El día del ataque japonés a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, no todo fueron desgracias para los norteamericanos. Pese a que la fortuna había estado del lado nipón, una circunstancia favorable fue decisiva para que no se produjeran más bajas mortales entre las tropas estadounidenses.
Precisamente ese día, en Honolulu, la ciudad más cercana a Pearl Harbor, se estaban celebrando unas jornadas médicas sobre el tratamiento de la heridas de guerra. A esa conferencia asitían cincuenta cirujanos norteamericanos venidos expresamente desde el continente.
Tras el ataque aéreo , los numerosos heridos fueron trasladados al hospital Tripler Army. Inmediatamente, los cirujanos se dirigieron a toda prisa al hospital y se dispusieron a intervenir quirúrgicamente a los heridos. Gracias a esa inusual concentración de cirujanos en Hawai, muchos soldados pudieron salvar la vida.
De las 100 mejores anécdotas sobre la IIGM, por cortesía de la casa.
Kummetz

