La batalla de Monte Cassino

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

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Walther
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La batalla de Monte Cassino

La Batalla de Montecassino tuvo lugar entre el 17 de enero al 18 de mayo, la colina fue atacada cuatro veces por las tropas
aliadas. Esta es la Historia




La decisión de bombardear el monasterio fue tomada por el Comandante neozelandés Bernard Freyberg, sin embargo, antes pidió
permiso al Papa Pío XII, que aceptó. El mismo día los B-17 arrojaron 2.500 toneladas de bombas sobre el monasterio.

Los mandos alemanes en Italia consideraban que debía evitarse la destrucción del monasterio y las reliquias histórica que
albergaba. Para el efecto, el Mariscal Kesselring cursó las órdenes de transportar las obras de arte, la biblioteca y las reliquias
históricas a Roma, poniéndolas bajo la protección del Vaticano. Las monjas y monjes benedictinos de Monasterio fueron
evacuados, quedando solamente el Abad Gregorio Diamare de 82 años y 5 monjes. Los puestos de observación y las defensas se
colocaron a media ladera. A las afueras de la Abadía un piquete de policía militar protegía la entrada haciendo cumplir las
órdenes de que ningún soldado alemán podía ingresar.

PRIMER ATAQUE El 20 de enero de 1944

Cuando se habla de Cassino todo el mundo recuerda la defensa llevada a cabo por los paracaidistas, pero la primera fase de
la defensa fue llevada a cabo por panzergrenadiers comandada por el general Frido von Senger con notable éxito.






El 20 de enero de 1944, Clark ordenó que la 36ª División de infantería norteamericana junto a elementos de la Guardia Nacional
de Texas, cruzaran el Río Rápido. Clark había asumido que habría pérdidas elevadas, pero no la carnicería que se produjo.
Durante horas, la artillería y su aviación castigaron las posiciones de la 15ª Panzergrenadier. Confiados en que el castigo habría
sido terrible para los defensores, los infantes dejaron sus posiciones y comenzaron a preparar el cruce del Río con lanchas de asalto.

Cuando buena parte de las tropas norteamericanas estaban en esta tarea, los panzergrenadiers, que habían sabido
cobijarse durante los bombardeos, abrieron fuego. En pocos minutos, en la orilla sur del Rápido se amontonaban los muertos y
heridos norteamericanos. Fue una carnicería tal, que sin ni siquiera haber alcanzado los puntos de cruce y abordado sus
botes, los asaltantes ya sufrían un 25% de bajas.




A pesar de las terribles pérdidas, el General Clark ordenó volver a intentar el cruce, asumiendo que los defensores
alemanes también habrían sufrido pérdidas difíciles de reponer y ordenó un segundo intento de cruce la noche del día 21 al
22 de enero.

Amparados por la oscuridad, un batallón consiguió alcanzar la orilla enemiga y tender dos puentes, pero los alemanes,
dándose cuenta de que con los puentes operativos llegarían rápidamente refuerzos, contraatacaron apoyados por
cañones bien atrincherados que disparaban directamente contra las posiciones enemigas, los granaderos pulverizaron a los
estadounidenses. Fue tal la matanza que del batallón, sólo sobrevivieron algunas compañías incompletas que para salvar la vida
tuvieron que retroceder nuevamente hasta la orilla sur abandonando los puentes y el material.


SEGUNDO ATAQUE el 24 de enero

Para que veáis la tozudez de Clark, nada más producirse el desastre de la 36ª División, el 24 de enero, el General Clark ordenó
que el Rápido fuera cruzado de nuevo esta vez por la 34ª División.

Se eligió una zona del río donde la poca profundidad facilitaría el cruce de los infantes, al norte del pueblo de Cassino, apoyados
por carros de combate.


Los alemanes, conocedores de que el enemigo intentaría cruzar el río, volaron una presa provocando un desbordamiento del
río y convirtiendo ambas orillas en un lodazal. Cuando los carros junto con la infantería avanzaron, 20 carros quedaron
atrapados en el barro y tuvieron que ser abandonados. A pesar de que esta vez se consiguió dominar parte de la orilla alemana,
los grenadiers habían minado las laderas de las montañas que seguían al río, y construido puestos fortificados que se cobraron un
fuerte peaje en vidas enemigas. Gracias al apoyo de los carros, los hombres de la 34ª Div consiguieron alcanzar los arrabales
de Cassino, pero allí fueron finalmente detenidos de nuevo por fuego concentrado de cañones anticarro y de ametralladoras.
Esta situación duró casi una semana hasta que los estadounidenses, exhaustos se retiraron el 11 de febrero pero para entonces,
las bajas aliadas alcanzaban la cifra de 4.200 estadounidenses y 2.500 franceses caídos.


TERCER ATAQUE 16 y 17 de febrero

Los aliados, desconfiados, decidieron bombardear Monte Cassino el 15, lanzándose 600 toneladas de explosivo. En el lugar sólo
se encontraban los monjes y civiles refugiados y heridos. Muchos de ellos murieron en el bombardeo.

