En principio, sería así deseable, un sábado para que de esta forma la gente que tiene su morada lejana, pueda acercarse con tranquilidad.
Amás, que un domingo por la tarde es algo muy... ¿deprimente...?
Es decir, que por mi parte, mejor el sabadete 20 de septiembre.
Por cierto, si el tio Mendas no puede en esa fecha, pues que se pase él en la primera semana de septiembre, que yo no faltaré para recibirle y cervecearme a modo y manera... (bueno, tras unas birras, le daremos al Cacique).
Hala, a pastar.