Cartas desde el Paraiso I

[Invitado]

1942, en algun lugar del Atlantico Sur.

Esta es la ultima mision del capitan Schwartz. Y tambien de su tripulacion. Pero esto, ellos no lo saben. Todavia.
El capitan Schwartz subia y bajaba por la vela con su pipa encendida... fruncia el ceño y se rascaba el cogote mientras daba vueltas por el puente antes de bajar a la Zentrale y viceversa.
En que estaria pensando?, se preguntaban los jovenes reclutas. Es hora de volver a casa!
Habian acabado su tarea encomendada por el Bdu, y en teoria, era la hora de volver. ..

El U 0000 era un submarino del tipo IX, en el que, en lugar de torpedos, en la sala de tubos tanto de proa como de popa, se amontonaban kilos y kilos de cables, cajas de fusibles, transistores...
Sus misiones desde la botadura no habian sido de combate. Sabotaje, plantado de antenas meteorologicas, espionaje... Esas eran tareas para el u 0000.
Ah!... y al final siempre habia combate.
Incapaz de defenderse de sus agresores, el u 0000 solo era capaz de escapar. Pero escapar no significa irse asi como asi. Casi siempre caia alguna carga... casi siempre llegaban a casa con alguna parte del submarino hecha trizas por culpa de las malditas cargas...

Durante el transcurso del viaje, Schwartz habia estado pensando en todas las veces en las que habia estado en peligro...
'Ahhh...' suspiraba el capitan.
Pero lo que le preocupaba no era eso.Lo que le preocupaba era la vuelta. Sus mandos no hablaban con el, ni siquiera para expresar sus opiniones acerca de su trabajo. Tan solo la burocracia arrancaba unas palabras de sus superiores. Era un fantasma entre los oficiales de tierra. Habian sido muchos años de servicios de inteligencia y por el caso que le hacian los demas, era un don nadie. Ni siquiera tenia medallas. No le estaba permitido, pues las medallas tienen un merito propio y los suyos eran secretos. No hay mision, no hay medalla. Asi estaba el tema. Hasta cuando? Hasta que algun descerebrado de adolfo le pegara un tiro por la espalda. O hasta que los ingleses le capturaran y le torturaran por las cosas que sabia. Y despues de eso, ivan su mujer y los niños. Seguro. Si el no significaba nada, su familia menos.
'Nada ha valido la pena' pensaba con cara de enfadado mientras pipaba hondamente. Miraba el mar, imaginando sirenas que surgian de las olas y le llevaban con el. Soñaba con desaparecer bajo las aguas, para siempre. Reunirse con sus ancestros, que desde hacia decadas yacian en forma de polvo bajo el mar.
Pero que nadie se equivoque... El capitan Schwartz no era un suicida. No le gustaba el combate. ni siquiera la guerra. El preferia una pequeña lancha con la que poder salir con sus hijos por la mañana para pescar bacalaos en su tierra. Pero la guerra es la guerra. Y como buen patriota, tenia la obligacion de luchar, como sus abuelos y sus padres... No?...

Y entonces recordo las palabras que le dijo su padre cuando acabo la gran guerra y volvio a casa:'La guerra, hijo, no sirve de nada. De nada. Si alguna vez hay una guerra, marchate lejos. No participes, no te dejes engañar por la politica ni por los sentimientos. La guerra es mala y te arrepentiras'.
Y asi era. Cuanto se arrepentia! Cuanta razon tenia su padre! ¿Como es que no le hice caso? pensaba. El ya habia visto lo que pasaba! ¿Como no oyo la voz de la experiencia?...
'Ahhh...' suspiraba el capitan de nuevo... 'niños...' pensaba.
Al pensar en niños, se giro en redondo para ver a los serviolas alrededor suyo. Niños. Asi iva a la guerra todos los dias, con una pandilla de niños fascistas. Adolfo se aseguraba que en las misiones de alto secreto participaran los mas devotos al Reich. Era logico. Parecian incapaces de traicionarle en una tortura inglesa. Seguro. Eran unos estupidos maximos. Fervientes creyentes. Si uno se hacia pasar por el fuhrer, los niños hacian sus tareas a la primera y con una rapidez asombrosa. Eran faciles de manipular.

Recordo que en la mayoria de barcos, la fotografia de Donitz estaba ahi... colgada. Aqui no era asi. No se podia hacer tal cosa. Entre otras cosas por que ocuparia el lugar de la foto del Fuhrer y eso, para los niños era impensable. Se sentia atrapado.