El día 15, tras el ataque, el General Senger dio por fin permiso a los paracaidistas para ocupar las ruinas de Monte Cassino
y convertirlo en un segundo baluarte defensivo detrás del pueblo.




Ahora era el turno de las tropas británicas y de la Commonwealth de demostrar si eran más capaces que sus aliados
estadounidenses. Durante los días 16 y 17 de febrero, la 4ª Div. India lanzó varios valientes asaltos sobre Cassino y las
colinas próximas. Las bajas fueron terribles. Si los panzergrenadiers habían demostrado no estar dispuestos a ceder ni
un palmo de terreno y a contraatacar cuando fuera necesario, los fallschirmjäger (paracaidistas) eran todavía peores enemigos.

A partir del 18, comenzó a nevar copiosamente y se detuvo el ataque británico, que además de no conseguir ningún avance,
había supuesto ya centenares de muertos. Era evidente que los alemanes no estaban dispuestos a ceder.

Hasta el 15 de marzo no se reanudó el asalto aliado sobre Cassino, nuevamente encabezado por los británicos. Para
aniquilar a los defensores del pueblo, se preparó la ofensiva con un bombardeo previo de 500 aviones que lanzaron sobre
el pequeño casco urbano 1000 toneladas de explosivos. Por si esto fuera poco, la artillería lanzó otras 2.500 toneladas más.
El suelo tembló en 10 Km. a la redonda como si se tratase de un terremoto. En Cassino, los defensores soportaron horas
de bombardeo escondidos en sótanos y cloacas. Algunos quedaron enterrados en vida y murieron.




El ataque que siguió al bombardeo lo llevaron a cabo neozelandeses, que comprobaron como los fallschirmjäger volvían a ocupar
sus posiciones abriendo fuego con fusiles, ametralladoras y morteros contra ellos. Finalmente, los neozelandeses, como antes norteamericanos, franceses, británicos e indios, tuvieron
que retirarse y abandonar el pueblo. Durante nueve días y nueve noches, los paracaidistas diezmaron seis batallones
neozelandeses, uno tras otro cada vez que pretendieron tomar la población.




El General Alexander reconoció la talla de los paracaidistas alemanes enemigos con las siguientes palabras: "Es extraordinaria
la tenacidad de estos paracaidistas alemanes. Estuvieron sometidos a toda la fuerza aérea del Mediterráneo bajo la mayor
concentración de potencia de fuego que se ha visto jamás. Dudo que haya otras tropas en el mundo que hubiesen podido
levantarse y seguir luchando con aquella ferocidad, incluyendo las mías”.

CUARTO ATAQUE 11 de mayo

El siguiente capítulo en esta sangrienta historia lo escribirían los polacos. El 11 de mayo, tras la habitual barrera artillera se
lanzaron al ataque. Ocuparon una cresta a 1500 metros de la abadía. A pesar de las bajas acumuladas y del volumen de fuego,
los paracaidistas organizaron un nuevo contraataque obligando al enemigo a (por enésima vez) abandonar su conquista,
retrocediendo los polacos con gran número de bajas.

CAMPO DE BATALLA




Pero Cassino formaba parte de la Línea Gustav, y a pesar de la resistencia Paracaidista, otras unidades de la Wehrmacht
en otros sectores no pudieron resistir lo suficiente y acabaron cediendo y los subsiguientes avances aliados pusieron en grave
peligro de quedar cercados a los defensores de Cassino y del monasterio. El 17 de mayo, Kesselring ordenó, satisfecho
y orgulloso, que los paracaidistas abandonaran sus posiciones. La evacuación se hizo de noche y en orden, aunque no
pudieron cargar con los heridos.

Los paracaidistas supervivientes retrocedieron hacia el norte para combatir en numerosas batallas, fueron capturados en
abril de 1945 en el norte de Italia.




La mañana del día 18 de mayo, tropas polacas tomaron el pueblo y coronaron Monte Cassino sin oposición. Sólo encontraron
cadáveres, heridos y dos médicos militares alemanes.

EVALUACIÓN

La toma de Monte Cassino ocasionó la muerte de 54.000 soldados aliados y 20.000 alemanes. Las bajas de los defensores
alemanes fueron serias, pero recordad que resistieron asaltos sucesivos desde el 20 de enero hasta el 17 de mayo, casi cuatro
meses. Que sobre ellos se lanzaron centenares de miles de toneladas de explosivos y que fueron atacados sucesivamente por
dos divisiones estadounidenses, una francesa, una india, una neozelandesa y otra polaca consiguiendo imponerse en
todos los casos.

Habrá quien dirá que el terreno ayudaba enormemente a los defensores, y es cierto. Pero recordad que los aliados contaron
en todo momento con superioridad aérea y un abrumador apoyo artillero cada vez que lo necesitaron.

Estos hombres merecen ser recordados como algunos de los mejores soldados de toda la Segunda Guerra MundialLa Batalla de Montecassino tuvo lugar entre el 17 de enero al 18 de mayo, la colina fue atacada cuatro veces por las tropas
aliadas. Esta es la Historia




La decisión de bombardear el monasterio fue tomada por el Comandante neozelandés Bernard Freyberg, sin embargo, antes pidió
permiso al Papa Pío XII, que aceptó. El mismo día los B-17 arrojaron 2.500 toneladas de bombas sobre el monasterio.

