Tras el Baubelehrung mas corto que se pueda imaginar, nos hacemos a la mar a primeros de 1945 en uno de los nuevos y revolucionarios submarinos del tipo XXI. Todos nos quedamos increíblemente sorprendidos de las prestaciones de la nave, especialmente Jock, el mecánico jefe. Ojala las hubiéramos tenido hace un par de años. Ahora todo es igual. La guerra esta perdida. Aun así seguimos luchando. Hay algo mas para nosotros, algo difícilmente explicable que solo se puede sentir: el honor.
Hemos tenido que zarpar desde Kiel, pues Alemania ya no controla los puertos de Francia. Nuestro ultimo crucero es sobrevivir una vez mas, tal vez la ultima antes de que todo acabe.
El sobre marrón que contiene las ordenes del BdU nos envía a una misión imposible: atacar los navíos de guerra anclados en Gibraltar. Tal vez con nuestra nueva arma consigamos inflingirle un ultimo golpe al adversario.
Decido navegar a toda junto a la costa Africana. Por la banda Española la profundidad es demasiado poca y los métodos de detección de los Aliados han mejorado mucho en los últimos tiempos. No quiero arriesgar mas de lo necesario.
Conseguimos superar una tras otra las barreras de escoltas que encontramos por el camino. La sensación de seguridad que nos da el submarino es absoluta y su velocidad nos permite evadirnos antes de que tengan tiempo de detectarnos; un giro por su parte que nos deje fuera del ángulo de cobertura del asdic, es suficiente para alejarse a 17 nudos. Una vez libres del control exhaustivo de los destructores, decido entrar en la bahía desde el Este, tras dar un buen rodeo. Por fin llega el esperado momento de atacar y probar la efectividad de nuestra nueva arma. Un destructor permanece custodiando el acceso al fondeadero, como último guardián que parece querer avisar: si entras no volverás a salir.
Entramos pegados a tierra. Detectamos el primer barco; un acorazado. Se que hay mas anclados al fondo, por lo que continuamos hacia el interior. Allí divisamos al segundo. Es un Crucero de batalla, que Schwartz identifica como el Renown.
Junto a mi primer oficial, en la amplia vela, estoy decidido a probar un nuevo método para el lanzamiento de torpedos. Aprovechando los tipo III anti convoy, lanzare de forma que sobrepasen el objetivo y, tras el giro, impacten por la amura contraria, maximizando los efectos de inundación. Nos encontramos a poco mas de 2000m del blanco. Tomo marcaciones y fijo una desviación de 4 grados para los FAT. Schwartz introduce los datos en la consola y los torpedos salen uno tras otro. El resultado es el esperado y las explosiones se suceden por ambas bandas del buque enemigo. El nuevo sistema de recarga rápida nos permite lanzarle una ultima anguila cuando giramos para poner rumbo al acorazado.
Sonne indica que el destructor que vigilaba la entrada se aleja hacia el centro de la bahía, por lo que Joch se permite el lujo de izar el Snort y cargar baterías, al tiempo que van quedando dispuestos los 6 tubos de proa. Por el periscopio contemplo una gran bola de fuego ascender sobre el negro horizonte desde nuestra presa.
Lanzamos de nuevo con el método anterior. Los torpedos convierten el acorazado en un infierno de llamas sobre el agua. Esta vez el hidrofonista anuncia que las hélices del destructor se aproximan rápidas, mientras salimos por donde entramos al flanco. Ordeno una profundidad de 25m. Las sondas nos marcan mas de 40. Cuando calculo por el ruido que vamos a ser atacados, un brusco giro nos aleja del peligro. Las cargas explotan sin consecuencias.
El destructor vira de nuevo, pero hemos ganado mas profundidad: 98 metros. Ordeno trimar la nave a 72. Si no nos cazaron antes tampoco lo harán ahora con mayor distancia para poder evadir sus cargas. De pronto sucede lo inesperado.
Una fuerte sacudida acompañada por el sonido de metal desgarrándose nos lanza a todos por los suelos. Hemos embarrancado! Se encienden las luces de emergencia tras unos segundos de oscuridad. Cuando consigo incorporarme, veo al ingeniero manipulando las válvulas del árbol de navidad para sacar al submarino del fondo. Una mirada rápida me comunican incredulidad mezclada con sentimiento de culpa. Se que no la tiene; una cresta marina, unas cartas poco precisas, una sonda que se estropea... no hemos tenido tiempo para testear el nuevo submarino.
