3 de febrero de 1.940, algún lugar al norte de Irlanda: Hemos recibido órdenes del BdU de encontrarnos con un convoy en estas aguas. Los comandantes Ductorroell, Marian, Lethalzero, Huntley y Saat al mando del recientemente reincorporado comandante Silencioso nos disponemos a enfrentarnos a nuestro destino. Navegamos en superficie, en una doble línea de cuatro y dos submarinos respectivamente.

17:10h: ¡Mala suerte! Los perros ingleses nos han cogido desprevenidos. No esperábamos cobertura aérea tan lejos de la costa, pero ahí están: Son dos “Hurricane”, que nos han detectado… El sigilo ya no nos valdrá de mucho. Los comandantes Silencioso y Saat ponen sus U-62 y U-2 a la máxima velocidad, intentando encontrar los flancos del convoy lo antes posible. Mientras tanto, el resto de los compañeros se disponen a pasar entre medio de ambos cuando llegue el momento.
17:30h: El comandante Silencioso detecta los primeros barcos de guerra y se sumerge a 100m. Avisa a sus demás compañeros, y el Comandante Saat pasa a profundidad de periscopio. Aprovecha las malas condiciones de visibilidad para ir radiando las variaciones de rumbo y velocidades de todos los barcos que se encuentra. A menos de 3.000m del primer escolta, no puede arriesgarse a seguir observando y pasa a 80m de profundidad.
17:50h: El Comandante Silencioso demuestra que no está oxidado. Ha llegado ya al convoy y con sus torpedos manda a pique un petrolero pequeño. Inmediatamente, se sumerge hasta los 120m, con un destructor buscándolo desesperadamente.
18:00h: Tres Destructores han dejado atrás la posición del Comandante Saat, y de algún modo consiguen detectar al Comandante Lethalzero… Es una lucha de poder a poder, y a pesar de sus excelentes maniobras de evasión, Lethalzero es alcanzado y hundido.
18:10h: Los acontecimientos se suceden con rapidez, antes incluso de poder llegar al convoy, los mismos destructores que acabaron con Lethalzero alcanzan ahora a Marian… A poca distancia de allí, Silencioso también es abatido poco después y ya sólo queda la mitad de la manada. Mientras Ductorroell y Huntley siguen intentando llegar hasta el convoy sin ser detectados, Saat sube a Periscopio, justo en medio de dos petroleros. Dispara cuatro de sus torpedos, pero no es esta la noche propicia para la 24ª Flotilla y no hace ningún blanco. Inmediatamente, comienza sus maniobras evasivas, pero una carga de profundidad da con sus huesos en el fondo. Ya sólo quedan Huntley y Ductorroell.
18:15h: Ductorroell ha llegado hasta el convoy, dispara sus torpedos, y se sumerge inmediatamente, acosado por cuatro destructores. Como Saat, tampoco obtiene ningún blanco… Por suerte, Huntley ha conseguido largar una salva de torpedos, cuatro. De ellos, dos pasan de largo, uno rebota, pero el tercero alcanza al Patricius (Un petrolero T2) justo en el centro y lo echa a pique entre vítores de su tripulación. Pero Huntley ha sido visto y cuatro destructores van a su encuentro. Ductorroell hace tiempo que no se puede mover del fondo. Con las máquinas paradas, intenta reparar su U-Boote, mientras reza por que ninguna carga más estalle en sus proximidades.

18:20h: Huntley lucha desesperadamente por su vida, y mientras lo hace escribe páginas y páginas del “Libro Geweih de Maniobras de Evasión”…Pero todo en esta vida tiene un final, y el enemigo es muy superior en número. Ya sólo queda Ductorroell, con su submarino haciendo aguas por todas partes y totalmente inmóvil… Sólo es cuestión de tiempo, y a pesar de que hace un buen rato que ni se mueve, ya son seis los destructores que peinan su zona. Una última carga de profundidad y la Manada sólo es un recuerdo en las frías aguas del Atlántico.
Un abrazo.