EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

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Kamille Rososvky
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EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Estoy amplaindo el material sobre Mitología. Pensé que como muchos están por salir de vacaciones puede interesarle un tipo de lectura diferente. Aclaro que las leyendas se basan en hechos sucedios en los albores de la civilización, que llegan a nosotros mistificados. Como la recopilación es extensa si qieren seguir leyendo, les paso este sitio Que disfruten los días de playa,campo o viajes. Kamille
Fuente: http://reinovisigodo.blogcindario.com/2 ... a-aria.htm

EL RETORNO A LOS ORÍGENES
C. Levalois
Primera edición española: Marzo 1987.
Colección de Estudios Tradicionales.

En una de las novelas de Barjavel, LA NUIT DES TEMPS, (1) una expedición científica descubre, bajo el casquete del hielo del polo Sur, una ciudad hundida desde hace varias decenas, centenares o miles de años, vestigio de una civilización próspera y brillante. Para muchos, esta excelente novela es una obra notable de ficción; la gente exclama: "¡Genial! ¡Qué ocurrente¡ ¡Habría que haberlo pensado¡", pero luego se ponen a consumir otros libros. Para el espíritu curioso, para aquel no anestesiado por el mundo moderno, una voz se alza misteriosa; paralelamente, una duda se abre paso cuestionando las frágiles apariencias del mundo moderno. Es posible que esta evocación de una ciudad fabulosa trazada por los elementos desencadenados no sea solo una novedad para él, sin que recuerde exactamente en donde, o cómo, o en qué circunstancias, ha podido oírla por vez primera.
Una búsqueda se impone a partir de entonces. Muy lógicamente para emprenderla hay que estudiar nuevamente los antiguos textos de la humanidad. Con su contacto, éste espíritu curioso encontrará una vía, o más bien elementos esparcidos que se parecen mucho a la trama de la novela anteriormente citada. Tendrá incluso más: varios continentes, países, ciudades, desaparecidos. Su pasado se ampliará desmesuradamente. Podrá comprender esta frase de André Breton: "Lo realmente admirable en lo fantástico, es que no existe lo fantástico, solo existe lo real".
Contrariamente a lo que pudiera aparecer, en el inicio, una investigación más seria, le proporcionará las certidumbres de los hombres de la Antigüedad, por no mencionarlos más que a ellos, que volvían sus miradas hacia el polo norte y no hacia el ártico, como en la novela de Barjavel, designando claramente este elemento como el de una lejana y lamentada edad de oro, en donde duermen, al abrigo de los espíritus impuros, ciudades prestigiosas, remansos de paz, de justicia y felicidad, habitadas por seres más próximos a los dioses que a los humanos, tales como hoy los vemos. Entonces una palabra mágica, de misterioso poder evocador, se escapará de los labios para llamar a este lugar maravilloso: HIPERBOREA.

