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Enero de 1940
Tras recibir el informe del alto mando numero ABKR-1320, referente al avistamiento de un convoy enemigo por un Fokewulf 200 Condor de reconocimiento, y dirigirnos a la posicion recomendada por el A-11, entramos en contaco a primera hora de la tarde los U-boot : U-1000, U-1001 y U-1097, al mando de los comandantes Zaunkonig, Ootoito y Berrinche, quedando este ultimo al mando de la manada, siguiendo ordenes del alto mando.
El comandante Berrinche en una maniobra que da fe de su alta preparacion y disposicion para elcombate, ordena al grupo, sumergirse hasta profundidad de 100 metros, y dirigirse al convoy en marcha silenciosa, las ordenes dadas por el comandante disponen, que tras alcanzar al convoy, deberemos ascender hasta profundidad de periscopio, y al abrigo de la oscuridad, echar una rapida mirada de reconocimiento.
Tras largos minutos de silenciosa navegacion, el operador del hidrofono informa al comandante que hemos alcanzado al convoy y que ahora, los multiples contactos comienzan a rodearnos, según el hidrofonista, a podido distinguir hasta cuatro contactos con altas revolucuiones en sus motores, posiblemente escoltas del convoy.
Siguiendo las ordenes del comandante Berrinche y alcanzado el punto inicial de ataque el comandante ordena ascender a profundidad de periscopio, que alcanzamos en cinco minutos, al izar el periscopio en mitad de la oscura noche se pueden distinguir algunas siluetas de los barcos enemigos.
La mala fortuna se ha cebado con nuestro comandante al mando, que ha ascendido muy proximo a varios escoltas, y rapidamente ha sido descubierto con el ASDIC, comienza la caza y acosado por los destructores enemigos, Berrinche da las ordenes a su tripulacion, quien obedece al comandante como un autentico reloj suizo, la maquinaria de guerra bien engrasada y dirigida, prepara una sorpresa al enemigo y antes de hundirse para tratar de escapar de las acometidas enemigas lanza una salva de torpedos uno de ellos golpea un petrolero que tras una gran llamarada se estremece en la negra oscuridad del oceano, pero que lentamente continua su maltrecha marcha. Otro alcanza un transporte de tropas y herido de muerte se estremece, llenando la oscuridad de llamaradas y gritos de sus ocupantes que se lanzan al mar tratando de escapar del sentenciado fin del barco. Sin un segundo de respiro, el submarino es atacado por varios destructores que lanzan multitud de cargas de profundidad que acaban por hundir el U-1000.
Alertado el enemigo por el ataque del comandante Berrinche, rapidamente el convoy cambia de rumbo, dirigiendose al sureste. Los focos y los dispositivos de rastreo de los escoltas parecen haberse vuelto locos, sin duda saben que el ataque de un lobo solitario no es cosa frecuente. Buscan culquier señal que les indique de donde vendra el proximo ataque.
Otra explosion sacude el petrolero que ya habia sido alcanzado por Berrinche, el comandante Ootoito, siguiendo las ordenes de ataque habia fijado su objetivo en ese mismo blanco, el que mas proximo se encontraba de su posicion, tras el impacto, el comandante da las ordenes y prepara el disparo de otros dos peces, que salen del submarino hacia otro petrolero y un transporte del tipo C2, el oficial del sonar da la voz de alarma…
-“Capitan, contacto enemigo, helices a altas revoluciones se acercan a nuestra posicion, demora 240º“
-“Profundidad 100 metros, avante despacio, todo el timon a babor, nuevo rumbo 180º”
Las ordenes son ejecutadas de inmediato, el comandante observa en el rumbo indicado por el sonar y antes de perder la profundidad de periscopio distingue como un destructor se aproxima a su posicion a gran velocidad, el silencio en el submarino es absoluto. Los segundos transcurren demasiado lentamente, parece que el tiempo se hubiese detenido, pero rapidamente comienza a escucharse el sonido inconfundible de un barco que pasa a gran velocidad sobre el submarino, las cargas de profundidad retumban en el submarino, al principio, lejanas, pero a medida que el tiempo pasa, cada vez mas proximas. Subitamente todo el submarino se estremece, la scudida ha sido terrible, varias valvulas han reventado, el comandante siente en su cuerpo como la metralla araña las carnes de su camarada el U-1097, el telefonillo suena, y tras descolgarlo el capitan recibe el informe de daños:
-“comandante”, susurra por el auricular una voz nerviosa, “nos han alcanzado, creo que hemos perdido algo en la popa, los motores tambien han sido dañados y vibraciones en los ejes de las helices indican que estas tambien han sido dañadas”
-“muy bien, haga lo que pueda, mantenga la propulsion a toda costa”
-“Capitan, los controles de profundidad no responden, hemos perdido los timones de profundidad de popa” la voz del segundo oficial se escucha en la sala de control, mientras el comandante Ootoito piensa en una posible solucion a esta embarazosa situacion.
“Bien, tratemos de salir de aquí, oficial sumerga esta lata hasta los 120 metros, cambie el rumbo a 360º”
Las ordenes se susurran casi directamente a los oidos de los timoneles, estos obedecen y el submarino, gravemente dañado, comienza las maniobras para escapara del enemigo, los ataques enemigos se suceden contra el U1097, que gravemente dañado e impedido en sus maniobras es hundido por el enemigo.
Mientras estos acontecimientos se sucedian en el U-1097, el comandante Zaunkonig, ha lanzado varios torpedos a los barcos enemigos, que son alcanzados uno tras otro.
El tercer torpedo que alcanza el petrolero, esta vez lanzado por el comandante Zaunkonig, termina el trabajo iniciado minutos antes por sus camaradas ahora fallecidos, el petrolero se hunde en el fondo del mar desparramando su valioso contenido, impregnando el aire de su caracteristico olor nauseabundo.
No hay tiempo para celebraciones, los destructores buscan al U-1001.
El comandante decide pasar a la ofensiva, “vamos a por ese destructor”, tras las ordenes precisas para lanzar el torpedo, ha llegado el momento de disparar, el torpedo sale dispedido hacia su blanco, el silencio en el submarino es absoluto, subitamente una seca explosion retumba en las oscuras profundidades, la tripulacion a pesar de las ordenes de mantener silencio absoluto no puede reprimir el grito de jubilo, “¡¡¡silencio!!!” grita el comandante, reprimiendo sus propios deseos de acompañar a sus hombres en la celebracion.
Tras otear el horizonte atraves del periscopio, descubre un pequeño mercante que ha sufrido daños en sus calderas y se encuentra detenido muy proximo a su posicion, un destructor se acerca a toda maquina, ha descubierto el periscopio y comienza a disparar todas sus armas contra el sumbarino…, “¡¡¡A TODA MAQUINA!!!” grita el comandante, el submarino da un salto como si hubiese sido subitamente empujado por una fuerza divina y se lanza a toda maquina en direccion al mercante dañado, su intencion es clara, si puede situarse bajo el carguero, tendra una oportunidad de despistar a sus atacantes, mientras se acerca al mercante, ya casi sin angulo, el comandante Zaunkonig lanza un torpedo contra un transporte averiado, que tambien se encuentra cercano a su posicion, pero el torpedo rebota sin estallar en la coraza del transporte y se hunde sin estallar.
Las horas pasan y el comandante Zaunkonig, ha conseguido despistar a los destructores enemigos, sumergiendose y alejandose en silencio rumbo norte.
Mision 26 de enero 2006
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Re: Mision 26 de enero 2006
G97Ootoito escribió:Saludos,
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