Los mandos alemanes en Italia consideraban que debía evitarse la destrucción del monasterio y las reliquias histórica que
albergaba. Para el efecto, el Mariscal Kesselring cursó las órdenes de transportar las obras de arte, la biblioteca y las reliquias
históricas a Roma, poniéndolas bajo la protección del Vaticano. Las monjas y monjes benedictinos de Monasterio fueron
evacuados, quedando solamente el Abad Gregorio Diamare de 82 años y 5 monjes. Los puestos de observación y las defensas se
colocaron a media ladera. A las afueras de la Abadía un piquete de policía militar protegía la entrada haciendo cumplir las
órdenes de que ningún soldado alemán podía ingresar.

PRIMER ATAQUE El 20 de enero de 1944

Cuando se habla de Cassino todo el mundo recuerda la defensa llevada a cabo por los paracaidistas, pero la primera fase de
la defensa fue llevada a cabo por panzergrenadiers comandada por el general Frido von Senger con notable éxi




El 20 de enero de 1944, Clark ordenó que la 36ª División de infantería norteamericana junto a elementos de la Guardia Nacional
de Texas, cruzaran el Río Rápido. Clark había asumido que habría pérdidas elevadas, pero no la carnicería que se produjo.
Durante horas, la artillería y su aviación castigaron las posiciones de la 15ª Panzergrenadier. Confiados en que el castigo habría
sido terrible para los defensores, los infantes dejaron sus posiciones y comenzaron a preparar el cruce del Río con lanchas de asalto.

Cuando buena parte de las tropas norteamericanas estaban en esta tarea, los panzergrenadiers, que habían sabido
cobijarse durante los bombardeos, abrieron fuego. En pocos minutos, en la orilla sur del Rápido se amontonaban los muertos y
heridos norteamericanos. Fue una carnicería tal, que sin ni siquiera haber alcanzado los puntos de cruce y abordado sus
botes, los asaltantes ya sufrían un 25% de bajas.




A pesar de las terribles pérdidas, el General Clark ordenó volver a intentar el cruce, asumiendo que los defensores
alemanes también habrían sufrido pérdidas difíciles de reponer y ordenó un segundo intento de cruce la noche del día 21 al
22 de enero.

Amparados por la oscuridad, un batallón consiguió alcanzar la orilla enemiga y tender dos puentes, pero los alemanes,
dándose cuenta de que con los puentes operativos llegarían rápidamente refuerzos, contraatacaron apoyados por
cañones bien atrincherados que disparaban directamente contra las posiciones enemigas, los granaderos pulverizaron a los
estadounidenses. Fue tal la matanza que del batallón, sólo sobrevivieron algunas compañías incompletas que para salvar la vida
tuvieron que retroceder nuevamente hasta la orilla sur abandonando los puentes y el material.


SEGUNDO ATAQUE el 24 de enero

Para que veáis la tozudez de Clark, nada más producirse el desastre de la 36ª División, el 24 de enero, el General Clark ordenó
que el Rápido fuera cruzado de nuevo esta vez por la 34ª División.

Se eligió una zona del río donde la poca profundidad facilitaría el cruce de los infantes, al norte del pueblo de Cassino, apoyados
por carros de combate.

[/

Los alemanes, conocedores de que el enemigo intentaría cruzar el río, volaron una presa provocando un desbordamiento del
río y convirtiendo ambas orillas en un lodazal. Cuando los carros junto con la infantería avanzaron, 20 carros quedaron
atrapados en el barro y tuvieron que ser abandonados. A pesar de que esta vez se consiguió dominar parte de la orilla alemana,
los grenadiers habían minado las laderas de las montañas que seguían al río, y construido puestos fortificados que se cobraron un
fuerte peaje en vidas enemigas. Gracias al apoyo de los carros, los hombres de la 34ª Div consiguieron alcanzar los arrabales
de Cassino, pero allí fueron finalmente detenidos de nuevo por fuego concentrado de cañones anticarro y de ametralladoras.
Esta situación duró casi una semana hasta que los estadounidenses, exhaustos se retiraron el 11 de febrero pero para entonces,
las bajas aliadas alcanzaban la cifra de 4.200 estadounidenses y 2.500 franceses caídos.


TERCER ATAQUE 16 y 17 de febrero

Los aliados, desconfiados, decidieron bombardear Monte Cassino el 15, lanzándose 600 toneladas de explosivo. En el lugar sólo
se encontraban los monjes y civiles refugiados y heridos. Muchos de ellos murieron en el bombardeo.

El día 15, tras el ataque, el General Senger dio por fin permiso a los paracaidistas para ocupar las ruinas de Monte Cassino
y convertirlo en un segundo baluarte defensivo detrás del pueblo.




Ahora era el turno de las tropas británicas y de la Commonwealth de demostrar si eran más capaces que sus aliados
estadounidenses. Durante los días 16 y 17 de febrero, la 4ª Div. India lanzó varios valientes asaltos sobre Cassino y las
colinas próximas. Las bajas fueron terribles. Si los panzergrenadiers habían demostrado no estar dispuestos a ceder ni
un palmo de terreno y a contraatacar cuando fuera necesario, los fallschirmjäger (paracaidistas) eran todavía peores enemigos.