(1) Edición francesa, Presses de la Cité, 1968.
EL NORTE Y EL ORIGEN
Numerosos son los autores de la Antigüedad que hablan de Hiperbórea o de Thule, su centro y que sitúan el origen de nuestro mundo. En el siglo IV A.C. la creencia en una tierra maravillosa, de sabios inmortales, situada en el Norte de Europa, más allá del Océano, es tan fuerte que un navegante griego de Marsella, Pytheas, hará un viaje que le llevará hasta Islandia, Noruega y quizás hasta el mar Báltico y que, según los fragmentos que han llegado hasta nosotros, superó el Círculo Polar Ártico (2). En el 306 de nuestra era, el emperador Constancio Cloro buscó en el Norte de la Gran Bretaña esta tierra en la que no se ponía el Sol (3).
Luego, no hubo más preocupación por el tema hasta que emergió el ciclo del Grial, renacimiento de las enseñanzas tradicionales pre-cristianas, en las cuales el simbolismo polar es fundamental. El lugar dónde se encuentra el Vaso Sagrado, dispensador del conocimiento supremo (4), es una isla, un castillo, una montaña, o, en ocasiones, los tres a la vez, es decir, un punto central, polar, inmóvil en medio del movimiento. Un largo y peligroso viaje es necesario para acceder allí (5).
Más tarde, de nuevo el silencio. No es sino mucho después, en el siglo XVIII, cuando Jean Sylvain Bailly, el primer alcalde de Paris, guillotinado en 1793, sostendrá en las LETTRES A VOLTAIRE SUR L'ATLANTIDE DU PLAT0N, que el origen de los europeos -que más tarde se llamarán "arios"- hay que buscarlo en el Norte. Se basaba para afirmar esto, en las viejas tablillas indias introducidas en Francia hacía poco y sobre ciertas mitologías europeas. Algunas decenas de años más tarde, Fabre d'Olivet recuperará esta tesis, adornándola con productos de su fértil imaginación, en HIST0IRE PHILOSOPHIQUE DU GENRE HUMAIN (6).
Antes de examinar los elementos que han permitido a Bailly, así como a otros autores como Warren, Rhys, Ti-lak, sostener que el origen de la raza blanca es ártica y no asiática o de cualquier otro lugar (7), llevaremos nuestra atención sobre la "nostalgia" del Norte y de las diferentes islas maravillosas, análoga y paralela a la "nostalgia" de la Edad de Oro.
Entre los griegos, Apolo, dios civilizador, venía del Septentrión. Para los hindúes, en el Norte se eleva el Monte Meru, eje del mundo, alzado sobre el ombligo de la tierra -otro símbolo del centro- que se une a la estrella polar. Próximo a él, "al norte del océano de leche" está el "Sveta-dvipa", "la isla blanca", en donde "se encuentran hombres de un blanco centelleante" (8). Hécate de Abdera refiere que la madre de Apolo, Leto, ha nacido en Leuky, "la isla blanca"; los sacerdotes de esta isla están volcados completamente a su hijo. Para el Islám, en el polo -"Qutb", que designa igualmente a una persona de la jerarquía espiritual- está la montaña "Qaf". Para todos se trata de la tierra originaria, "supremo hecho" -"T'ai ki"- para los chinos, la tierra de los ancestros, de aquellos que están, a la vez, muertos y vivientes, es decir, de los inmortales.
(2) JEAN MABIRE, Thule o el sol reencontrado de los hiperbóreos, R. Lafont, 1978.

(3) Algunos historiadores de la antigüedad llamaban a Gran Bretaña, Hiperbórea; su nombre antiguo, Albion, tiene una estrecha relación con la mítica "isla blanca".

(4) En tanto que "vaso sagrado", el Grial, cuya temática narrativa procede de "la materia de Bretaña" y, por ello de la tradición céltica, equivale a Coiri, el Caldero de Dagda, originario de una "isla al Norte del Mundo".

(5) Cf. JULIU5 EUOLA, El misterio del Grial y la idea gibelina del Imperio. Plaza Janes, 1977.

(6) Existe un resumen amplio en "Los mil libros". Espasa, 1944.

(7) Recientemente la historia oficial no tenía ojo más que para el "reciente fértil" próximo oriental, origen de "la" civilización.

(8) Extraido del "Narayaniya Parvan. Mahabarata". Ed. Cervantes, 1969.

