Leo-Tornado48 escribió:Hola amigo, que gusto encontrarte por estos mares, como siempre ofresiendo lo mejor
de tus viajes y aventuras.Te mando un abrazo.

Ya que has tocado el tema de viajar (una de mis
debilidades 
) me gustaría citar de nuevo a George Sand en uno de sus pasajes de su obra "Un invierno en Mallorca":
...Con franqueza le explicaré a mi lector por qué iba en esa galera.Y se lo diré en dos palabras; tenía
deseos de viajar.Y, a mi vez, le dirigiré una pregunta: ¿Cuando usted viaja, querido lector, por qué lo hace?
Le oigo contestarme desde aquí lo que yo diría en su lugar: Viajo por viajar. Bien sé que el viaje es un placer por si mismo; pero, en fin, ¿quien le empuja a ese placer caro, molesto, a veces peligroso y siempre sembrado de innumerables decepciones? Se me contestará: "La necesidad de viajar". Y yo diré: "Pues bien, dígame en que consiste esta necesidad. ¿Por qué nos sentimos más o menos obsesionados por ella y por qué cedemos, incluso, tras haber reconocido en una y otra ocasión que ese mismo deseo se nos echa encima y nos persigue, para no abandonarnos y no satisfacerse con nada?
si no quiere contestarme, yo tendré la franqueza de hacerlo en su lugar. Es que en estos tiempos no nos hallamos cómodos en ninguna parte y que de todos los aspectos que toma el ideal (o, si le molesta esta palabra, el sentimiento de
lo mejor), el viaje es uno de los más sugestivos y engañosos. Todo anda mal en el mundo oficial. Quienes lo niegan, lo sienten tan profundamente y con mayor amargura que quienes lo afirman. No obstante, la divina esperanza sigue adelante su labor en nuestros pobres corazones e imbuyéndonos siempre ese sentimiento de lo mejor y esa búsqueda del ideal.
El orden social, careciendo inclusive de las simpatías de quienes lo defienden, no satisface a nadie, y Éste se dedica al arte, aquel a la ciencia y un mayor número se aturde como puede. Todos nosotros, en cuanto tenemos una leve oportunidad y dinero, viajamos, o mejor dicho huímos, pues no se trata tanto de viajar como de partir. ¿Me comprenden? ¿Quién de nosotros no tiene alguna pena que olvidar o algún yugo que sacudir? Nadie.
Afirmo que, cualquiera que no se halle absorbido por el trabajo o embrutecido por la pereza, es incapaz de permanecer mucho tiempo en un mismo lugar sin sufrir y sin desear un cambio. Si alguien es feliz (y hay que ser muy grande o muy cobarde para lograrlo hoy en día), se imagina que añade algo a su felicidad, decidiendo un viaje. En una palabra, cualquiera que sienta la necesidad de vivir o de decaer se siente poseído de la fiebre del judío errante y va a buscar con rapidez y lejos algún nido para amar o algún lecho para morir.
Quiero imaginarme a la especie humana más feliz y, por lo tanto, más tranquila y más esclarecida,manteniendo dos vidas: una, sedentaria, par la felicidad doméstica y los deberes de la ciudad, las meditaciones estudiosas y el recogimiento filosófico; y la otra, activa, para el intercambio leal que sustituirá el vergonzoso tráfico que denominamos comercio, por las inspiraciones artísticas, las investigaciones científicas y, sobre todo, la difusión de ideas. Creo, en una palabra, que el objetivo normal de los viajes es la necesidad del contacto, de relación y de intercambio cordial con los hombre y que no debería haber placer allí donde no hubiera un deber. Y creo también, por el contrario, que la mayoría de nosotros, hoy día, viajamos un poco en busca del misterio, del aislamiento y por una especie de desconfianza que la sociedad de nuestros semejantes da a nuestras personales impresiones, sean éstas dulces o penosas.
No quiero extenderme más de lo que manifiesta George, pero sí creo que es digno de

reflexión. Creo incluso, que la actividad en en un foro, es también una forma virtual o casi
real de "viajar" y de escapar de la rutina diaria.a fín de cuentas establecemos unas relaciones con otras personas de distintas naciones, con sus diversas mentalidades, formas de cultura e intelecto, pero con una meta en común: establecer contactos, dejarnos exponer o expresar nuestra ideas y pensamientos, buscando siempre el calor humano y quizás esconder alguna pesadilla

de bajo de la alfombra.
Feliz fin de semana