A partir del 18, comenzó a nevar copiosamente y se detuvo el ataque británico, que además de no conseguir ningún avance,
había supuesto ya centenares de muertos. Era evidente que los alemanes no estaban dispuestos a ceder.

Hasta el 15 de marzo no se reanudó el asalto aliado sobre Cassino, nuevamente encabezado por los británicos. Para
aniquilar a los defensores del pueblo, se preparó la ofensiva con un bombardeo previo de 500 aviones que lanzaron sobre
el pequeño casco urbano 1000 toneladas de explosivos. Por si esto fuera poco, la artillería lanzó otras 2.500 toneladas más.
El suelo tembló en 10 Km. a la redonda como si se tratase de un terremoto. En Cassino, los defensores soportaron horas
de bombardeo escondidos en sótanos y cloacas. Algunos quedaron enterrados en vida y murieron.




El ataque que siguió al bombardeo lo llevaron a cabo neozelandeses, que comprobaron como los fallschirmjäger volvían a ocupar
sus posiciones abriendo fuego con fusiles, ametralladoras y morteros contra ellos. Finalmente, los neozelandeses, como antes norteamericanos, franceses, británicos e indios, tuvieron
que retirarse y abandonar el pueblo. Durante nueve días y nueve noches, los paracaidistas diezmaron seis batallones
neozelandeses, uno tras otro cada vez que pretendieron tomar la población.




El General Alexander reconoció la talla de los paracaidistas alemanes enemigos con las siguientes palabras: "Es extraordinaria
la tenacidad de estos paracaidistas alemanes. Estuvieron sometidos a toda la fuerza aérea del Mediterráneo bajo la mayor
concentración de potencia de fuego que se ha visto jamás. Dudo que haya otras tropas en el mundo que hubiesen podido
levantarse y seguir luchando con aquella ferocidad, incluyendo las mías”.

CUARTO ATAQUE 11 de mayo

El siguiente capítulo en esta sangrienta historia lo escribirían los polacos. El 11 de mayo, tras la habitual barrera artillera se
lanzaron al ataque. Ocuparon una cresta a 1500 metros de la abadía. A pesar de las bajas acumuladas y del volumen de fuego,
los paracaidistas organizaron un nuevo contraataque obligando al enemigo a (por enésima vez) abandonar su conquista,
retrocediendo los polacos con gran número de bajas.

CAMPO DE BATALLA




Pero Cassino formaba parte de la Línea Gustav, y a pesar de la resistencia Paracaidista, otras unidades de la Wehrmacht
en otros sectores no pudieron resistir lo suficiente y acabaron cediendo y los subsiguientes avances aliados pusieron en grave
peligro de quedar cercados a los defensores de Cassino y del monasterio. El 17 de mayo, Kesselring ordenó, satisfecho
y orgulloso, que los paracaidistas abandonaran sus posiciones. La evacuación se hizo de noche y en orden, aunque no
pudieron cargar con los heridos.

Los paracaidistas supervivientes retrocedieron hacia el norte para combatir en numerosas batallas, fueron capturados en
abril de 1945 en el norte de Italia.




[/

La mañana del día 18 de mayo, tropas polacas tomaron el pueblo y coronaron Monte Cassino sin oposición. Sólo encontraron
cadáveres, heridos y dos médicos militares alemanes.

EVALUACIÓN

La toma de Monte Cassino ocasionó la muerte de 54.000 soldados aliados y 20.000 alemanes. Las bajas de los defensores
alemanes fueron serias, pero recordad que resistieron asaltos sucesivos desde el 20 de enero hasta el 17 de mayo, casi cuatro
meses. Que sobre ellos se lanzaron centenares de miles de toneladas de explosivos y que fueron atacados sucesivamente por
dos divisiones estadounidenses, una francesa, una india, una neozelandesa y otra polaca consiguiendo imponerse en
todos los casos.

Habrá quien dirá que el terreno ayudaba enormemente a los defensores, y es cierto. Pero recordad que los aliados contaron
en todo momento con superioridad aérea y un abrumador apoyo artillero cada vez que lo necesitaron.

Estos hombres merecen ser recordados como algunos de los mejores soldados de toda la Segunda Guerra MundialLa Batalla de Montecassino tuvo lugar entre el 17 de enero al 18 de mayo, la colina fue atacada cuatro veces por las tropas
aliadas. Esta es la Historia




La decisión de bombardear el monasterio fue tomada por el Comandante neozelandés Bernard Freyberg, sin embargo, antes pidió
permiso al Papa Pío XII, que aceptó. El mismo día los B-17 arrojaron 2.500 toneladas de bombas sobre el monasterio.