Los Tuata de Danan, la tribu divina que ha colonizado Irlanda, viene de las "islas del Norte del mundo". Una de las etimologías de Thuat -además de su sentido de tribu, de pueblo- es That, "La Tierra del Norte". Por el contrario, la tradición semita ve allí el origen del mal. En Jeremías (1-13-16) se escribe: "Es del septentrión desde donde la desgracia se extenderá a todos los habitantes del país". Esta oposición, sobre la que insistiremos, no puede en absoluto extrañarnos pues existen dos formas diferentes de concebir la divinidad, que Evola ha designado bajo los nombres de "Luz del Norte" y "Luz del Sur". El polo positivo de los unos es el negativo para los otros y viceversa.
Los textos sagrados hacen, frecuentemente, referencia al polo y a su simbolismo muy rico. Remiten también a lugares mitificados que han encarnado este polo, sea por que se encontrasen en él, sea por que fuesen su imagen; tierra perdida tras un cataclismo, trastornos cósmicos, debidos al ascendiente tomado por fuerzas negativas que, gradualmente, alejan a los hombres del centro original.
Las realidades metafísicas y físicas son una: es ilusorio pensar que se las puede separar. Así, hay una simbología polar propia de una raza del espíritu, e incluso propia de la raza del espíritu. El eje se identifica con el Ser, en el Uno, el Principio, el "purusha" de los hindúes, el no-actuar comparado al "motor inmóvil" de Santo Tomás y Aristóteles... en torno del cual todo gira, que da su verdadero impulso al denevir, que modela y ordena la materia. Es el sentido del "Shacravarti" de la Tradición budista, "el que hace girar la rueda"; encarna el polo y ha superado todo condicionamiento por la materia y el tiempo; ha vuelto a la raíz divina, la fuente y el corazón de todo, la luz primordial. Este centro es también una expresión geográfica, olvidada, perdida, difícilmente accesible, que el héroe o el asceta debe reintegrar. Incluso si no puede alcanzar el polo original, por su acción, su contemplación, su irradiación, debería reconstruir uno, a su imagen, ciertamente un sucedáneo, pero que, frente a las condiciones cíclicas cumplirá perfectamente su "función". La gran dificultad que experimentará para reencontrar, mediante la contemplación, este centro, equivale a la dificultad que tendrá al reencontrarlo, en tanto que manifestación física, o a rechazarlo.
En muchas leyendas, estos centros son islas o montañas, tal como lo hemos señalado antes por la leyenda del Grial. El simbolismo es fácilmente comprensible: la isla se opone al agua como lo inmutable se opone a lo impermanente, el Ser al devenir, las aguas cambiando de continuo pero siendo también el elemento que sirve para la purificación y la regeneración. Así, en la EPOPEYA DE GILGAMESH, el héroe debe buscar la hierba de la inmortalidad en el fondo del océano. Igual que la montaña que, además de su configuración vertical unificadora del cielo y de la tierra, simboliza la estabilidad, lo que escapa al cambio, en cierta medida lo eterno: "Se inquebrantable como una montaña", está escrito en el Rig Veda y dirigido a todos los soberanos. Hemos evocado a Thule o Tula, sobre la que volveremos más adelante Leuky, "la Isla Blanca", cuyo nombre procede de la palabra griega "Lyké" que designa a la Luz.

Existe también el Avalon, la isla en la que, según algunos cuentos de la saga del Grial, Arturo está dormido. El nombre de esta isla nos remite a tres orígenes posibles que se complementan notablemente: de una parte, significa "manzana", que deriva del kimrico "afal", "manzana"; sería pues la isla de las manzanas; encontraremos un eco en esto del mito del Jardín de las Hespérides en donde están guardadas las manzanas de oro -que Hércules va a conquistar- que confieren la inmortalidad; o también estarán en relación con las manzanas guardadas por Idum , en la mitología nórdica, que tienen el mismo poder.

Por otra parte, Avalon, llamado también Aaballon, es similar a Abellio, Ablum, Alba, Albion, nacidos de la palabra latina "Albus", "blanco"; Avalon sería pues la "isla blanca", la "cuna de los arios", asimilada al polo y que, corresponde al Sveta-dvipa, del que ya hemos hablado, entre los budistas. En la mitología griega varias islas están situadas en el extremo norte. Ogigia, la isla de Calipso, en la que fue retenido Ulises y al que propuso la inmortalidad. Calipso es la hija de Atlas, es decir, hermana de las Hespérides, detentadoras de las manzanas de la inmortalidad. Algunos textos sitúan a Atlas en el Norte, Apolodoro ha escrito a su vez "Atlas está en pié en el país de los hiperbóreos". Las dos primeras letras de Ogigia, Og, quieren decir "joven" en celta, tal como atestigua "Tis nan Og", es decir, "la tierra de los jóvenes", isla paradisíaca. Ogyges, o también Ogigos o Ogy-gos, designan a un antiguo rey griego, bajo cuyo gobierno habría tenido lugar un diluvio anterior al que consta en el mito de Deucalión. El diluvio de Ogigia concierne con seguridad a la isla de tal nombre, la "tierra de los jóvenes", un centro hiperbóreo perdido en el curso de las eras.

