1940

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Schepke
Fähnrich zur See
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1940

Fue el invierno mas duro de los últimos 40 años. Se helaron las aguas del báltico, del canal de Kiel, del Elba y del Jade. Se utilizaron todos los barcos posibles como eventuales rompehielos, incluso el viejo acorazado Schleswig-Holstein. Las proas de los submarinos iban protegidas con unas cubiertas de madera para evitar que el hielo dañara las compuertas de los torpedos. El hielo afecto la construcción y el entrenamiento de los submarinos.
La solución provisional fue mover las bases a la isla de Helgoland en el mar del norte, pero la desolada isla no era del agrado de las tripulaciones. Las provisiones, el combustible y los recambios escaseaban a causa del hielo que impedía la navegación de los barcos de suministro. Las aguas próximas a Helgoland eran utilizadas para el entrenamiento de los submarinos ingleses y la RAF bombardeaba la isla ocasionalmente.

En febrero partieron de Helgoland las 5 primeras naves para patrullar las aguas del atlántico (U-26 Tipo-I, 3 VIIb y el U-37 tipo-IX). Los tipo-II y los Tipo VII continuaron sus labores en aguas del mar del norte.
Días antes de la invasión de noruega (1 de Abril), la fuerza submarinista disponía de 48 naves, 9 menos que al iniciarse la guerra. Döenitz destino 32 de ellos para la invasión de los que 18 eran del Tipo II.

Ante la inminencia de una ataque aliado para cortar el subministro de hierro procedente del norte, el 9 de Abril las fuerzas alemanas invadieron Dinamarca y Noruega en una operación relámpago, cogiendo desprevenidos a los aliados que solo pudieron contraatacar. Las batallas mas feroces se dieron en Narvik y Trondheim envueltas en un tiempo especialmente adverso.
La invasión de Noruega supuso un gran fracaso para la marina; numeroso barcos se perdieron y los submarinos sufrieron de un mal que empezaba a ser muy preocupante: Los torpedos no funcionaban.

Una vez la invasión de Noruega estuvo en marcha, se inició la conquista de Bélgica y Francia; de esta manera los aliados quedaban divididos en dos frentes de batalla. Debido a las numerosas bajas sufridas por la marina en Noruega, esta no pudo intervenir en la invasión de Francia. Los submarinos solo participaron en el acoso de las naves que evacuaban tropas desde Dunkerke.

Döenitz estaba furioso, tenía pocos submarinos y cuando encontraban naves enemigas los torpedos no explotaban o lo hacían antes de alcanzar el blanco.
A causa de los problemas técnicos en los torpedos se destituyo al jefe del comité (Oskar Wehr) y se nombro un nuevo jefe (Oskar Kummetz) También se puso al científico Dr. E.A. Cornelius al frente del departamento de investigación y diseño de nuevos torpedos. Aunque los cambios los efectuó Raeder, Kummertz era un hombre de confianza de Döenitz.
Mas tarde se encontró la solución a estos problemas. Un avance significativo se dio al analizar las espoletas de los torpedos encontrados al capturar al submarino británico HMS Seal (mas tarde UB) en mayo del 40.
Para levantar la moral de la Ubootswaffe, el ‘tío Karl’ envía a su hombre de confianza, Víctor Oehrn, comandando el U37, en cuya vela se había pintado la inscripción ‘Westward Ho’ y con el que conseguiría demostrar que la crisis de los torpedos había sido, por fin, superada.

El 10 de Junio las tropas alemanas cercaron Paris. Italia, con Mussolini al frente, declaraba la guerra a Francia y a Inglaterra. Se divide Francia.
Inglaterra empezaba a verse seriamente amenazada. La ocupación de los puertos franceses permitiría a los submarinos acceder al atlántico, y la marina Italiana tenía “barra libre” en el mediterráneo. A esto hay que sumarle la falta de efectivos navales por parte de Inglaterra para proteger sus barcos de suministros, que se vieron subsanados con la transferencia por parte de los EEUU de viejos destructores a cambio de bases militares en colonias británicas en base a una curiosísima interpretación de la Ley de Préstamo y Arriendo.

Esta época fue conocida como 'los tiempos felices' (Happy times) en que los submarinos contactaban fácilmente con los convoys británicos que iban pobremente escoltados. Es la época de la llamada ‘primera generación’ de submarinistas, en la que destacaron ases como Prien, Kretschmer, Schepke, Schultze, Hartman etc. El primero consiguió colarse por el Kirk Sound hasta las entrañas de Scapaflow, recaladero de la Home Fleet, hundiendo el Royal Oak y dando un golpe de mano que minaría la moral británica, demostrando la efectividad del arma submarina.

Firmado el armisticio franco-alemán la marina tuvo a su disposición las bases de Brest, Lorient, St Nazaire, La Pallice y La Rochelle. En estas bases se encontraron numerosos torpedos que se mandaron a Alemania para su estudio. En Lorient se establece la primera base submarinista.

A causa del expansionismo soviético en el báltico, Hitler tenía una gran duda, invadir Gran Bretaña o Invadir Rusia. La idea de Hitler era usar la Luftwafe para destruir la RAF y una vez indefensa, Inglaterra capitularía. Esto dio lugar a la Batalla de Inglaterra (agosto 40), la batalla aérea mas grande de la historia. Alemania no contaba con el radar británico que detectaba con mucha antelación los movimientos de la Luftwaffe y de otro factor muy importante y que fue decisivo, aunque Döenitz nunca creyera que fuera cierto: el descifrado de los códigos Enigma gracias a la captura del U110.
El 15 de Septiembre la batalla de Inglaterra se dio por perdida; la RAF había salvado a la Gran Bretaña.

Inglaterra abrió otro frente de batalla, el mediterráneo en septiembre del 40. Era necesario mantener los puertos africanos ya que dependían de su combustible. Mientras los científicos británicos avanzaban en el diseño de radares cada vez mas pequeños y resistentes para su uso en barcos y aviones, junto con el Huff Duff, sistema de antenas receptoras direccionales adaptado a barcos de superficie que, por su tamaño, solo había sido usado hasta la fecha en grandes instalaciones.

Sin embargo Inglaterra se quedaba sin mercantes. Se encargo el diseño y construcción a astilleros canadienses y americanos de un barco de unas 10.000 toneladas, de una sola hélice y que fuera capaz de mantener 11 nudos de velocidad; se creaban los Ocen Class, mas conocidos como Liberty por los americanos.
La cooperación entre América y Inglaterra dio otro buen resultado, la creación de las bombas Turing para el descifrado sistemático de las claves Enigma.
Los frutos del descifrado de Enigma no se hicieron esperar y los convoyes eran constantemente desviados de sus rutas previstas, los submarinos no encontraban presas y Döenitz pedía a Hitler mas submarinos y reconocimiento aéreo, mientras Goering se negaba a ceder un solo apice de su Luftwaffe.

En octubre se unieron a las patrullas atlánticas submarinos italianos. Comandantes italianos, meses atrás, formaron parte de “cursos” para habituarse al duro océano a bordo de submarinos alemanes. Pero existía un gran problema: a causa de su diseño los submarinos Italianos no eran aptos para el Atlántico. Los diesel tomaban aire a través de la escotilla de la torreta, al permanecer abierta entraban en la nave grandes cantidades de agua.

A finales de año empezaron los planes para la invasión de Rusia (operación Barbarosa)
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Si te dicen que he muerto desconfia
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