Hola, apreciada camarada Kamille. Le agradezco su contestación al tema de los caídos del Graf Spee y toda una cadena de interesantes detalles.
En mi primera visita a Motevideo, aparte de visitar el museo naval, puse todo mi empeño en homenajear a los caídos del Graf Spee. A l preguntar en donde estaban enterrados, creo recordar que me dijeron que había 3 o cuatro cementerios, uno de ellos era para los judíos, otro más era el llmado "cementerio británico" y los demás ya no me acuerdo como los llamaban y su ubicación. En todo caso pregunté por la ubicación del "cementerio británico", que efectivamente está alejado de la ciudad y es muy posible que sea El Cementerio Norte, pero también conocido como"británico". Creo recordar, y en estos momentos tengo el libro delante de mí, que me confirma que están enterrados en él. No creo que después de la guerra fueran trasladados a otro lugar. En el libro de Michael Powell, autor de la película "Panzerschiff Graf Spee"; el título del libro es: "Schicksalsfahrt der Graf Spee"...dice....: Todos los heridos graves, aproximadamente unos cincuenta, fueron llevados a tierra y tuvieron en los hospitales de Montevideo un excelente cuidado. La colonia alemana se había juntado para cuidar a los jóvenes marinos como si fueran sus propios hijos. Cuando el Graf Spee zarpaba, tuvieron que ser internados, pero podían ser conscientes de que iban a tener un buen internamiento. La juventud de la tripulación del Graf Spee había ocasionado sorpresa y compasión. En las guerras son los jóvenes los que luchan sin ser ellos los que las ocasionan; al terminar la guerra permanecieron muchos de estos jóvenes en Uruguay y se convirtieron en valiosos ciudadanos.
En aquella tarde tenían que ser enterrados los 36 camaradas muertos, en un areal, que durante la guerra se puso a su disposición, en el cementerio británico (britischen Friedhof). La larga hilera de los ataúdes cubiertos por la bandera de guerra nazi fueron acompañados por una guardia de honor. Una gran muchedumbre se había congregado en el puerto para ver a los vehículos funerarios en estilo español con sus coronas doradas y cruces de ébano que brillaban como islas tristes en un mar de rostros de la muchedumbre. La emoción creció cuando cientos de jóvenes marinos a bordo de remolcadores fueron llevados a tierra para vivir el emocionante momento. Entonces llegó el Capitán Langsdorff con su sable al cinto y con otros ficiales que habén recibido permiso para la marcha hacia el cementerio....
.Cuando al cortejo fúnebre se unieron oficiales de la marina mercante británica, fueron mucho de los allí presente que emocionados derramaron sus lágrimas. El capitán Dove, capitán Stubbs y otros más habían venido por voluntad propia; ellos habían estado en altamar y les habían visto crecer, convirtiéndose en camaradas y experimentado conjuntamente los horribles peligros de la lucha, donde también ellos mismos habría podido ser las víctimas. No se habían citado. Nadie había organizado nada. En un casual encuentro en el Club Británico, uno había preguntado al otro: "Vas a ir?... yo también -- uno debiera...." Y ahora estaban en el
cementerio británico, ujn pequeño y respetuoso grupo. Algunos habían tenido la suerte de haber salvado su mejor uniforme que lucían ahora. Otros, como Dove, había asistido en un sencillo traje azul oscuro.....etc.etc.
Tengo el libro en alemán, pero seguro que debe haberlo en la versión español. Otro de los libros que no pueden faltar en casa de un marino.

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Me he permitido la libertad de exponer esta imagen, por ser más nítida, que hice en mi visita a Montevideo.

Así fu considerado por los británicos el Comandante Graf Spee: Príncipe de Honor
En un principio la guerra fue llevada con caballerosidad, como se demuestra en el caso del Graf Spee, más tarde ésta se iría extinguiendo a medida que transcurría el conflicto.
Ayer mismo me confesaba el Sr. Georg Lassen: "Estando en el Caribe torpedeamos a un petrolero. Observamos como los tripulantes abandonaban el buque. Más tarde al acercarnos un poco hacia él, pudimos escuchar los pitidos de un SOS, que pitaba el capitán del petrolero en busca de socorro, al ser abandonado por toda su tripulación. Lo llevamos a bordo y más tarde fue entregado como prisionero de guerra. Después de la guerra visité Inglaterra y tuve ocasión de encontrarme la esposa del capitán, la cual me abrazó y me dio las gracias por haber salvado la vida a su marido".

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Como se puede ver, el areal está un poco escondido dentro del cementerio, y tuve que recurrir a la ayuda de un empleado del mismo para encontrar las sepulturas.