
Casi con toda seguridad se refería a este convoy.
SOS


A la pregunta si hubo coordinación con la Luftwaffe y si existía colaboración, él dice que sí, y que los pilotos eran unos héroes, sin embargo no parece que le fuera muy simpática la figura de Göring, al que se le calificaba de engreído.
Según de lo que se desprende de lo que yo he leído hasta ahora, no siempre fue así; y de ello se quejaba Dönitz al no recibir siempre la cooperación que necesitaba, ya que mayormente se apoyaba al frente del Este.
A la pregunta de que hubiera hecho en lugar de Dönitz o en que fallaron, contesta con un rápido: "300 U-Boote pero ya de inmediato" al empezar la guerra.
Próxima pregunta: ¿A que profundidad máxima llegó con su U-160?
Respuesta: a 150 ms. No me detenía mucho en examinar el profundímetro. ¡Abajo!, como quien dice hasta que el cuerpo(se refiere al U-Boot) aguante.


Pregunta: ¿Como se siente como marino o persona al dar la orden que va a causar el hundimiento de un barco?
Respuesta: (reflexiona un corto instante)" en esos momentos de guerra y lucha marina no había tiempo para abstracciones filosóficas." Eso sí, cuando regresabas de una misión a la base, sí que pensabas en estas cosas.Hubo algún comandante, que más de una vez delegó la orden de ataque a su primer oficial.
Pregunta: ¿Fue consciente en algún momento de que los aliados les habían ganado la carrera tecnonológica (Sonar,,radar, armas A/S, etc.)?
Respuesta: "Cerrar los ojos y adelante hasta la capitulación"
"Pregunta" ¿A que distancia lanzaba los torpedos durante el ataque a los convoyes?
Respuesta: "A menos de mil ms. a ser posible"
No me dio más tiempo para otras preguntas, porque entonces ya nos pusimos a hablar de otros temas. Mientras, aproveché

la ocasión para mostrarle con el portátil algunas fotos, hechas la última vez a sí como algunas carpetas relacionadas con él.Quedó muy satisfecho y su comentario fue: "Hay que ver lo que hace la técnica hoy en día". No recibía ninguna señal, así que no pude abrir nuestra pág. ni enseñarle el SHII, porque me lo había olvidado en casa. "Será la próxima vez, le dije.

Cuando le enseño el fondo del escritorio, como si quisiera examinarme, me pregunta que modelo de U-Boot es ése y le contesto: Uno tipo IX C. Repostando en Canarias de regreso de la costa este americana.

después le entregué unos pequeños presentes míos, consistentes en un archivador con 40 fundas transparentes en las que previamente había colocado una imagen suya con las medallas o condecoraciones recibidas. Igualmente todo el sermón (en alemán) que hizo el Papa el Domingo de Pascua, y que tanto le había impresionado; también una foto grande del Bismarck visto de proa. Aquí se paró un rato para recordar y decirme que muchos de sus camaradas perdieron la vida en dicho acorazado; en un marco le había puesto la foto nuestra de la penúltima entrevista en la que los dos brindamos con un jerez, la maceta con flores, y la había mencionado antes. "Esto parece Navidad", fue su comentario. "No es para tanto", le contesté; es muy probable que pronto se pueda llevar alguna que otra sorpresa.
Hablamos de muchas cosas más, así que me vaya acordando de ellas, ya lo expondré. En estos momentos estoy algo "cabreado"

Me dijo que sin la ayuda de su cuidadora ahora se encontraba un tanto "gehandicaped". a lo que le contesté: "si me necesita sólo tiene que llamarme", además me iría bien porque yo también necesito caminar un poco todos los días. "Se lo agradezco, pero ello no va a ser posible, por qué mi compañía de seguros, si me ocurre algo y no voy acompañado con personal de la residencia, no me pagaría ni un céntimo" - "Vaya, con los Seguros"

También le comenté: "Si nuestra primera entrevista era más bien de sorpresa y curiosidad, ahora ya han cambiado las cosas.Mi interés por usted es más bien de naturaleza humana y todo lo des los submarinos se ha vuelto en una cuestión secundaria". "Pues a mi me ocurrió lo mismo", me contestó sonriendo. Charlamos un buen rato más, le coloqué la bandeja de la cena, que había traído una empleada. (por cierto muy frugal por no decir de asceta). "Creo que debería imitarle" le dije. Sonrío me estrecho la mano y me dijo: "Usted ha sido un premio para mí y estoy muy satisfecho de haberle conocido".
Me quedé muy emocionado ante tal observación guardando un poco de silencio y me despedí de él muy pensativo. Esta noche pasada no he podido pegar un ojo en toda la noche. Pensaba en todo lo hablado durante la tarde, lo feliz que era él con muy pequeños y modestos gestos. Por unos momentos pensé