Plutarco (9) sitúa la isla de Ogigia "hacia el Oeste de Europa a cinco días de navegación " (10). Los celtas sitúan Tir na n Og al "nor-oeste de Irlanda", aproximándola a Thule, de la que Estrabón (11) dice que se encuentra a seis días de navegación de Bretaña. Según Plutarco, existen asi mismo, otras tres islas, más al oeste en las que, durante el verano, las noches duran una hora apenas. En una de ellas se encuentra Cronos, el dios que reina desde la Edad de Oro. Esto es asimilable a las "cuatro islas al Norte del Mundo", de donde proceden, en la mitología céltica, las Tuatha de Danan, tal como ya hemos señalado.

En la mitología griega, se hace referencia a otra isla, Ortygia, cuyo nombre es semejante a Ogygia , en donde Leto, diosa venida del Norte, da a luz a Apolo y Artemisa. Habría mucho que decir sobre este mito, como sobre muchos otros que, en la mitología griega hacen referencia y aclaran considerablemente la influencia hiperbórea en aquella cultura y sobre la filiación auténtica de algunas corrientes que ilustraron, fuera de las alteraciones foráneas, el orfismo y el pitagorismo. Ortygia significa "isla helada" o "isla de las codornices”. En la tradición hindú, la codorniz, es uno de los símbolos de la aurora, de la luz; de la primavera en la Tradición china y, por ello, de la Edad de Oro. (Sigue)
Kamille Rososvky
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Re: EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Me leeria todos los relatos, pero llevo una semanita de perros en el trabajo... entre que me ha tocado el turno de tarde, y que todo el trabajo extra de las vacaciones me esta cayendo todo a mi (forzandome a salir muuuucho mas tarde de la oficina), se me queda muy poquito tiempo para hacer nada.
Aun asi, cuando he podido leer alguno, ha sido algo muy interesante, recomiendo a todos la lectura. :wink:

Saludotes.
Navegando las tormentas como mejor se puede.
Batten
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Re: EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Saludos:

Yo estoy empezando a leerlos ahora. Que no me gusta darles una pasada rápida.

Se agradecen Kamille.
Muntz
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Re: EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Muy interesante, Kamille. Sin embargo, las lecturas "mitocríticas" suelen ser muy "floues" (vocablo francés para expresar que algo queda bastante elástico, pero inconsistente). En cualquier caso, me ha recordado mis tiempos de universitario. Hubo que darse una buena empapada de Levi-Strauss (mitocrítica) o de un señor tan pesado como Cassirer (simbolista por excelencia que ve símbolos de algo intangible por todas partes con el único propósito de combatir el materialismo). Enfin, viejas batallas escolásticas de muy dudoso rigor histórico y filofógico, aunque de lectura amena para quienes nos va este tema.

He intentado entrar en el enlace que has puesto, pero me dice que la página ya no existe (???).

Saludos.
Kamille Rososvky
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Re: EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Hola Muntz fui al Historial, revisando el día de ayer y acá está el problemita

htthttp://reinovisigodo.blogcindario.com/2006/06/00003-hiperborea-la-cuna-de-la-raza-aria.htmlp:
http //reinovisigodo.blogcindario.com//cuna-de-la-raza-aria.com/2...a-aria. htm

htthttp://reinovisigodo.blogcindario.com/2006/06/00003-hiperborea-la-cuna-de-la-raza-aria.htmlp
http //reinovisigodo.blogcindario.com//cuna-de-la-raza-aria.com/2...a-aria. htm
Hiperborea la cuna de la raza aria (?) (este era un tema para intercambiar ideas y material)

El retornoa los orígenes
C. Valois
Si te fijas repetí el enlace. el que copié del artículo y el que encontré hoy. Lo busqué por:

Reino Visigodo, Elfos, hadas ninfas:Hay un cantida de material, con mayor o menor seriedad. Pensaba ir a la Wikypedia, anoche pero yase me había hecho muy tarde. Ahora tengo que ir a la piscina. Tengo questar a las 15.40
En todo caso sigo buscando cuando regrese.
De todas formas puede equivocarme al copiar. Después más tranquila, puedo buscarlo nuevamente. Saludos Kamille
Kamille Rososvky
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Muntz
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Re: EL RETORNO A LOS ORÍGENES

Gracias, Kamille. Encontré el texto, aunque indirectamente.