La confusión es total. Lo que sucede a continuación es tan precipitado que parece como si el tiempo se hubiese comprimido. Voces de alarma por toda la nave; un chorro de agua entra desde la popa. Joch desaparece raudo por la escotilla estanca. Ha tenido que vaciar los tanques de compensación pues los timones de profundidad han dejado de funcionar. Schwartz me indica que el timón de dirección esta bloqueado y no consiguen moverlo, mientras, una voz desde proa, anuncia vías de agua y pide socorro para los heridos. Mi ingeniero jefe aparece de nuevo por la compuerta resollando y totalmente empapado.
-Señor, la sala de maquinas esta completamente inundada, hemos tenido que sellar la escotilla de presión.
-Y Ludwig? Pregunto.
-Ha quedado dentro, responde bajando la cabeza, al tiempo que aprieta los dientes.
-Existe alguna posibilidad...?
-No, señor, nos estamos hundiendo. Vaciamos los tanques de emergencia?
-Hágalo
Nuevas cargas explotan haciendo temblar la nave. Con el sonido del aire comprimido expulsando el lastre, se esfuma la última esperanza de regresar a casa. He de poner a salvo a mis hombres. Esta vez no podré cumplir con la promesa de llevarlos de regreso a sus hogares.
-Sonne, en cuanto salgamos a superficie, indique con el reflector de señales que vamos a rendir la nave.
Nunca creí que tendría que pronunciar estas palabras, y menos cuando ya me sentía casi a salvo y camino nuevamente de Kiel
-Schwartz, prepárelo todo para abandonar el submarino.
Los hombres han cogido sus chalecos salvavidas y algo de la comida que llevamos a bordo. Se apretujan en la sala de mando cuando la vela rompe la superficie. Subo junto al Oberfunkmaat, que empieza a enviar señales a un destructor que pone su proa en dirección a nuestra maltrecha nave. No hay respuesta. Abren fuego; malditos Tommy’s!
Ayudo a subir a los hombres por la escotilla. Estos, al ver al enemigo abalanzarse a toda maquina sobre nosotros, empiezan a lanzarse al agua. Intento tranquilizarlos y les grito:
-No cunda el pánico, lleva rumbo de fallarnos, pasara por popa!
Los segundos pasan veloces, cuando llega la colisión. Un impacto titánico. Me golpeo varias veces. Intento reaccionar, pero me doy cuenta de que estoy atrapado por la cintura entre la vela y la funda del periscopio. No noto las piernas, pero tampoco noto dolor. En unos instantes transcurre ante mis ojos una película que es toda mi vida. Mis padres, la escuela de Murwick cuando ingrese en la Kriegsmarine, los camaradas que no volvieron, mi casa, el rostro de mi mujer y de mis hijas... que será de ellas, que será de todos? Un fuerte tirón del brazo me devuelve a la realidad. Joch tira de mi intentando liberarme.
-Salte!
El continua en su esfuerzo, que se inútil; estoy destrozado de cintura hacia abajo.
-Salte, es una orden!!! Grito frenético.
Me mira un instante y su rostro ensangrentado desaparece de mi vista
De nuevo todo tiembla, al tiempo que el dolor sube de golpe con una punzada desgarradora. El destructor ha puesto sus motores atrás a toda para liberarse del submarino. En el momento que lo consigue, éste salta por los aires y yo con él. La sacudida consigue librarme de mi prisión y me lanza hacia el agua. Aun noto la gorra blanca ceñida a mi cabeza. Como es posible que continúe ahí? Como es posible fijarse en esas futilidades en momentos como este? Caigo al mar.
Intento dar unas cuantas brazadas. Las piernas no me responden, no las noto en absoluto. Me siento cansado, muy cansado. Me duele por los chicos... estoy tan orgulloso de ellos! He tenido la suerte de tener a la mejor tripulación del mundo; pero creo que es mejor así. Se que hubiera tenido que rendir mi barco dentro de muy poco. Se que todo está ya perdido, al menos no veré la derrota. Por fin todo ha acabado, y hemos vendido muy cara nuestra piel: dos acorazados nos acompañaran al infierno. Nunca hubiera imaginado que el final pudiese llegar de una forma tan absurda... después de tantas patrullas y tantas batallas. Pero así son las cosas, así es la vida y la guerra también es así. Si, creo que es mejor así...