Los mandos alemanes en Italia consideraban que debía evitarse la destrucción del monasterio y las reliquias histórica que
albergaba. Para el efecto, el Mariscal Kesselring cursó las órdenes de transportar las obras de arte, la biblioteca y las reliquias
históricas a Roma, poniéndolas bajo la protección del Vaticano. Las monjas y monjes benedictinos de Monasterio fueron
evacuados, quedando solamente el Abad Gregorio Diamare de 82 años y 5 monjes. Los puestos de observación y las defensas se
colocaron a media ladera. A las afueras de la Abadía un piquete de policía militar protegía la entrada haciendo cumplir las
órdenes de que ningún soldado alemán podía ingresar.

PRIMER ATAQUE El 20 de enero de 1944

Cuando se habla de Cassino todo el mundo recuerda la defensa llevada a cabo por los paracaidistas, pero la primera fase de
la defensa fue llevada a cabo por panzergrenadiers comandada por el general Frido von Senger con notable éxito.





El 20 de enero de 1944, Clark ordenó que la 36ª División de infantería norteamericana junto a elementos de la Guardia Nacional
de Texas, cruzaran el Río Rápido. Clark había asumido que habría pérdidas elevadas, pero no la carnicería que se produjo.
Durante horas, la artillería y su aviación castigaron las posiciones de la 15ª Panzergrenadier. Confiados en que el castigo habría
sido terrible para los defensores, los infantes dejaron sus posiciones y comenzaron a preparar el cruce del Río con lanchas de asalto.

Cuando buena parte de las tropas norteamericanas estaban en esta tarea, los panzergrenadiers, que habían sabido
cobijarse durante los bombardeos, abrieron fuego. En pocos minutos, en la orilla sur del Rápido se amontonaban los muertos y
heridos norteamericanos. Fue una carnicería tal, que sin ni siquiera haber alcanzado los puntos de cruce y abordado sus
botes, los asaltantes ya sufrían un 25% de bajas.




A pesar de las terribles pérdidas, el General Clark ordenó volver a intentar el cruce, asumiendo que los defensores
alemanes también habrían sufrido pérdidas difíciles de reponer y ordenó un segundo intento de cruce la noche del día 21 al
22 de enero.

Amparados por la oscuridad, un batallón consiguió alcanzar la orilla enemiga y tender dos puentes, pero los alemanes,
dándose cuenta de que con los puentes operativos llegarían rápidamente refuerzos, contraatacaron apoyados por
cañones bien atrincherados que disparaban directamente contra las posiciones enemigas, los granaderos pulverizaron a los
estadounidenses. Fue tal la matanza que del batallón, sólo sobrevivieron algunas compañías incompletas que para salvar la vida
tuvieron que retroceder nuevamente hasta la orilla sur abandonando los puentes y el material.


SEGUNDO ATAQUE el 24 de enero

Para que veáis la tozudez de Clark, nada más producirse el desastre de la 36ª División, el 24 de enero, el General Clark ordenó
que el Rápido fuera cruzado de nuevo esta vez por la 34ª División.

Se eligió una zona del río donde la poca profundidad facilitaría el cruce de los infantes, al norte del pueblo de Cassino, apoyados
por carros de combate.

[/

Los alemanes, conocedores de que el enemigo intentaría cruzar el río, volaron una presa provocando un desbordamiento del
río y convirtiendo ambas orillas en un lodazal. Cuando los carros junto con la infantería avanzaron, 20 carros quedaron
atrapados en el barro y tuvieron que ser abandonados. A pesar de que esta vez se consiguió dominar parte de la orilla alemana,
los grenadiers habían minado las laderas de las montañas que seguían al río, y construido puestos fortificados que se cobraron un
fuerte peaje en vidas enemigas. Gracias al apoyo de los carros, los hombres de la 34ª Div consiguieron alcanzar los arrabales
de Cassino, pero allí fueron finalmente detenidos de nuevo por fuego concentrado de cañones anticarro y de ametralladoras.
Esta situación duró casi una semana hasta que los estadounidenses, exhaustos se retiraron el 11 de febrero pero para entonces,
las bajas aliadas alcanzaban la cifra de 4.200 estadounidenses y 2.500 franceses caídos.


TERCER ATAQUE 16 y 17 de febrero

Los aliados, desconfiados, decidieron bombardear Monte Cassino el 15, lanzándose 600 toneladas de explosivo. En el lugar sólo
se encontraban los monjes y civiles refugiados y heridos. Muchos de ellos murieron en el bombardeo.

El día 15, tras el ataque, el General Senger dio por fin permiso a los paracaidistas para ocupar las ruinas de Monte Cassino
y convertirlo en un segundo baluarte defensivo detrás del pueblo.




Ahora era el turno de las tropas británicas y de la Commonwealth de demostrar si eran más capaces que sus aliados
estadounidenses. Durante los días 16 y 17 de febrero, la 4ª Div. India lanzó varios valientes asaltos sobre Cassino y las
colinas próximas. Las bajas fueron terribles. Si los panzergrenadiers habían demostrado no estar dispuestos a ceder ni
un palmo de terreno y a contraatacar cuando fuera necesario, los fallschirmjäger (paracaidistas) eran todavía peores enemigos.

A partir del 18, comenzó a nevar copiosamente y se detuvo el ataque británico, que además de no conseguir ningún avance,
había supuesto ya centenares de muertos. Era evidente que los alemanes no estaban dispuestos a ceder.