Bonito cuento el de Hiperbórea, al igual que el de la "raza aria". Pero como he dicho en mi post anterior, las argumentaciones "simbólicas" y "mitocríticas" no suelen servir para mucho más que la simple especulación, y mientras todo quede en especulaciones, es decir, en pura teoría sin correspondencia con lo real, aunque sea algo inútil por no servir para nada, tiene un pase. Lo malo es cuando estas teorías se practican para justificar determinados procederes.

Pero ya que has planteado el tema de los "arios", hablemos de ellos. Se trata de un término que hace unas décadas pululó en toda Europa muchísimo más en los medios políticos y periodísticos que científicos. Y cuando hablo de "arios" no me refiero a la "raza aria", a seres biológicos, sino a un aspecto cultural, es decir, fundamentalmente lingüístico, a determinados pueblos. Actualmente, salvo en los medios académicos de lengua alemana, donde se emplea el término "indogermanos", en el resto del mundo se emplea el de "indoeuropeos". Es evidente que la "raza indogermánica" o "raza indoeuropea" no existen, ya que se trata de un termino estrictamente cultural e históricamente determinado, es decir, concreto, y a pesar de su enorme extensión.

El nombre con el que suele conocerse a los pueblos puede ser de varios tipos: el que se dan ellos a sí mismos (endoétnicos), o el que les suelen dar sus vecinos (exoétnicos). Por supuesto, tales nombres pueden coincidir unas veces, pero otras no. Por poner un ejemplo fácil de entender, llamamos a los habitantes de Alemania "alemanes", los ingleses les llaman "germans", los italianos"tedeschi" y los rusos "niemietskii". En cambio, ellos se llaman a sí mismos "Deutsche" y a su país "Deutschland".

En cuanto a los indoeuropeos, no tenemos ni idea de cómo se llamaban a sí mismos ni de cómo les llamaban sus vecinos cuando eran un pueblo pequeño y unitario. Y eso vale tanto para los indogermanos como para los arios. Sabemos que vivieron en época prehistórica, pero no ha llegado hasta nosotros ningún resto escrito propio o ajeno para informarnos sobre este un otro aspecto de nuestros antepasados lingüísticos.

Todo lo que sabemos de ellos lo conocemos a partir de elementos que han sobrevivido en la lengua de los pueblos históricos que descienden de los indoeuropeos mediante un procedimiento deductivo a partir de estudios lingüísticos comparados. A partir de aquí hay, por supuesto, quienes creen que disponemos de indicios que podrían revelarnos cómo se llamaban a sí mismos los indoeuropeos.

Y así, en el extremo oriental del territorio ocupado históricamente por los pueblos indoeuropeos podemos encontrar un grupo que se llama a sí mismos "aryás" (la segunda "a" es larga). Se trata de las gentes que habitan la India, Pakistán, Afganistán e Irán. Este término con el que se designaban a sí mismos está atestiguado en la literatura india más antigua, el Rig-Veda (hacia el siglo XV a. C.). Unos mil años después, en pleno imperio persa, los habitantes de esta región se seguían llamando con idéntico nombre, existiendo hasta el gentilicio "ariya-cica", literalmente, "de origen ario". Este elemento aparece incluso en el nombre de un bisabuelo del rey Darío, "Ariyaramna". Y el término sigue apareciendo actualmente, pese a las modificaciones causadas por en tiempo, en el nombre geográfico moderno Irán y sus habitantes, los iraníes o iranios.