Realmente, no queria seguir ahi. No tenia amigos a bordo. Ni en tierra. Los demas oficiales pensaban que era un nazi como los que solia tener a bordo.
Asi que empezo a pensar en si mismo. En su futuro. Lejos de la guerra. Con su mujer y sus hijos. Lejos de ahi, en una pequeña cala, donde en verano hace calor y se baña con la familia y en invierno hace frio y se junta con ella al fuego.

Era una situacion desesperante. Por que luchaba?, penso...

Su patria se habia dejado llevar por las apariencias. Su patria, sus amigos, no la patria en la que vivian las SS y sus amigos. Pero que amigos? que amigos? Por quien? Sabia que los otros comandantes de uboot luchaban por sus camaradas. Por su tripulacion al menos. Pero aqui no era asi. Estos eran unos demonios que estarian mejor sudando sal en el fondo.

Asi que volvio a mirar la playa en la que estaba recalados desde la madrugada y intento sentirse como fuera de la guerra. Fuera de aquello.

Y sintio el calorcito de esa isla de las Canarias donde habian plantado la madrugada anterior esa gran antena. No sabia el nombre, pero le gustaba. Imaginaba a su mujer sentada en la orilla escuchando una concha, y a sus hijos corretear entre las palmeras.

Que sueño, Dios! Y volvio a mirar el mar. Y vio la cara de su padre que le decia aquello de '...Marchate de ahi!'. Y volvio a mirar las palmeras de la playa... escrutando la espesura...

Se irguio. Y su mirada cambio. Por primera vez miro con desprecio a los muchachos. Sus ojos se enfriaron dejando ver un hielo verde que quemaba los ojos de los que le miraban fijamente o se atrevian a ello.
Despues de que los serviolas y el oficial de puente bajaran la cabeza atemorizados.

'En esa selva hay alguien!' Exclamo. 'Como es que no habeis visto como se movian, estupidos hijos de satanas!. Ahora estan escondidos... Y seguro que llaman refuerzos! Horner! Saltz! Me cago en la puta ramera que os pario a los dos! Teneis los anteojos puestos en las palmeras y no veis nada de nada! ni alertais de peligro! Abajo todo el mundo, perros! abajo! abaaaajoooo!!!!!!!!!!!!'

Los chicos bajaron aterrorizados. Nunca jamas les habia hablado asi. Aquel hombre que era siempre un manso, parecia ahora el Coloso de Rodas erguido en el puente con los brazos en jarras encendido en fuego y gritando con esa voz grave que tenia Schwartz.

'Inmersion! Volvemos a casa A TODA MAQUINA' Grito el solitario capitan desde el puente.

Des de la Zentrale se escucharon disparos de la pistola del capitan, y el segundo de a bordo ordeno inmersion de emergencia, haciendo caso de las sospechas del capitan.

Se cerro la escotilla y cayeron los ultimos chorros de agua encima de los chicos. Y sin hacer caso de nada mas, los chicos bajaban aquel monstruo de metal a 30 metros y lo movian rumbo norte a maxima potencia.

Y entonces, Horner y Saltz, que esperaban la reprimenda del capitan se dieron cuenta de una cosa:

El capitan no bajaba! Habian pasado doce minutos desde la inmersion y alli no se escuchaba ruido de pisadas en los barrotes de las escalerillas

Miraron por las escalerillas, subieron hasta la sala de tiro... NADA! La escotilla estaba cerrada, con las ropas del capitan apresadas por la escotilla. Habia sangre.

Le han alcanzado! Le han alcanzado!

Al segundo se le hizo la boca agua. Estaba al mando. Redacto enseguida lo ocurrido y apostillo que gracias a la audacia del capitan, que murio en el tiroteo, habian sido capaces de salir de la emboscada.

Habian pasado dos horas tan solo. Ahora el capitan ya no existia definitivamente.







CONTINUARA...

[Invitado]

[Mix-martes86]

Despues de leer uno de estos, solo me quedan ganas de decir "¡MAS, MAS!".

[Haddock]

Holaa!!
La semana ha sido muy dura y no he visto tu relato hasta ahora, y lo siento: me ha fascinado. El secreto lleva a la realidad de las cosas y, lejos de heroismos absurdos, enseña la tecnologia àrida y poco caballeresca (que es la que gana, no los poemas y las glorias que estas llevan a la muerte, no a la victoria) y, esta constatación, lleva a la lucidez y,esta, a intentar romper y ser feliz. El camino del que quiere ser él, del que se atreve a romper, a ser distinto, a ser fiel consigo mismo.... Ay, capitán relojero, que grande eres!!!
Una abraçada molt gran!!!!

[Miguel]

Y otro que se anima, esto es sencillamente maravilloso, que grandes sois

[corkran]

wulf. enhorabuena! realmente esto se pone interesante.
Gracias por este magnifico relato.