EL MARTIRIO DE PEREGRINAR POR LAS ADMINISTRACIONES AUTONÓMICAS
Ni eficacia, ni coordinación, ni colaboración ni servicio al ciudadano rigen las actuaciones burocráticas de las Instituciones.
Las Administraciones más cercanas también practican el sadismo burocrático. De todas las batallas, sin lugar a dudas, las más fastidiosas son las vividas con las Administraciones.
Con el tiempo y tras muchas batallas, uno se vuelve "veterano de guerra", como el sargento Schneider (La Cruz de Hierro)! Curtido e incluso con alguna que otra medalla por cada frente ganado, ya sea a la Agencia Tributaria, Aseguradoras, Seguridad social, Instituto Nacional de Estadística, algún cónsul adormilado, etc.etc.
Todas las entidades antes citadas te maltratan a cual a peor; si por casualidad encuentras a un empleado amable, que no solamente te asesora, sino que también te ayuda y pone toda la carne en el asador, no dudes ni por un instante escribir al Vaticano y solicitar con la máxima urgencia posible su

beatificación; o mejor aún, la santificación de este ser humano. También se puede informar al GOB para que lo cuide como especie protegida, a punto de extinguirse.
El Maligno

, la encarnación del Mal Bíblico, es en nuestro tiempo, la burocracia y las distintas administraciones que la integran. Sartre no titularía hoy su pieza teatral "L´Enfer sont les autres", sino: "L´Enfer sont les Adminitrations Publiques".
Cada vez parece más evidente que el Maligno se manifiesta tentacularmente a través de burócratas diseminados por todas partes que planifican concienzudamente cómo martirizar al ciudadano, hacerle la vida desagradable, provocarle pérdidas de tiempo y dinero, obligarle a gestiones y trámites inútiles y, a ser posible, instalarle en la depresión.Cada vez que tengas que hacer una gestión administrativa piensa en la sentencia de Chamfort, según la cual un hombre debería tragarse un sapo cada mañana, para tener la certeza de que el día no le deparará nada más repugnante.
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Ha sido sólo un extracto de una carta que le mandé a la Seguridad Social, hará unos 9-10 años, al mismisimo Director de la misma. Después de su lectura conseguí lo que quería...incluso sus disculpas personales

...que no es poco.Hay que ser como Sargento Schneider y actuar sin piedad.

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Para ser justo, tengo que decir que la amabilidad, destreza con el ordenador y ganas de ayudarme de una joven funcionaria de la Seguridad social de Palma, contribuyó a solucionar parte del problema. Es la "Santa" de la que mencionaba antes, o como se dice: La excepción que hace la regla". El Vaticano aún no me ha dado una respuesta.
