Para los que teneis hijos o los trendreis en un futuro.....
Mi hijo de doce meses por fin ha empezado a dar sus primeros pasitos.
Qué cosa más.... jodida. Sí, porque, de repente, se ha convertido en
un auténtico suicida.
Lo primero que uno descubre cuando su hijo empieza a andar es su
afición por los deportes de riesgo: Concretamente, a mi hijo los que
más le gustan son el "esquinning", que consiste en lanzarse de cabeza
contra todas las esquinas. El "tresilling", consistente en subirse al tresillo y
tirarse de morros contra la mesa... Y el más peligroso: el "telefunking",
que básicamente consiste en correr hacia el televisor... y empotrarse
contra la pantalla. Sin ir más lejos, mi hijo el otro día se lanzó contra Los
desayunos de Antena 3 y le comió tres churros a Isabel San Sebastián.
Bueno, con deciros que para que no se haga daño hemos tenido que
acolchar las mesas, las puertas y las esquinas de toda la casa... Ahora más que
en una casa parece que vivo en un psiquiátrico. Que, como yo le dije a mi mujer:
- ¿Por qué no acolchamos directamente al crío..?
Y ella me contesto:
- ¡Y una leche, yo he parido a un niño, no al muñeco de Michelín!
Pero seamos justos, ¿eh?: a esa edad la vida es muy difícil.
Tiene que ser muy humillante llorar porque tienes sed y que tus
padres lo primero que piensen es que te has cagado. Es como si tú entraras
en un bar, pidieras una caña, y el camarero en vez de ponerte una cerveza te oliera el culo.
Claro, por eso luego quieren vengarse de nosotros y se convierten en
kamikazes con pañales: ¿se han fijado que los niños intentan suicidarse
atacando nuestros puntos vitales? tú entras en casa, le llamas, y ves
que coge carrerilla y viene lanzado hacia tu línea de flotación.
En ese momento sólo tienes dos opciones: o bien te apartas y dejas
que se estrelle contra el mueble bar y te descojonas de él... o te
quedas quieto y dejas que te haga impacto y entonces es él el que te
descojona a ti. Yo, como le quiero mucho, siempre elijo la segunda opción.
Aunque reconozco que a veces me cuesta un huevo.... o los dos, Pero
volviendo a las manías suicidas, también le ha dado por abrirlo todo: los
cajones,las ventanas, la cabeza... Es tal el miedo que me da, que he
acabado como Javier Clemente: jugando al cerrojazo... Por toda la casa
tengo cerrojos: es más difícil salir de mi casa que salir de Cuba.
¿Y la comida, qué? Otro peligro. Tú les intentas dar la papilla y él que
"pa' tu padre". Y ,sin embargo, como dejes el jabón a su alcance
estás perdido... Que digo yo que los fabricantes deberían tener esto en
cuenta y hacer potitos con sabor a lavavajillas: "Compota de Fairy". Me
imagino el eslogan... "Dos en uno: les alimenta ....y les lava el
estómago".
¿Y lo de meterse cosas en la nariz? Otro peligro. Me pregunto: Cómo
puede nadie encontrar placer en meterse algo por la nariz...?
Quitando a Maradona, claro... Me estoy refiriendo a meterse canicas,
monedas...
Bueno,es que lo de comerse monedas es una obsesión. Sólo falta que
en los ojos les aparezcan las cerezas para ser una máquina tragaperras.
Y luego lo llevas a urgencias, lo miran por los rayos X, y el médico
te dice: "Usted no tiene un bebé, usted tiene el BBV". Al final
siempre te mandan que les des un laxante y que esperes a que lo expulse.
Y tú todo el día persiguiéndolo con el orinal. Vamos que estás más pendiente
de la devolución del niño que de la de Hacienda. Es en esa época
cuando descubres que el dinero es una mierda.
Y es que no puedes perderles un segundo de vista. Yo estoy tan
obsesionado, que el otro día llegué al trabajo y le limpié las manos
a mi jefe con una toallita.
Aunque esto ha sido siempre igual, mi padre dice que, de pequeño, yo
también me tragaba monedas, y aquí estoy. Y eso que las de mi época
eran mucho más peligrosas: ¡¡¡¡salía Franco!!!!
PD: A todos los comandantes de la 24Th les deseo un feliz fin de semana!!











