USS SEAWOLF (SS-197)
OPERATED OUT OF BRISBANE SUBMARINE BASE
DURING WW2
La carrera de este gran submarino estaba a punto de terminar.
Volvió a San Francisco, donde por segunda vez fue modernizado.
Pero los progresos son rápidos en tiempos de guerra, el Seawolf, como un veterano combatiente, era ya un barco viejo.Nunca llegó a llevar el gran número de torpedos de los submarinos modernos ni a tener su robusto casco de acero. Con pleno reconocimiento de su valeroso historial, fue destinado a cumplir tan sólo misiones secundarias. El Seawolf había hundido su último barco.
El resto de la saga del Seawolf puede ser relatado en breves palabras. Bajo el mando del Capitán de Corbeta A.L. Boutier, salió de Australia en la que debía ser su decimoquinta patrulla de guerra.
El 3 de octubre de 1944, un sumergible japonés atacó y hundió al USS Shelton (DE407) no lejos de la posición comunicada por el Seawolf.Enfurecidos los compañeros del Shelton se extendieron en todas direcciones para cazar al sumergible nipón.
El mismo día quiso la suerte que el Seawolf, el Narwhal y otros dos sumergibles norteamericanos estuvieran también por aquella zona, en un área en la que estaban prohibidos en absoluto los ataques sobre submarinos.
El USS Rowll (DE403), ansioso de vengar el hundimiento del Shelton, estrechó su búsqueda y finalmente detectó un submarino sumergido. Bien por que no estuviese informado o hubiese olvidado que se encontraba en una zona en la que estaban prohibidos los ataques, su comandante ordenó enseguida la acción con todas las armas. Más tarde informó que el submarino se comportaba de una manera extraña: hacía pocos esfuerzos para escapar y enviaba contínuamente una serie de puntos y rayas por el sonar. Después de una serie de ataques salió una gran burbuja de aire a la superficie entre restos de naufragio. El destructoer se adjudicó un hundimiento probable, pintando la silueta de un submarino en el puente.
El Narwhal había estado en contacto con el Seawolf a las ocho de aquella mañana del 3 de octubre. El Seawolf no contestó a las llamadas que le hizo la mañana siguiente ni volvió a saberse ya más de él. Desde entonces se ha podido demostrar que el submarino japonés que hundió al Shelton no sufrió ningun contraataque y pudo regresar al Japón. Por otra parte, no se ha encontrado en fuentes japonesas el relato de ningún ataque que hubiese podido ser causante del hundimiento del Seawolf.
Las investigaciones efectuadas revelaron que podía considerarse como cierto que el submarino hundido por el Rowell fue el Seawolf..El hecho de que el submarino enviara señales por Sonar en lugar de evadirse suministró el argumento final; aunque el personal del destructor insistió enérgicamente en que las señales emitidas no estaban en el código de reconocimiento, se habían cometido ya errores semejantes con anterioridad.
Es algo que tarde o temprano tenía que suceder. Había habido ya varios casos en que nuestras propias fuerzas habían disparado sobre submarinos americanos. Uno de los más inexcusables ocurrió cerca de San Francisco en 1942, cuando el Gato, escoltado por cuatro destructores, fue bombardeado por un dirigible que ignoró totalmente las frenéticas señales enviadas por la escolta. Se habían presentado otros casos de ataques por aviones americanos contra submarinos amigos durante la guerra y unos cuantos ataques similares llevados a cabo por fuerzas de superficie. En realidad, el problema de reconocimiento de submarinos estuvo bastante confuso durante largo tiempo



De este modo, sólo y desamparado, sin poder defenderse, tratando frenéticamente de dar a conocer su identidad a su atacante, terminó su carrera el viejo Seawolf. no es posible imaginar el horror que experimentarían sus tripulantes al saberse atacados por un destructor de escolta americano, especialmente diseñado y construido para combatir a los submarinos germanos, ¿Quien puede medir su desesperación al comprobar que el ingenio desarrollado de sus propios compatriotas se volvía contra ellos por un monstruosos revés de la suerte?
Seawolf (SS-197) 3 Oct 44 99 died
Accidently sunk by naval aircraft from USS Midway (CVE-63) and
USS Rowell (DE-403) off Morotai Island.
No es posible imaginar toda la amargura desesperante y fútil del desastre final, cuando junto a la aplastante conmoción de las cargas de profundidad llegó el puntillazo final de las granadas del "erizo", desgarrando el sólido casco del viejo Seawolf, abriendo brecha a las negras aguas y terminando para siempre con toda esperanza de volver a ver la luz del sol.

El Seawolf de patrulla.

En memoria del USS Shelton, fue contruído un segundo destructor que lleva el mismo nombre, y comisionado en 1946, que participó en la Guerra del Vietnam en 1962
Este relato es del libro ¿Submarino...! de Edward L. Beach
Nos demuestra, aparte de la fatalidad, no sólo lo peligrosos que son los destructores, sino también lo vengativosque pueden volverse cuando se ataca a uno de ellos. Una buena razón para esquivarlos o no meterese en líos con ellos.
Lo cierto, es que con el SHII llegué a conseguir un elevado tonelaje de destructores hundidos (sólo cuando no eran más de tres los atacantes), con una táctica, que también viene reflejada en dicho libro y que me ha confirmado que no andaba mal con ella; aunque si es cierto que era temeraria y uno tenía que tener nervios de acero. Atacarlos por su proa y disparar dos torpedos a una distancia de entre los 800-1000 metros, para a continuacion echarle caña a babor o estribor y desaparecer lo más rápidamente posible de la arena. Entonces uno tenía luz verde para atacar al convoy si no llevaba más escoltas.
Recomiendo la compra del citado libro, que es interesantísimo y que hace tan sólo unos días que lo he adquirido.
Espero que os agrade

Kummetz