
Este es el escudo pegado a su puerta en su domicilio en Mallorca. Tengo uno mucho más nítido que estará "escondido" por algún sitio en el ordenador; cuando lo encuentre lo sustituiré. Al hacer la foto me temblaban un poco las manos

Ya está sustituida.

Esta mañana tenía decidido hacer un montón de cosas. Una entrevista con el Sr. Lassen no figuraba en ellas, ya que quedamos en hacer una entrevista para finales de esta semana.
Como la impaciencia por mi parte, y seguramente por algunos de vosotros, me explotaba en las entrañas, tomé la decisión de escribirle una carta de presentación para entregársela personalmente antes de aparecer por su domicilio. La mentalidad alemana no es como la nuestra en según que cosas, así que decidí entregarle la carta para que se supiera con quien se iba a entrevistar y también como representación de la 24 Flotilla.
Ha sido una idea acertada como pude comprobar más tarde.
Tomé mi coche y después de un recorrido de unos 20 kms. y preguntando por aquí y allá dí al final con su paradero.
Vive en una residencia en un lugar verdaderamente privilegiado como he podido comprobar.

Me abríó la puerta una señora alemana que supongo es quien le cuida o quizás su compañera de vida. No se lo pregunté. Dicha señora me dejó pasar y yo le entregué la carta al Sr. Lassen. Pesé a su avanzada edad (el mes próximo cumplirá 94 años) reconoció enseguida mi voz, lo cual me dejó un tanto asombrado. Me invitaron a sentarme; al poco tiempo ya tenía su perro de compañía buscando mis caricias -supongo que esto les causaría impresión y a mi también-...en todo caso, me dije: Ya tienes a alguien en el bolsillo

Al hablar con la señora de compañía y decirle que era mallorquín, se quedó asombrada...
- "¿Cómo habla tan bien el alemán?"
- "Pues estuve 27 años en su país y por suerte al principio en la Baja Sajonia, en Hannover, donde se habla el mejor alemán."
- "Pues yo soy de Hannover", me contestó.
Le nombré los distritos y calles que conocía, incluso un pequeño refrán por lo que a las jóvenes de Hannover se refiere. Se quedó atónita. Un segundo personaje ya ganado. Mientras tanto, el Sr. Lassen sonreía. Entonces nos pusimos a hablar de lo uno y de lo otro. Le dije que mi hijo vivía en Berlín, lugar de su nacimiento, a lo que su amiga contestó:
- "No, el Sr. Lassen es de Lübeck" (ciudad alemana conocida por el marzipan)
- "No señora, yo nací en Berlin", respondió el Sr. Lassen.
- "¿Pero como es posible? ¡Tú no me lo has dicho nunca!
- "Porque tú nunca me lo has preguntado", fue su contestación. Nos pusimos a reir todos.
Cuando le dije que en mi juventud quería ir a submarinos, me ha preguntado que submarinos tenemos y donde. Le he contestado que en su tiempo teníamos casi media docena (no sé el núm. exacto) y que eran de propulsión con diesel, algunos de ellos construidos en Italia. Le hable incluso de que en "nuestras filas" teníamos uno que era alemán; si me acuerdo bien creo que era el G-7. Entonces ya empezó a hablar de patentes actuales alemanas que venden a todo el mundo (parece que él no estaba muy de acuerdo con ello) y que pueden generar oxigeno, con lo que ya no serían necesarias baterías eléctricas e incluso los submarinos nucleares pudieran quedar obsoletos ya que a fín de cuentas sus reactores necesitan refrigeración...etc. No quiso extenderse en el tema, y como yo no soy ningún experto en estas cuestiones pasamos a otros temas. También habló de nuevas formas de hélices que hacen a los submarinos todavía más silenciosos. Tengo una grabadora que no llevaba encima, aparte de que graba muy mal. No quería estropear la 1ª entrevista, por el recelo que pudiera despertar de que fuera periodista o Dios sabe que otras cosas. Le didje que en la actualidad, junto con los franceses construimos submarinos de primer orden y que van a parar a aotros países, Chile por ejemplo y algunos otros más.
En su domicilio no tenía ninguna insignia, medallas o condecoraciones. Están en casa de su hija e yerno en Alemania. No ha hecho ningún reparo en declararse distanciado de su país por completo, cree con razón, que después de la guerra, por lo menos por lo que respecta al arma submarina, han sido maltratados.
- "Cuando nosotros estábamos en Paris, yo mismo fui a visitar el "Invalidendom"...¿sabe donde está?"
- "Allí está enterrado Napoleón.", le dije.
- "Sí, y allí fui para con mi visita rendirle mi saludo, aunque él hubiera sido enemigo de Alemania. Igualmente estuve después de la guerra en Inglaterra y fui a la Plaza de Trafalgar Square...¿sabe donde está? "
- "Si", contesto, "allí tienen el monumento dedicado a Nelson"
- "Pues bien, allí estaba plantado yo saludándole. Estos países saben homenajear a sus héroes, también los americanos..."
- "Si es cierto, yo pude comprobarlo al visitar los EEUU y hacer una visita al cementerio de Arlington", le contesté.
- "En la Alemania de hoy, corren como el perro con el rabo entre las piernas".
- "Lamentablemente así es", fue mi respuesta.
Seguidamente continué la conversación comentándole las cosas que tenemos los dos en común.
- "Con un poco de suerte (Aún me faltan algunas JN) seré Korvettenkapitän, de forma virtual



Llevaba mi cámara fotográfica y al despedirme le pregunté si podía hacerle una foto, a lo que su amiga contesto:
- "Hoy no, no va bien vestido; la próxima vez cuando venga haré una foto de los dos, llevando él una buena camisa blanca"

¡Y esto es todo por hoy!
¡Me olvidaba! También le hable de la 24 Flotilla y de sus componentes, todos ellos ansiosos de saber más noticias, incluso de alguno dispuesto a hacerle un presente. Llevaba un dossier encima de unas 17 págs. que se quedó con él para estudiarlo.
- "Guárdemelo bien, que no se pierda...", le dije, a lo que su acompañante me dijo:
- "No se preocupe, Sr. Garau que yo me encargaré de ello".
Con este dossier que llevaba se dará perfecta cuenta de nuestro interés no sólo por los U-Boote sino también por su persona, lo cual ya es un buen visado, creo yo.

A la salida del recinto había cierta información:
"Una semana de prueba en uno de nuestros apartamentos ( de 43 a unos 60 m2) incluído el desayuno, por 350 €".
Me fuí meditando si valdría la pena, para estar más cerca y ahorrarme un montón de kms. Porque esto será para largo. Me he dado cuenta de su edad y de que mucho rato de conversacion puede fatigar o agobiar a una apersona en su estado, así que tenemos todos que armarnos de paciencia. Al hablar de simuladores, le dije que me alegraría de su visita en mi domicilio para que viera como funciona todo esto de Silent Hunter III en un ordenador. Ella me dijo..."podríamos hacerlo".
Quizás más adelante sea ello posible dependiendo siempre de su estado de salud y ánimo. Al preguntarme cuando me iba bien de que me llamaran, contesté: "Para ustedes, las 24 horas".
Aquí también quedaron los dos asombrados.



