarnos aquí en la Tierra del modo que dicen los astrólogos. Las fuerzas existentes se debilitan demasiado rápido, dejando sólo una fuente dominante (la Luna para la gravedad, el Sol para el electromagnetismo). Una fuerza aún no descubierta permitiría que los asteroides y los planetas extrasolares eclipsaran completamente la "influencia" de los planetas cercanos.
* Los astrólogos tienden a basarse en su capacidad para recordar los éxitos y disimular los fracasos. Incluso sus aciertos no son más que el emergente de la ley de probabilidades.
* Estudio serio tras estudio serio han demostrado que los reclamos y predicciones de los astrólogos no son más que mentiras. Son indistinguibles del azar, lo que significa que los astrólogos no tienen medios para predecir nada en su vida (ni en las de ellos).
* Hay un peligro muy real en la astrología, porque debilita la habilidad de la gente para mirar el mundo racionalmente, una habilidad que hoy necesitamos más que nunca en la historia.
Por ende, la conclusión de Plait: "La astrología es mentira. Ahí tienen una predicción astrológica que se cumple y con la que pueden contar".
Palabra final de Phil con respecto a los enlaces: "Usted puede tipear ´astrología´ en Google, pero dé un paso atrás: recibirá unos 11 millones de resultados (710.000 en castellano). Me aventuro a decir que el 95% (¡por lo menos!) de ellos son basura. Por lo tanto, al pie encontrarán algunos que valen la pena.
MÁS DATOS:
Sitio oficial del doctor Plait:
http://blogs.discovermagazine.com/badastronomy/
Por qué la precesión invalida el Zodíaco:
http://www.badastronomy.com/bad/misc/zodiac.html
El artículo de Dean & Kelly:
http://www.imprint.co.uk/pdf/Dean.pdf
El artículo de Kelly solo:
http://www.rudolfhsmit.nl/abstr-c4.htm
la Ignorancia es la madre de los atrevidos
te cres mas listo por tener el google?
