La jornada nocturna impidió a ambos ejércitos variar la línea del frente y las acciones en tierra se limitaron a algún esporádico intercambio de fuego de artillería.
Nada que ver con lo que sucedía en los cielos de la Marmárica, donde ambas fuerzas aéreas aprovecharon la noche para operar en la retaguardia enemiga.
Los aliados realizaron una incursión con B-25 en dos oleadas sobre el nudo ferroviario de Qasaba, mientras varias más de bombarderos Wellingtons tomaron como objetivo el puerto de Mersa Matruh.
Por su parte las fuerzas del Eje usando Bf-110 eligieron sus objetivos en el canal, donde atacaron las instalaciones ferroviarias y portuarias de Port Said, Qantara El Sharqiya e Ismalia. Igualmente algunos aparatos operaron en El Cairo y Heliópolis.