Poco antes de la medianoche del 16 de octubre de 1940 el Capitan de Corbeta Heinrich Bliechrodt, al mando del U-48 diviso desde su torreta un convoy a unos 300kms al noroeste de la diminuta isla de Rockall, avanzando lentamente hacia el desde el oeste habia mas de 30 pequeñas sombras. Tres sombras aun mas pequeñas recorrian arriba y abajo los blancos o cruzaban su parte delantera, como perros pastores empujando hacia adelante un perezoso y reacio rebaño.
Lento y paciente en la oscuridad, Bliechrodt situo al U-48 en superficie en una posicion aproximadamente a kilometro y medio a babor de la columna mas cercana del convoy y permanecio alli, observando las siluetas que se deslizaban por el cielo meridional iluminado por la luna. Tan pronto como pudo, radio a Lorient la posicion, rumbo, velocidad, numero de barcos y numero de escoltas del convoy.
Bliechrodt se acerco mas a la cercana columna. Luego, cuando los escoltas estaban en el punto mas alejado con respecto a el, se lanzo rapidamente al ataque, disparando un "abanico" de tres torpedos hacia un trio de buques que se superponian convenientemente unos a otros. Despues dio la vuelta y se encamino hacia el noroeste, tomando mucho cuidado de no ir tan rapido que dejara una delatora estela de espuma blanca tras el. Casi exactamente a las 4.00am del 17 de octubre, dos sordas explosiones resonaron en el agua. Las llamas brotaron hacia el cielo cuando el buque cisterna frances de 10000tns Languedoc se incendio, mientras el mercante britanico Scoresby se estremecia hasta detenerse y su carga de puntales de madera para pozos se deslizaba sobre sus cubiertas y se derramaba en una autentica marea de madera en el mar. Los dos barcos se hundieron
Un buen comienzo penso Bliechrodt. Pero el amanecer ya estaba acercandose y se vio obligado a retirarse. Podia seguir al convoy durante todas las horas de luz diurna, informando a Lorient a intervalos regulares de todos los desarrollos y cuando cayera de nuevo la noche repetir su ataque, quizas en compañia de otros submarinos que ahora se apresuraban hacia la zona.
Pero poco despues de amanecer, a las 7.00am (antes de que tuviera la oportunidad de sumergirse) le sobresalto el grito de "¡¡¡Avion al frente!!!". Mientras cerraba de golpe la escotilla, un hidroavion Sunderland britanico pico hacia ellos. Todavia estaba asegurando la escotilla con el U-48 a 20mts de profundidad y semergiendose aprisa, cuando dos bombas estallaron en sus inmediacciones. El submarino siguio su inmersion sin luces, con la tripulacion agarrandose a cualquier asidero, mientras las cajas sueltas y el equipo se caia por todas partes, y Bliechrodt sentia sus manos y brazos entumecidos por el shock que le habia recorrido de cabeza a pies a traves de la escotilla.
La disciplina situo rapidamente al U-48 bajo control, pero entonces le llego un sonido que todas las tripulaciones de submarinos temian: los hidrofonos registraron el ruido de helices, Bliechrodt sabia que al menos uno de los escoltas cuyas defensas habia penetrado tan recientemente habia recibido el informe del Sunderland y estaba ahora encima de el, ansioso de venganza. Mientras los ping del asdic rebotaban sobre su casco se sumergio a 180mts y se preparo a resistir.
Durante ocho horas, las cargas de profundidad estallaron sordamente sobre el-ninguna, afortunadamente a una profundidad mayor de 120mts-, y durante todo el tiempo, se daba cuenta amargamente Bliechrodt, el convoy estaba escapando mas y mas al este, indudablemente tras variar el rumbo. ¿Era posible que hubiera ya suficientes submarinos alrededor de las aproximaciones a aguas britanicas para cubrir cualquier posible rumbo de escape del convoy?
