Trepo por la escalera y subo a la torre. Unas decenas de personas se arremolinan alrededor de la dársena donde el U5 esta amarrado.
Comenzamos la patrulla saliendo una vez mas de madrugada, saliendo de noche, evitando las miradas intrigantes de los numerosos merodeadores que hay en la bocana del puerto. Nadie ha venido a despedirme. Gretta ha debido de quedarse otra vez en casa, junto a ese mal nacido de Günter, siempre tan atento y dispuesto. La cena de despedida la hemos hecho en silencio, tan solo roto por algunas frases cortas y triviales. Ella sigue echándome en cara mi desprecio por la vida relajada y tranquila que su padre nos había brindado al ofrecer aquel puesto administrativo en la oficina de Armamento. Y no la culpo. La ultima vez que hablamos del tema, la cosa no acabo bien.
-Saque el submarino del puerto, Otto –le digo a mi segundo y me vuelvo a meter en la panza del buque que ronronea suavemente.
Pasan los días, no quiero malgastar combustible para llegar a mi zona de patrulla y avanzo a paso burra, hace un tiempo de perros y tardo una eternidad en llegar hasta la entrada del Canal de la Mancha.

Después de estar mas de una hora con un destructor dando vueltas a nuestro alrededor, Creutz, en el hidrófono, me informa de que la señal apenas es mas que un leve susurro. Lo hemos dejado atrás.
-Profundidad de periscopio. Arriba periscopio.
No veo nada.
-Subteniente Otto.... Llévenos a la superficie.
Después de ordenar a la tripulación para que descanse un poco, subo a la cubierta a respirar un poco de aire fresco.

El mar, crecido y encrespado, me empapa la cara y me siento más sereno y despejado. Me encanta disfrutar de esta sensación de libertad de vez en cuando. A veces la vida en el interior de un submarino puede llegar a ser claustrofóbica.
Al poco rato oigo pasos por la escalera y el puente comienza a llenarse con el turno de vigias correspondiente.

Ya es de noche. De madrugada, noche cerrada y seguimos navegando a paso de tortuga para ahorrar combustible. Nos sumergimos unos 20 metros para escuchar algún contacto.
¡Y bingo!

-Señor, barco mercante acercándose y moviéndose lentamente. Marcación 348.... A gran distancia.
-Buen trabajo..
Comienza la caza, me sumergo para ver que rumbo lleva. Intento cortarlo pero debe de estar a bastante distancia porque el sonido es debil y no veo ningun tipo de contacto visual por el periscopio.... Normal, que me esperaba con esta noche de perros. Emergo, máxima velocidad, a la porra con las baterias, subteniente, ya las recargaremos luego....
-Otto Totenhanem, disponga de un equipo competitivo para sacar el máximo rendimiento del motor. Hay que darle caza antes de que empiece a doblar el cabo y se meta en el canal de la Man....
Vuelvo a sumergirme... Con esta oscuridad podría pasar a su lado a toda maquina y ni enterarme. Me pongo a su popa, siguiéndole los pasos, con el cuarto de maquinas bullendo en una actividad frenética. Alcanzamos los 6 nudos...
-¡Señor Totenhanem, exprima más esa maldita maquina, quiero llegar a los 7 nudos!
Con mantenerme me vale.... Cuando amanezca, dentro de una hora, podremos ver que distancia nos saca y si merece la pena seguir gastando precioso combustible.
Me pongo a trazar el rumbo del objetivo y vías de interceptación sobre el plano, cuando el sonar canta:
-Señor, nuevo contacto en el sonar... Marcación 114 grados.

-¿Cómo....?
Dejo caer el lápiz y la regla sobre el mapa y arqueo la espalda para preguntar mirando hacia la otra sección del submarino:
-¿Distancia?
-Esta mas cerca señor...
-¿Cómo es posible, Creutz?
Me dirijo hacia allí incrédulo.
-¿Cuál es el objetivo mas cercano al submarino?
-Marcación 114 grados...
-Imposible.... A ver, déjeme oír...
Me coloco los auriculares y hago un barrido alrededor del submarino. Desde la sala de control, una decena de ojos se clavan en mi espalda.
El ruido de las hélices del mercante que seguimos se perciben claramente. Hago varias pasadas y por la posición nueva que me ha dicho Karl y no oigo nada... Es imposible que haya nada ahí... Aunque quizás el rumor del agua lamiendo el casco sea tan fuerte que no me permita oírlo claramente .
-¿Por Dios,esta usted seguro que hay algo ahí fuera, Creutz?
-Si, mein komandant...
-¿Se ve algo en superficie, Otto?
Otto colgándole los brazos del periscopio, niega con la cabeza.
Vuelvo pensativo hacia la sala de control. Todos se giran hacia sus mandos, mirándome de reojo.
-Señor, ¿mantenemos rumbo...?
-Si, mantenemos el rumbo y la velocid....
Desde la estación del hidrofono, Creutz lanza un gritito histérico:
-Torpedo en el agua, señor, torpedo en el agua.....
-¿Comooooo.....? ¿De donde ha salido? Creutz, ¿viene hacia nosotros?
Miles de preguntas cruzan por mi mente, estoy estupefacto y veo como ya todos me miran sin disimulo..
-Señor....
Mil ideas se cruzan por mi cabeza... Ya esta, ahora lo veo claro... El sonido que ha escuchado Creutz en el hidrofono es un submarino enemigo.... O amigo, vete a saber, que nos ha disparado un torpedo y nos ha pillado con los pantalones a la altura de los tobillos y ahora si que nos han jodido bien.... El cazador, cazado, bla, bla, bla...
-....no se quede ahí como un pasmadote, desembuche de una vez....
Esta vez a la mierda lo de navegación silenciosa y gaitas.
-Estoooo...., el torpedo no se dirige hacia nosotros.... Parece que lo hemos lanzado nosotros..
Este Creutz me esta atacando los nervios... Pienso en pasar a alguien por la quilla. Ya se sabe que el capitán nunca se equivoca y este marinerito se esta ganando todas las papeletas.
-Lo siento, he sido yo, he pulsado sin querer el boton de disparo y....
-Vale, Fritz Friederich, vale....No lo haré constar en el cuaderno de bitácora.
Para un oficial que tenemos competente en el submarino, no le voy a enmarronar con esta cagada su brillante hoja de servicios.
Toda la angustia desaparece de repente, me encuentro tremendamente cansado y sin fuerzas.
-Vamos, vamos, vayamos a descansar un poco... Otto, releva a Fritz, anda y llevanos hasta el mercante del diablo y cuando lo veais, avisame... Me voy al camarote a dormir un poco... Ah, Creutz, deje un poco el hidrofono y vaya tambien a descansar un poco, majete.
A las 13:38 y viendo que ya he perdido el contacto con el buque enemigo, vuelvo a mi posición de patrulla.
Todos estos calculos para nada...