Hasta el 15 de marzo no se reanudó el asalto aliado sobre Cassino, nuevamente encabezado por los británicos. Para
aniquilar a los defensores del pueblo, se preparó la ofensiva con un bombardeo previo de 500 aviones que lanzaron sobre
el pequeño casco urbano 1000 toneladas de explosivos. Por si esto fuera poco, la artillería lanzó otras 2.500 toneladas más.
El suelo tembló en 10 Km. a la redonda como si se tratase de un terremoto. En Cassino, los defensores soportaron horas
de bombardeo escondidos en sótanos y cloacas. Algunos quedaron enterrados en vida y murieron.




El ataque que siguió al bombardeo lo llevaron a cabo neozelandeses, que comprobaron como los fallschirmjäger volvían a ocupar
sus posiciones abriendo fuego con fusiles, ametralladoras y morteros contra ellos. Finalmente, los neozelandeses, como antes norteamericanos, franceses, británicos e indios, tuvieron
que retirarse y abandonar el pueblo. Durante nueve días y nueve noches, los paracaidistas diezmaron seis batallones
neozelandeses, uno tras otro cada vez que pretendieron tomar la población.




El General Alexander reconoció la talla de los paracaidistas alemanes enemigos con las siguientes palabras: "Es extraordinaria
la tenacidad de estos paracaidistas alemanes. Estuvieron sometidos a toda la fuerza aérea del Mediterráneo bajo la mayor
concentración de potencia de fuego que se ha visto jamás. Dudo que haya otras tropas en el mundo que hubiesen podido
levantarse y seguir luchando con aquella ferocidad, incluyendo las mías”.

CUARTO ATAQUE 11 de mayo

El siguiente capítulo en esta sangrienta historia lo escribirían los polacos. El 11 de mayo, tras la habitual barrera artillera se
lanzaron al ataque. Ocuparon una cresta a 1500 metros de la abadía. A pesar de las bajas acumuladas y del volumen de fuego,
los paracaidistas organizaron un nuevo contraataque obligando al enemigo a (por enésima vez) abandonar su conquista,
retrocediendo los polacos con gran número de bajas




Pero Cassino formaba parte de la Línea Gustav, y a pesar de la resistencia Paracaidista, otras unidades de la Wehrmacht
en otros sectores no pudieron resistir lo suficiente y acabaron cediendo y los subsiguientes avances aliados pusieron en grave
peligro de quedar cercados a los defensores de Cassino y del monasterio. El 17 de mayo, Kesselring ordenó, satisfecho
y orgulloso, que los paracaidistas abandonaran sus posiciones. La evacuación se hizo de noche y en orden, aunque no
pudieron cargar con los heridos.

Los paracaidistas supervivientes retrocedieron hacia el norte para combatir en numerosas batallas, fueron capturados en
abril de 1945 en el norte de Italia.


La mañana del día 18 de mayo, tropas polacas tomaron el pueblo y coronaron Monte Cassino sin oposición. Sólo encontraron
cadáveres, heridos y dos médicos militares alemanes.

EVALUACIÓN

La toma de Monte Cassino ocasionó la muerte de 54.000 soldados aliados y 20.000 alemanes. Las bajas de los defensores
alemanes fueron serias, pero recordad que resistieron asaltos sucesivos desde el 20 de enero hasta el 17 de mayo, casi cuatro
meses. Que sobre ellos se lanzaron centenares de miles de toneladas de explosivos y que fueron atacados sucesivamente por
dos divisiones estadounidenses, una francesa, una india, una neozelandesa y otra polaca consiguiendo imponerse en
todos los casos.

Habrá quien dirá que el terreno ayudaba enormemente a los defensores, y es cierto. Pero recordad que los aliados contaron
en todo momento con superioridad aérea y un abrumador apoyo artillero cada vez que lo necesitaron.

Estos hombres merecen ser recordados como algunos de los mejores soldados de toda la Segunda Guerra MundialLa Batalla de Montecassino tuvo lugar entre el 17 de enero al 18 de mayo, la colina fue atacada cuatro veces por las tropas
aliadas. Esta es la Historia




La decisión de bombardear el monasterio fue tomada por el Comandante neozelandés Bernard Freyberg, sin embargo, antes pidió
permiso al Papa Pío XII, que aceptó. El mismo día los B-17 arrojaron 2.500 toneladas de bombas sobre el monasterio.

Los mandos alemanes en Italia consideraban que debía evitarse la destrucción del monasterio y las reliquias histórica que
albergaba. Para el efecto, el Mariscal Kesselring cursó las órdenes de transportar las obras de arte, la biblioteca y las reliquias
históricas a Roma, poniéndolas bajo la protección del Vaticano. Las monjas y monjes benedictinos de Monasterio fueron
evacuados, quedando solamente el Abad Gregorio Diamare de 82 años y 5 monjes. Los puestos de observación y las defensas se
colocaron a media ladera. A las afueras de la Abadía un piquete de policía militar protegía la entrada haciendo cumplir las
órdenes de que ningún soldado alemán podía ingresar.