En sí misma, esta exposición no argumentaría nada, dado que el extremo oriental indoeuropeo no constituye la totalidad del indoeuropeismo. Y de lo que acabamos de exponer no podemos deducir que nuestros antepasados prehistóricos se llamasen "arios". Sin embargo, ha habido estudiosos que han creído reconocer el mismo término en el extremo opuesto del ámbito indoeuropeo. Nombres propios como Ariomano (entre los celtas) o Ariovisto (entre los germanos). Y como nombre que un pueblo se da a sí mismo se propone como argumento el irlandés y su país Irlanda, es decir, Eire, cuya forma medieval en lengua irlandesa era Ériu. Según estos estudiosos, el mismo fenómeno lingüistico está atestiguado en los dos extremos del mundo indoeuropeo, por dos pueblos alejadísimos entre sí tanto en el tiempo como en el espacio y que no tuvieron la oportunidad de ponerse de acuerdo para escoger sus respectivos endoétnicos. Es decir, se trata de una simple casualidad que se llamen a sí mismos con idéntico nombre o hay que admitir otra cosa. Por supuesto, nuestros estudiosos prefirieron admitir otra cosa.

A partir de la equiparación "ariás/Ériu", estos especialistas dedujeron que los indoeuropeos se llamaban a sí mismos "*ariós" (con "o" larga; el asterisco significa que la palabra no está atestiguada, que se trata de una reconstrucción), una palabra de la que derivarían las formas endoétnicas de dos pueblos que ocupan los dos extremos de la Eurasia indoeuropea.

Unido a esta constatación, también descubrieron que el término aparece en el sánscrito común como adjetivo prefijal "arya-" (la segunda "a" es breve) que significa "señor", "persona perteneciente a la nobleza o castas superiores". Y a partir de aquí, la imaginación de unos cuantos se disparó y salió a relucir lo del famoso pueblo de "señores", pueblo superior a otros pueblos que ya en sus más antiguas raíces se sabía destinado a dominarlos y adueñarse del mundo. Por supuesto, el "pueblo" se convirtió en "raza" para darle visos de cientifismo y la fracción más radical del nacionalismo alemán se autoproclamó heredera de ese "pueblo de señores".

El razonamiento en que se basaba esta conclusión era en si mismo impecable. De hecho, se basa en uno de los mejores criterios del comparatismo: el llamado método de las "áreas laterales". Ahora bien, las deducciones que se obtienen de la comparación deben cumplir una ley: que los términos emparentados sean realmente comparables. Es decir, "aryá", "arya" y "Ériu" deben ser términos emparentados y descendientes efectivamente de la misma palabra indoeuropea. Si resultase que no están emperentadas, todo el bonito edificio anteriormente descrito se vendría abajo como un castillo de naipes.

Y justamente aquí llega lo bueno de esta historia. En plena "locura aria", otro indoeuropeísta, Julius Pokorny, observó que el término irlandés "Ériu" (acusativo "Érin") para designar a Irlanda está relacionado con la palabra que esa misma isla recibe en galés. También relacionó ámbas con las formas que le dieron los geógrafos griegos y romanos a Irlanda: "Hibernia", "Iouernia", "Hiberio" e "Ierne". Las lenguas galesa e irlandesa están muy emparentadas (las dos son celtas) y no parece descabellado en absoluto pensar que las formas para designar a la isla de Irlanda también lo estuvieran. En galés, Irlanda se dice "Ywerddon", una fonética más cercana a "Hibernia" que a "Ériu". Sin embargo, Pokorny demostró que tanto "Ériu" como "Ywerddon" por evolución fonética regular del irlandés y del galés vienen de una antigua palabra compuesta "*epi-werio(n)", que significa "La Isla". De tal suerte que, aunque actualmente "ario" e "Irán" guardan un gran parecido con "Ériu" e "Irlanda", resulta que tienen una prehistoria muy diferente, dado que son derivaciones de formas y significados que no guardan ninguna relación: "*ario-" o "señor" y "*epiwerion" o "La Isla".