El U100 desaparece bajo las aguas de Gibraltar y la corriente que crea me arrastra con él, con mi submarino, mi amada nave. Seguiremos juntos por siempre. Es mejor así.
FIN
A final ‘Heil’ to the Reich
A final kiss to home we gave
Give us, who die on honor’s field
In honor, also one last wave
(Poema de un marino desconocido de la U-Bootwaffe)
Quiero expresar mi agradecimiento a todos los que han hecho posible este torneo. Tanto a los que con su esfuerzo y tesón lo han creado, como a los camaradas con los que he pasado tan buenas horas en el mar. Ha sido una experiencia que no olvidaré. Gracias a todos.
La Ultima Batalla
Moderador: MODERACION
La Ultima Batalla
Si te dicen que he muerto desconfia
-
akerberg
[img]-
JORDIVONFONTS
- Stabsbootsmann
- Mensajes: 392
- Registrado: 30 Nov 2000 01:00
GIBRALTAR
Hola Schepke.
Siempre me sorprendes muy gratamente. Como dice Alf, lo mejor esta por venir.
Siempre me sorprendes muy gratamente. Como dice Alf, lo mejor esta por venir.
Un saludo
JORDI VON FONTS U-47
DD BLUE DEVIL
JORDI VON FONTS U-47
DD BLUE DEVIL
Muy bonito
Un relato muy bonito con el que me siento identificado con mi ultima misión contigo en Gibraltar.
-
Invitado
)
)
Bien... muy bien.
Gracias, Schepke por este relato. Y te doy la enhorabuena por él; pero todavía me sigue pareciendo más genial la maniobra de ataque con los torpedos.
Si no hay variaciones en la clasificación del KIII, Hz y tú subiréis al podium por vuestra genialidad. Demostráis una inteligencia fuera de lo común. Lo que no sé es que haré yo ahí, entre vosotros. Todavía no me explico cómo he podido hacer esa clasificación. Pero vosotros, con maniobras como la que relatas, estaréis ahí arriba con todo merecimiento.
Recibe un abrazo y mi admiración.
Si no hay variaciones en la clasificación del KIII, Hz y tú subiréis al podium por vuestra genialidad. Demostráis una inteligencia fuera de lo común. Lo que no sé es que haré yo ahí, entre vosotros. Todavía no me explico cómo he podido hacer esa clasificación. Pero vosotros, con maniobras como la que relatas, estaréis ahí arriba con todo merecimiento.
Recibe un abrazo y mi admiración.
Comandante en Jefe de la 24 Flotilla
¡Larga vida a la 24!
¡Larga vida a la 24!
Joer Beltza, me habia pasado desapercibido tu post por los problems con el XP.
Tu estas done te corresponde por merecimiento, ni mas ni menos. Y lo digo tras ver tu historial de sub, pues no has repetido misiones ni has entrado en una competitividad extrema. Eso, ademas, te honra como persona y como uno de los mejores comandantes (no solo de toneladas vive la U-bootwaffe, un Kapitan es algo mas). Fuera del asesino de HZ
todos sabemos que algun comandante ha tenido menos suerte que nosotros, estando, como se dice en mi tierra, tambien 'muy ahi', pero sabemos quienes somos y donde estamos: en la mejor flotilla del mundo. Eso me recuerda a una vieja letra de un grupo musical de tu tierra 'Cuidado, os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos'
Viniendo del segundo calsificado, tu post es para mi un motivo de honra y orgullo, gracias camarada!
Salud y buena caza
Schepke U100/24
Tu estas done te corresponde por merecimiento, ni mas ni menos. Y lo digo tras ver tu historial de sub, pues no has repetido misiones ni has entrado en una competitividad extrema. Eso, ademas, te honra como persona y como uno de los mejores comandantes (no solo de toneladas vive la U-bootwaffe, un Kapitan es algo mas). Fuera del asesino de HZ
todos sabemos que algun comandante ha tenido menos suerte que nosotros, estando, como se dice en mi tierra, tambien 'muy ahi', pero sabemos quienes somos y donde estamos: en la mejor flotilla del mundo. Eso me recuerda a una vieja letra de un grupo musical de tu tierra 'Cuidado, os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos'Viniendo del segundo calsificado, tu post es para mi un motivo de honra y orgullo, gracias camarada!
Salud y buena caza
Schepke U100/24
Si te dicen que he muerto desconfia