Esta y otrs cuestiones dominaban tambien los pensamientos del estado mayor de los submarinos en Lorient, y los del almirante Dönitz en particular. ¿Donde estaba el U-48 ahora?¿Habia privado la desaparicion de Bliechrodt al sevicio de submarinos de una oportunidad sin precedentes?
La señal del U-48 se habia recibido claramente y se habia actuado de inmediato, pero un cierto numero de submarinos dirigidos hacia el convoy todavia tenian que cubrir muchos kilometros antes de llegar a la zona. Kretschmer, por ejemplo habia señalado ya que llegaria al menos con una hora de retraso a la cita, y Heinrich Liebe, en el U-38, estaba al parecer demasiado lejos para alcanzar la concentracion a tiempo. Pero, a menos que el convoy fuera alcanzado en los proximos dos dias, llegaria a una zona segura. Lo unco que se podia hacer era esperar.
La suerte estuvo con los atacantes, Liebe, que patrullaba por su cuenta, diviso el convoy hacia el sur al atardecer del 17 de octubre. Lo comunico por radio a Lorient. Luego se acerco furtivamente a la cabeza de la columna de babor y, hacia la medianoche, disparo un abanico de tres torpedos. Solo uno hallo su blanco, el carguero Carsbreck, cuya carga de madera lo mantendria a flote hasta llegar a puerto. Liebe disparo otro abanico media hora mas tarde, y se sintio mortificado al darse cuenta, despues de trascurridos demasiados segundos, de que sus torpedos habian fallado.
Pero el mas critico de sus deberes se habia realizado: gracias al mensaje por radio de Liebe, Dönitz sabia ahora donde estaba exactamente el convoy SC-7 y, lo mas importante, donde estaria cuando llegara de nuevo la oscuridad. Como resultado de ello se formo una franja de submarinos a lo largo de la ruta del convoy. Fritz Frauenheim, en el U-101, diviso al lider de la columna de estribor a primera hora del dia, y por la tarde toda la manada convergia sobre el convoy. En las 40 horas transcurridas desde que Bliechrodt lo divisara por primera vez, habia viajado 250 millas hacia el sureste.
Por aquel entonces Krestchmer estaba en escena con el U-99, dispuesto a demostrar que los convoyes podian ser atacados desde el centro, y que un torpedo era suficiente para un barco. Joachin Shepke en el U-100, Karl-Heinz Moehle en el U-123, y Engelbert Endrass en el U-46 estaban en posicion en los flancos, y Bliechrodt, que se habia visto retrasado por el ataque del escolta del convoy contra el U-48, estaba ahora corriendo en vano para atraparlo por detras.
A las 8.15pm Endrass disparo el primer torpedo, y a los 10 minutos el carguero sueco Canvallaria habia volcado, mientras su tripulacion se alejaba en dos botes salvavidas y su flotante carga de pulpa de madera lo matenia a flote durante un cuarto de hora. Mientras tanto los escoltas iban de un lado para otro, sin conseguir descubrir al enemigo en la oscuridad de la noche, con sus equipos asdic completamente inutiles ante los submarinos en superficie. A continuacion Moehle en el U-123 hundio el carguero britanico Beatus, cargado con madera y lingotes de acero, y el vapor holandes Boekolo, que contraviniendo todas las ordenes del convoy se habia detenido a recoger supervivientes.
Por aquel entonces toda la manada de lobos estaba atacando al convoy con toda su furia, y los barcos se hundian por todas partes. El vapor britanico Creekirk se llevo su carga de mena de hierro directamente al fondo. Poco despues el enorme vapor britanico Empire Miniver se salia escorado de la linea, con el vapor brotando de sus cubiertas mientras su tripulacion se apilaba en los botes y saltaba de ellas. Luego el vapor de Cardiff Fiscus estallo en añicos -en un momento determinado estaba alli y al momento habia desaparecido-, sin dejar nada mas que una enorme nube que se iba hinchando encima de un torbellino de restos.