Por lo tanto, no hay nada que justifique que los celtas se llamasen a sí mismos "*ariós". De lo expuesto para demostrar que los indoeuropeos se llamaban a sí mismo de esta manera, sólo quedan dos datos en pie: a) algunos nombres propios celtas y germanos; y b) que los habitantes de la India e Irán se daban a sí mismos ese nombre. Pero la única conclusión legítima a la que se puede llegar a partir de aquí es que en lengua indoeuropea hubo un adjetivo "*ario" que significaba "señor" o algo parecido, que se usaba en la onomástica personal y que un grupo de pueblos indoeuropeos históricos adoptaron aquel antiquísimo adjetivo para denominarse como nación.

El final de esta historia ha resultado ser una amarga ironía. En la década de los 80, otro indoeuropeísta, O. Szemerényi encontró que en ugarítico existe también el término "ary-" (con "a" aspirada), significando "pariente, miembro de la familia de uno, compañero" y que a su vez guarda relación con el egipcio "iry" (con "i" aspirada). De donde resulta que el término "ario", que en su momento fue usado como bandera para exterminar a los judíos, precisamente tiene un origen semítico y que en las lenguas indoeuropeas limítrofes (el tronco indio-iranio) no fue más que un préstamo.

Sólo se me ocurre como conclusión citar a nuestra magnífico Francisco de Goya: "El sueño de la razón produce monstruos."


Saludos.
P.D.: los datos expuestos y el hilo conductor del texto proceden de mis apuntes universitarios a partir de la obra del indoeuropeísta español Antonio Villar.
Kamille Rososvky
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Re: EL RETORNO A LOS ORÍGENES

El tema, no me es ajeno en absoluto. Tuve questudiar las corrientes migratorias desde la prehistoria. Luego de cada período su producción de arte. Lo de indoueropeo que has expuesto tan bien lo sé. Fíjate todas las invasiones que sufrieron por dar un ejemplo, las Islas Británicas, los empujes por hamabrunas, desde el este, desde el norte y desde el sur, desde Africa.
Tu sabes que hay que seguir estudiando, buscando material y que siempre según el autor aparece el factor error y ese fiebre que les da por algo !esa es la verdad!. Lo de arios.. eso no se puede tratar acá. Lo que si me gusta es tu aporte. Los programas de bachillerato de Europa, o de España, nos son conocidos y en Uruguay hemos sufrido demasiados cambios de programas y falta de publicaciones realmente buenas, Cerró por ejemplo la Editorial Montevderde. Cada libro que hay que comprar sale un dineral. Tenemos buenas bibliotecas, pero hay que actulizarlas. La de Bellas Artes era muy buena, pero hubieron tiempos en que fue cerrada (golpe de estado) y los libros desaparecieron. Mañana si te interesa seguimos este hilo. Pero antes te menciono que Mitología, encada civilización hay que darla y cada vez lo amplian más, faltando material. En ocasiones se debe ser un mago, para mantener el interés de la clase.
En la Facultad de Arquitectura se da en sexto, de nuevo. Historia Nacional. ¿Por qué? porque el nivel de enseñanza, bajó mucho. a todos los niveles Además se hace proyecto, y las asignaturas técnicas y se sigue con Urbanismo.
Con un amigo sociólogo porfesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias estuvimos el verano pasado justamente hablando del origen del hombre.
Pese a que estamose en el interior, nos mantenemos al día, y la Universidad aporta para la enseñanza secundaria y bachilleratos quese van adecuado, a los rápidos cambios de fines del siglo XX a comienzos de este.
Una vez que se da en clase, al nivel de los alumnos este tema, llegamos a lo que a mi personalmente me apasiona que es la producción artistica.
Nombraste a uno de mis pintores Francisco de Goya y Lucientes y tiene otros, ¿que te parece Velásquez ?y noes porque lel Foro sea español, pero que ¡arquitectura! y todo lo que con ella fue y va aparejado.Pero no olvides algo Goya sufrió las invasiones napoleónicas, mira sin más "los fusilamientos"
Bueno Muntz, ahora soy yo la que nisabe lo que escribe. Tengo que ir a descansar.!si no el médico y miesposo me ejecutan. Buenas Noches ¡y gracias por tu aporte! Kamille
Kamille Rososvky
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