Hola Novich: gracias por lo de incansable.Cuando algo me interesa, busco las fuentes. Creo que la wiki, confirma, la forma en que Göering, interfiere con su megalomanía, contra la Kriegsmarine.
El había sido aviador, entonces debería haberse dado cuenta de que aviones sumados a portaviones, le daba mayor autonomía, haciendose lso trabajos rápido, como en ocasiones se hacian la rivalidad personal los delirios , sin tener en cuenta que alemania despues de la primer guerra estaba economicamente mal, habría abierto los ojos en una mente lúcida y agilk y nodelirante, comose daba en el Alto mando. Iba a darte el Link, pero ya dejé abierta la página y lo subo, por los enlaces.
El año pasado o el otro Walthr o Siurell, mencionaron algo fundamental, ante todo neutralizar a Gran bretaña, pero se suspendio la operación Leon Marino.
En ese momentos los britancios si mal no recuerdo estaban con las defensas un poco bajas.
Pero ya ves..el personalismo mesiánico dio por el suelo con los sueños de ese grupo que era quien decidía.
Un saludo Novich, muy sensato tu parecer. Cordialmente Kamille
El Graf Zeppelin fue un portaaviones (Flugzeugträger «A») de la Kriegsmarine, nombrado en honor del Graf (conde) Ferdinand von Zeppelin. Fue el único portaaviones alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Su construcción fue ordenada el 16 de noviembre de 1935 y su quilla fue armada el 28 de diciembre de 1936 por la Deutsche Werke de Kiel. Fue botado el 8 de diciembre de 1938, pero nunca fue completado ni puesto en servicio, y por supuesto nunca entró en combate.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial y tras la firma del Tratado de Versalles en 1919, Alemania no disponía de medios para la construcción de portaaviones. Sin embargo, en 1933 Wilhelm Hacelar diseñó uno con dotaciones para 50 aviones —28 bombarderos y 22 cazas—. La falta de conocimientos en este terreno provocó que la construcción sufriera importantes retrasos. Por otra parte, la construcción masiva de submarinos fue otro de los factores que impidió la aceleración de este buque. Unos meses antes de que concluyese el conflicto, y sin que hubiera finalizado su construcción, el portaaviones fue hundido. La URSS lo llegó a reflotar, pero se hundió.
Planificación y construcción
En 1935, Adolf Hitler anunció que Alemania construiría portaaviones para reforzar la Kriegsmarine. Las quillas de dos fueron armadas el siguiente año. Dos años más tarde, el gran almirante Erich Raeder presentó un ambicioso programa de fabricación de navíos llamado Plan Z, según el cual se debían construir cuatro portaaviones hasta 1945. En 1939 revisó el plan, reduciéndolos a dos.
La marina alemana había mantenido una política de no asignar nombres a los barcos hasta su botadura. El primer portaaviones alemán, construido como «Flugzeugträger A» («portaaviones A»), fue llamado «Graf Zeppelin» al ser botado en 1938. El segundo portaaviones llevó únicamente el título de «Flugzeugträger B», ya que nunca fue botado, aunque se barajaron varios nombres, entre ellos el de «Peter Strasser».
Una comisión alemana, fue enviada a Japón a examinar cuidadosamente el portaaviones Akagi.
Diagrama de identificación estadounidense del Graf Zeppelin, mostrando errores en el diseño y armamento, debido a la escasa información disponible.
El interés de Hitler por los portaaviones era escaso, y tras la caída en desgracia de la Kriegsmarine, la construcción de navíos quedó detenida. Además, el mariscal Hermann Göring, comandante en jefe de la Luftwaffe, se negaba a admitir ninguna disminución de su autoridad como jefe de la potencia aérea alemana, y frustró los planes de Raeder siempre que pudo. Dentro de su propio servicio, Raeder encontró oposición en el almirante Karl Dönitz.
941-1945
En mayo de 1941, Raeder todavía era optimista sobre el proyecto e informó a Hitler que el Graf Zeppelin, que entonces estaba construido aproximadamente en un 85%, se completaría en alrededor de un año y que sería necesario otro año para la navegación marítima y los ensayos en vuelo. Raeder siguió presionando a Hitler para asegurar que los portaaviones se construirían,
pero las batallas con Göring se convirtieron cada vez en más amargas
Göring mostró su desprecio por la rama naval de aire informando a Hitler y Raeder,
mientras ordenaba que las aeronaves para el Graf Zeppelin podrían estar disponibles sólo hacia finales de 1944. Las tácticas dilatorias de Göring funcionaron. Los trabajos en los portaaviones se hicieron con irregularidad desde el principio. El Flugzeugträger B se abandonó en 1940. La escasez de trabajadores y materiales minaron al Graf Zeppelin.
Antes del lanzamiento, el énfasis del grupo aéreo del portaaviones en reconocimiento fue similar al concepto contemporáneo de la Royal Navy. El ala aérea iba a ser originalmente de 20 biplanos Fieseler Fi 167 para exploración y ataque con torpedos, diez cazas Messerschmitt Bf 109T y trece bombarderos en picado Junkers Ju 87G.[1] El énfasis cambió a la capacidad ofensiva después de observar las operaciones de los portaaviones japoneses contra China en 1937. El bajo rendimiento de los Fi 167 motivó el cambio del proyecto a 30 Messerschmitt Bf 109T y doce bombarderos Junkers en picado.[2]
Presionado por Raeder, Hitler ordenó a Göring producir aviones de línea y, bajo esta presión, el mariscal del aire ofrece versiones rediseñadas de los Junkers Ju 87b Stuka y del Messerschmitt Bf 109E, que en ese momento se está eliminando gradualmente de los escuadrones de primera línea de la Luftwaffe. Raeder no estaba de lo más feliz, pero tuvo que aceptar, o no recibiría ninguno (incluida la insistencia de Göring de que el personal de vuelo debería seguir bajo el mando de la Luftwaffe). Todo esto dio lugar a otro retraso en la construcción de los aviones: las instalaciones de la cabina de vuelo debían modificarse.
Más tarde, en 1942 los proyectos de los aviones navales incluían el Me 155 V2 y y el Ju 87E (una versión D) navalizado. Ninguno de los Ju 87E se completaron.
En 1943, Hitler se había desencantado con la Marina. Raeder fue relevado, a petición propia, y Dönitz, el almirante de submarinos, ocupó el máximo puesto naval. Los trabajos se detuvieron con el 95% del portaaviones completo; todos los armamentos fueron desmontados y trasladados a baterías costeras de Noruega. El casco fue utilizado para almacenar madera para la Kriegsmarine.
Con la guerra dando sus últimos coletazos, en abril de 1945 y con el portaaviones anclado en Stettin (en la actual Polonia), el capitán Wolfgang Kähler dio la orden de volar el buque para evitar que cayera en manos soviéticas.