Krestchmer estaba en medio del convoy, eligiendo friamente sus blancos. Habia fallado un barco en el flanco del convoy, pero habia golpeado a otro que se habia hundido en 20 segundos. Luego hallo un hueco en la linea y se colo por el, para verse perseguido al poco tiempo por un enorme carguero britanico, el Assirian, que lo habia divisado a la luz de la luna. Durante 40 minutos giro y se escabullo, eludiendo el angulo del cañon de proa del barco; en su giro final lanzo un torpedo que fallo al Assirian pero golpeo a otro detras de el, el vapor britanico Empire Brigade.
Siguio una noche de caos y confusion, llena de muerte y destruccion para el desafortunado convoy, y de enorme excitacion y triunfo para las tripulaciones de los submarinos. A todo su alrededor los barcos ardian, estallaban, se hundian. Algunos iban haciendo agua lenta y cansadamente, con la linea de flotacion lamiendo mas y mas arriba hasta el estremecimiento final. Otros se partian por la mitad, con una seccion alzada verticalmente fuera del agua hasta que el aire aprisionado dentro de ella escapaba y finalmente se hundia con un sonido gorgoteante. El vapor Sedgepool, con la proa arrancada, se hundio de morro en el mar como un submarino en una inmersion de emergencia, con las helices girando todavia alocadamente en el aire.
Iluminados por las explosiones, la madera ardiendo y el petroleo incendiado, los restos sembraban el mar. En su mayor parte eran madera, porque buena parte de la carga eran puntales para pozos. Los cable que los ataban, rotos, flagelaban amenazadoramente el agua, arrancando la carne de los desesperados marineros que intentaban trepar a los troncos empapados de petroleo. Muchos de los freneticos supervivientes eran derribados o caian incoscientes mientras la explosiones agitaban el maelstrom de troncos.
De los 35 barcos del convoy SC-7, solo 15 alcanzaron el puerto. Ademas de los 18 hundidos por Bliechrodt y la manada de lobos , dos rezagados fueron atrapados tambien.
Siete submarinos atacaron el convoy, y no se perdio ninguno. Krestchmer, Moehle y Frauenheim ( el U-101 despacho finalmente al Assirian) descubrieron al amanecer que habian usado todos sus torpedos, y tuvieron que regresar a la base a por mas. Resulto que Krestchmer habia hundido seis barcos y Moehle cuatro, la mitad del total de las perdidas del SC-7.
Cuando Krestchmer, Moehle y Fauenheim abandonaron la escena de la carniceria, llego desde Lorient la noticia de que un rapido convoy de 49 barcos, entre ellos varios buques cisterna, se estaba acercando casi siguiendo el mismo rumbo que el SC-7. Los submarinos que todavia tenian torpedos se vieron reforzados por Liebe U-38 y Prien en el U-47. El violento esquema de la noche anterior se repitio a unos 300kms mas al oeste, pero esta vez el fuego y la furia fueron mas intensos, y las perdidas humanas mayores, porque el petroleo arde mas intensamente que la madera. Doce buques fueron al fondo antes de que el amanecer proporcionara algo de alivio al convoy HX-79 y permitiera a las agotadas tripulaciones de escolta contar las perdidas y efectuar un ultimo barrido de las aguas en un intento de salvar algunos hombres mas.
Las tripulaciones de los submarinos estaban agotadas tambien, pero con la diferencia que proporciona la victoria. Exaltados por el triunfo, quizas estuvieran un poco desconcentrados con su exito. Luchaban contra los britanicos en el mar. Fuera lo que fuese lo que el Führer pudiera decir acerca de la decadencia de los britanicos, los hombres eran conscientes de la gran tradicion naval del enemigo. Muchos recordaban la reputacion sin igual de los britanicos de perder batallas pero ganar guerras. ¿Cambiaria alguna vez la marea?. Por el momento estaban demasiado excitados por su victoria para que les importara realmente.
(extraido del libro La batalla del Atlantico)
Saludos Jakinen U-95
Primeros exitos de las manadas de lobos
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Última edición por Jakinen el 11 Feb 2005 21:37, editado 2 veces en total.
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Mix-martes86
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