PRIMER ATAQUE El 20 de enero de 1944

Cuando se habla de Cassino todo el mundo recuerda la defensa llevada a cabo por los paracaidistas, pero la primera fase de
la defensa fue llevada a cabo por panzergrenadiers comandada por el general Frido von Senger con notable exito




El 20 de enero de 1944, Clark ordenó que la 36ª División de infantería norteamericana junto a elementos de la Guardia Nacional
de Texas, cruzaran el Río Rápido. Clark había asumido que habría pérdidas elevadas, pero no la carnicería que se produjo.
Durante horas, la artillería y su aviación castigaron las posiciones de la 15ª Panzergrenadier. Confiados en que el castigo habría
sido terrible para los defensores, los infantes dejaron sus posiciones y comenzaron a preparar el cruce del Río con lanchas de asalto.

Cuando buena parte de las tropas norteamericanas estaban en esta tarea, los panzergrenadiers, que habían sabido
cobijarse durante los bombardeos, abrieron fuego. En pocos minutos, en la orilla sur del Rápido se amontonaban los muertos y
heridos norteamericanos. Fue una carnicería tal, que sin ni siquiera haber alcanzado los puntos de cruce y abordado sus
botes, los asaltantes ya sufrían un 25% de bajas.




A pesar de las terribles pérdidas, el General Clark ordenó volver a intentar el cruce, asumiendo que los defensores
alemanes también habrían sufrido pérdidas difíciles de reponer y ordenó un segundo intento de cruce la noche del día 21 al
22 de enero.

Amparados por la oscuridad, un batallón consiguió alcanzar la orilla enemiga y tender dos puentes, pero los alemanes,
dándose cuenta de que con los puentes operativos llegarían rápidamente refuerzos, contraatacaron apoyados por
cañones bien atrincherados que disparaban directamente contra las posiciones enemigas, los granaderos pulverizaron a los
estadounidenses. Fue tal la matanza que del batallón, sólo sobrevivieron algunas compañías incompletas que para salvar la vida
tuvieron que retroceder nuevamente hasta la orilla sur abandonando los puentes y el material.


SEGUNDO ATAQUE el 24 de enero

Para que veáis la tozudez de Clark, nada más producirse el desastre de la 36ª División, el 24 de enero, el General Clark ordenó
que el Rápido fuera cruzado de nuevo esta vez por la 34ª División.

Se eligió una zona del río donde la poca profundidad facilitaría el cruce de los infantes, al norte del pueblo de Cassino, apoyados
por carros de combate.

[/

Los alemanes, conocedores de que el enemigo intentaría cruzar el río, volaron una presa provocando un desbordamiento del
río y convirtiendo ambas orillas en un lodazal. Cuando los carros junto con la infantería avanzaron, 20 carros quedaron
atrapados en el barro y tuvieron que ser abandonados. A pesar de que esta vez se consiguió dominar parte de la orilla alemana,
los grenadiers habían minado las laderas de las montañas que seguían al río, y construido puestos fortificados que se cobraron un
fuerte peaje en vidas enemigas. Gracias al apoyo de los carros, los hombres de la 34ª Div consiguieron alcanzar los arrabales
de Cassino, pero allí fueron finalmente detenidos de nuevo por fuego concentrado de cañones anticarro y de ametralladoras.
Esta situación duró casi una semana hasta que los estadounidenses, exhaustos se retiraron el 11 de febrero pero para entonces,
las bajas aliadas alcanzaban la cifra de 4.200 estadounidenses y 2.500 franceses caídos.


TERCER ATAQUE 16 y 17 de febrero

Los aliados, desconfiados, decidieron bombardear Monte Cassino el 15, lanzándose 600 toneladas de explosivo. En el lugar sólo
se encontraban los monjes y civiles refugiados y heridos. Muchos de ellos murieron en el bombardeo.

El día 15, tras el ataque, el General Senger dio por fin permiso a los paracaidistas para ocupar las ruinas de Monte Cassino
y convertirlo en un segundo baluarte defensivo detrás del pueblo.




Ahora era el turno de las tropas británicas y de la Commonwealth de demostrar si eran más capaces que sus aliados
estadounidenses. Durante los días 16 y 17 de febrero, la 4ª Div. India lanzó varios valientes asaltos sobre Cassino y las
colinas próximas. Las bajas fueron terribles. Si los panzergrenadiers habían demostrado no estar dispuestos a ceder ni
un palmo de terreno y a contraatacar cuando fuera necesario, los fallschirmjäger (paracaidistas) eran todavía peores enemigos.

A partir del 18, comenzó a nevar copiosamente y se detuvo el ataque británico, que además de no conseguir ningún avance,
había supuesto ya centenares de muertos. Era evidente que los alemanes no estaban dispuestos a ceder.

Hasta el 15 de marzo no se reanudó el asalto aliado sobre Cassino, nuevamente encabezado por los británicos. Para
aniquilar a los defensores del pueblo, se preparó la ofensiva con un bombardeo previo de 500 aviones que lanzaron sobre
el pequeño casco urbano 1000 toneladas de explosivos. Por si esto fuera poco, la artillería lanzó otras 2.500 toneladas más.
El suelo tembló en 10 Km. a la redonda como si se tratase de un terremoto. En Cassino, los defensores soportaron horas
de bombardeo escondidos en sótanos y cloacas. Algunos quedaron enterrados en vida y murieron.




