La esencia del viaje

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Viajar a lo largo de la centenaria ruta del Expreso del Litoral es hacerlo a bordo de una de las grandes instituciones de Noruega. Durante más de un siglo nuestros barcos han surcado la costa más salvaje de Europa, bajo el sol de medianoche en verano y a través de la noche polar en invierno, manteniendo unidos los dos extremos del país. Siempre puntual a su cita, el Expreso del Litoral ha adquirido una reputación legendaria de la que no goza ningún otro servicio de línea del mundo.
El Expreso del Litoral no es un crucero; es un servicio de línea regular que navega bajo la bandera del servicio postal. Y sin embargo son miles los viajeros que cada año, desde hace ya 115 años, suben a bordo de nuestros navíos para emprender la ruta del norte. Son personas de todo el mundo, fascinadas por la belleza única de las costas noruegas y atraídas por la leyenda del servicio costero. Para todas ellas lo importante es la esencia misma de viajar, el arte de saborear el paisaje y el placer de vivirlo intensamente. Y el Expreso del Litoral no sólo les ofrece una forma de conocer el país; el Expreso del Litoral es parte del país.

A bordo de los barcos Hurtigruten los protagonistas son el viajero y el paisaje. Su tiempo es para vivir el hecho mismo de viajar, para emocionarse ante las aisladas comunidades del norte y para maravillarse bajo las agrestes cumbres del ártico. De estos objetivos nada va a distraer su atención. En nuestros barcos no encontrará ni cabinas lujosas, ni cines, ni casinos, ni discotecas, ni servicios superfluos que distraigan su atención. La atmósfera es siempre relajada, la etiqueta informal y el trato cálido y personalizado. Disfrute de la lectura, relájese en cubierta o participe en una excursión. El barco surca el litoral más hermoso del mundo.
Pues, si, me presentó una buena alternativa: un buque de cabotaje de la compañía noruega Hurtigruten. sin toda la parafernalia de los actuales cruceros y las multitudes de las cajas flotantes de 3-4 mil pasajeros

, tiene uno la ocasión de hacer un viaje "taylor made" (a tu medida), más económico, fresco, desenfadado, sin corbata o smoking, compartiendo la actividad marítima y portuaria de un buque con un montón de puertos, cada uno de ellos con sus peculiaridades, con un pasaje variopinto de todas las edades y nacionalidades; posibilidades de ejercitar tus idiomas y compartir experiencias con gente viajera que no busca la "normal" forma de viajar y que está dispuesta a capear alguna que otra tempestad y en el caso de Noruega: un montón de lluvia.

y mucho salmón escandinavo

.Con un poco de suerte también con un "Kingscrab" de esos que vemos en "Pesca radical", eso si, con tarjeta visa

seguramente.