El ataque que siguió al bombardeo lo llevaron a cabo neozelandeses, que comprobaron como los fallschirmjäger volvían a ocupar
sus posiciones abriendo fuego con fusiles, ametralladoras y morteros contra ellos. Finalmente, los neozelandeses, como antes norteamericanos, franceses, británicos e indios, tuvieron
que retirarse y abandonar el pueblo. Durante nueve días y nueve noches, los paracaidistas diezmaron seis batallones
neozelandeses, uno tras otro cada vez que pretendieron tomar la población.




El General Alexander reconoció la talla de los paracaidistas alemanes enemigos con las siguientes palabras: "Es extraordinaria
la tenacidad de estos paracaidistas alemanes. Estuvieron sometidos a toda la fuerza aérea del Mediterráneo bajo la mayor
concentración de potencia de fuego que se ha visto jamás. Dudo que haya otras tropas en el mundo que hubiesen podido
levantarse y seguir luchando con aquella ferocidad, incluyendo las mías”.

CUARTO ATAQUE 11 de mayo

El siguiente capítulo en esta sangrienta historia lo escribirían los polacos. El 11 de mayo, tras la habitual barrera artillera se
lanzaron al ataque. Ocuparon una cresta a 1500 metros de la abadía. A pesar de las bajas acumuladas y del volumen de fuego,
los paracaidistas organizaron un nuevo contraataque obligando al enemigo a (por enésima vez) abandonar su conquista,
retrocediendo los polacos con gran número de bajas.






Pero Cassino formaba parte de la Línea Gustav, y a pesar de la resistencia Paracaidista, otras unidades de la Wehrmacht
en otros sectores no pudieron resistir lo suficiente y acabaron cediendo y los subsiguientes avances aliados pusieron en grave
peligro de quedar cercados a los defensores de Cassino y del monasterio. El 17 de mayo, Kesselring ordenó, satisfecho
y orgulloso, que los paracaidistas abandonaran sus posiciones. La evacuación se hizo de noche y en orden, aunque no
pudieron cargar con los heridos.

Los paracaidistas supervivientes retrocedieron hacia el norte para combatir en numerosas batallas, fueron capturados en
abril de 1945 en el norte de Italia.

El General von Senger se rinde al General Clark


[/

La mañana del día 18 de mayo, tropas polacas tomaron el pueblo y coronaron Monte Cassino sin oposición. Sólo encontraron
cadáveres, heridos y dos médicos militares alemanes.

EVALUACIÓN

La toma de Monte Cassino ocasionó la muerte de 54.000 soldados aliados y 20.000 alemanes. Las bajas de los defensores
alemanes fueron serias, pero recordad que resistieron asaltos sucesivos desde el 20 de enero hasta el 17 de mayo, casi cuatro
meses. Que sobre ellos se lanzaron centenares de miles de toneladas de explosivos y que fueron atacados sucesivamente por
dos divisiones estadounidenses, una francesa, una india, una neozelandesa y otra polaca consiguiendo imponerse en
todos los casos.

Habrá quien dirá que el terreno ayudaba enormemente a los defensores, y es cierto. Pero recordad que los aliados contaron
en todo momento con superioridad aérea y un abrumador apoyo artillero cada vez que lo necesitaron.

Estos hombres merecen ser recordados como algunos de los mejores soldados de toda la Segunda Guerra Mundial

Si visitais el pueblo de Monte Cassino hay un restaurante que tiene una coleccion de material de guerra de la celebre ::mmm: batalla
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."
prostock
Kommodore
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Re: La batalla de Monte Cassino

Según leí/ví alguna vez, el terreno rocoso favoreció enormemente a los alemanes, ya que los proyectiles estallaban en superficie, sin perforación, lo que disminuía en grado sumo su efecto.

P.D.: Verifica que el texto se te ha repetido varias veces ::yeah:
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CHARLY1989
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Re: La batalla de Monte Cassino

Estupendo relato, aqui te pongo unas fotos...

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"Nos vemos en alta Mar"
Walther
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Re: La batalla de Monte Cassino

¡Vaya fallo con las teclas ::plisplas:
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos."
Manpegao
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Re: La batalla de Monte Cassino

¡¡¡¡Magnifico relato, Walther...!!!!
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¡¡¡Joooo mamáaa........me ha quitado el cheriffff...!!!"...un admirador, un siervo, un esclavo, un amigo..."
Nazarius
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Re: La batalla de Monte Cassino

Gracias
Gracias


[youtube]<object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/M_Xc6HLtuWc&hl ... ram><embed src="http://www.youtube.com/v/M_Xc6HLtuWc&hl=es" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="344"></embed></object>[/youtube]
Visite.......http://www.24flotilla.com/ODSH/web.html .... es gratis..
CHARLY1989
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Re: La batalla de Monte Cassino

esta muy bien ese video, Nazarius...
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